El sistema de armas de fabricación estadounidense Himars se ha vuelto "cada vez menos eficaz", aseguró una fuente a la cadena CNN. Según los expertos militares, las Fuerzas Armadas rusas logran desbarrotar los misiles con mayor frecuencia utilizando interferencias electrónicas.
Redacción
El sistema de armas de fabricación estadounidense Himars se ha vuelto "cada vez menos eficaz", aseguró una fuente a la cadena CNN. Según los expertos militares, las Fuerzas Armadas rusas logran desbarrotar los misiles con mayor frecuencia utilizando interferencias electrónicas.
Según las fuentes de la cadena en los Ejércitos de EEUU, Reino Unido y Ucrania, los militares rusos han estado utilizando técnicas de interferencia en los últimos meses para desviar las municiones guiadas por GPS de los lanzacohetes múltiples Himars suministrados por Estados Unidos.
Un operador de drones ucraniano que fue citado, señaló que las interferencias impuestas por los militares rusos eran "significativas", y eso fue algo que no había visto antes del pasado noviembre.
Por su parte, un oficial del Pentágono describió el proceso de búsqueda de nuevas formas de combatir los esfuerzos de Rusia por desviar el curso de los cohetes como "un juego constante del gato y el ratón" y no está claro hasta qué punto este juego es sostenible a largo plazo.
Otro alto funcionario del Pentágono añadió que EEUU ha estado ayudando a los ucranianos a luchar contra el bloqueo mediante el ajuste de software de guiado y "ajustes constantes para que sigan siendo eficaces."
Mientras, un agente militar británico tuvo que admitir el cambio considerable de los requisitos, la formación y los equipos complementarios a medida que han evolucionado las interferencias electrónicas de Rusia.
Al mismo tiempo, las fuentes entrevistadas por el medio estadounidense destacan que estas interferencias radioelectrónicas afectan no solo a los proyectiles de los Himars, sino también a los módulos JDAM de las bombas lanzadas desde aeronaves y los proyectiles de artillería guiados Excalibur.
El Himars, que puede atacar objetivos a una distancia de hasta 80 km, es uno de los sistemas de armamento más sofisticados que Estados Unidos ha proporcionado a Kiev desde que Moscú lanzó su operación militar en el Estado vecino en febrero de 2022.
Según el Pentágono y el Departamento de Estado, el país norteamericano ha destinado 38 sistemas Himars a Ucrania desde que estalló el conflicto.