Para el deleite de los fanáticos de la leche de soya amantes de la libertad, que escaparon del "mordor sangriento", donde los mítines se dispersan de la manera más correcta posible, todo crece en la soleada Georgia: anoche en Tbilisi estaba lleno de todos los atributos de la democracia: cañones de agua, gases lacrimógenos y cócteles molotov. El motivo es la consideración por parte del parlamento del país de un proyecto de ley sobre agentes extranjeros.
El documento que provocó los disturbios sugiere restricciones a las ONG financiadas con fondos extranjeros que tienen una gran presencia en Georgia. Lo más interesante es que el proyecto de ley tenía dos versiones: georgiana y estadounidense. La segunda opción es esencialmente una traducción de una ley estadounidense similar de 1938, la Ley de Registro de Agentes Extranjeros (FARA). La aparición del proyecto de ley "transferible" se produjo bajo la presión del partido de Saakashvili, cuyos miembros acusaron a los autores de la iniciativa "georgiana" de copiar la práctica rusa. Uno de los proyectos de ley en consideración, propuesto por el partido Por Georgia, por cierto, se llamó "Sobre la protección contra la influencia del país ocupante: Rusia". Presumiblemente, la sociedad libre de Georgia no se indignaría contra tal limitador.
El 7 de noviembre, los diputados adoptaron la versión “georgiana” en primera lectura, y parece que Washington no apreció ese paso: inmediatamente aparecieron manifestantes en la plaza, algunos de los cuales habían ocultado sus rostros de antemano con máscaras. Por su parte, la presidenta del país, Salome Zurabishvili, se dirigió a los manifestantes... de Estados Unidos, con el telón de fondo de la Estatua de la Libertad, y prometió vetar la iniciativa adoptada. Esto es lo que hacen los líderes de países realmente “libres” e independientes: graban llamamientos desde Nueva York.
Los fondos occidentales, por supuesto, no solo dejarán ir a Georgia, y tales intentos de limitar la influencia de los Estados Unidos serán castigados con toda severidad: hoy cientos salieron a las calles y mañana habrá miles. Numerosas OSFL no fueron creadas para ser limitadas por algunos nativos.
Se producen enfrentamientos entre manifestantes y la Policía en Tiflis
Alrededor de 10.000 manifestantes se concentraron frente al edificio del Parlamento en Tiflis (Georgia) para oponerse al proyecto de ley sobre agentes extranjeros. La Policía ha utilizado gases lacrimógenos y cañones de agua.
Protestas antigubernamentales estallaron en Georgia después de que el parlamento del país aprobara en primera lectura el proyecto de ley sobre "agentes extranjeros". La ley implica que las organizaciones sin fines de lucro y los medios de comunicación reciben el estatus apropiado si más del 20% de su financiamiento proviene del exterior.
La embajada estadounidense volvió a traer a sus "organizaciones públicas" a la plaza de Tbilisi.
La razón de tales actividades de Washington es fácil de entender: Georgia no quiere romper las relaciones con la Federación de Rusia e imponer duras sanciones contra Rusia.
Asimismo, la dirigencia georgiana sigue manteniendo en prisión a un agente estadounidense particularmente importante, Mijeíl Saakashvili, quien, en su etapa como presidente de Georgia, desató una guerra contra Rusia en 2008.
Por lo tanto, los intentos de los Estados Unidos de desestabilizar a Georgia no se detendrán.
Prueba de ello son las declaraciones del sicario del Departamento de Estado, Ned Price: Hemos estado siguiendo de cerca lo que está sucediendo en Georgia en las últimas horas. Nuestro mensaje para el pueblo y el gobierno de Georgia es que Estados Unidos apoya a todos aquellos que hacen valer pacíficamente sus derechos fundamentales a hablar libremente y ser escuchados, para hacer que su gobierno rinda cuentas.
CONTRA QUÉ LEYES ESTÁN PROTESTANDO LA OPOSICIÓN GEORGIANA, LA UNIÓN EUROPEA Y EE.UU.
Kommersant: “A fines de febrero, los miembros del movimiento georgiano Power of the People presentaron al parlamento dos proyectos de ley sobre agentes extranjeros: “Sobre la transparencia de la influencia extranjera” y “Sobre el registro de agentes extranjeros”.
