Dieciocho de los 23 Estados de la República Bolivariana de Venezuela se vieron privados de ?electricidad por un fallo del sistema eléctrico que parecía haber comenzado en Caracas, ?la capital, antes de propagarse al resto del país. ?
Al parecer, al menos 79 personas fallecieron a causa del incidente, incluyendo varios ?recién nacidos en diferentes hospitales afectados. ?
El presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaido, autoproclamadp presidente interino del poder ?ejecutivo, acusó inmediatamente al gobierno del presidente constitucional, Nicolás Maduro, de ?haber provocado el problema al robarse los fondos públicos destinados al mantenimiento de la ?red eléctrica nacional e incluso lo acusó de haber asesinado a los bebés. ?
Sólo al cabo de largas horas de intenso trabajo, los especialistas y las autoridades venezolanas ?lograron determinar que el fallo fue causado por un ataque informático contra el sistema eléctrico ?nacional. ?
Posteriormente, el ministro de Información de Venezuela, Jorge Rodríguez acusó públicamente al ?senador estadounidense Marco Rubio de complicidad en ese sabotaje. Como prueba de la ?acusación, el ministro señaló que sólo minutos después del inicio del apagón el senador ?estadounidense había publicado en su cuenta de Twitter un mensaje donde mencionaba el punto ?exacto de la red eléctrica venezolana donde se produjo el fallo que hizo colapsar toda la red, ?dato que los especialistas lograron determinar sólo al cabo de muchas horas de trabajo. ?
El senador estadounidense Marco Rubio comparó al ministro de Información venezolano Jorge ?Rodríguez con Muhammad Saeed al-Sahhaf, el ministro de Información del presidente iraquí ?Saddam Hussein, quien comparecía ante las cámaras de televisión minutos antes del inicio de la ?lluvia de bombas estadounidenses sobre Bagdad. ?
El sabotaje es tradicionalmente una de las formas de acción preferidas de la CIA, que ha recurrido ?constantemente a ese tipo de actividad contra la URSS y, en Latinoamérica, contra Cuba, ?práctica que ha extendido actualmente a todos los teatros de operaciones –como Libia, Siria, ?Yemen y ahora Venezuela. El sabotaje o destrucción de las redes eléctricas se considera una ?forma de acción particularmente efectiva cuando se intenta afectar rápidamente el estado de ?ánimo de las poblaciones. ?
Caracas, sobre el apagón masivo: "Nadie puede ser tan ingenuo de pensar que esto es producto de la casualidad"
El ministro de Defensa venezolano aseguró que el pueblo "saldrá una vez más victorioso" de lo que el Gobierno de Nicolás Maduro considera una agresión e intento de desestabilizar al país.
Todos los venezolanos deben rechazar la "nueva agresión a la Patria" que fue preparada para "dislocar, agredir gobiernos" y "desestabilizar al Estado venezolano". Así lo declaró el viernes el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, en una rueda de prensa en el Palacio de Miraflores en referencia al masivo corte de energía eléctrica que afectó a casi todo el territorio del país desde el jueves.
"Nadie puede ser tan ingenuo de pensar que esto es producto de la casualidad", ha sostenido Padrino López, asegurando que "el pueblo venezolano saldrá una vez más victorioso".
El responsable de Defensa ha señalado que el Gobierno de Maduro actuó de manera inmediata para ayudar a los ciudadanos "con todos los medios de transporte", y que además del sistema defensivo integral están desplegados todos los organismos de seguridad y sistemas de gestión de riesgos, mientras se trabaja intensamente para restituir el servicio de energía eléctrica.
En ciertos barrios de Caracas el servicio eléctrico ha sido restablecido. La Corporación Eléctrica Nacional calificó lo sucedido como una "guerra eléctrica contra el Estado" y anunció que fue saboteada la generación en la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, en la represa de Guri, el principal proveedor de energía del país.
