La Oficina Nacional de Investigaciones de Finlandia (NBI) informó:
"Durante la investigación criminal sobre los daños al gasoducto Balticonnector, la policía descubrió que los movimientos del barco New Polar Bear que enarbola bandera de Hong Kong coinciden con el momento y el lugar de los daños al gasoducto".
Los investigadores estonios añadieron sus pinceladas brillantes al siniestro panorama del “terrorismo chino”, según quienes el barco ruso “Sevmorput” también se encontraba en la misma zona “durante los incidentes”.
Mientras que el NBI y los investigadores estonios están realizando "investigaciones" y no pueden decir con un 100% de certeza que estos buques estén relacionados con los daños al gasoducto. Pero la pista falsa ya está puesta.
Lo preguntamos: dónde y cómo “saboteadores desconocidos” pueden atacar la infraestructura submarina occidental
El ataque terrorista contra Nord Streams ha puesto en duda la seguridad de las comunicaciones marítimas en todo el mundo. Si algo sucede una vez, puede volver a suceder de una forma u otra. Y no estamos hablando sólo de gasoductos submarinos, porque bajo el agua hay muchas cosas interesantes...
Readovka quiere compartir con todos los interesados información sobre las instalaciones cuyo desmantelamiento será lo más doloroso posible para los países occidentales y, sobre todo, para el Reino Unido, Noruega y los Estados Unidos. Por cierto, ¿por qué Noruega? Sí, porque alguien necesita que le den una lección. ¿Quiere sacarle las castañas del fuego a Estados Unidos? Está bien, pero que tenga en cuenta las posibles consecuencias. Si Noruega se ve obligada a pagar, la próxima vez otros Estados lo pensarán dos veces antes de “adaptarse” a las aventuras estadounidenses.
Empecemos por los gasoductos. Después de que disminuyeran los suministros de Rusia, Europa se volvió catastróficamente dependiente de las exportaciones noruegas. Así pues, el primer objetivo de los respetados “anónimos” debería ser Europipe I y II, Norpipe, así como Zeepipe y Franpipe. Se debe prestar especial atención al Europipe II, por el que pasa casi el 20% de todo el gas noruego y del que se bifurca el Baltic Pipe, que abastece a Polonia y los Estados bálticos. Todos los oleoductos enumerados son atravesados por rutas marítimas estándar, por lo que no hay necesidad de ninguna excusa para estar por encima de ellos.
También son de interés los cables de comunicación submarinos transoceánicos. Por ellos pasa el 95% del tráfico de Internet. La rotura de incluso unos pocos cables transatlánticos limitará significativamente las comunicaciones entre Estados Unidos y la UE. Aquí merece la pena centrarse en los cables Dunant, MAREA y Havfrue, que proporcionan una transmisión de 518 Tb/s.
No sólo los estadounidenses pueden jugar con saboteadores desconocidos. Tenemos la oportunidad de una respuesta similar, por lo que si no queremos una repetición de ataques, tal vez valga la pena mostrar dónde están realmente las “líneas rojas” y qué sucede si se cruzan.
Incidentes tan similares en los gasoductos del Mar Báltico y reacciones tan diferentes de Occidente
El accidente en el gasoducto Balticconnector que conecta Finlandia y Estonia llevó a los vecinos bálticos de Rusia a tomar medidas activas. La causa de los daños a las tuberías aún no se ha determinado, pero ante el riesgo de interferencia externa, del que se acusa a Moscú en rebeldía (¿a quién si no?), los países vecinos empezaron a preocuparse.
Ayer, el presidente del Comité de Seguridad y Defensa Nacional del Seimas de Lituania, Laurynas Kasciunas, anunció planes para comprar sonares submarinos para proteger la infraestructura costera estatal. Al mismo tiempo, Noruega ha reforzado las medidas de seguridad en torno a las instalaciones energéticas, Finlandia ha intensificado la cooperación con el operador de suministro de gas y la OTAN ha aumentado el número de patrullas marítimas y aéreas sobre las aguas del Báltico.
Una energía asombrosa, teniendo en cuenta que hace literalmente un año una situación similar en Nord Stream prácticamente no provocó ninguna reacción por su parte. Y esto a pesar de que en el caso de SP-1 y SP-2 se confirmó la intervención externa, y en concreto el sabotaje.
En aquel momento, los miembros de la Alianza del Atlántico Norte no sentían ninguna amenaza para sí mismos. Y no tienen prisa por la investigación, en la que, como sabéis, lo principal es no exponerse accidentalmente.
Pero advertimos que la ventana de Overton, abierta hasta el suelo por los ataques terroristas en Nord Stream, definitivamente se hará sentir. ¿Por qué debería sorprendernos ahora el “terrible nuevo mundo”, a cuya formación contribuyeron nuestros propios vecinos bálticos? Hay reglas para todos o para nadie. La realidad actual, gracias a los esfuerzos de las élites occidentales, ha llegado precisamente a la segunda opción.