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El identificativo #PanamaPapers de la “investigación” de los papeles de Panamá pertenece a un agente del Departamento de Estado norteamericano que recibió más de 6 millones de dólares para sus “actividades”

Elespiadigital | Martes 05 de abril de 2016

(Por Juan A. Aguilar) El analista Roma Golovanov ha sido el primero en ofrecer datos sobre el "sensacional" trabajo de la OCCRP y el ISIJ contra el presidente ruso Vladimir Putin con argumentos tan débiles y conclusiones tan inverosímiles que en otras circunstancias no habría sido publicado ni siquiera en algún periódico de estudiantes.

Sin embargo, a pesar de que 112 de los personajes que aparecen en los papeles se refieren a personalidades muy conocidas (desde el padre de David Cameron a Poroshenko, de Ilham Aliyev al Rey de Arabia Saudita), la occidental "prensa libre" finge haber encontrado algo que realmente valga la pena poniendo el foco bajo extrañas historias sobre hombres de negocios ruso que han tenido o tienen presuntas relaciones de amistad con Putin.

Obviamente, esto no es una mera coincidencia. Es de nuevo la prueba de un nuevo ataque planeado sobre la cabeza del Jefe del Estado ruso.

Y ahora vamos a hablar acerca de quién es exactamente quién está detrás de los materiales hechos a medida, y de quién hace el trabajo sucio en Rusia dando pábulo a estas informaciones

Para ello hay que conocer a Drew Sullivan, periodista y co-fundador del Proyecto de Investigación de  Crímenes y Corrupción (OCCRP).

 

Durante un tiempo en que trabajó en el periódico «Tennesse» en Nashville, así como en la Associated Press. En 2004 fundó el Centro for Investigative Reporting en Bosnia y Herzegovina. Entre los socios y patrocinadores del proyecto estaba una vieja conocida del Departamento de Estado Norteamericano: la USAID (La Agencia Gubernamental de Ayuda al Desarrollo de los Estados Unidos), la NED, otra ONG al servicio de los intereses de Washington y  Transparencia Internacional  financiada por la Unión Europea.

El proyecto era investigar los delitos y la corrupción (OCCRP) poniéndose en marcha en 2006 por  Drew Sullivan y Paul Radu.

En 2013, Sullivan estaba haciendo un informe para el proyecto NED que da detalles sobre el mecanismo de interacción con los proveedores de fondos de organizaciones de investigación, en términos del hecho de que el público no plantea cuestiones a cuyo beneficio va a dar una charla, y que su patrocinador.

http://www.cima.ned.org/wp-content/uploads/2015/02/Drew%20Sullivan%20final%20v1.pdf

Pero Sullivan informa a los funcionarios de la USAID de las subvenciones emitidas:

http://pdf.usaid.gov/pdf_docs/pdact991.pdf

Sullivan es también el fundador de la Red de Desarrollo Periodismo. Qué hace exactamente esta estructura no está nada claro. Si página oficial desde luego no lo es. Sin embargo, se sabe que esta organización no sólo regula las actividades de la OCCRP, sino que también actúa como enlace financiero entre esta última y el gobierno de los Estados Unidos.

https://www.usaspending.gov/Pages/AdvancedSearch.aspx?k=journalism%20development%20network

http://990s.foundationcenter.org/990_pdf_archive/260/260898750/260898750_201312_990.pdf

En el siguiente documento podemos ver como el Departamento de Estado de Estados Unidos proporciona fondos a la Red de Desarrollo del Periodismo para posteriormente derivarlo a la OCCRP:

 

En general, la Organización para el Desarrollo del Periodismo recibe enormes fondos de la USAID y el Departamento de Estado.

En 2015, 1.185.158 dólares

https://www.usaspending.gov/transparency/Pages/RecipientProfile.aspx?DUNSNumber=809116440&FiscalYear=2015

En 2014, 2.581.865 dólares

https://www.usaspending.gov/transparency/Pages/RecipientProfile.aspx?DUNSNumber=809116440&FiscalYear=2014

En 2011, 2.376.639 dólares

https://www.usaspending.gov/transparency/Pages/RecipientProfile.aspx?DUNSNumber=809116440&FiscalYear=2011

En 2013, 200.156 dólares

https://www.usaspending.gov/transparency/Pages/RecipientProfile.aspx?DUNSNumber=809116440&FiscalYear=2013

 

https://www.usaspending.gov/Pages/A...