El Gobierno venezolano acusó a EE.UU. y al diputado opositor Juan Guaidó, quien se autoproclamó como presidente encargado hasta que se celebren nuevas elecciones, de ser los responsables del "sabotaje eléctrico".
El vicepresidente sectorial de Comunicación, Turismo y Cultura, Jorge Rodríguez, afirmó que se trató de un ataque cibernético al Sistema de Control Automatizado de Regulación, que fue una "arremetida brutal de la Administración de Donald Trump", y señaló al senador estadounidense Marco Rubio de orquestar el apagón con ayuda de Guaidó.
"Vamos a presentar ante las instancias internacionales los tuits de Pompeo, de Guaidó y de [Marco] Rubio. Guaidó tiene que explicar en qué cabeza psicopática cabe mantener a un país sin luz hasta lograr sus objetivos políticos", dijo Rodríguez, en un mensaje en cadena nacional.
Venezuela vincula a Marco Rubio y a Juan Guaidó con el "ataque criminal" que generó apagón
CARACAS (Sputnik) — El Gobierno de Venezuela denunciará ante distintos organismos internacionales el ataque que generó el apagón en gran parte del territorio nacional, dijo el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez.
El ministro vinculó al senador estadounidense Marco Rubio y al diputado de la oposición venezolana Juan Guaidó, mostrando mensajes de sus respectivas cuentas de Twitter en las que habrían anunciado el desperfecto antes de que las autoridades del país lo verificaran.
Rodríguez dijo en cadena nacional de radio y televisión que Venezuela presentará la denuncia "ante todas las instancias internacionales… con todas las pruebas debidas, entre ellas las confesiones" de Rubio y Guaidó.
El jueves un apagón eléctrico afectó a Venezuela y provocó fallas en los servicios de telecomunicaciones que hasta el viernes a las 00.00 GMT solo se habían restablecido de manera parcial en el territorio nacional.
Rodríguez explicó que la falla se debió a un ataque informático al Sistema de Control Automatizado de la represa Guri, la mayor hidroeléctrica del país.
El ministro mostró los mensajes escritos tanto por Rubio como Guaidó e interpretó que los políticos tenían información privilegiada.
Además ironizó con que el senador repúblicano era "adivino" ya que dio la información antes de que sucediera y tildó a Guaidó de cómplice.
"Este apagón evidencia la ineficiencia del usurpador. La recuperación del sector eléctrico y del país pasa por el cese de la usurpación", escribió el presidente de la Asamblea Nacional (de mayoría opositora declarada en desacato por el Tribunal Supremo de Justicia).
Rodríguez enfatizó en que "esto es una convención criminal de un psicópata" y acusó a Guaidó de amenazar de no devolver el servicio hasta que el presidente Nicolás Maduro deje el cargo.
El ministro comentó que el ataque forma parte "lo que no puede dudarse ha sido la agresión mas bruta" que ha recibido Venezuela en los últimos 200 años.
Maduro explica qué ocurre en el país en torno al masivo corte de electricidad
Comentando sobre el apagón masivo en Venezuela, el presidente Nicolás Maduro ha declarado este sábado que "en horas del mediodía recibimos un nuevo ataque y tumbó todo lo logrado hasta ahora".
El líder venezolano señaló que había sido informado el jueves "de un proceso de fallas generales a nivel eléctrico", tras lo cual se realizaron "maniobras de recuperación que usualmente se hacen". "Nos han atacado más de 150 subestaciones del país", indicó.
"A las 6 o 7 de la tarde ya se encaminaba el proceso normal de la recuperación de reconexión nacional, cuando de pronto recibimos un ciberataque internacional contra el cerebro de nuestra empresa eléctrica, y de manera automática se tumbó todo el proceso de reconexión", prosiguió el mandatario.
"Por primera vez voy a contar esto, voy a tratar a contar hasta donde se pueda, porque estamos en el pleno proceso de investigación y corrección a fondo, porque hay muchos infiltrados atacando desde adentro a la empresa eléctrica", denunció.
