Por Juan A. Aguilar
A Javier Castro Villacañas. In memoriam
Pongámonos en situación. El 6 de enero, día de la Navidad Ortodoxa, se celebra en España la Pascua Militar, tradicionalmente con una recepción del Jefe del Estado y demás sospechosos habituales en el Palacio Real.
Felipe VI pronunció su típico discurso con motivo de la efeméride, por supuesto, sin recordar que en Ucrania acababa de comenzar una tregua de 36 horas impulsada por Rusia y rechazada por el régimen de Kiev y los mandamases de la OTAN (y España).
¿A qué dedicó el Rey sus palabras? A “reconocer” la labor de las Fuerzas Armadas españolas durante 2022 por sus despliegues en el flanco Este con la OTAN para garantizar la seguridad de los aliados. Un contexto que para Felipe VI “ha hecho evidente la necesidad de invertir en Defensa”. Majestad, no nos tome el pelo en un momento donde la precariedad y la pobreza asalta millones de hogares españoles.
¿Vd, no vio nunca necesidad de invertir en defensa para nuestro flanco sur? ¿A Vd no le preocupa que no tengamos potencial para controlar nuestros mares? ¿A Vd solo le preocupa lo que diga la OTAN y la fantasmagoría de una supuesta “amenaza rusa”, cuando llevamos años amenazándoles y provocándoles? ¿Vd. a quién sirve?
Ya le conocemos. A Vd y a toda su dinastía. Sale vestidito de capitán general de las Fuerzas Armadas con uniforme del Ejército del Aire para decirnos que “2022 quedará para siempre mercado por la injustificable, ilegal y brutal agresión e invasión rusa a Ucrania”. Algo que “ha devuelto la guerra a nuestro continente y ha alterado gravemente el orden internacional”, además de “poner en riesgo la seguridad internacional”.
Vd no es tonto y es persona culta. Suelta por su boca regia que la invasión de Ucrania es “injustificable, ilegal y brutal”. Ya. Pues díganos a todos los españoles:
La lista se hace interminable, pero la respuesta es única. No, nunca le hemos escuchado decir nada sobre todo lo anterior. Un silencio atronador que delata su complicidad (sea por acción, complicidad, pasividad o silencio) es lo único que hemos escuchado durante años. No nos diga que Vd “reina pero no gobierna”, porque si es así, Vd no es Jefe de Estado sino el adorno de un régimen corrompido que parasita el trabajo del pueblo español. Y que no nos vendan que es Vd. el capitán general de nuestros ejércitos porque Vd no manda nada, todo lo dirige un Estado Mayor extranjero en Bruselas al mando de un general norteamericano. Esta es la realidad, por mucha Pascua Militar que se celebre y muchos lingotazos que se tomen en los salones de palacio.
Pero como en el nivel de patetismo, siempre es posible subir a una planta más alta, Vd hizo hincapié en que “está guerra, lejos de socavar la unidad y provocar fisuras entre los que defendemos la paz y la libertad”, lo que ha conseguido “es reforzar nuestra cohesión y presentar un frente común a la invasión”.
¿Pero de qué paz está hablando? Si la OTAN tienen un presupuesto militar de casi 2 BILLONES de dólares anuales, 20 veces más que Rusia. ¿De qué libertad habla, Majestad? Si reina en un país donde se censura a mansalva en cuanto no sigues la línea oficial que marca el Stratcom de la OTAN. ¿Pero qué unidad? Si la UE/OTAN es una jaula de grillos y por peligrar, está en riesgo hasta nuestra propia unidad nacional.
Ante el aumento del Presupuesto de Defensa, destaca Vd. “el reto” de “adquirir los medios y dotar a las unidades con lo necesario para lograr una Fuerza Conjunta aún más moderna, eficaz, libre y sostenible a medio y largo plazo”. Le ha faltado lo de “inclusiva y de género”. Da mucha vergüenza ajena tenerle que escuchar estos topicazos en boca de quien se supone es la más alta magistratura de nuestra nación.
Por supuesto, le acompañó la Ministra de Defensa, procónsul de la OTAN en España, soltando los mismos disparates que repiten siempre una y otra vez, como es propio de nacional-cansinismo que ocupa nuestras instituciones. Que si hemos “aumentado la presencia en el flanco Este”, que gastamos el dinero que sacamos de los bolsillos de los españoles para “el envío de material para el Ejército ucraniano”, que si trasladamos a coste revertido “ciudadanos de Ucrania que han escapado de la guerra o que requerían atención sanitaria en nuestro país”, que si “Putin es el único responsable”, etc., etc… La misma matraca de todos los días para justificar que Europa y España se han metido en un conflicto en el que solo vamos a tener pérdidas, que únicamente va a beneficiar a EEUU, un conflicto en el que no tenemos con nosotros ni la fuerza ni, lo que es peor, la vedad y la justicia.
Majestad, solo tienen una baza para seguir alimentando esta guerra y es un formidable aparato mediático totalitario con el que siguen intoxicando, manipulando y aborregando a una población que, por desgracia no se toma la vida en serio, no se respeta a sí misma y permite todo lo que Vds están haciendo. La única gran verdad de todo lo que hemos vivido en estas dos últimas décadas largas es que estamos sometidos al Imperio de las Mentiras. Y Vd, Majestad, forma parte de esa mentira.
Con todo respeto, hágase un favor a Vd. mismo, a su familia y a todos los españoles. Abdique y lárguese de una vez. Haga como su bisabuelo, su abuelo y su padre. Váyase para siempre.
Quizás así, podríamos celebrar una Pascua Militar en honor al general Juan Prim, un glorioso militar -este sí- que el 22 de octubre de 1870, diez meses antes de que lo asesinara un contubernio monárquico, sentenciara en las Cortes Españolas que un Borbón “jamás, jamás, jamás” volvería a reinar en España.