?El 28 de octubre la Guardia Civil de España llevó a cabo una operación en la que fueron detenidas 21 personas por el presunto desvío de fondos para costear la actividad del movimiento independentista de Cataluña.
El auto del juez sobre ese operativo apunta a que varios de los investigados habrían “interactuado” como interlocutores con Rusia en nombre de Puigdemont en busca de apoyo para la causa independentista. En concreto, se afirma que Víctor Terradellas, antiguo responsable de relaciones internacionales en el partido Convergencia Democrática de Cataluña, estaba en contacto con "un grupo de Rusia" creado "en la época de Gorbachov" para el desarrollo de criptomonedas.
Según las conversaciones intervenidas a los investigados, el líder de ese grupo —del que no se dan detalles— llegó a ofrecer a Puigdemont la ayuda de diez mil soldados y pagar todas las deudas catalanas. Paren un minuto y reflexionen:
¿Alguien en su sano juicio puede creerse tamaño disparate? ¿Y cómo iban a trasladar a las divisiones rusas? ¿Por mar a lo largo del Mediterráneo para desembarcar en Barcelona o quizás aerotransportadas por los cielos de todos los países de la OTAN? ¿Su señoría, el juez Joaquín Aguirre, del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, ha perdido todo su juicio para admitir un delirio que tiene difícil explicación sin acudir al uso de sustancias psicotrópicas o al exceso de alcohol?
Del mismo modo, el auto afirma que el empresario Oriol Soler se reunió con Julian Assange en Londres para diseñar una "estrategia de desinformación" en la que "también habría participado el gobierno del Kremlin" mediante los medios públicos Sputnik y Russia Today. A ver, señoría, que Julián Assange estaba encerrado, sin poder salir, en la embajada de Ecuador en Londres… ¿Vd cree que tenía capacidad de organizar una “estrategia de desinformación” con Snowden, Rusia et alia, para organizar un golpe de Estado en Cataluña? Habrá que esperar –si no morimos antes de un ataque de risa- a que el señor juez presente al mundo las pruebas que sostienen tamaña conspiración…
Según el juez, todo “demuestra” que "la injerencia rusa" fue "una realidad" durante la crisis catalana de 2017, lo que le permite aventurar incluso que la actuación de los detenidos pudo provocar "un conflicto armado". Esa es la conclusión a la que ha llegado el juez Joaquín Aguirre... según los informes que le ha presentado la Guardia Civil. Y aquí viene la segunda parte del disparate.
El nombre con el que la Guardia Civil ha bautizado esta intervención es el de Operación Volhov, que evoca una batalla de la II Guerra Mundial en Rusia donde intervinieron tropas de la División Azul española. Ya empezamos mal…
Los informes de la Guardia Civil utilizan como fuente dos archivos de audio intervenidos en el teléfono del exdirigente del partido nacionalista Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) Víctor Terradellas. Pero la realidad es que esos audios no demuestran más que la fanfarronería y el delirio de los oligarcas separatistas catalanes. Y no es la primera vez. Ya hablaron en su día de unos préstamos multimillonarios que les iba a conceder China para financiar la independencia o la media docena de países que iban a reconocer la ·república catalana” en cuanto se declarara. Fantasías de unos tipos que no sabemos si son unos enfermos mentales o tienen una cara y un desparpajo dignos de lo mejor de la picaresca española.
Basta repasar otros momentos de los audios. Las escuchas practicadas por la Guardia Civil a los miembros del estado mayor de Carles Puigdemont desvelan el grado de desprecio del círculo de confianza del prófugo hacia los líderes independentistas y denotan hasta qué punto consideraban que ellos, y no Quim Torra u Oriol Junqueras, controlaban los hilos del procés.
Los extractos de las conversaciones intervenidas y reflejados en el auto del juez incluyen duras descalificaciones de David Madí, ex mano derecha de Artur Mas y considerado uno de los cerebros de Tsunami Democràtic, hacia Torra, a quien tilda de «subnormal político profundo»; hacia Junqueras, del que dice «tiene un punto de desequilibrado» y hacia el presidente del PDeCAT, David Bonvehí, al que califica de «trozo de carne que es un auténtico subnormal».
Estas pesquisas incluyen algunas frases literales del investigado como su violenta reacción cuando se suspendieron las salidas de prisión de los condenados por procés. "Es el momento de dar hostias al PSOE y a Podemos… que son unos hijos de puta… apuntar los cañones sobre la cabeza de estos mamones. Que dispare todo Dios… que son unos hijos de puta si no les dan la amnistía".
¿Y estos son los que contaban con 10.000 soldados rusos y 80 mil millones de euros del Kremlin para su invento?
Veamos el relato de los hechos… El encuentro con Assange se produjo en la embajada de Ecuador en Londres el 9 de noviembre de 2017 y del documento descubierto ahora se desprende que en él se habló de la urgencia de desarrollar una criptomoneda que permitiera a la futura república catalana financiarse al margen de España. Supuestamente, Assange “ofreció” la ayuda de Rusia para alcanzar “ese objetivo”. Nadie sabe cómo iba a hacer Assange para conseguirlo.