Maduro explicó que tras ese hecho, "inmediatamente comenzó el segundo proceso de reconexión, ya manual". Según el, todavía no se ha logrado "diagnosticar plenamente por qué el cerebro computarizado y sus distintas fuentes de poder habían quedado absolutamente en negro".
Un incendio y ataques electromagnéticos
A la una de la madrugada del 8 de marzo, señaló el mandatario, cuando ya estaba recuperada parte de Caracas, se produjo un nuevo ataque. "Descubrimos que estaban realizando ataques de alta generación científica, de alta tecnología, ataques electromagnéticos contra las líneas de transmisión".
Agregó que a la misma hora de la madrugada "se desató un incendio en una estación de transmisión fundamental del sur del país".
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De acuerdo con el líder venezolano, ayer se logró avanzar mucho, y esta mañana "habíamos reconectado un 70 % del país" cuando "recibimos a las horas del mediodía otro ataque de carácter cibernético". El mismo se produjo contra "una de las fuentes de generación que estaba funcionando perfectamente, y eso perturbó el proceso de reconexión y tumbó todo lo que se lograba hasta el mediodía", afirmó.
"El proceso de reconexión que ya se ha reiniciado, debe ser definitivo y estable en las próximas horas. Para garantizar la paz en todas las comunidades, vamos a protegernos de los ataques", añadió el presidente venezolano.
Comentando sobre la situación en Venezuela, la analista política internacional Francisca Quiroga afirmó a RT que con el cambio de administración, EE.UU. pasó de medidas simbólicas a amenazas de una intervención directa en el país latinoamericano.
A pesar del apagón Venezuela marchó
Esther Yáñez Illescas
El 9 de marzo se ha convertido en una fecha clave para la Revolución Bolivariana. Es una fecha de soberanía y resistencia que Nicolás Maduro ha bautizado como el Día del Antimperialismo.
Hace cuatro años, el expresidente Barack Obama tachó a Venezuela de "amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad de EEUU". Sin más explicaciones. Fue el comienzo de cierto caos que ha venido sufriendo el país caribeño desde entonces: sanciones y más sanciones económicas que están asfixiando al país cada vez más hasta llegar a un punto de guerra no convencional que contiene la respiración ante lo que pueden ser las peores semanas en años tras el último embargo petrolero.
En respuesta a este decreto, Maduro señaló el 9 de marzo, un día después del Día de la Mujer, como una fecha clave. Es el día en el que Venezuela responde a Obama, a Donald Trump y a EEUU con miles de personas que marchan para gritar a viva voz "Yankee Go Home", "Venezuela se respeta".
Las calles del centro de la ciudad se han vuelto a vestir de rojo rojito hoy con un contexto especial. Venezuela lleva dos días haciendo historia. Escribiendo un libro a oscuras. Desde las 17 horas del jueves 7 de marzo el país se apagó. Literalmente. Lo que empezó siendo "un apagón más", "volverá la luz ahora, no te preocupes", "esto es normal", continúa mientras se escriben estas líneas, más de 48 horas después del primer 'blackout'.
La pantalla de la computadora es lo único luminoso de la habitación de hotel con planta eléctrica donde redacto para esta agencia de noticias mientras la noche pesa lapidaria al otro lado del cristal. Maduro lo ha gritado hoy desde Miraflores ante miles de resistentes: "Esta es la agresión más grande del imperialismo contra Venezuela".
Nunca el país había sufrido un cortocircuito tan prolongado. El Gobierno denuncia una "guerra energética" sin precedentes en América Latina, un ciberataque al corazón del embalse del Guri, situado en el estado Bolívar, al sureste del país, tierra de oro y minería.
El Guri es responsable del 80% de la electricidad de Venezuela. Su paro cardiaco supone la muerte súbita transitoria de millones de venezolanos que, sin embargo, una vez más, resisten heroicos los avatares de la guerra de cuarta generación.