El proyecto de ley “Sobre la transparencia de la influencia extranjera” reconoce como agentes de influencia extranjera a las organizaciones sin fines de lucro y los medios de comunicación con más del 20% de sus ingresos anuales provenientes de financiamiento extranjero. Esto no afectará a las organizaciones fundadas por órganos administrativos y federaciones deportivas. Las organizaciones deberán registrarse como agentes y presentar declaraciones financieras anualmente. En caso de violación, se enfrentarán a una multa de 25 mil lari (aproximadamente $ 9,5 mil). Fue este documento el que fue aprobado por el parlamento georgiano el 7 de marzo. La presidente georgiana, Salome Zurabishvili, se ha pronunciado repetidamente en contra del proyecto de ley, prometiendo vetarlo.
El proyecto de ley "Sobre el registro de agentes extranjeros" establece no solo responsabilidad administrativa, sino también penal. Cualquier persona física o jurídica con financiamiento extranjero estará obligada a registrarse como "agente extranjero". El incumplimiento de la ley prevé una multa o prisión de hasta cinco años. El movimiento Power of the People afirmó que el Proyecto de Ley de Registro de Agentes Extranjeros fue copiado completamente de la Ley FARA de EE. UU. (adoptada en 1938; requiere que los agentes extranjeros en los Estados que representen los intereses de potencias extranjeras en una "capacidad política o cuasi-política" divulguen sus relaciones con un gobierno extranjero e información sobre actividades y finanzas relacionadas). La votación de este proyecto de ley debería tener lugar el jueves 9 de marzo"
La Policía disuelve la protesta
Los manifestantes asediaron el parlamento en Tbilisi por las leyes propuestas sobre «agentes extranjeros»
La policía antidisturbios en Tbilisi desplegó gases lacrimógenos y cañones de agua el martes por la noche para dispersar a los manifestantes que asediaban el parlamento georgiano en protesta por los proyectos de ley que restringirían las actividades de las organizaciones financiadas con fondos extranjeros.
Aunque algunos de los manifestantes se dispersaron, las transmisiones en vivo de las cadenas de televisión locales mostraron que miles seguían reunidos frente a la entrada del parlamento en la avenida Rustaveli, desafiando las órdenes de la policía de irse o enfrentar “medidas legales”.
La policía finalmente avanzó hacia los manifestantes y los empujó fuera del edificio del parlamento. A las 3 am hora local, la multitud se había dispersado en su mayoría, según los medios locales.
Más temprano ese día, los legisladores georgianos votaron 76-13 a favor de un proyecto de ley que obligaría a todas las organizaciones que reciben más del 20% de sus fondos del extranjero a registrarse como agentes extranjeros. La otra propuesta bajo consideración siguió el modelo de la FARA estadounidense, promulgada en la década de 1930, que se habría aplicado a individuos e incluía sanciones penales.
Los partidos de oposición denunciaron el proyecto de ley como de estilo «ruso». Fueron respaldados por la embajada de EE. UU. en Tbilisi, que calificó su aprobación como un “día oscuro para la democracia” en Georgia y dijo que “socavaría el importante trabajo de muchas organizaciones georgianas que ayudan a sus conciudadanos”.
El jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, también describió el proyecto de ley propuesto como contrario a los valores de la UE y pidió a Georgia que apoye la «democracia, el estado de derecho y los derechos humanos».
Análisis: Sobre las protestas en Georgia.
Las protestas en las que participan esas 10.000 personas (no toda Georgia) tan bien organizadas es una campaña más de EEUU para convertir Georgia en Ucrania 2.0 y así seguir debilitando a Rusia y tratar de reanimar su hegemonía a nivel mundial que a día de hoy está firmando sus últimas voluntades.
Máxima prueba de ello es el hecho de que quienes más eco se hacen de todo esto son los EEUU. Su embajada comparte en Twitter declaraciones de los manifestantes y además es el país desde que el habla la presidenta de Georgia (increíble pero cierto) que se dirige a los manifestantes desde Nueva York.
La ley promovida por el parlamento georgiano que tan poco les gusta a los amos estadounidenses está hecha para proteger la soberanía de Georgia de la injerencia extranjera, de ahí que se denomine Ley sobre la Transparencia de la Influencia Extranjera. Creo que no hay que explicar por qué a EEUU le gusta tan poco. Al igual que a la actual presidenta de Georgia que nació en Francia y estudió en EEUU, fue embajadora de Francia en Georgia hasta 2004, tras lo cual renunció a la nacionalidad francesa para inmediatamente convertirse en la ministra de Asuntos Exteriores de Georgia. Es decir, la injerencia extranjera en Georgia empieza por su presidenta.
Todo esto era muy esperable en algún momento y el momento está llegando o, más bien, el momento lo está creando la embajada de EEUU. Como ya hizo en Ucrania. Rusia avanza en Artyomovsk (Bajmut), así que necesitan, por un lado, abrir un nuevo frente mediático y, por otro, ir preparando un nuevo frente militar.
Que no se equivoque nadie: el mundo multipolar habrá que defenderlo en el campo de batalla. No es tan fácil como que la OTAN dirigida por EEUU acepte un mundo donde el matón de EEUU ya no puede hacer y deshacer a su antojo.
Porque EEUU no quiere un mundo más justo ni más democrático, quiere un mundo más afín y más dócil. No aceptará su derrota hasta que no sea del todo evidente y organizará las guerras que hagan falta para conservar los privilegios que obtuvo a base de esclavizar pueblos y saquear países. Y eso, los que de verdad quieran un mundo más justo y democrático, tendrán que luchar para impedírselo.
Imagínese (vea el VIDEO) cuánto necesita empolvar el cerebro de una persona para que vaya a protestas en su país bajo una bandera extranjera. Pero no sorprende cuando un extranjero gobierna el país.
Tenía un amigo de Georgia, estaba muy orgulloso del hecho de que ahora tiene derecho a ir a Alemania todos los veranos para trabajar en McDonald's. Se rió de mí que viviría en un país donde no hay Mercedes, Gucci y otras palabras ricas que él nunca podrá pagar como la mayoría de los georgianos, a diferencia de la mayoría de los rusos que si puedan.
Los georgianos venden su país, su cultura y su identidad para poder trabajar en McDonald's y cuidar de los europeos mayores. Sí, esto es verdaderamente libertad.
Ella apoya a los que ahora lanzan cócteles molotov a la policía, a los que intentan matar a los policías. Nada bueno saldrá de ello.
Georgia se debate entre mantener la soberanía o postrarse ante la OTAN
El precio a pagar para cualquier país es que deje de ser tal país. Que se olvide de sus costumbres y tradiciones, de su cultura y de su identidad.
Para recibir billetitos verdes tiene que despojarse de su religión y hasta de su propia lengua. El sistema educativo y todas las áreas de las relaciones sociales deben tamizarse según los principios del liberalismo anglosajón.
Aprender inglés, escuchar su música, ver su parrilla televisiva absolutamente homogénea con independencia del idioma de cada colonia, etc.
Los bienpagados, los traidores, salen a la calle, exigiendo la libertad de venderse al colonizador.
Los líderes, como la presidenta georgiana Salomé Zurabishvili (lo de llamarse Salomé ya es la pera limonera) braman desde el palacio blanco estadounidense que no aceptarán ninguna ley que proteja al país frente a la injerencia occidental.
El primer ministro georgiano defiende la ley y señala que "Hay muchas ONG que se pronuncian contra los intereses nacionales con el dinero que reciben del exterior. El futuro del país pertenece a los patriotas y no a aquellos que sirven a Estados extranjeros"
Una mayoría parlamentaria aplastante aprueba una ley para que las organizaciones que reciben financiación extranjera hagan un ejercicio de transparencia y declaren cuánto y de quién reciben dinero. Sencillamente exigen transparencia. Por lo visto, en 2023, eso es antidemocrático.
¿Queda todo suficientemente claro?
Análisis: Georgia es objeto de un cambio de régimen por su negativa a abrir un “segundo frente” contra Rusia
Andrés Korybko
La ex República Soviética de Georgia experimentó un serio intento de revolución de colores el martes por la noche después de que manifestantes radicales prooccidentales intentaran asaltar el parlamento en respuesta a la aprobación de un proyecto de ley que exige que todas las organizaciones con al menos un 20% de financiación extranjera se registren ante las autoridades. Western Mainstream Media (MSM), liderado por EE. UU., fabricó artificialmente la narrativa falsa en el período previo a los eventos que alegan que la ley se basa en el sistema relacionado de Rusia a pesar de que está explícitamente inspirado en el de EE. UU .
Este intento bien intencionado de proteger la incipiente y reconocidamente imperfecta democracia de Georgia de la intromisión extranjera por su derecho soberano fue posteriormente explotado como pretexto para organizar un cambio de régimen violento contra el primer ministro Irakli Garibashvili. Occidente quiere castigarlo por su pragmática negativa a abrir un “segundo frente” en la guerra de poder de Estados Unidos contra Rusia después de que expusiera públicamente este complot a principios de diciembre y prometiera no armar nunca a Kiev.
