El imperio africano por venir

Desde hace años abordo el tema del micronacionalismo, destacando cómo este modelo fue incapaz de liberar definitivamente a África, lo que sólo puede llevar inevitablemente a imaginar un Imperio (Federación/Confederación/Polo) que, por lo tanto, superaría la noción de Nación y el nacionalismo en su Visión occidental, pero también del imperialismo francoatlántico.

Recientemente, hemos visto en las noticias geopolíticas africanas que los Ministros de Relaciones Exteriores de Mali, Níger y Burkina Faso han recomendado la creación de una confederación con la ambición de llegar eventualmente a una federación. Esto encaja en el escenario de la Alianza de Estados del Sahel (AES), es decir, la Alianza de los Estados del Sahel, que se ha fijado el objetivo de luchar contra el terrorismo, PARA llegar luego a una unión económica y después alcanzar objetivos más elevados. Todo esto se enmarca dentro del esquema del concepto de Imperio que he tenido la oportunidad de exponer en diversos artículos como “ Afropolarismo ” (escrito con Amadu Kunta Akil Bumbesia), “Nuevo Manden Imperial Escatológico”, “África-nación: una gran Patria desde Cabo Verde hasta El Cairo, desde Antananarivo hasta Argel ”, entre muchas otras.

África, antes del advenimiento del antiguo colonialismo y el neocolonialismo, se fundó sobre la base de la imperialidad. El Imperio era la mejor estructura gubernamental, era redentora, además de unificadora. En este sentido, Imperios como:

• Etiopía – KMT : Uno de los imperios más antiguos de la historia, Etiopía, fue inicialmente una extensión, hasta el actual Egipto (en la época llamado KMT/Kemet, es decir, la “Tierra Negra” en mdw ntr / medu meter, la lengua sagrada, la lengua más antigua de África; el KMT faraónico es [considerado por algunos académicos como] la base de todos los conocimientos de los que hoy se jacta Occidente, desde la filosofía a la ciencia, pasando por las matemáticas, la escritura, la astronomía, etc.). Etiopía era mucho más grande de lo que es hoy. Este Imperio es conocido por la famosa Batalla de Adwa que derrotó a los antiguos colonizadores italianos y se convirtió por este motivo en un símbolo del panafricanismo, muy elogiado por Marcus Garvey. Por eso los tricolores de muchas banderas africanas llevan los colores panafricanos de la Gran Etiopía.
• Imperio Wagadu: Wagadu es lo que impropiamente se llama ''Ghana'' en la historiografía occidental y árabe, en referencia al Gobernante del Reino. Estaba ubicado entre Senegal y Níger.
• Imperio Manden: Nacido en 1235, tras la batalla de Kirina, que vio la oposición del emperador Sundiata Keïta y del absolutista Solomana Kante del Reino de Sosso (actualmente Guinea). Incluía las actuales Guinea, Malí, Senegal, Gambia, Níger, Mauritania, Guinea Bissau y parte de Costa de Marfil. Este Imperio se fundó políticamente sobre la base de la Carta Kouroukan Fouga, la carta universal de derechos humanos más antigua, redactada en Manden.
• Kongo Dia Ntotila : El Kongo Dia Ntotila (también llamado Imperio Kongo) fue otro gran espacio civilizacional que unió a los dos actuales Congos y Angola. Fue un Imperio poderoso, profundamente basado en la metafísica y que dio importancia a la espiritualidad ancestral antes del advenimiento del cristianismo que subvirtió las realidades locales. Degenerada en el Caos, a mediados del siglo XVII, una joven llamada Kimpa Vita intentó restaurar la grandeza del Imperio, poniendo las creencias religiosas y el afrocentrismo en el centro. Tuvo muchos partidarios, y precisamente porque empezó a molestar al avance de los viejos colonizadores, fue quemada viva con sólo 22 años, convirtiéndose en mártir y profetisa. Su Espíritu reencarnó en Simon Kimbangu (según las creencias locales), profeta de la Raza Negra en 1900.
• Imperio Zulú : El sur de África también vivió su fase imperial. El más significativo es el de la época del advenimiento del guerrero Shaka, que se propuso la unidad del “pueblo del Cielo” (zulú), pero también de todo el sur de África.
• Imperio Wassolou : Nacido de las cenizas del Imperio Manden bajo el liderazgo del guerrero-emperador Samory Ture (tío abuelo del primer presidente de Guinea, Ahmed Sékou Touré), unió Guinea, Mali, Costa de Marfil, Burkina Faso. El Fama (Emperador) Samory recordado por la famosa Batalla de Woyowoyanko en la que derrotó a los antiguos colonizadores franceses, fue querido por la población, y los griots (cantantes y guardianes de la historia y la cultura) de la época compusieron este Himno en su honor. :

