Allá por el 1 de junio de 2018 aconteció en España algo novedoso e inesperado: Una moción de censura victoriosa que llevó a Pedro Sánchez (PSOE) al palacio presidencial. El partido de Sánchez solo tiene 84 escaños, y para conseguir la victoria en esta moción reunió apoyos de Unidos-Podemos, ERC, PDeCAT, PNV, Bildu, Compromís, y Nueva Canarias, sumando 180 escaños (en 176 se halla la mayoría absoluta). Es decir, ahora tenemos un gobierno socialista en minoría apoyado por comunistas, y separatistas vascos y catalanes. Además, Pedro Sánchez ni siquiera es diputado en el Congreso, lo cual es legal pero muy sorpresivo en cuanto a legitimidad electoral (los partidos de izquierda siempre hablan de legitimidad en las urnas pero Sánchez es presidente por una moción de censura, no por elecciones).
Hablando de urnas y elecciones, Sánchez dijo en principio, que sería un presidente temporal hasta la convocatoria de nuevas elecciones anticipadas. Primera mentira, pues rápidamente anunció su intención de agotar la legislatura hasta 2020. En vista de las reuniones y propuestas que ha tenido el gobierno de Sánchez y sus ministros a lo largo de estas semanas, se entiende fácilmente la razón de fondo que sostiene a este gobierno sorpresivo.
En estos casi dos meses de gobierno de Pedro Sánchez la tónica general ha sido la proposición masiva de acciones inútiles, que ocultan los asuntos realmente preocupantes que durante los últimos meses del gobierno de Rajoy se estaban tratando, como por ejemplo, el futuro de las pensiones y la reforma laboral. Ahora los problemas sociales se resumen en: Memoria histórica, paridad y género, subida de impuestos, acoger inmigrantes, y el problema separatista.
Memoria histórica
La memoria histórica, se centra en, exhumar el cadáver de Franco del Valle de los Caídos, incluso pretendiendo la expulsión de los monjes benedictinos de la basílica. Crear una “comisión de la verdad” para juzgar el periodo del franquismo (1939-1975). Este asunto se ha convertido en una auténtica obsesión del gobierno de Sánchez. Dicho tema fue sacado a la opinión pública desde los primeros días del gobierno de Sánchez sin que mediara debate alguno. Y desde partidos izquierdistas incluso proponen la demolición de la gran cruz del Valle de los Caídos y la transformación de este lugar en un monumento tipo Auschwitz. Su gobierno empezó con esta proposición. En esta línea, también se habla de recuperar la “educación para la ciudadanía”, una asignatura para los colegios en la que incluir la agenda posmoderna con sus cuestiones de feminismo, género, etc.
Paridad y género
Respecto a paridad y género, tenemos otra serie de proposiciones inútiles desde el gobierno Sánchez, como obligar a las empresas para que tengan igual número de hombres y mujeres, siempre con referencia a los cargos directivos por supuesto. Nunca mencionan los trabajos “duros”, donde son entera o casi enteramente realizados por hombres y donde las feministas por supuesto no desean trabajar. Solo referencias a cargos directivos: Mucho salario y poco peligro. Para los demás trabajos, se les olvida la igualdad y la paridad. En este sentido se ha propuesto la reforma de la constitución para “hacerla inclusiva a la mujer”, como si no lo fuera ya. Además, también se ha propuesto de una manera muy difusa la existencia de algún modo de señalar que las mujeres dicen explícitamente “sí” a las relaciones sexuales con hombres. Incluso se pide que el gobierno apruebe la financiación pública de los tratamientos de inseminación artificial para las lesbianas, “porque es un derecho” (pero, para parejas heterosexuales parece que no es un derecho).
Política tributaria e inmigración masiva
En cuanto a la política tributaria, se empieza a hablar de subidas de impuestos, lo cual encaja en la línea de reinstaurar la sanidad universal en España (incluyendo a inmigrantes ilegales), pero sin hablar de la reunificación de la sanidad pública española que ahora está dividida entre las comunidades autónomas. Y en este sentido encaja la propuesta de acogida masiva de los inmigrantes que llegan a costas españolas e italianas, a los cuales se propone conceder casa, trabajo y/o ayudas sociales (de hecho, el lado de los socios de gobierno de Unidos-Podemos y partidos de su entorno que gobiernan en los ayuntamientos de Madrid y Barcelona se ofrecen para acoger a muchos inmigrantes en sus ciudades, por ejemplo, pero usando dinero público de todos los españoles).
Imaginen que hemos tenido un grave problema social con los desahucios, en que algunas personas se han suicidado cuando iban a ser desalojados. Pero mientras tanto, los políticos principalmente izquierdistas, que no detuvieron los desahucios a españoles, ahora si encuentran dinero para acoger inmigrantes, igual que encontraron dinero en 2015-2016 para ofrecerse a acoger refugiados que entraban de Turquía a Grecia.
Otras reuniones
En estas semanas también han acontecido reuniones muy llamativas del presidente Sánchez en España, pues se reunió con el magnate de las injerencias, George Soros, y también con el expresidente Barack Obama. Así mismo, también se reunió con el presidente de la Generalidad de Cataluña, Joaquim Torra, separatista y flagrante racista anti-español, con quien trató el asunto del acercamiento incluso puesta en libertad de los políticos catalanes encarcelados por rebelión (entre otras razones). La cuestión separatista en Cataluña ha pasado a un segundo plano mediático en los últimos meses, pero no obstante ahí sigue sin ser resuelta. También se está hablando de un nuevo estatuto de autonomía para resolver (eso dicen) el desafío separatista.
Y en la reciente cumbre de la OTAN, el presidente Sánchez anunció que España es inequívocamente un miembro leal de la alianza, y por ello aumentarán al 2% del PIB su gasto en Defensa, aunque antes de la cumbre el presidente y la ministra de Defensa señalaban que no era realista para España asumir esa subida. En cuanto a la UE, Sánchez y Macron coinciden en la creación de centros de acogida de inmigrantes para recibirlos y luego repartirlos en otros Estados de la UE; y Sánchez aceptó la propuesta de Merkel para acoger inmigrantes que hayan llegado a Alemania. Todo esto encaja a Sánchez en el marco liberal-globalista inamovible de la OTAN-UE.
En conclusión
La situación actual de España es la existencia de un gobierno surgido mediante una moción de censura, que decía ser temporal hasta unas elecciones anticipadas, pero ahora será un gobierno fijo, hasta el final de la legislatura. Sus ejes políticos son claramente distracción masiva de los temas social y económicamente importantes, puesto que se basan en: Manipulación histórica, políticas feministas y de género, y total alineación con el lado liberal y globalista en la UE-OTAN.
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