Autores: Diego Camacho y Fernando J. Muniesa
Categoría: Servicios de Inteligencia (Ensayos)
Las palmas de Gran Canaria: Anroart Ediciones (2005)
320 páginas
Los autores, un militar ex agente del CESID y un experto en temas de defensa y seguridad, analizan el funcionamiento de los servicios secretos y cuestionan su afinidad con el sistema democrático. Los argumentos y datos inéditos que aportan, proporcionan una visión esclarecedora de su origen, de su peculiar organización y funcionamiento y, en definitiva, del desviacionismo con el que se enfrentan al Estado de Derecho.
El ensayo arranca de los orígenes mismos en los que se inicia la actividad del espionaje, en el siglo V a.C., progresa con su evolución durante el esplendor de las culturas china y griega y avanza por el mundo moderno hasta la ilustración y la eclosión de los nacionalismos y del sistema de “Carta otorgada”, que se opone a la soberanía popular. Desde su concepción y utilización en los siglos XVIII y XIX, se llega a un nuevo enfoque caracterizado por la perfección técnica que se alcanza en el periodo de entre guerras mundiales y, sobre todo, durante los años de la “guerra fría”.
La visión técnica se acompaña, además, con un acertado análisis histórico, que pone el acento en la realidad de la política exterior. Ámbito de máximo interés nacional que, junto con la garantía de la estabilidad interior y la defensa del orden constitucional, conforma los objetivos prioritarios de los Servicios de Inteligencia.
Esta panorámica global permite identificar y comprender mejor la situación española, valorando con más acierto, como proponen los autores, la excesiva singularidad de su modelo de seguridad nacional, ciertamente diferenciado en el contexto occidental en el que se integra y alejado de los principios que constituyen el Estado de Derecho. La excesiva “peculiaridad” de los Servicios de Inteligencia españoles y su desviacionismo conceptual y funcional, se arrastran desde la transición al nuevo régimen democrático, primero debido a la precavida actitud de los gobiernos de la extinta UCD, después por la frivolidad del PSOE y, finalmente, por la coherencia histórica del PP, que renunció al regeneracionismo político publicitado en las campañas electorales que desarrollaba desde la oposición.
La dejación política continuada para el tránsito definitivo a un sistema de seguridad nacional democrático, es lo que ha permitido consolidar unos servicios de información e inteligencia procedentes de la dictadura, implicados a menudo en actividades y comportamientos inconstitucionales y obsesionados por hacer prevalecer el modelo. Y empeñados también en mantener a ultranza un Estado dentro del Estado.
El libro pretende la reconducción de los Servicios de Inteligencia al Estado de Derecho y aboga por su sometimiento al Gobierno en el estricto beneficio de los intereses nacionales, frente a una utilización espuria de los mismos, marcada por intereses personales o grupales, como ha sucedido con demasiada frecuencia. Para ello, se deben hacer compatibles los conceptos de seguridad y libertad, siendo esta última el valor supremo a proteger. Se trata, por tanto, de no sustraer los servicios secretos del impulso de regeneración democrática, propuesto siempre en los programas electorales de los partidos mayoritarios, y olvidado cuando alcanzan el poder político.
Esa ambición de fondo, hace de “La España Otorgada” un libro ciertamente curioso, y en algunos aspectos incluso trasgresor, muy alejado de otros enfoques inspirados intramuros del sistema de inteligencia o propiciados como auténticas hagiografías institucionales, que sus autores denuncian con todo lujo de detalles.
Desde esa misma perspectiva reveladora son especialmente llamativos los capítulos que detallan el origen y evolución de los Servicios de Inteligencia españoles. Además, se desvela la pertenencia de varios de sus directivos a movimientos militares controvertidos, como “Forja” y la UMD (Unión Militar Democrática), y la sistemática penetración del Opus Dei en la institución militar, especialmente en sus servicios de información, organización de naturaleza religiosa relacionada en efecto con cuantos movimientos involucionistas han tenido lugar en la reciente historia española.
Por otra parte, el libro denuncia el carácter inconstitucional de la Ley de Secretos Oficiales, que de hecho ampara la perversidad antidemocrática del sistema. Y aborda también el papel constitucional del Rey en relación con las Fuerzas Armadas y algunos intentos, ajenos e interesados, para que asuma papeles impropios de su alta función constitucional.
En definitiva, “La España Otorgada” reabre un debate sobre los Servicios de Inteligencia pendiente desde la transición política, siempre tratado con sordina y en el que la clase política nunca ha querido profundizar por falsas “razones de Estado”. La reciente reforma del sistema de seguridad nacional, precipitada por el trágico atentado terrorista del 11-S, no fue más allá de un “lavado de cara” pactado de forma interesada por los dos partidos con posible alternancia en el poder (PSOE y PP), sustituyendo al CESID por el CNI y parcheando sus espacios de ilegalidad e impunidad democrática con una normativa a todas luces cuestionable, contestada por todas las demás fuerzas políticas del arco parlamentario.
Junto al análisis general y a la afinada diagnosis de la situación española, debidamente cotejada con los países de su entorno, los autores ofrecen, por supuesto, una aportación constructiva para debatir una reforma auténtica de los Servicios de Inteligencia, todavía pendiente. Muchos de los datos que soportan sus argumentos y aspiraciones, inéditos, son realmente reveladores y por sí mismos dignos de la mayor atención.
Redacción
Perfil de los autores:
Sus 33 años de vida profesional en las Fuerzas Armadas han estado repartidos, a partes iguales, entre las unidades operativas del Ejército de Tierra y diversas misiones de Inteligencia y Cooperación en Guinea Ecuatorial, Costa Rica, Marruecos y Francia. En paralelo, también ha desarrollado tareas de profesorado en varios países, publicando numerosos artículos sobre temas de Defensa y Seguridad Nacional e Internacional.
En 1996 planteó un recurso de inconstitucionalidad contra el Estatuto del CESID por considerar que legalizaba una situación indeseable heredada de la dictadura: la pervivencia de un estado dentro del Estado. Esa realidad dificulta la profundización de la democracia y hace que en último término España siga tutelada y lejos de gozar una soberanía popular plena.
Tras una dilatada experiencia en el mundo publicitario, iniciada en la primera agencia norteamericana instalada en España (McCann-Erickson), creó y dirigió algunas de las empresas de comunicación integral más reconocidas del país, desarrollando multitud de campañas de imagen corporativa, actuaciones de lobby, marketing electoral, relaciones públicas sofisticadas... En ese ámbito innovador y de nuevas técnicas de persuasión y creación de opinión pública, trabajó desde el inicio de la transición política española en un gran número de confrontaciones electorales y en un amplio abanico de sectores estratégicos (energía nuclear, industria aeronáutica y de defensa, inteligencia económica...), así como en actividades de naturaleza confidencial para la Defensa Nacional y la Seguridad del Estado.
Parte de esa singular experiencia, quedó reflejada en su primer libro titulado “Los espías de madera” (Ediciones Foca, 1999). En él se narraban, en clave de humor, una serie de sucesos contrastados en el mundo del espionaje que parecían casi imaginarios o increíbles, debido sobre todo al azar o a la inconsecuencia de lo acontecido, y que en algunos aspectos ya anticipaban este análisis más profundo de la realidad que envuelve el binomio “Servicios de Inteligencia” y “Estado de Derecho”, reflejado en “La España Otorgada”. Tras la edición de dicha obra, publicó una “novela de la realidad” titulada “La venganza de la Mukhabarat” (Anroart Ediciones, 2006), que narraba el asesinato de ocho agentes del CNI en Irak.