(Alfonso Lafarga - EED)Que tenga el coraje de asumir su responsabilidad y proteja los legítimos derechos de la población saharaui, tal y como se comprometió el 2 de noviembre de 1975, en El Aaiún, capital de lo que todavía era el Sahara español, a donde viajo cuando era príncipe de España y Jefe de Estado en funciones.
Esto es lo que piden al rey Juan Carlos I los principales movimientos solidarios con el Sáhara Occidental, ante el viaje oficial que hará el 15 de julio a Marruecos, al que el monarca ha invitado a todos los ministros de Asuntos Exteriores de España de la democracia, un hecho sin precedentes en la diplomacia española.
José Taboada, presidente de CEAS-SÁHARA; Carmelo Ramírez, presidente de FEDISSAH, y el diputado popular del Parlamento Vasco Carmelo Barrio, presidente de la Coordinadora de Intergrupos Parlamentarios “Paz para el Sáhara, han enviado una carta al rey en la que le recuerdan sus palabras de compromiso para con los saharauis.
Con la marcha verde en puertas y Franco agonizando, Juan Carlos, príncipe de España y Jefe de Estado en funciones, hizo un viaje sorpresa a El Aaiún, en contra del la opinión del presidente del Gobierno, Carlos Arias Navarro, para dar su respaldo a los militares destinados en el Sahara Occidental. Saludó a los mandos militares, a las principales personalidades saharauis y paso revista a las tropas. En el Casino Militar y ante el ministro del Ejército, el jefe del Estado Mayor, el capitán general de Canarias y el gobernador militar del Sáhara, ente otros, el Jefe del Estado en funciones les dirigió el siguiente mensaje:
España cumplirá sus compromisos y tratará de mantener la paz, don preciso que tenemos que conservar. No se debe poner en peligro vida humana alguna cuando se ofrecen soluciones justas y desinteresadas y se busca con afán la cooperación y el entendimiento entre los pueblos.
Debemos proteger también los legítimos derechos de la población civil saharaui, ya que nuestra misión en el mundo y nuestra historia nos lo exigen”.
Las palabras del príncipe Juan Carlos fueron recibidas con alegría y muestras de aprobación, según la prensa de la época, que además destacó la gran repercusión internacional que tuvo el viaje.
Cuatro horas duró la estancia del príncipe en la capital del Sáhara y por la tarde, ya en Madrid, presidio la Junta de Defensa Nacional; al día siguiente, 3 de noviembre, recibió al primer ministro marroquí, Ahmed Osman, quien también se entrevistó con el presidente Arias y los ministros Pedro Cortina, José Solís y Antonio Carro.
El 5 de noviembre, según los cables diplomáticos desvelados por WikiLeaks, el príncipe de España desveló al embajador de EE.UU. en Madrid, Wells Stabler “los siguientes movimientos de Franco respecto al Sahara” (Público 11-04-2013).
Un mes y medio después salió de El Aaiún la última compañía de la Legión y el 28 de febrero de 1976 fue arriada la bandera española en el Sahara, entregado a Marruecos y a Mauritania.
Ahora, transcurridos casi 38 años, y justo antes de que viaje a Marruecos, las tres organizaciones que aglutinan a los movimientos solidarios con el Sáhara le piden al rey que cumpla, y que “coherentemente con sus palabras de ayer, tenga hoy la decisión y el coraje de asumir las responsabilidades nunca asumidas y se implique decididamente en la búsqueda de una solución política que reconozca los legítimos derechos del pueblo saharaui para asumir su propia responsabilidad en el ámbito de las naciones contemporáneas”.
Y dicen al monarca que “aún es posible enterrar el dolor y la ira y restaurar la dignidad y la justicia que sus palabras no consiguieron enmendar ni enderezar entonces”.
Aprovechan las organizaciones solidarias para solicitar al rey que haga entender a las autoridades marroquíes el derecho a la libre soberanía del pueblo saharaui y que los empresarios españoles y las autoridades marroquíes no pueden negociar sobre asuntos y bienes del Sáhara Occidental, ocupado por Marruecos, en los que no son competentes legalmente.
En la carta solicitan respeto a los derechos fundamentales de la población saharaui, derechos que pasan por la seguridad de bienes y personas y por el cese de las agresiones indiscriminadas a mujeres, ancianos y niños; solicitan la liberación de los presos de opinión y que se ponga fin a la persecución política.
El viaje del rey Marruecos, acompañado por una veintena de empresarios, con el presidente de la CEOE, Juan Rosell, a la cabeza tiene en esta ocasión una importante novedad, inédita en la diplomacia española: la presencia, por expresa invitación del monarca, de varios ministros de Asuntos Exteriores de la democracia.
Ante esto, la Coordinadora CEAS-SÁHARA ha pedido a los que fueron titulares de Exteriores, que asistirán una cena con el rey alauí Mohamed VI, “que tengan la valentía de adoptar una postura conjunta en defensa del derecho de los saharauis a decidir su futuro, un pueblo al que España abandonó y con el que tiene una deuda histórica”.