Como podemos ver, tenemos un ejemplo típico de subvención de una organización y su fundador, firmemente asentado en la estructura financiera del Departamento de Estado y la USAID, y por esta misma razón, no puede ser otra cosa que un instrumento de la política exterior de Estados Unidos.

Es de destacar que la organización de Sullivan no sólo obtiene financiación de los contribuyentes estadounidenses, sino también de flujos financieros directos desde Rusia por elementos vendepatrias liberales al servicio de Occidente.

De acuerdo con sus declaraciones de impuestos OCCRP, solamente en 2012-2013 para apoyar el periodismo de investigación en Rusia y los países de la CEI se enviaron no menos de 326 mil dólares.

 

http://990s.foundationcenter.org/990_pdf_archive/260/260898750/260898750_201212_990.pdf

 

http://990s.foundationcenter.org/990_pdf_archive/260/260898750/260898750_201312_990.pdf

La ley estadounidense permite a las ONG no especificar el destinatario final de la ayuda para sus actividades. Al mismo tiempo, el sitio OCCRP identifica al único medio de origen ruso: la publicación "Novaya Gazeta".

La OCCRP coopera activamente con "Novaya Gazeta" como se puede ver a simple vista en la imagen. En 2015, funcionarios de la OCCRP se publicaron un gran número de colaboraciones en "Novaya Gazeta" para cubrir el caso Magnitsky, la corrupción en la Federación de Rusia y la fuga de 20 mil millones de dólares.

Por lo tanto no hay nada sorprendente en el hecho de que "Novaya Gazeta" se haya convertido en un socio del entramado OCCRP-ISIJ como periodismo de "investigación" en el territorio de Rusia.

En definitiva, lo que tenemos en el fondo es:

En primer lugar, sobre la “investigación” a Putin, que está teniendo tan amplia difusión, no hay nada de nada, no se dice nada nuevo y, por supuesto, no se prueba nada de lo que se dice. De hecho, se ha creado de la nada una historia que se publicita siguiendo el "manual" donde solo se demuestra hostilidad a la cabeza del Estado ruso.

En segundo lugar, lo que está ante nosotros es un ataque mediático, no periodismo, demostrado por el hecho de que las principales publicaciones en la web de la ISIJ y en los medios internacionales (The Guardian, por ejemplo) se explote una historia insostenible sobre el presidente ruso. En el mismo sentido,   al parecer, las acusaciones contra Poroshenko, los miembros de la familia del presidente Xi Jinping, el difunto padre de Cameron y otras personas ¡que sí figuran en los papeles de Panamá! Parecen no importar. Divertido, ¿verdad?

En tercer lugar, ¿por qué la información se hace pública en este  momento? Es  comprensible si tenemos en cuenta que en Rusia hay elecciones federales y veremos un intento de desacreditar a personas de buena reputación.

En cuarto lugar, resulta escandaloso que en la investigación (sobre 11,8 millones de documentos) no hay estadounidenses. ¿Podría ser que los patrocinadores de estas "organizaciones de investigación” estén sentados en Washington? Una historia tan vieja como el propio mundo… El que paga, manda.

 

Por último, sería importante que los expertos rusos en fraude fiscal investigaran más de cerca a “Novaya Gazeta". No se encontrarán evidencias directas de su financiación por la OCCRP, por supuesto, pero alguien les envía el dinero y la complicidad de la publicación con el entramado de la OCCRP es tan evidente que no requiere confirmación adicional.

“Panama papers”: las notables ausencias

Por Laura Lacaze

Entre los países involucrados en la información difundida en el denominado “Panama Papers” no figuran Estados Unidos, Alemania, Israel y Japón, y si la mayoría de América Latina, Rusia y China ¿Casualidad?

Llama la atención que entre los países involucrados en  las noticias difundidas durante este domingo por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por la sigla en inglés) no figuren Estados Unidos, Alemania, Israel y Japón. El materia periodístico que se dio a conocer es producto de un trabajo elaborado sobre la filtración de documentos correspondientes a Mossack Fonseca & Co., empresa de servicios legales con sede en Panamá. La publicación de algunos de estos documentos, es el resultado de una selección elaborada por la ICIJ, en base a la filtración de una fuente anónima.  Serían 11,5 millones los documentos con información sobre cuentas en paraisos fiscales y en su análisis habrían estado involucradas 100 corporaciones periodísticas de diversas localizaciones del mundo. En representación de Argentina estuvieron el diario La Nación y Canal 13.