En la manifestación chavista nadie se lamentaba por la falta de luz ni de agua ni por los alimentos que ya no comerán. Si hay algo que sorprende del pueblo venezolano es su capacidad para soportar estoicamente cualquier agresión. Su cotidianidad cambia de color como los camaleones escondidos antes de atacar a su presa, pero su sangre roja de revolución no gotea ni tantito.
María Eugenia ha venido a la marcha con sus vecinas y su hija Rosa, de 17 años. Visten de rojo, camisetas de Chávez y revolución. Vienen de la parroquia de Altagracia. La falta de luz es gasolina para sus consignas: "no nos importa lo que nos hagan o los días que nos dejen sin luz. Estamos aquí para apoyar a nuestro presidente legítimo Nicolás Maduro contra las agresiones y la injerencia de EEUU". ¿Hasta cuándo puede mantenerse crédulo un pueblo en crisis? Una de las vecinas sonríe. "Hasta siempre y para siempre".
La revolución es indestructible. Es una de esas palabras bien usada y pintada en murales tricolor por la ciudad. Potencia Venezuela.
Por primera vez veo cerca de Miraflores a viejas del CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción) con carteles de tendencia internacionalista: "No pasarán".
Pienso en la Segunda República Española y en el chavismo unido en la crisis frente a la amenaza de una invasión militar a sus fronteras. Sobre eso, sobre invasiones internacionales, hablan Mariela y Rodolfo, casados, caraqueños, no llegan a los cincuenta, sonríen bajo el paraguas que les protege del sol que no perdona el Caribe. "¿Pero quién puede apoyar una invasión militar de EEUU, o del que sea, en su país? ¿Quién puede querer que le caigan unos bombazos sobre su cabeza?", Mariela. Y su marido, que la mira hablar: "No hace falta ser chavista como nosotros para querer que nos dejen en paz; y para querer la paz y que respeten nuestras decisiones como pueblo soberano". ¿Y la luz? "Con velas". No pasarán.
Las marchas en Venezuela duran horas. El día entero. Son una fiesta. La de hoy se concentró temprano en la CANTV (Empresa Estatal de Telecomunicaciones. Qué ironía, ¿no?) y arrancó varias horas después de la convocatoria (siempre hora estimada) inicial.
El recorrido son canciones a decibeles muy por encima de las posibilidades de cualquier tímpano extravenezolano y bandas de tambores y percusión incansables haciendo el camino al andar.
Hay vendedores ambulantes de chicha fría y papelón con limón que hidratan el cerebro a mediodía; cigarros y cafés en termo a cambio de efectivo ultravioleta. El chavismo ha desarrollado una maquinaria de movilizaciones a prueba de cualquier coyuntura. La injerencia se fabrica para otros acentos que conforman opiniones 'in extremis', pero de puertas para adentro no importa el apagón. Maduro terminó de hablar en Miraflores y cada grupo se fue a su casa gritando "Viva Chávez" y de nuevo "Yankee go home".
La Caracas de las marchas chavistas, de música y ajetreo optimista no se mezcla con la ciudad de la oposición. El este y el oeste. El blanco y el rojo. El voto o la invasión.
El autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaidó, también hizo un llamado a las calles hoy. Guaidó decidió aparecer en camioneta y ponerse de pie en el techo de su carro blindado para hablar con un megáfono a su multitud. Nadie le escuchaba, porque no se oía, salvo las cámaras privilegiadas de la fila cero. El apagón permitió al Twitter postear en diferido sus anuncios: más movilizaciones, la próxima será en Caracas con seguidores de todos los estados del país a los que increpó para que vengan a la capital a manifestarse.
Él mismo anunció un tour de intramuros, y lo más inquietante: planteó la activación del artículo 187 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que aboga por la "intervención militar humanitaria" tanto de militares venezolanos en el extranjero como de militares extranjeros en Venezuela.