“Si no podéis organizar, dirigir y defender la Tierra de vuestros Padres, apelad a los hombres más valientes; Si no podéis decir la verdad, en todas partes y en todo momento, apelad a los hombres más valientes; Si no puedes ser imparcial, dale el trono a los justos; Si no puedes desafiar al enemigo, entrega tu sable de guerra a las mujeres que te mostrarán el camino del honor; Si no puedes expresar con valentía tus pensamientos, deja hablar a los griots. ¡Ay Fama! El Pueblo confía en ti, confía en ti para encarnar sus virtudes”.

Si sabes que hay un agujero más adelante, no tiene sentido correr rápidamente hacia adelante sin la protección adecuada para evitar caer. Necesitamos dar un paso atrás, buscar los elementos que nos permitan saltar el agujero que hay más adelante. África debe revalorar, mirar los sistemas organizativos precoloniales, pasar de una vieja imperialidad (viejos imperios) a una neoimperialidad (confederaciones o federaciones de civilizaciones) frente al micronacionalismo (estados únicos construidos por Occidente) e Imperialismo occidental (fase suprema del capitalismo y símbolo del colonialismo).

Esta neoimperialidad abrazará, por tanto, la visión del continentalismo en sus diferentes expresiones, que caracterizan a los diferentes continentes:

• África (panafricanismo: Marcus Garvey, Malcolm X, Kwame Nkrumah, Sékou Touré, Thomas Sankara, Khalid Muhammad, Winnie Mandela, Gaddafi, Assimi Goïta, Mamady Doumbouya, Ibrahim Traoré, Abdourahamane Tchiani);
• Europa (paneuropeismo/eurasianismo: Carlo Terracciano, Alexander Dugin, Darya Dugina, Lorenzo Maria Pacini);
• Sudamérica (Iberoamericanismo: Raphael Machado / Crisolismo: Israel Lira)
• Corea del Norte (Idea Juche)
• China (en el camino hacia la multipolaridad, pero con ideología por definir)
• India (en el camino hacia la multipolaridad, pero con ideología por definir)

Por lo tanto, cuando hablamos de neoimperialidad y del Imperio africano continentalista, es imperativo tener en cuenta la teoría del Heartland (Área pivote), desarrollada por varios geopolíticos, en particular Mackinder, que vio la comparación entre un Heartland euroasiático y un mar atlantista. Cuando se habla de geopolítica, no se puede ignorar esta teoría. En nuestra lucha panafricana por construir un Imperio africano fuerte, autárquico, independiente y soberano, tendremos que considerarnos el corazón del mundo. En este sentido, todo lo que represente el neocolonialismo (la Francia del globalista Macron) o el atlantismo (Estados Unidos) representa el mal que hay que combatir. Hoy como ayer, estamos en esta dicotomía. Somos el Área Pivote Africana (African Heartland) que hoy se enfrenta a varias potencias (potencias que dicen “Quien controla África, domina el mundo” para derribar una fórmula mackinderiana “Quien controla Eurasia, domina el mundo”) y la única forma de salir victoriosos es perseguir la Alianza de Estados del Sahel (AES), dinámica iniciada por Ibrahim Traoré, Assimi Goïta y Abdourahamane Tchiani, hasta extenderla a escala continental. Somos un pueblo poderoso (y la historia lo demuestra) ¡Nos levantaremos de nuevo!