Hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, los líderes estadounidenses tenían planes de usar su arma atómica recién desarrollada no contra la Alemania nazi o Japón, sino principalmente para destruir la Unión Soviética. Un nuevo documental, A Compassionate Spy, cuenta cómo se evitó esa abominación contra la paz mundial.
Finian Cunningham
Finian Cunningham
Hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, los líderes estadounidenses tenían planes de usar su arma atómica recién desarrollada no contra la Alemania nazi o Japón, sino principalmente para destruir la Unión Soviética. Un nuevo documental, A Compassionate Spy, cuenta cómo se evitó esa abominación contra la paz mundial.
En esta entrevista, el galardonado periodista Dave Lindorff, quien coprodujo la película, revela el trasfondo y los detalles angustiosos de esta historia de espías poco conocida.
Un joven físico estadounidense llamado Ted Hall evitó la traición de los EE. UU. contra su supuesto aliado de la Segunda Guerra Mundial al darle a la Unión Soviética los planes ultrasecretos para construir la bomba. Hall estaba trabajando en el Proyecto Manhattan. Al dar a los soviéticos los secretos de las armas atómicas, Ted Hall consideró que la paridad nuclear evitaría un ataque preventivo de Estados Unidos contra Rusia.
Comprender la política internacional de esa época y el fascismo apenas disimulado dentro del liderazgo de los EE. UU. es crucial para comprender cómo surgió la Guerra Fría. También explica la actual enemistad implacable de los Estados Unidos hacia la Rusia postsoviética.
Es un hecho estremecedor que solo una potencia nuclear en la actualidad, Estados Unidos, continúe negándose a descartar oficialmente un "ataque nuclear de primer golpe". Rusia y China declaran oficialmente que solo usarían armas nucleares en una acción de represalia o si se enfrentaran a una amenaza existencial de armas convencionales.
La historia de Ted Hall nos cuenta cómo la paz mundial estuvo y sigue estando amenazada por la arrogancia imperialista estadounidense y una monstruosa prerrogativa autodecretada para usar unilateralmente armas de destrucción masiva (ADM).
El control integral de armas y eventualmente librar al planeta de armas de destrucción masiva solo se puede lograr a través de negociaciones genuinas basadas en principios de igualdad. El liderazgo estadounidense nunca se ha adherido a tales principios.
El conflicto en curso en Ucrania entre el bloque de la OTAN liderado por Estados Unidos (usando su proxy de Kiev) y Rusia tiene el potencial de pesadilla para convertirse en una catástrofe nuclear de proporciones que acaban con el mundo. Las potencias nucleares se ven arrastradas a una confrontación abierta y directa, mientras que una mentalidad occidental antirrusa repudia cualquier tipo de resolución diplomática para la paz y la seguridad a más largo plazo.
La película de Dave Lindorff, A Compassionate Spy, explica gran parte de por qué el mundo se enfrenta a una situación abismal en la actualidad. Pero a través de una comprensión adecuada de lo que proporciona, podría haber una forma pacífica de avanzar.
Sin embargo, solo si aquellos del lado estadounidense realmente comienzan a comprender cómo sus líderes imperialistas y militaristas siempre han amenazado al mundo.