Yarisley Urrutia
La escasez es producto de las obligaciones contraídas ante la OTAN y por los envíos a Ucrania, explican a Sputnik los analistas consultados. Se han aprobado partidas de cientos de millones de euros para comprar munición de 155 y 105 mm. El Gobierno lo justifica por "los compromisos y las necesidades surgidas en el actual contexto internacional".
El constante
envío de armamentos a Ucrania está ocasionando un impacto muy sensible en los arsenales de los países miembros de la alianza atlántica, donde la capacidad de reposición se muestra insuficiente. Es decir, la industria militar no repone armamentos al mismo ritmo con el que se envían al país eslavo.
En esta situación, la OTAN exhorta a incrementar la producción de armamentos, también con motivo de su exigencia de marcar unos presupuestos de Defensa equivalentes, como mínimo, al
2% del PIB nacional de aquí a 2029. Como resultado, se incrementan las partidas aprobadas por la vía extraordinaria para comprar material bélico.
En el caso de España, en las sucesivas reuniones del Consejo de Ministros desde mediados de septiembre, se ha acordado dedicar 4.182,5 millones de euros a diversas necesidades de Defensa. Solo en munición de artillería del Ejército de Tierra, la cifra asciende a 667 millones. Otros 861,5 se destinarán a sistemas lanzacohetes y misiles antitanque.
Estas adquisiciones se realizan a futuro, pues no se incluyen en ninguna partida presupuestaria inicial. "En el presupuesto de Defensa para 2023 no hay partidas para adquirir lanzacohetes y munición de artillería de 105 y 155 mm", detalla a Sputnik Juan A. Aguilar, director del portal de análisis internacional Geostrategia.es, que recuerda que el presupuesto total asciende a unos 12.825 millones de euros y no ha dado cabida a este material.
"El gasto corriente, los gastos de personal y el costo de las operaciones en el exterior, suponen aproximadamente 7.900 millones. Y los 4.900 millones restantes están especificados como proyectos de desarrollo y modernización del caza Eurofighter 2000, del avión de transporte A400M, el submarino S-80, los
patrulleros oceánicos BAM [buque de acción marítima], el programa F110 de las fragatas y el vehículo 8x8 VCR de infantería", explica.
Proyectiles de los que se usan en Ucrania
Son varios los acuerdos marco suscritos para la adquisición de "munición de artillería de campaña", "munición de rango extendido" y "granadas de mortero". Los contratos de cuantía más elevada corresponden al mismo tipo de munición: proyectiles de 155 milímetros. De ellos, el aprobado el 10 de octubre asciende a 345.447.712 euros y atiende a la munición de rango extendido, la que alcanza objetivos a más de 40 km de distancia. Anteriormente, el día 3, el Consejo de Ministros ya había autorizado dedicar 150.021.480 euros a estos mismos proyectiles.
El Gobierno de España justifica la inversión "dados los compromisos y las necesidades surgidas en el actual contexto internacional" y porque debe "mantenerse a disposición de la NATO Reaction Force (NRF) una unidad de obuses de calibre 155 mm, para ser proyectada a cualquiera de los escenarios de operaciones en la que se encuentre desplegada", tal y como se afirma en la referencia del Consejo de Ministros del 10 de octubre.
Los suministros aprobados también incluyen munición de calibre 105 mm. El volumen del acuerdo marco se eleva a 75,9 millones de euros. La lógica de la adquisición es su necesidad para el "cumplimiento de misiones" y cometidos comprometidos en el ámbito de la NRF. Asimismo, se busca "mantener unos niveles adecuados de instrucción y adiestramiento". Ambos calibres son utilizados profusamente por el Ejército ucraniano.
3.000 euros por proyectil
El gasto en material bélico contemplado en la referencia del Consejo de Ministros del 10 de octubre supera los 1.100 millones de euros en total.
"Es una cantidad importante, casi un 10% de gasto extraordinario respecto al presupuesto", advierte Juan A. Aguilar, que especifica el costo de cada proyectil y recuerda que en las maniobras del Ejército de Tierra apenas se dispara "media docena" de proyectiles "porque es caro y aquí no nos podemos permitir el lujo de tener almacenados millones de proyectiles".
"Cada proyectil de 105 mm cuesta unos 900 euros, así que la partida daría para adquirir unos 85.000. Los de calibre de 155 mm cuestan 3.000 euros cada uno, la partida da aproximadamente para comprar 115.000. Es una cantidad importante para los estándares españoles, que nunca han tenido un arsenal muy grande". Juan A. Aguilar. Director de Geostrategia.es
También misiles y cohetes
Para hacer frente a la "obsolescencia de los sistemas utilizados hasta el momento", España compromete 285 millones de euros a la compra de 168 sistemas de misiles contra carro Spike LR2. Y se dedican otros 576,4 millones a la adquisición de un sistema lanzacohetes de alta movilidad (SILAM) de largo alcance (más de 300 km).
La razón de su obtención es dotar al Ejército de Tierra de "nuevas capacidades" y cumplir con "los compromisos adquiridos por España en el marco de la OTAN". Cabe recordar que, aparte de enviar material bélico a Ucrania, España ha adiestrado en las instalaciones del Ministerio de Defensa en Toledo y Zaragoza a más de 2.000 militares ucranianos en técnicas de combate y en el manejo de estas y otras armas,
como los tanques Leopard.
Como resultado, los arsenales del Ejército de Tierra deben estar escasos de existencias. "Y no queda más remedio que reponerlos porque, además, así lo exige la OTAN", admite Juan A. Aguilar. A su juicio, es muy posible que se estén llevando a cabo labores de inventariado urgentes, "para ver qué más se le puede enviar a Ucrania".
"De modo que verán que los niveles de almacenaje están muy bajos. Esto es lo que justifica las partidas que se están aprobando para el Ministerio de Defensa", concluye Juan A. Aguilar.
La artillería de campaña es un armamento recurrente en el conflicto de Ucrania, donde
los duelos artilleros son frecuentes en la tarea de desgastar al enemigo y en aras de obtener ventajas posicionales y estratégicas.
Según informa el medio Infodefensa, el Ministerio de Defensa ya en mayo acordó con la compañía Expal la ejecución de pedidos de munición de 155 mm por valor de más de 45 millones de euros. Esta misma empresa y la Fábrica de Municiones de Granada (FMG) son las principales candidatas a obtener la licitación final. Ambas están funcionando casi al límite de su capacidad.