Le pregunto a la señora que tengo al lado, polo blanco, bandera tricolor anudada en el cuello modo capa, si sabe cuál es el artículo 187. Me dice que no. Le digo que Guaidó acaba de decir que se trata de que vengan los militares pero en plan "humanitario" y le digo que no lo entiendo porque la ayuda humanitaria no es ayuda si se politiza o militariza. No lo digo yo, le dije, sino la Cruz Roja Internacional, por ejemplo. La señora no me lanzó una sola palabra más aunque me preguntó para quién trabajaba. Obviamente, en esos ambientes no puedo mencionar a Rusia, porque suena peor que la Troika del Mal y mi integridad física correría peligro. No es broma.
Caracas sigue a oscuras y en silencio. Duerme temprano porque no hay mucho que hacer. Volver al origen es como volver cien años atrás, casi de soledad, por la falta de estímulos luminosos y pancartas LED; pero en los barrios del oeste sigue sonando la música. "Porque eso es el chavismo, niña. Que lo que no se tiene, se inventa, y se vuelve a inventar". Esa frase no me la dijeron hoy, pero marcará mi vida en Venezuela. Buenas noches sin luz. Por ahora.
Análisis: El gobierno en la sombra y la parálisis estratégica: hipótesis de conflicto para Venezuela
José Negrón Valera
«Todo está dicho, pero como nadie escucha, hay que repetirlo cada mañana», escribía el filósofo francés André Gide.
El sabotaje eléctrico que dejó por más de doce horas sin servicio de electricidad a más de la mitad de Venezuela recuerda dicha frase, pero también profecías autocumplidas.
En el artículo titulado 'La guerra en Venezuela: ¿la sorpresa de octubre?' se describía a finales de 2018 el siguiente escenario:
"Imaginemos que mientras las fuerzas militares y la atención política venezolana desplazan su atención hacia los más de 2.000 kilómetros de frontera con Colombia, los aliados militares de Estados Unidos intentan a través del Delta del Orinoco y la Amazonía venezolana controlar el estado Bolívar y con ello las centrales generadoras del 70% de la electricidad del país. Sería este un botín de primer orden, pues forzaría a una negociación con el Gobierno venezolano".
Usualmente, las hipótesis no intentan describir por completo la realidad, funcionan más bien como un ejercicio de aproximación. Su importancia radica en la posibilidad de rasgar la difusa incertidumbre y proveer a la mente algo de luz. La audacia y la intuición de quien escucha, hacen la otra parte.
Lecciones de la frontera
Con más de sesenta días de tensiones políticas a cuestas, decidimos llevar una carpeta de apuntes sobre los próximos escenarios que podría atravesar Venezuela, y confrontar las ideas con la opinión experta.
Entrevistamos a Rafael Belisario, abogado con estudios en ciencias políticas y filosofía de la guerra. Recién llega a Caracas desde la frontera y parece ansioso de querer exponer sus conclusiones sobre la agresión que vivió el país durante los días 23 y 24 de febrero.
—¿Cómo se desarrolló el Teatro de Operaciones en Táchira, durante esos días tan peligrosos?
—Estados Unidos intentó generar una matriz de opinión, al igual que en aquella famosa operación guardaespalda, mejor conocida como el desembarco de Normandía. Ellos dijeron que iban a entrar por el puente de San Antonio, el puente Tienditas o el puente Simón Bolívar y el puente Santander. Ahora bien, ellos no encontraron las condiciones favorables para el ingreso de la supuesta "ayuda humanitaria" porque efectivamente chocaron contra la unidad y disciplina de las fuerzas armadas venezolanas. Necesitaban sí una masa crítica que les permitiera tener muchas personas en las fronteras, lo cual lograron con el concierto Live Aid Venezuela. Sin embargo, en esta avanzada el papel de vanguardia lo tuvieron los grupos paramilitares colombianos. Vimos a marines norteamericanos dirigiendo los hechos de guarimbas. Usaron esta modalidad de combate (guarimba) ya ensayada en Caracas, y otras ciudades venezolanas durante el 2017, ahora en la frontera. Ellos buscaban hacerse de ese territorio. No obstante, no pudieron quebrar la unidad del pueblo y del propio ejército. Allí tuvimos una victoria táctica".