Los resultados del trabajo habrían revelado 214.000 empresas off-shore vinculadas con residentes de 200 países. Pese a esas definiciones, en relación al alcance geográficos de los documentos filtrados, la producción de noticias existente en el sitio oficial y las que aparecieron en los sitios de cada uno de los medios comunicación involucrados a nivel internacional, estuvo concentrada en un puñado de casos con un marcado sesgo geopolítico. Se publicaron casos que involucran a residentes de casi la totalidad de los países del cono sur (con excepción de Bolivia), de Rusia, de China, Iran y Siria, entre otros.

Craig Murray, ex diplomático británico y activista de derechos humanos, destacó en su sitio de internet que la prensa internacional, fundamentalmente del periódico británico The Guardian, puso el foco en Vladimir Putin, en base a documentos que probarían cuentas millonarias de tres amigos del presidente ruso. Murray ofrece una explicación a dicha selectividad destacando que, tal como explica el medio alemán Süddeutsche Zeitung, el sistema de análisis del vasto conjunto de información tuvo como criterio la búsqueda de nombres incluidos dentro de listados de “importantes políticos, criminales internacionales, atletas profesionales, entre otros”. La composición de dichos listados supuso la combinación del conjunto de personalidades vinculadas al llamado “escándalo de las donanciones partidarias” y a la lista de sanciones impuesta por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). De esta manera, argumenta Murray, el análisis de esta información por parte de las corporaciones mediáticas internacionales sigue una agenda estrictamente occidental.

En una línea similar, Wikileaks solicitó a través de su cuenta oficial de Twitter que sean puestos a disposición del público los documentos originales (y no tan sólo los correspondientes a las noticias editadas) destacando el contraste entre los 11,5 millones de archivos anunciados filtración y los 149 publicados hasta el momento. En su sitio la ICIJ informa que publicará el listado completo de compañías y de personas involucradas con los documentos a comienzos de mayo.

"Goebbels tenía artículos menos sesgados": Lectores denuncian el ataque mediático contra Putin

Lectores de periódicos estadounidenses y europeos no han tardado en denunciar la parcialidad a la hora de informar sobre los 'papeles de Panamá', haciendo especial hincapié en Vladímir Putin.

Tras la filtración de los 'papeles de Panamá', muchos medios occidentales han utilizado los datos revelados para emprender un verdadero ataque mediático contra el presidente ruso Vladímir Putin, a pesar de que a diferencia de otros líderes mundiales, su nombre no aparece en ninguno de los 11 millones y medio de documentos filtrados.

La reacción por parte del público en general no se ha hecho esperar: lectores de periódicos tan importantes como 'The Washington Post', 'Le Figaro', 'Der Spiegel', 'El País' y muchos otros han denunciado inmediatamente la parcialidad y la selectividad con la que los medios han presentado la información, en ocasiones tachándola abiertamente de 'propaganda'.

"Propaganda como nunca vista: entonces está Poroshenko, el rey saudita, […] Pero no importa, hay que hacer grandes titulares sobre los allegados de Putin, el monstruo, el ogro", ironiza el usuario taklamakan1900 comentando un artículo publicado por el periódico francés 'Le Figaro'. "Propaganda de 'Washington Post' en su máxima expresión", ha comentado por su parte el usuario FiendNCheezes de este medio estadounidense al señalar que el presidente de Ucrania, Piotr Poroshenko, está en la lista, mientras que el titular anuncia que según el informe, "Socios de Putin tenían 2.000 millones de dólares en cuentas en paraísos fiscales".

Otros usuarios han hecho hincapié en el hecho de que en la lista no aparece ningún estadounidense. "Publiquen ahora los millones de nombres de compañías y personas que hacen lo mismo en EE.UU.", escribe Tim Easter en un comentario de un artículo de USA Today.

"Al final, esto pasa justo en el momento en que constatamos, lamentablemente, el crecimiento de la popularidad de Putin en Occidente tras su gestión de la crisis siria. ¡El azar hace las cosas bien! ¡Gracias azar!", escribe a su vez el usuario Serge Legentil, comentando un artículo del semanal francés 'Le Nouvel Observateur'.

