Sergio Pintado. Los dichos del exasesor de EEUU John Bolton sobre su participación en golpes de Estado lo confirman como uno de los exponentes más claros de la Doctrina Monroe, dijo a Sputnik el historiador argentino Leandro Morgenfeld. El experto recordó que, además de Venezuela, pesan sobre los hombros de Bolton acciones en Honduras, Paraguay, Brasil y Bolivia.
Las confesiones del exasesor de Seguridad de EEUU, John Bolton, sobre sus participaciones en golpes de Estado en otros países "no sorprenden" pero sí ratifican que señalar el imperialismo estadounidense "no es anacrónico", dijo a Sputnik el historiador argentino Leandro Morgenfeld, especializado en las relaciones entre EEUU y América Latina a lo largo de los años.
"Bolton es uno de los halcones de las clases dominantes de EEUU y durante muchísimas décadas fue uno de los ideólogos del intervencionismo en distintas partes del mundo", consignó Morgenfeld, recordando que uno de sus últimos cargos fue ser asesor del expresidente Donald Trump (2016-2020) en materia de Seguridad Nacional.
Una de las caras más recientes de Bolton es la de haber sido, apuntó el historiador, "el ideólogo de la política de 'cambio de régimen' en Venezuela, reconociendo a Juan Guaidó como presidente encargado". También es el rostro del intento de desestabilización contra el Gobierno de Nicolás Maduro de 2019, cuando "con la excusa de la ayuda humanitaria se buscó provocar una intervención desde Colombia, generando una crisis cuasi militar".
Pero el currículum de Bolton es extenso. Morgenfeld recordó que el exasesor "ocupó distintos cargos y tuvo un rol importante en los décadas de 1980 y 1990, de la mano de Ronald Reagan (1981-1989)" , aunque décadas después también "fue uno de los mentores de las intervenciones de EEUU en Irak, en Afganistán y en Libia".
La "tradición" belicista de Bolton lo llevó, incluso, a discrepar con Trump, que finalmente lo apartó del Gobierno en septiembre de 2019. "Cuando lo echó, Trump dijo que Bolton lo quería impulsar a intervenir en varias guerras, lo empujaba a una creciente hostilidad y llegó a decir que había que bombardear Irán, lo que habría provocado una escalada de consecuencias imprevisibles en Oriente Medio", analizó el historiador.
Desde su rol de historiador especializado en las relaciones internacionales de EEUU, Morgenfeld aclaró que la influencia de Washington en golpes de Estado en varios países del mundo y especialmente en América Latina es algo que está "hartamente documentado". Esas operaciones marcaron el siglo XX en países como Nicaragua, República Dominicana, Panamá y los golpes de Estado de países como Chile, Argentina, Uruguay o Brasil pero también se continuaron en el siglo XXI.
El historiador argentino mencionó que EEUU intervino "promoviendo golpes de Estado de nuevo tipo" como los que apartaron al presidente de Honduras, Manuel Zelaya, en 2009, al presidente de Paraguay, Fernando Lugo, en 2012, a la brasileña Dilma Rousseff en 2016 y a Evo Morales del Gobierno de Bolivia en 2019.
Para Morgenfeld "no es nada sorprendente que Bolton tenga el cinismo o la sensación de impunidad para reconocer que planeó y tramó un golpe de Estado".
De hecho, el historiador remarcó que los dichos de Bolton "generarían un escándalo político en cualquier otro país".
"Debería ser citado por el Congreso para que rinda cuentas de esas declaraciones, debería citarlo la Justicia, pero sabemos que nada de eso va a ocurrir", previó el analista.
Según Morgenfeld, lo dicho por Bolton ya es conocido por "cualquiera que haya estudiado con seriedad la historia y la actualidad de las relaciones entre EEUU y América Latina". Sin embargo, el momento de sinceridad del exasesor de Trump puede ser útil para "poner en negro sobre blanco" la postura de EEUU frente a "aquellos que dicen que es anacrónico hablar de imperialismo, que dicen que se exagera la influencia de EEUU en la región".
El historiador remarcó que Washington continúa intentando influenciar a los países latinoamericanos desde lo económico pero también desde la penetración en los organismos de seguridad y las organizaciones no gubernamentales. En ese plan, tampoco ha dejado de lado "la vieja usanza" de golpes o incluso promoviendo el lawfare contra dirigentes políticos cuyas políticas no se alinean a sus intereses.
"Este reconocimiento de Bolton, que lo puede decir en una cadena como la CNN sin que le repregunten demasiado y sin generar escándalo en EEUU, pone en negro sobre blanco cuál es la forma de operar de EEUU en el resto del mundo y, sobre todo, en lo que ellos llaman su 'patio trasero'", sintetizó.
Para Morgenfeld, Bolton es, indudablemente, uno de los exponentes más explícitos de que la Doctrina Monrone, nacida en 1823 bajo el lema 'América para los americanos', sigue guiando la relación entre Washington y América Latina.
"Bolton es una de las expresiones de esa política agresiva, injerencista, de no respeto a la autodeterminación de los pueblos de América Latina", sintetizó.