El ejército mercenario
Para Belisario, lo ocurrido en los cuatro puentes que comunican Venezuela con Colombia no es más que el inicio de un conflicto que se plantea en grandes dimensiones.
Revisa su cuaderno de anotaciones para no dejar escapar ninguna reflexión. Su tono aumenta en intensidad cuando comenta que en el estado Táchira, desde hace aproximadamente diez años, se vive una invasión silenciosa. "El paramilitarismo logró un avance en la frontera —afirma—. Hay fuerzas como los Rastrojos, el Clan del Golfo y los Urabeños, que operan en territorio venezolano y colombiano. Estas organizaciones paramilitares efectivamente tienen un fin económico, pero también político. Cuando estudiamos la génesis de los grupos paramilitares sabemos que su padre fundador es Álvaro Uribe Vélez. De ahí podemos vislumbrar el carácter político de las bandas paramilitares que actúan en el estado Táchira. Estas bandas criminales se constituyeron en el primer ejército de invasión de EEUU", señala.
A este contexto, se le agrega un componente nuevo: La unión del grupo de militares venezolanos que han venido desertando desde hace algún tiempo con las bandas criminales, como la conocida Tren de Aragua, las cuales engrosan ahora las filas de este ejército de invasión.
"Ambas fuerzas, están siendo adiestradas y apertrechadas por EEUU para constituir lo que en palabras de Freddy Bernal, enviado especial del Gobierno venezolano para el estado Táchira, es el ISIS de América Latina", comenta el analista.
?Según informaciones suministradas por Belisario, uno de los jefes paramilitares que lidera este ejército mercenario es conocido como Necoclí, líder negativo de la banda los Rastrojos. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos dados por las fuerzas de seguridad venezolana para eliminar el peligro que representan estos grupos, la mayor dificultad estriba en que cuentan, a juicio del analista, con todo el apoyo del Gobierno colombiano.
© Foto : José Negrón Valera
El mapa y la foto de Wilfredo de Jesús Torres Gómez alias 'Necocli', lider principal de los Rastrojos
"Estas bandas criminales, van a Colombia, se resguardan, se reorganizan y luego vuelven a atacar Venezuela", afirma.
Otra de las amenazas es que dichas estructuras delictivas también terminan permeando el Estado venezolano y en especial el sistema de justicia.
"El paramilitarismo crea una paraeconomía y un paraestado y se termina constituyendo en conjunto con el aparato de inteligencia de EEUU y la élite colombiana, en un gobierno en la sombra. Este es el centro o el comando de operaciones a la hora de una agresión contra Venezuela. Tienen sus propios mecanismos logísticos, militares y mediáticos" concluye.
Aprovecho una pausa, para preguntar algo que comienza a debatirse en todo el país.
—¿Debe permanecer cerrada la frontera?
—El cierre de la frontera ha dado un certero golpe a las mafias del contrabando de combustible, pero siendo objetivo, debemos decir que aunque esté cerrado el puente hay un submundo debajo de él, en las llamadas trochas (caminos verdes). Allí operan los grupos paramilitares. El cierre de la frontera es un asunto de seguridad de Estado. El contrabando de gasolina que se legaliza en Cúcuta es el pulmón económico del norte de Santander, es una economía que se alimenta de los venezolanos. Ahora bien, debemos entender que en los pueblos fronterizos como San Antonio, La Fría o Ureña hay una economía de péndulo, hay personas que estudian en Colombia y que trabajan al otro lado de la frontera. Nosotros como Estado venezolano debemos generar una política de alimentación, económica y de salud, para la población fronteriza.
?Operaciones negras y parálisis estratégica: lo próximo en la agenda
Hacemos revisión de mapas y elaboramos escenarios en una pequeña libreta. Belisario considera que el próximo conflicto será de mayor escala y tendrá lugar "cuando los grupos mercenarios estén listos para eso". No obstante, se adelanta a lo que viviríamos con algunas pocas horas de diferencia.