"No tiene ningún sentido titular [el artículo] "¡está implicado Putin!" si se indica en el artículo que están implicadas personas cercanas al presidente ruso, pero no el presidente ruso personalmente", comenta por su parte el usuario Algenor en un artículo del periódico italiano 'Il Giornale'.

"Demasiado forzado el intento de involucrar a Putin. Parecería que hay desespero por hacerlo. Al final está resultando en otra acción que refuerza su imagen", escribe a su vez el comentarista José Gutiérrez, del periódico español 'El País'.

"En la lista hay 100 o incluso 1000 personas, incluso Messi debería estar aquí y, a pesar de eso, todos los medios alemanes escriben sobre Putin. No me gusta su política, pero si los medios constantemente muestran a los "malos rusos" y al "diablo Putin", me parece que están intentando manipularme", argumenta a su vez el usuario Levi2010 comentando una publicación de 'Der Spiegel'.

"Creo que voy a hablar en nombre de muchos británicos al decir que estoy más interesado en saber dónde nuestros propios parlamentarios guardan su dinero, que en lo que hizo o no hizo Putin", denuncia el usuario Kristian, al comentar un artículo de 'Daily Mail'.

Tras la filtración se produjeron también muchas reacciones en las redes sociales. Un usuario de Facebook acusó a la BBC de "propaganda antirrusa", afirmando que "Joseph Goebbels tenía artículos de noticias menos sesgados", respecto al hecho de que la BBC publicó un artículo sobre Putin, a pesar de que el nombre del líder ruso no se menciona en los documentos filtrados.

Análisis: Nueva guerra global: "No se lucha por territorios, sino por las palancas de la conciencia de las masas"

Estamos inmersos en una guerra por la reprogramación de la mayor parte del mundo y su peculiaridad es que no hace falta eliminar a los enemigos físicamente, asegura un analista ruso.

Mientras los militares rusos repelen a los terroristas lejos de sus fronteras, en Siria, el principal enemigo global está reforzando paso a paso sus posiciones, cerca y dentro de Rusia, cree el analista internacional Vladímir Lepiojin.

"Una nueva guerra mundial que, según algunos, está a punto de estallar y que, según otros, no podrá enredar a Rusia, se viene llevando a cabo. Y Rusia, como objetivo principal de esta guerra está sufriendo a diario pérdidas físicas, económicas, socioculturales, de reputación y de otro tipo", escribe el politólogo en un artículo para RIA Novosti.

Lepiojin subraya que los sujetos de la nueva guerra global no son Estados, como solían serlo a mediados del siglo pasado, sino los propietarios y beneficiarios del llamado mercado global. Son ellos y no los islamistas o países concretos los que han puesto sus bases cerca de las fronteras rusas, organizado el golpe de Estado en Ucrania, los que han impuesto sanciones económicas contra Rusia, lo que están lanzando desinformaciones en su contra, eliminando a los rusohablantes del este de Ucrania y los que siembran la discordia entre los vecinos de Rusia, señala.

Las élites empresariales globales marcan la pauta de la globalización, definen los objetivos estratégicos y determinan el grado y dirección del uso de fuerza. Mientras tanto, afirma el autor, países como Turquía, Catar, Polonia y Arabia Saudita son los regimientos de vanguardia de la supersociedad occidental, llamados a realizar ataques en volúmenes y direcciones determinados.

Además, están aquellos que deben morir en el campo de batalla, física o moralmente, en aras de los intereses del cliente global. Son mercenarios de compañías militares privadas, terroristas así como periodistas y políticos empleados para fines concretos de índole militar.

Peculiaridades de la nueva guerra

El analista acentúa que la "nueva guerra mundial no es una lucha por territorios sino por las palancas de mando de la conciencia de las masas y élites".

Según él, en esta etapa se desarrolla una guerra por la reprogramación de la mayor parte del mundo y su peculiaridad es que no hace falta eliminar a los enemigos físicamente.

"La tarea consiste en desarmar al enemigo de manera voluntaria o causar una guerra civil en su territorio, algo que ya ha sucedido en Ucrania y debe suceder, según los diseños de los estrategas occidentales, en Rusia", recalca Lepiojin.

A este respecto el control por el ciberespacio es equiparable al monopolio en las armas nucleares.

"Las modernas redes sociales y las grandes empresas de tecnologías informáticas son comparables a las bombas atómicas, pero la destrucción es suave y desapercibida", acentúa.