Categoría: Sociología / Teoría del Poder
Editorial: Planeta. 2013
360 Págs.
Un análisis político del régimen de la monarquía juancarlista y las claves históricas y políticas menos conocidas del reinado de Juan Carlos I (1975-2012). Las razones que han hecho derivar a su régimen hasta la situación actual: un fracaso político caracterizado por la falta de libertad política y pérdida de la conciencia nacional.
El fracaso de la Monarquía es una obra esencial para conocer los errores y el agotamiento político del régimen del 78: el juancarlismo. Su autor ha investigado las claves políticas que han permitido la consolidación y el mantenimiento del reinado de Juan Carlos I: el origen del mito personal que ha ocultado con éxito el pacto de poder que se instauró en España tras su llegada al trono; los antecedentes históricos y doctrinales que abogaron en su momento e influyeron después en su actuación personal para la instauración de una Monarquía de izquierdas como fórmula de salvamento de la Corona; la querencia e intereses de la Monarquía a favor de la izquierda política y del nacionalismo para lavar su pasado franquista; la consolidación de su régimen como una «Monarquía de partidos» que ha lastrado la libertad política y la democracia, así como las posibilidades de continuidad de su régimen en la persona de su hijo y sucesor, Felipe de Borbón. Son numerosos los ensayos y biografías publicados sobre la figura y la acción política del Rey Juan Carlos I. Casi todos ellos se han centrado en su vida —con exagerados comentarios apologéticos—, sobre todo en la época que va desde su nacimiento en 1938 hasta su designación como jefe del Estado en 1975.
Javier Castro-Villacañas realiza una investigación absolutamente innovadora, una visión crítica del personaje y de su obra política. Se trata del análisis político del régimen de la Monarquía juancarlista a través de la actuación de su fundador y de las razones que han hecho derivar su régimen hasta la situación actual, caracterizada, según Castro-Villacañas, por una crisis institucional más que evidente, coronada por la falta de libertad política y de democracia auténtica y la pérdida de la conciencia nacional.
El periodista Ángel Maestro lo analiza así en El Mundo Financiero:
Rafael Borrás Betríu, director de la colección “España escrita”, y posiblemente el director editorial con más éxitos en su haber de la España actual en la promoción de la escritura del pasado desde visiones plurales, ha acertado plenamente con la publicación de este ensayo histórico de Castro-Villacañas.
Hay algo básico que el futuro lector debe de tener claro de forma inequívoca. Todo aquel que esperase encontrar en el libro de Javier Castro-Villacañas, sin que esto signifique desdoro o menoscabo en modo alguno, un trabajo meramente periodístico, por documentado y bien informado que fuese, experimentaría un rotundo fiasco. Se trata de otra cuestión, de una obra en la que en las diferentes partes de la misma asoma de modo continuado la formación de politólogo y de jurista del autor. “El fracaso de la Monarquía” es un lúcido ensayo político donde se analizan las claves del reinado de Juan Carlos I : la creación del mito personal que oculta el pacto de poder que se instaura en España tras su llegada al trono, los antecedentes históricos que influyeron de manera decisiva en su actuación personal por la instauración de una Monarquía de izquierdas como fórmula para salvar la Corona, más propiamente su personalísimo sistema.
La querencia e intereses de la monarquía a favor de la izquierda política y del nacionalismo para lavar su pasado de haber sido designado como rey por el generalísimo Franco, así como las posibilidades de continuidad de su particularísimo régimen en la persona de su hijo Felipe de Borbón Schleswig-Holstein ( su verdadero segundo apellido, y no de Grecia, como absurdamente y sin ninguna razón genealógica o histórica se le denomina y se repite).
La "leyenda blanca" de Juan Carlos I, ha sembrado profusamente numerosos ensayos y biografías exageradamente apologéticos, pero el libro de Castro-Villacañas no sólo demuestra la falacia de tales apologías, algunas rayanas en lo grotesco, sino que con profundidad propia del politólogo estudioso y del jurista, aporta numerosas pruebas del fracaso de la monarquía de Juan Carlos I. El autor señala que en nuestro régimen político se ha conseguido lo más difícil: empeorar todavía mucho más la situación. Al déficit democrático, a la falta de libertad política, a la inexistencia de la división de los poderes del Estado, a la oligarquía de los partidos políticos, hay que añadir dos rasgos que hacen aún mucho más perverso nuestro sistema constitucional, continua Castro-Villacañas, insistiendo en la falta de independencia del poder judicial, al hacer depender también del Parlamento la elección de sus órganos de gobierno, lo que confirma la confusión total de los poderes del Estado frente a la necesaria división de los mismos.
