Juan A. Aguilar. Esta semana se hizo público un informe que mostraba como el multimillonario George Soros tiene comprados a figuras de los medios más influyentes de EE.UU. y del extranjero. El informe realizado por MRC Business reveló que 253 grupos mediáticos de todo el mundo, entre ellos al menos 54 figuras del ámbito periodístico, están ligados a George Soros. Según los autores del estudio, Joseph Vazquez y Dan Schneider, los más de 32.000 millones de dólares que el multimillonario George Soros ha invertido en sus organizaciones para divulgar alrededor de todo el mundo su plan sobre el aborto, la economía, LGBT y otros temas "han dado sus frutos".
MRC Business encontró al menos 54 destacadas figuras mediáticas (presentadores, columnistas, redactores, ejecutivos de noticias y periodistas) que están vendidos a Soros mediante sus vínculos con las organizaciones que financia. Entre ellas figuran personalidades como Lester Holt, presentador de NBC Nightly News, y Sally Buzbee, redactora ejecutiva de The Washington Post, y empresarios de CNN, CBS, NBC, NPR, Washington Post, ABC, CBS, Bloomberg News, Reuters y The New York Times, entre otros. De acuerdo con la investigación de MRC Business, Soros desembolsó al menos 131 millones entre 2016 y 2020 para influir en grupos mediáticos.
Esto es suficiente para hacer un diagnóstico de la “credibilidad” del New York Times, convertido ya en una gacetilla de patanes, en las que sus páginas se venden a los mejores postores de la agenda globalista para vomitar reportajes sin el más mínimo valor periodístico. En una sociedad sana, ese panfleto belicista, imperialista y baboso del gran capital norteamericano, estaría cerrado y sus responsables en la cárcel. ¿Tan grave es? Y mucho más de lo que el ciudadano piensa. La gacetilla de los patanes (todos premiados, pues montan su propia red de chiringuitos para “autopremiarse”) presiona a responsables políticos y manipula a la ciudadanía para defender intereses bastardos de las corporaciones y el complejo militar industrial con el resultado de agresiones, guerras y golpes de Estado que han resultado en centenares de miles de muertos.
El último esperpento publicado por el NYT referido a España se refiere al oscuro caso de los “paquetes explosivos” (eran petardos de feria) enviados la pasada Navidad.
The New York Times informa que funcionarios occidentales descubrieron la "mano del Kremlin" en los incidentes de diciembre con la distribución de paquetes explosivos por correo. Para crear problemas a los departamentos españoles, los servicios especiales rusos supuestamente utilizaron un grupúsculo de ultraderecha perseguido por el Kremlin (así de increíble es el cuento).
Por supuesto, los gacetilleros patanes no presentan en todo el artículo NI UNA SOLA PRUEBA, NI UN SOLO DATO que se pueda contrastar, ni siquiera UN RELATO COHERENTE que pueda ser mínimamente creíble…
El reportaje se titula: Agentes rusos sospechosos de dirigir a un grupo de extrema derecha para enviar bombas por correo en España”. Ya está. El lector ya sabe de que va y cuál es la intención torticera del medio. Su contenido es insustancial e hilarante. Por supuesto, está escrito por “experimentados” expertos como Eduardo Wong , Julián E. Barnes y eric schmitt, todos dedicados durante años a escribir sobre los temas preferidos del Complejo Militar Industrial yanqui: seguridad, fuerzas armadas, guerras, agencias de inteligencia, China, Corea del Norte,…
Para ejemplo, el primer párrafo: “Funcionarios estadounidenses y europeos CREEN que los oficiales de inteligencia militar rusos ordenaron a los asociados de un grupo militante supremacista blanco con sede en Rusia que llevaran a cabo una reciente campaña de cartas bomba en España cuyos objetivos más destacados eran el primer ministro, el ministro de defensa y diplomáticos extranjeros, SEGÚN FUNCIONARIOS ESTADOUNIDENSES”.