Su interlocutor en ese encuentro era David Madí, exsecretario de Comunicación de CiU y cercano a Artur Mas (al que el Kremlin se negó a recibir meses antes) y Puigdemont. Durante la grabación, se escucha a ambos comentar que el actual líder de Junts per Catalunya tenía mucho interés la puesta en marcha de la criptomoneda. Terradellas cuenta que va a desplazarse a Moscú "en los próximos días para avanzar en ese asunto” y que Puigdemont le ha pedido que le acompañe Xavier Vinyals, presidente de la Plataforma Proselecciones Catalanas.
Los investigadores deducen que el viaje del que habla Terradellas es uno de los tres que hizo a la capital rusa antes del 1-O y reunirse con el exdiputado Sergei Markov para conseguir el respaldo de Moscú a la ofensiva secesionista (en su momento –porque todo esto ya era conocido- Markov lo negó en una entrevista pública). Es ahí cuando Terradellas le dice a Madí que Rusia estaba dispuesta a colaborar con los planes del Palau enviando incluso a 10.000 soldados a Cataluña para hacer efectiva la independencia. Pero el Kremlin habría exigido a cambio que una de las primeras cosas que debía hacer la nueva república era aprobar una ley que permitiera convertir su territorio en un oasis financiero para el desarrollo de criptomonedas. ¿Para qué? Para que Cataluña se convirtiera en una "Suiza virtual" desde la que desplegar divisas digitales que hicieran tambalearse el orden económico actual. Por su parte, al independentismo le habría permitido escapar del control monetario de Madrid y financiar el presupuesto del nuevo país durante sus primeros meses de vida, señalan las diligencias de la investigación. Dicho de otra forma, que en Cataluña se iba a poner una minería de criptomonedas que “hundirían el sistema económico mundial”. Tamaña teoría de la conspiración está al nivel de las creencias en la Tierra plana, los reptilianos y demás magufadas sensacionalistas.
De inmediato surge una pregunta: Rusia tiene la oportunidad de hundir el sistema económico occidental y para ello ¿necesita poner la minería de criptomoneda en Cataluña? ¿No puede ser en otro sitio? Rusia es grande, China también, y hay otros países asiáticos. ¿Y no serían aliados más confiables para algo así Venezuela, Irán o Corea del Norte? ¿Por qué Cataluña? Y tras el fracaso del 1-O ¿por qué Rusia no ha seguido con tan fantástico plan desde otro punto del globo? Recordemos que hablamos de criptomonedas, no hace falta un Banco Central de Cataluña.
¿Entiende el lector que disparatada es toda esta historieta?
Financiar a Puigdemont
Según se desprende de la investigación, el fugado expresidente catalán habría continuado maniobrando para consumar la creación de la criptomoneda catalana. En concreto, las intervenciones telefónicas de la Guardia Civil apuntan a que Puigdemont habría encargado esa función a uno de sus asesores en Waterloo, el ingeniero industrial Jaume Cabaní que desde 2018 había asumido el liderazgo de la infraestructura tecnológica y financiera desplegada por Puigdemont desde Bélgica para canalizar donaciones y transferencias irregulares que le permitieran costear su estancia en ese país.
Cabanì fue administrador hasta el verano de 2019 de la fundación CATGlobal ASBL, una de las mercantiles sobre las que pivota el aparato de captación de fondos de Waterloo. Además, ha estado al frente de la filial belga de Òmnium Cultural, Òmnium Cultural Rights Europe ABSL, y habría encabezado la gestión del registro ciudadano del Consell de la República, una plataforma que aspira a mantener la unidad de acción del independentismo. A esos cometidos sumaría la gestión de una larga lista de cuentas bancarias y medio de pago digitales por los que circula el dinero que garantiza el funcionamiento de esas entidades. Sus movimientos incluyen precisamente varias operaciones con criptomonedas.
Una de las patas principales de Consell de la República es la página www.defensaexili.org, que ofrece la posibilidad de realizar aportaciones confidenciales para “dar apoyo a los exiliados a causa de la represión del estado español con motivo del proceso de construcción de la república catalana”. Las donaciones se canalizan a través de un software de la compañía estadounidense Stripe. Se ha detectado una llamada del banco BNP Paribas a Cabanì para pedirle explicaciones por un ingreso de 50.000 euros que había recibido desde Alemania. El colaborador de Puigdemont alegó que ese dinero tenía su origen en supuestos negocios en otro país. El dinero procedía de la plataforma Stripe y teóricamente iba a ser destinado a una mercantil que había montado precisamente en Bélgica. En total, Cabanì habría recibido a través de Stripe 136.062 euros, de los que 54.994 euros fueron finalmente transferidos a España bajo el concepto Avenue de l’Avocat 34 de Waterloo, la dirección del expresidente catalán en Bélgica. También dispone de cuentas en ING Bélgica, el banco online alemán N26 y el también germano Deutsche Handelsbank. Y es cliente de Transferwise, una firma británica especializada en transferencias de cambio de divisas entre particulares que opera en algunos territorios con licencia bancaria. Para colmo, algunas de estas cuentas las gestiona a través de la sociedad Catalitza Oü, constituida por él mismo en agosto de 2019 en Estonia, uno de los países fetiche del mundo independentista.