Otra característica peculiar respecto a otros sistemas parlamentarios es, su perverso y auténtico carácter antinacional. Pero al régimen de Juan Carlos I hay que añadirle, además de la definición teórica de ser una monarquía “partitocrática”, el carácter definitorio de ser un régimen “desnacionalizador” o “desintegrador” en lo que respecta a la forma de organizar territorial y administrativamente el Estado, como consecuencia de la aplicación de un sistema abierto e indefinido en la organización territorial a través del Estado de las Autonomías, continua Castro-Villacañas. Y sumamente acertado es el razonamiento del autor en que el régimen de Juan Carlos I se desarrolla como un autentico régimen político de izquierdas.
Una Monarquía se izquierdas, en el sentido de que, para legitimarse por sí misma y borrar su pecado original franquista, la Monarquía de Juan Carlos I presenta una querencia interesada hacia la izquierda, creyendo que con esta posición se va a garantizar su seguridad y va a conseguir también el reconocimiento por parte de las fuerzas políticas y de la opinión pública con la idea monárquica.
Expone razonadamente el autor en que si se tuviera que elegir un término, lo más exacto posible, para definir el régimen de poder que surge en España tras la muerte del generalísimo Franco, éste sería, sin lugar a dudas, el de “juancarlismo”, al ser la voz que mejor define y simplifica la aparente complejidad de un régimen político que nace tras la proclamanción como rey de Juan Carlos de Borbón. El reinado de Juan Carlos I, en contra de lo que se ha afirmado en numerosas ocasiones, es un régimen político de tipo personal y, como tal, único e intransferible. “A la derecha le cuesta admitir que el régimen del juancarlismo es, desde sus orígenes y no por decisión política de Rodríguez Zapatero, una Monarquía de izquierdas con apuntalamiento nacionalista”.
La España asimétrica de Zapatero no es otra distinta que la España de la Autonomías de la Constitución del 78, que tanto gusta y defiende la derecha política. Recrear el consenso, ese consenso piedra angular del sistema, por parte de Felipe VI significará atraer nuevamente a la izquierda política y a los nacionalistas hacia la Monarquía, a cambio de concederles todavía más poder y más prebendas políticas. “Las características, tanto personales como ideológicas, de Felipe de Borbón Schleswig-Holstein con la de su mujer Letizia Ortiz Rocasolano, hacen descartar la posibilidad de imaginar una Mornarquía de derechas como efecto rebote al fracaso y agotamiento de la Monarquía de izquierdas de su padre”, afirma rotundamente el autor.
El libro de Castro-Villacañas : “El fracaso de la monarquía. Las claves políticas del reinado de Juan Carlos I” representa un ejercicio prístino de razonalismo, del uso de la razón siempre desmitificadora, especialmente de los fetiches por usados que sean y por ilusionantes espejismos que presenten . Una vacuna efectiva contra la equivocidad y el engaño imperantes en la España de hoy donde la proclamación democrática del régimen juancarlista no es sino la máscara de una oligarquía dominante.
Perfil del autor
Javier Castro-Villacañas (Madrid, 1964) es abogado y periodista. Ha sido asesor jurídico de la Universidad Complutense de Madrid y de la cadena de televisión Canal+. Fue uno de los fundadores de la revista Generación XXI y profesor de Derecho Constitucional en la Universidad Camilo José Cela de Madrid. Ha colaborado en diversos periódicos y revistas, como Iniciativa, La Razón, ABC, La Gaceta de los Negocios, MC y Mercado de Dinero. Ha sido productor y director de los servicios informativos de Radio Intercontinental de Madrid desde 2002 hasta 2004. También fue director de los servicios informativos de CITY FM Radio y del programa «Claves de actualidad», de la misma emisora, durante los años 2004 y 2009. Conferenciante y articulista, es autor de una biografía sobre la figura de José María Gil-Robles en la colección Cara & Cruz de Ediciones B. Ha dirigido y presentado el programa «Punto de encuentro», en COPE Madrid, y «Claves de la semana», en Radio Inter. En la actualidad colabora como analista político en diversos programas de radio y televisión. También es colaborador de los suplementos Crónica y La Otra Crónica, del diario El Mundo.