No puede ser que el fin supremo de la civilización deba estar necesariamente ligado a su inevitable caída. No debemos, como hombres, elegir el camino de la anarquía y el caos, sino más bien, para no perdernos en la dispersión del nihilismo moderno, luchar por la construcción de una nueva nación, un nuevo régimen, un nuevo Estado, un nuevo paradigma de la civilización.
Rodrigo Sobota
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