Además de Stripe, Cabanì también ha recibido en sus cuentas 16.993 euros procedentes de la plataforma de bitcoins Payward Ltd, uno de los sistemas más utilizados para ocultar el rastro de fondos de procedencia irregular. Su conexión con la cúpula del independentismo en el exterior viene acreditada por otros movimientos. Entre sus ingresos figuran pagos de Òmnium Cultural y una donación de 1.500 euros de la exconsejera de Agricultura también fugada de la justicia Meritxell Serret. Al mismo tiempo, desde sus cuentas salieran fondos para pagar los servicios de Paul Beckaert y Till Dunkell, los abogados del exjefe del Ejecutivo catalán en Bélgica.
Y en todo este entramado… ¿Dónde están los rusos? Porque vemos pezuñas financieras alemanas, belgas, británicas, estadounidenses, holandesas… pero rusas no hay ninguna.
Cuando nos hacen pasar vergüenza ajena
Ya sea por el grado de insistencia con el que determinadas instancias o autoridades españolas señalan a Rusia como un elemento amenazante, o por la apariencia ciertamente delirante que presentan las tesis del juez Aguirre, lo cierto es que el nivel de ridículo que nos hace pasar esta gente es tremendo. El economista Guillermo Rocafort señalaba en El Confidencial Digital: “La locura del proyecto independentista catalán no conoce límite y por culpa de la incompetencia política española ya está dando la vuelta al Mundo, alcanzado límites entre lo grosero y lo peligroso”.
El bochorno es tan espantoso que la embajada de Rusia en España se choteó de esta "teoría de la conspiración" con una nota en forma de meme:
"La información aparecida en los medios españoles sobre la llegada de 10.000 soldados rusos a Cataluña está incompleta. Hace falta añadir dos ceros al número de soldados… Lo más impactante de esta conspiración: las tropas deberían ser trasportadas por aviones Mosca y Chato ensamblados en Cataluña durante la Guerra Civil y escondidas en un lugar seguro de la Sierra Catalana hasta recibir a través de estas publicaciones la orden cifrada de actuar".
No sabemos que es más hilarante, si el auto judicial en sí mismo o el berreo de la gusanera mediática española dando crédito a toda la sarta de sandeces que rodea a la conspiranoia de la “injerencia rusa” en el conflicto de Cataluña.
Pero más vale no reírse, porque esto es muy serio
Es normal que las redes sociales se hayan visto inundadas de chistes, memes y carcajadas al leer en los medios de prensa la desquiciada tesis de la “injerencia rusa”. Pero esto es más serio de lo que parece. No solo es que pueda afectar a las relaciones diplomáticas con una de las potencias más importante del mundo, lo peor es que dice muy poco de la soberanía de España.
Este medio ha venido publicando desde hace años toda la información que disponíamos para desmentir la magufada de la injerencia del Kremlin en este y otros asuntos. Son decenas de artículos publicados (ver, por ejemplo: El diario ultraderechista El País vuelve a la carga con la injerencia rusa y anunciando nuevos peligros para la democracia del gran capital, La “injerencia rusa” en Cataluña o cómo la prensa plutocrática nos toma por imbéciles, Filtran más documentos del proyecto de desinformación británico Integrity Initiative. En evidencia la falsedad de la “injerencia rusa” en Cataluña, La “injerencia rusa” era esto: Una ridícula propuesta del separatismo catalán a un exdiputado ruso para el apoyo a la independencia. Moscú la despreció), o recordemos aquel episodio impagable de la ex ministra de Defensa María Dolores de Cospedal (El cuento de la injerencia rusa en Cataluña: Tras Cospedal y “Cipiollino”, la OTAN entra en escena con unos informes “muy secretos”).
Nuestros lectores saben de nuestra defensa de la unidad nacional española y de su soberanía, también de nuestra oposición a las neofeudalidades separatistas, tanto en España como en otros países, pero por un mínimo de honradez intelectual no podemos hacer seguidismo de estas mamarrachadas aunque puedan favorecer al independentismo.
Y no, no nos reímos. Porque todo esto no es más que otro síntoma de que existe un auténtico aparato de intoxicación informativa con centro en el East StratCom, del Servicio Europeo de Acción Exterior (OTAN), de su sucursal en España (el CNI, repasemos el informe ELISA en: El CNI, entre el esperpento y la indignidad), desarrollado por una constelación de think tanks (como el Instituto Elcano o el CIDOB catalán) y repetido como monserga insufrible por unos medios de comunicación que nos toman a todos por imbéciles. Y da pena ver a la Guardia Civil rebajándose a dar pábulo a estas historietas que, como españoles, nos hacen avergonzarnos de nosotros mismos.
Quizás nos reímos para no pensar y darnos cuenta del ridículo y el bochorno que nos hacen pasar aquellos que están obligados a defender la unidad, la soberanía y la independencia de España.
Lo peor es que los jefecillos que montan el circo estarán contentos. No dan para más…
Juan A. Aguilar
Director