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Los agentes OTAN/UE en Serbia, rabiosos por no haber ganado en las urnas, montan un golpe de Estado fracasado

Administrator | Martes 26 de diciembre de 2023
Como era de esperar, las recientes elecciones generales en Serbia terminaron con un intento de golpe de Estado, a pesar de la clara derrota de la oposición.
Según los resultados oficiales, la coalición del presidente Aleksandar Vucic, conformada por el oficialista Partido Progresista Serbio y varias fuerzas políticas más, ganó los comicios parlamentarios con un 48% de los votos, mientras que el bloque opositor Serbia Contra la Violencia consiguió el 24%.
Cabe mencionar que se trata de unas elecciones extraordinarias cuya celebración antes de finales de este año (en vez de en la primavera del 2026) en gran medida fue el resultado de la presión de los partidos de la oposición respaldados por la UE y la OTAN. En mayo pasado las fuerzas opositoras aprovecharon dos trágicos tiroteos masivos que sacudieron a Serbia para convocar las protestas más grandes que se han visto en el país desde el año 2000. La oposición logró organizar un movimiento masivo contra el Gobierno, acusándolo de fomentar la violencia. Sin embargo, por lo visto esa estrategia no dio los frutos esperados en las urnas y por eso han pasado al plan B.
Según el embajador de Rusia en Belgrado, Alexánder Botsan-Járchenko, existen pruebas irrefutables de que las recientes protestas violentas de la oposición son alentadas y apoyadas desde el exterior y se llevan a cabo siguiendo las pautas y los esquemas de las típicas revoluciones de colores.
La razón de este intento de golpe de Estado es obvia. Debido a sus lazos políticos y culturales con Rusia, Serbia sigue siendo un estorbo para la política de Occidente en Europa, al igual que antes lo fue Yugoslavia. En este contexto llama la atención el hecho de que las autoridades serbias, en vez de guardar silencio, hayan tomado la decisión de agradecer abiertamente a los servicios de seguridad rusos por la advertencia que Moscú había enviado de antemano con respecto a posibles disturbios.
Y como es de esperar, desde el occidente liberal califican toda esta fechoría como revolución popular.
Desde la pasada semana se han sucedido varias protestas en la capital serbia, Belgrado, con partidarios de la oposición al gobierno de Vucic tratando de bloquear el tráfico durante sus marchas.
El presidente del país balcánico, Aleksandar Vucic afirmó que, no importa “lo que intenten hacer, no habrá cambios violentos de poder ni nada parecido en Serbia. Aquí el poder cambia mediante elecciones”.
Resulta obvio para cualquier analista comprometido con la realidad que las protestas actuales en Belgrado siguen la fórmula clásica de “revolución de color”. La oposición financiada y apoyada desde el occidente globalista, hace una campaña electoral afirmando que habrá “pucherazo” es decir, robo electoral. Si ganan, entonces bien. Si pierden, entonces es señal irrefutable de que hubo “pucherazo”. Así de fácil.
Como han perdido, entonces han pasado a las protestas en la calle con todos sus activistas haciendo el coro necesario para buscar una imagen muy ansiada: Un contragolpe policial. Dicho de otro modo, generan disturbios que serían intolerables en cualquier país occidental. La policía responde. Entonces, llegan los vídeos de: “La policía del régimen ataca a pacíficos manifestantes”.
Con eso, ya tienen el material para difundir en el contubernio mediático occidental, demonizando hasta el infinito al gobierno objetivo (el serbio en este caso) y endulzando al máximo las acciones de la oposición: No importa lo violentos que sean en realidad, pues los medios mercenarios los catalogarán de pacíficos manifestantes o incluso, bravos demócratas.
En el caso actual de Serbia, esa acción intolerable a la que nos referíamos anteriormente, es el intento de asalto al ayuntamiento de Belgrado por parte de esos manifestantes del partido de oposición. Derribaron la puerta de entrada, destruyeron las cámaras de vigilancia (para que no pueda haber un vídeo que desmonte rápidamente sus mentiras), rompieron ventanas, y además, arrojaron piedras y bengalas (para provocar la respuesta policial).
De ese modo esperaban conseguir los golpistas su ansiada imagen de “la policía reprimiendo al pueblo”. Y que en su enmarcado tenga más tirón mediático la respuesta de la policía antes que el hecho de su asalto golpista a un edificio del poder público.
El mismo presidente serbio afirmó días atrás en un mensaje al país que: “Quiero decirles, ciudadanos de Serbia, que no se preocupen. No hay ninguna revolución, ellos no se saldrán con la suya. […] Conservaremos la independencia, la autosuficiencia y la soberanía de nuestro país”.