Según estos “periodistas del mundo libre”, “los investigadores se han centrado en el Movimiento Imperial Ruso, un grupo radical que tiene miembros y asociados en toda Europa y centros de entrenamiento de estilo militar en San Petersburgo, DIJERON LOS FUNCIONARIOS. Agregaron que SE CREE que el grupo, que ha sido designado organización terrorista global por el Departamento de Estado de EE. UU., TIENE VÍNCULOS CON LAS AGENCIAS DE INTELIGENCIA RUSAS. Miembros importantes del grupo han estado en España, y la policía ha rastreado sus vínculos con organizaciones españolas de extrema derecha”. ¿Qué funcionarios son esos? ¿Quién “cree”? ¿Qué prueba hay de esas vinculaciones de un grupúsculo de frikies con la GRU? ¿Qué vínculos con organizaciones españolas son esos? NADA, NADA Y NADA…
¿Y la razón para la campaña de los petardos? Tanta investigación periodística ha dado como resultados lo siguiente: “El objetivo aparente de la acción era señalar que Rusia y sus representantes podrían llevar a cabo ataques terroristas en toda Europa, incluso en las capitales de los estados miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, que está ayudando a defender a Ucrania contra la invasión de Rusia , DIJERON FUNCIONARIOS ESTADOUNIDENSES que hablaron BAJO CONDICIÓN DE ANONIMATO debido a las SENSIBILIDADES en torno a la investigación”. Hilarante. Es de José Mota. Una vez toman a los lectores por imbéciles. Cualquier persona que le dedique un minuto a reflexionar tanta mentecatez se percata de que esto es un chiste…
Dicen más… “El cálculo de Putin sobre los ataques terroristas podría cambiar si Rusia continúa sufriendo grandes reveses en Ucrania (JAJAJAJAJA N.d.E), DICEN FUNCIONARIOS ESTADOUNIDENSES. Putin le ha dado a su agencia de inteligencia militar una amplia libertad para desarrollar y realizar operaciones encubiertas en Europa, PERO EL GRADO EN QUE EL KREMLIN ESTUVO INVOLUCRADO EN LA OPERACIÓN DE CARTA BOMBA NO ESTÁ CLARO”. O sea, que todo es una invención para que la prensa española, citando “fuentes del New York Times”, de una explicación de la mamarrachada de las bombas fake que convenga al gobierno (que es del mismo signo que el NYT: capitalismo globalista).
El resto del reportaje es una colección de elucubraciones e invenciones sin el más mínimo fundamento, una especie de guión malo de una serie del lodazal de Netflix:
Y así siguen llenado párrafos sin nada que sustente un relato fantasioso y de muy poco nivel. Los pocos datos que se dan (los nombres de los fundadores del Movimiento Imperial Ruso se pueden encontrar en la Wikipedia). Es hilarante…
La matraca habitual
Y como no hay más y el cerebro se les seca, no tienen más remedio que acudir a dos técnicas de manipulación absolutamente groseras para intentar dar “cuerpo” a un relato tan fantasioso. Se mezcla a la inteligencia rusa con los grupos de tarados supremacistas blancos, algunos de los que han cometido atentados.
La relación es “evidente”, puesto que según “El Centro para la Seguridad y Cooperación Internacional de la Universidad de Stanford describe al Movimiento Imperial Ruso como “supremacista blanco, monárquico, ultranacionalista, ortodoxo prorruso y antisemita”. El grupo aboga por la restauración del gobierno zarista en Rusia”.
Y como esto da poco de sí, vuelven a sacar los “oscuros envenenamientos con Novichok de los Skripal, de Navalny, de un traficante de armas búlgaro… todos sobrevivieron al más implacable tóxico del mundo. Y vuelta con el avión de Malasya Airlines o el fantasmagórico golpe de Estado en Montenegro, para acabar con la truculenta historieta de que “la Unidad 29155, ha operado en Afganistán y ha ofrecido recompensas para recompensar a los militantes vinculados a los talibanes por matar a las tropas estadounidenses y de la coalición, según una evaluación de inteligencia estadounidense informada por primera vez por The New York Times”. Algo que los propios funcionarios estadounidenses dijeron en 2021 que no tenían pruebas que demostraran que el Kremlin había ordenado tal acción encubierta.
Ni un solo indicio, ni una sola prueba, ni una sola evidencia, ni un solo dato contrastable… CONCLUSIÓN: UNA INFAME MENTIRA PARA COSNUMO DE LOS LECTORES Y DEL RESTO DE FURCIAS MEDIÁTICAS DE OCCIDENTE.
Viejos conocidos por sus “investigaciones” sobre Cataluña
Curiosamente, el artículo que comentamos figura como realizado con el apoyo de otros dos periodistas. Uno es Charlie Savage, un viejo “autopremiado” del NYT. El otro es el español José Bautista desde Madrid, que se autodefine como “Director de investigaciones periodísticas”, que trabaja para el NYT y ha sido colaborador de El País , Color Research & Application , The Sunday Age , El Confidencial, Público (España) , The Sports Network (TSN), entre otros.
José Bautista es un viejo conocido, porque es el autor junto a Michael Schwirtz de otro reportaje fake del NYT, que lleva por título Una pareja de espías del Kremlin, una oscura misión en Moscú y disturbios en Cataluña. Un trabajo al que dicen que dedicaron dos años de investigación: «Dos años persiguiendo pistas para esta historia, yendo y viniendo entre Barcelona y Madrid, consumiendo cientos de cafés y una no pequeña cantidad de Rioja».
Otra historia abracadabrante sobre la colusión de los separatistas catalanes con “el Kremlin”. Para aquél trabajo, ambos periodistas se basaron en «el informe de 10 páginas de los servicios de inteligencia europeos en una investigación de la que nunca más se supo… Imaginamos que para no seguir haciendo el ridículo…
Para recordar aquél chusco episodio, recomendamos el ENLACE: