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La Guerra de las Galaxias está en pleno apogeo

Elespiadigital | Domingo 26 de marzo de 2023

El año pasado China se puso a la cabeza en el lanzamiento de satélites militares, superando a Estados Unidos, según el informe “Actividades espaciales en 2022”, publicado por el Centro de Astrofísica de la Universidad de Cambridge, en Massachusetts. El documento de 148 páginas ha sido elaborado por Jonathan McDowell (*).

Redacción

 



El año pasado China se puso a la cabeza en el lanzamiento de satélites militares, superando a Estados Unidos, según el informe “Actividades espaciales en 2022”, publicado por el Centro de Astrofísica de la Universidad de Cambridge, en Massachusetts. El documento de 148 páginas ha sido elaborado por Jonathan McDowell (*).

En una comparecencia ante un comité del Senado, el general Chance Saltzman, director de la Fuerza Espacial estadounidense, confirmó que China representa la amenaza más inmediata. Sus constelaciones satelitales tienen múltiples misiones, desde la vigilancia hasta la destrucción de infraestructuras espaciales o terrestres.

El año pasado Estados Unidos completó con éxito un total de 72 de los 78 lanzamientos, mientras que Rusia logró realizar 21. China intentó 64 lanzamientos y logró 62.

Los lanzamientos pusieron en órbita satélites tanto civiles como militares. En cuanto a los satélites relacionados con la defensa, China encabeza la lista con 45 lanzamientos, frente a los 30 de Estados Unidos y los 15 de Rusia. De los 700 satélites operativos de China, actualmente hay 347 dedicados a fines militares, 35 de los cuales han sido lanzados en los últimos seis meses.

El ejército chino dispone de láseres para atacar satélites e inhibidores para inutilizar el GPS y las comunicaciones. Una tecnología les permitiría incluso desviar la trayectoria de un satélite.

Para destruir satélites enemigos, dispone de satélites kamikaze, pero también de Asat (actividades antisatélite) y misiles balísticos modificados para derribar objetivos en el espacio. Sólo cuatro países han probado ya estas municiones: Estados Unidos, China, Rusia e India. En 2021 un informe del Pentágono afirmaba que Pekín dispone de un arsenal antisatélite que amenaza a los satélites en órbita terrestre baja.

Estados Unidos asegura que ha detectado maniobras hostiles chinas en el espacio. El satélite chino TJS-3 lanzado en 2018 se desplazó a la deriva por el cinturón geoestacionario, deteniéndose para observar de cerca primero los satélites estadounidenses, USA 233 y 298. Dedicados a las comunicaciones militares, proporcionan inteligencia no solo a Estados Unidos, sino también a Reino Unido, Países Bajos, Canadá y Australia.

Ante el Senado Saltzman también se refirió a los activos espaciales rusos. Menos capaces que los chinos, supondrían una amenaza “aguda” de ataque o perturbación para los satélites estadounidenses.

Según el general, China y Rusia apuntan a las vulnerabilidades potenciales de Estados Unidos para eliminar la ventaja estadounidense en el espacio. “Esperan que el espacio sea la clave de la guerra del futuro al permitir ataques de precisión de largo alcance. Estos Estados buscan la superioridad inutilizando las comunicaciones y los sistemas de navegación espacial del adversario”, afirmó.

Para mantener la superioridad espacial estadounidense, Saltzman pidió un presupuesto de 30.000 millones de dólares para el año que viene, un aumento de casi 4.000 millones respecto al actual. “Frente a China, debemos mantener una ventaja tecnológica y ser capaces de defender nuestros intereses vitales”, concluyó Saltzman.

(*) https://planet4589.org/space/papers/space22.pdf

Científicos rusos encuentran una forma de crear un nuevo tipo de electrónica

Un equipo de investigadores del Instituto de Física y Tecnología de Moscú (MIPT, por sus siglas en inglés) que estudiaron las propiedades de un material ampliamente investigado en el mundo, el grafeno bicapa, encontraron la forma de crear un nuevo tipo de dispositivos electrónicos, informó el Ministerio de Ciencia y Educación Superior a Sputnik.

Se trata de interruptores de alta velocidad y bajo consumo energético, sensores químicos y biológicos, así como detectores de radiación que no podrían crearse con semiconductores convencionales.

La base de toda la electrónica semiconductora moderna es la llamada unión p-n, la interfaz entre dos semiconductores de diferentes tipos de conductividad. Para los electrones, esta unión constituye una barrera energética. La presencia de una barrera de paso para los electrones en una unión p-n determina su función principal en la electrónica: es una unión unidireccional y la corriente solo puede fluir en ella con una polaridad de la tensión aplicada.

En la década de 1960 se descubrió que las uniones p-n también pueden transportar corriente por efecto del tunelaje cuántico, es decir, por la fuga de electrones a través de la barrera de energía. Estos dispositivos, los diodos túnel, se utilizaron en electrónica de baja potencia.

No se puede prescindir de nuevos materiales en los que los electrones no encuentren obstáculos en su camino. Uno de esos materiales resultó ser el grafeno bicapa, una modificación bidimensional del carbono formada por dos capas de grafeno muy próximas entre sí.

Pero el mecanismo del flujo de corriente en las uniones p-n basadas en el grafeno bicapa no está claro desde hace tiempo. Los científicos del laboratorio de optoelectrónica bidimensional del Centro de Fotónica y Materiales Bidimensionales del MIPT lograron responder a esta pregunta. En sus experimentos, llegaron a la conclusión de que en este material domina la conductividad de tipo túnel cuántico.

"La situación que hemos descubierto resulta muy prometedora para la electrónica. En primer lugar, en el grafeno tenemos una gran movilidad de electrones, lo que permite crear dispositivos semiconductores rápidos. En segundo lugar, tenemos la naturaleza túnel del transporte y esto da la posibilidad de controlar las corrientes a bajos voltajes, es decir, la eficiencia energética. Esta combinación de velocidad y eficiencia energética no podría lograrse en la electrónica basada en materiales semiconductores 'clásicos'", afirma Dmitri Svintsov, jefe del Laboratorio de Optoelectrónica Bidimensional del MIPT.

Según los autores del trabajo, descubrieron que el efecto, entre otras cosas, es importante para la introducción del grafeno bicapa en la electrónica digital: el efecto túnel en el grafeno bicapa no solo detectará la radiación sino también trazas de compuestos químicos y biológicos, es decir, actuará como un sensor químico y biológico sensible.

Este trabajo ha contado con una subvención de la Fundación Científica Rusa y el Ministerio de Educación y Ciencia de Rusia. Los resultados se publicaron en la prestigiosa revista científica internacional Nano Letters.