El consumo y el uso de los medios de comunicación contemporáneos ha llevado al establecimiento de una relación de dependencia entre la humanidad y la tecnología. Básicamente, es la esencia ontológica de la información, o la de esos mensajes mediatizados, la que está anticipando los problemas inherentes de esta relación entre la humanidad y la tecnología.
Shahzada Rahim
Shahzada Rahim
El consumo y el uso de los medios de comunicación contemporáneos ha llevado al establecimiento de una relación de dependencia entre la humanidad y la tecnología. Básicamente, es la esencia ontológica de la información, o la de esos mensajes mediatizados, la que está anticipando los problemas inherentes de esta relación entre la humanidad y la tecnología. Fue Martin Heidegger, célebre filósofo alemán, quién en su famoso ensayo, La pregunta por la tecnología (1954), señaló los problemas inherentes a esta relación entre la humanidad con respecto a la esencia y la naturaleza de la tecnología. El tema principal de su ensayo era la subordinación de la humanidad a la tecnología. Según Martin Heidegger, la humanidad ha sido sometida por la tecnología y se ha convertido en un simple consumidor pasivo de las ideologías y productos mediatizados por quienes crean la tecnología y los medios de comunicación. Sin embargo, el mensaje y el medio por el cual viajan los mensajes, al igual que el creador y la creación, son los que instituyen la compleja relación existente entre la humanidad y la tecnología.
Martin Heidegger afirma en su famoso ensayo La pregunta por la técnica que, para captar la esencia de la tecnología, primero debemos establecer un vínculo libre con ella. Según Martin Heidegger, el significado real de la palabra "tecnología" se refiere a revelar algo y esto puede dividirse en dos partes: la "techné" y la "poiesis". Mientras que la techné nos remite al trabajo del artesano y la poiesis se refiere antes que nada al proceso de hacer una cosa. Por lo tanto, Heidegger piensa que la humanidad no comprende el verdadero significado de la tecnología debido a su falta de conocimiento acerca de la esencia y la naturaleza de la misma. Además, es precisamente debido a semejante distorsión del mismo marco entre las relaciones de la humanidad con la tecnología la que permite que las masas sean explotadas por los capitalistas. Heidegger decía que la tecnología moderna es un medio para un fin y eso ha obligado a la humanidad a convertirse en los sirvientes de la tecnología. En ese sentido, Martin Heidegger usa dos importantes conceptos para poder explicar la compleja naturaleza de la relación entre la humanidad y la tecnología.
Primero, el concepto de emplazamiento, que Heidegger emplea para describir la relación de la naturaleza y el hombre. Esto quiere decir simplemente que el proceso de emplazamiento permite a los hombres estructurar la naturaleza y darle una forma a las relaciones humanas a través de la mediación de mensajes para aumentar la riqueza financiera. Heidegger cree que, desde el momento en que surgió la tecnología, la humanidad se ha visto obligada a servir a los propósitos del capitalismo por medio del empleo de la aplicación de las ciencias físicas. Heidegger desarrolla el concepto de emplazamiento citando como ejemplo a un campesino y lo compara con la minería de carbón. El campesino, para Heidegger, trabaja la tierra y la cuida, no la obliga a producir nada y por eso existe una relación de armonía entre el campesino y la tierra.
Sin embargo, el hombre destruye la tierra con la minería de carbón al hacer uso de herramientas mecánicas con tal de obtener un mayor rendimiento. Así que según Heidegger el hombre coacciona y desafía a las fuerzas naturales con la minería de carbón, y todo ello lo hace para conseguir la mayor cantidad de riqueza financiera posible: todo ello termina por distorsionar las relaciones entre el hombre y la naturaleza producto de esta clase de emplazamiento tecnológico. En segundo lugar, nos encontramos el concepto de la reserva permanente, el cual usa Heidegger para referirse al almacenamiento de los recursos para su posterior uso y consumo. Por lo tanto, Heidegger llega a la conclusión de que cualquier clase de producción se convierte en una reserva permanente desde un punto de vista tecnológico: “Todo es ordenado con la intención de usarse de nuevo, para que pueda estar a la mano de forma inmediata”. Con tal de elaborar ese concepto de reserva permanente, Heidegger utiliza el ejemplo de una presa que ha sido construida en el río Rin con el objetivo de ser usada como reserva permanente de energía hidroeléctrica, aunque esta construcción resulte ser un peligro para las áreas circundantes y el río mismo.
Heidegger tiene opiniones muy escépticas con respecto a la tecnología y se plantea con sus preguntas el mismo fundamento de las relaciones de la humanidad con la tecnología. En ese sentido, Heidegger piensa que la humanidad únicamente puede liberarse de la esclavitud tecnológica comprendiendo la esencia y la naturaleza de la misma tecnología. Al fin y al cabo, únicamente al establecer una verdadera relación con el significado de la tecnología, la humanidad será capaz de evadir el hecho de convertirse en un esclavo de las máquinas.