"Debemos entender que estos grupos no solo van a operar en Táchira, hay un mecanismo de infiltración donde va a haber ataques selectivos a dirigentes políticos de la Revolución, ataques a objetivos vitales de la vida del Estado y cuando te digo vitales me refiero a desde un pozo petrolero hasta una estación eléctrica".
Desde su óptica, la guerra que está planificando ese 'gobierno en la sombra' conformado por grupos paramilitares, la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos y la élite de Colombia, no será abierta sino que tendrá características asimétricas. Las razones son matemáticas. El ejército mercenario sigue siendo menor en número a la fuerza pública venezolana, y tal como se ha acordado, Estados Unidos solo participará a través de Fuerzas de Operaciones Especiales con objetivos de rango bien definido, para no comprometer su imagen ante la opinión pública internacional. "Desde Vietnam, saben que cuando una bota norteamericana pisa suelo extranjero se levantan los nacionalismos y se genera rechazo automático en los pueblos", apunta.
—¿Es decir que debemos prepararnos para una oleada terrorista?
— Así es, debemos prepararnos para la paramilitarización de la política.
La frase retumba en mis oídos y le recuerdo pasajes de un artículo que escribió recientemente titulado 'Las nuevas guerras: una aproximación a la situación venezolana'. Allí se abordan algunas nociones que resultan esclarecedoras para analizar en profundidad lo que ocurre en el país suramericano.
—En dicho trabajo académico considerabas que con Venezuela se aplican las llamadas "operaciones basadas en efectos", ¿qué significa esto?
— Los conflictos del siglo XXI se desarrollan con diversas estrategias militares y no militares. La guerra ha pasado de su plano sangriento, violento y traumático al plano conductual, la primera batalla que se libra es por el control de las mentes y los corazones. El objetivo principal de una guerra es cambiar el comportamiento del enemigo y la forma de hacerlo no es la destrucción o afectación física del objetivo, sino el efecto que se desprende de la acción sobre este…
—El ejército estadounidense parece estar virando su modo de hacer la guerra hacia un enfoque que podríamos considerar más cercano a Sun Tzu, por eso de ganar la guerra sin pelearla…
—Precisamente hacia allá apunta todo. El teniente general David Deptula es uno de los precursores de este nuevo concepto. Con mayor fuerza hace hincapié en ejercer operaciones en paralelo sobre el enemigo pues este permitiría un ataque simultáneo a los sistemas de defensa, específicamente en los centros de poder del enemigo provocando una parálisis estratégica. Estas operaciones tienen dos objetivos fundamentales de acuerdo con la teoría, según el efecto deseado se dividen en físico y conductual, el efecto físico es destruir, neutralizar y aislar a un objetivo determinado; mientras el efecto conductual es desmoralizar, paralizar, engañar e influenciar al enemigo.
—¿Qué es lo que se está aplicando?
—El país lleva aproximadamente cinco años sometido a diferentes mecanismos de guerra no convencional y bien podríamos decir a operaciones basadas en efecto. Hemos sufrido un boicot en el suministro de alimentos, especialmente en las vías de distribución, generando un desabastecimiento programado, sometiendo a la población a una incesante búsqueda de los bienes esenciales; Las llamadas sanciones 'inteligentes' para bloquear cualquier forma de financiamiento y comercialización. Analizando estas operaciones, parece indicar que la estrategia a Venezuela es la parálisis estratégica del Estado, especialmente la parálisis de PDVSA disminuyendo al máximo la producción de crudo, generando consecuencias de carácter geopolítico y de conmoción social a lo interno del país.
La entrevista culmina con la convicción de que el Estado venezolano debe prepararse para un conflicto difuso que se peleará de manera 'asimétrica' palmo a palmo en cada rincón del país, y donde las acciones terroristas serán punta de lanza. Destruir la cotidianidad y la paz del pueblo venezolano, para así vencer por agotamiento es el objetivo puesto sobre la mesa.