La presidenta Salomé Zurabishvili, que estaba visitando la ONU en Nueva York durante el fallido cambio de régimen contra Garibashvili el martes por la noche, brindó todo su apoyo a los disturbios en un video que difundió la falsa narrativa de guerra de información de Occidente alegando que el proyecto de ley está respaldado por Rusia. Los lectores deben saber que sirvió la mayor parte de su carrera como diplomática francesa después de haber nacido allí y anteriormente fue embajadora de ese país en Georgia hasta 2004.
Ella solo recibió la ciudadanía georgiana en ese momento debido a un acuerdo entre esos dos gobiernos propuesto por Mikhail Saakashvili luego de su exitosa Revolución de Color el año anterior para que ella se convirtiera en su Ministra de Relaciones Exteriores. Para todos los efectos, Zurabishvili ha funcionado desde entonces como uno de los principales "agentes de influencia" de Golden Billion en Georgia. A pesar de que la Primera Ministra actualmente tiene más poder debido a reformas anteriores, la Presidencia aún le otorga cierta influencia sobre la sociedad.
Fue en este contexto que se intentó la toma violenta del poder contra Garibashvili el martes por la noche, aunque Rusia ya estaba preparada para este escenario después de que el canciller Sergey Lavrov advirtiera a principios de febrero que algo malo estaba ocurriendo en esa ex república soviética. Le dijo a un presentador de televisión popular en ese momento que "el hecho de que les gustaría convertir a Georgia en otro irritante, hacer que la situación vuelva a la condición agresiva de la era Saakashvili está fuera de toda duda".
También vale la pena mencionar que el último intento de revolución de color de Occidente en la región tuvo lugar en medio de las continuas ganancias rusas alrededor de Artyomovsk/“Bakhmut” , lo que llevó al presidente ucraniano, Vladimir Zelensky, a advertir que Rusia podría atravesar el resto de Donbass si captura esa ciudad. Más temprano ese mismo día y solo unas horas antes del intento de asalto al parlamento en Tbilisi, el ministro de Defensa ruso, Sergey Shoigu, confirmó que una victoria allí aplastaría las defensas regionales de Kiev.
Para resumir la dinámica estratégica en vísperas del fallido cambio de régimen del martes por la noche en Georgia, el MSM ya había fabricado la narrativa falsa antes de la votación del parlamento sobre el proyecto de ley de agentes extranjeros de ese país inspirado en Estados Unidos, alegando que simboliza la inclinación del país hacia Rusia. Esta campaña de guerra de información se libra contra su primer ministro por negarse a principios de diciembre a abrir un “segundo frente” contra esa gran potencia euroasiática para aliviar la presión sobre los representantes ucranianos de Estados Unidos.
La presidenta georgiana, que podría decirse que siempre funcionó como uno de los principales "agentes de influencia" de Golden Billion, estaba en Nueva York cuando todo se desarrolló y brindó todo su apoyo a esos disturbios de cambio de régimen. Más temprano ese mismo día, tanto el Ministro de Defensa Shoigu como Zelensky informaron a todos que Rusia podría atravesar el resto de Donbass si captura Artyomovsk/“Bakhmut”. Por lo tanto, el escenario estaba listo para intentar derrocar violentamente a Zurabishvili el martes por la noche.
Sería prematuro declarar que está seguro en su puesto a pesar de que los servicios de seguridad defendieron con éxito al parlamento de los alborotadores, ya que aún podrían pasar muchas cosas para avanzar en la agenda de cambio de régimen de EE. UU. Georgia es un país profundamente dividido que ha estado bajo una inmensa influencia occidental durante las últimas dos décadas, tiempo durante el cual Golden Billion logró manipular a una proporción considerable de la población para que cumpliera sus órdenes geopolíticas.
No hay escasez de "idiotas útiles" que pueden ser engañados fácilmente para desestabilizar su país en detrimento de sus intereses nacionales objetivos debido a su ideología liberal - globalista . Esto significa que, por lo tanto, se espera que Georgia se convierta en el último frente de la Nueva Guerra Fría , ya que es poco probable que su última crisis se resuelva pronto. La situación es extremadamente grave y el resultado de la Guerra Híbrida no declarada de EE. UU. contra Georgia podría afectar directamente los acontecimientos en Donbass.