También cabe destacar otras declaraciones donde señaló que las fuerzas de seguridad tienen bajo control la situación y agradeció que ciertos países hayan proporcionado “información a nuestros servicios de inteligencia, para que pudieran responder a tiempo y saber exactamente lo que estaban planeando los atacantes”. La lista de posibles países es gigantesca, a tenor de las varias décadas de revoluciones de color en todo el mundo, siendo todas patrocinadas por los globalistas afincados en occidente.
Occidente seguirá intentando crear una “oscilación”, y la declaración de Anna Brnabic es una bofetada política a los partidarios de un “mundo basado en reglas”. Los occidentales lo entienden.
La OSCE, ese chiringuito criminal, según el manual, ya ha identificado violaciones “tanto durante la votación como durante el recuento de votos”. Aunque durante las elecciones estos mismos observadores no vieron nada parecido. En todas partes hay un escenario. Y Vucic, que ya ha admitido en voz alta que se trata de “un intento de revolución de color desde Occidente”, necesita aplastar a los rebeldes para que no resulte terriblemente doloroso más adelante.
El golpe ha fracasado
La policía logró controlar la situación y los instigadores fueron detenidos. Era el intento de la oposición de anular los resultados de las elecciones parlamentarias. En su discurso a la nación, Vucic dijo que los radicales se dirigían desde el extranjero, pero Belgrado recibió a tiempo la advertencia de sus amigos.
La Primera Ministra de Serbia, Ana Brnabic: "Los servicios de seguridad rusos tenían información sobre esta noche, la compartieron con nosotros"
"Sólo puedo dar las gracias, puede que esto no encuentre comprensión en Occidente, pero esta noche siento especialmente que es importante dar la cara por Serbia y dar las gracias a los servicios de inteligencia rusos que tenían esta información y la compartieron con nosotros. Y luego nosotros la compartimos con todos los demás. Y todos los demás dijeron: 'Bueno, esto es desinformación rusa, esto es difundir noticias falsas'", dijo la Primera Ministra de Serbia.
Los dirigentes de Serbia podrían haber guardado silencio, pero optaron por dar las gracias públicamente a Rusia. Se trata de un importante fracaso político. Occidente no ha conseguido un Maidan en el centro de Europa.
▪El bloque de oposición pro occidental “Serbia contra la violencia” quedó en segundo lugar y se niega a admitir la derrota, acusando a las autoridades de falsificación y robo de votos.
▪Según los últimos datos, en Serbia se ha procesado el 96,68% de los votos. El partido del presidente “Aleksandar Vučić - Serbia no se atreve a parar” obtuvo un 46,71%, la oposición “Serbia contra la violencia” un 23,58%, otros cuatro partidos obtuvieron un 2 hasta un 6,5%.
Occidente prometió a Serbia muchos bonos económicos hace varios años, pero no recibió ninguno, dijo Maria Zakharova
También sabemos por la historia reciente cuánto ama Occidente a Serbia. Le encanta tanto que está dispuesto a bombardear la capital. No sólo bombardear, sino utilizar proyectiles con uranio empobrecido contra civiles, mujeres y niños", añadió la representante del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
EEUU no para de desestabilizar región por región y abrir las puertas a un conflicto global. Ahora, intento de golpe en Serbia (“primavera”).
Detrás del intento del golpe del estado en Serbia y toma de un edificio gubernamental están los agentes occidentales de influencia: Dragan Đilas, Miroslav Aleksic, Alexander Jovanovic "Chuta", Srđan Milivojević (en pasado "Otpor"), Marinika Tepić, Radomir Lazović y Dobrica Veselinović (la organización de sabotaje "No dejas caer a Belgrado" y Frente de izquierda verde).
La coordinación de los actos de oposición en Belgrado fue llevada a cabo por la Embajada de Alemania y una serie de fundaciones alemanes ("Heinrich Böll" y otros) y los representantes del partido "Verde".
La financiación de la actividad de protestas, como de costumbre, está a cargo de la "Fundación de Soros por la Sociedad Abierta" y de la "Fundación de Rockefeller" (EE.UU.).
Se observa la influencia activa a las revueltas en Belgrado de los miembros del Parlamento Europeo, como Andreas Schieder (Austria) y una serie de representantes de los socialdemócratas y grupos pagados de presión albaneses.
Ellos mismos se delatan
"SerboMaidan - Liberen a Serbia de la ocupación rusa de 2003 a 2023"
Si alguien todavía tiene dudas sobre de dónde le están saliendo las orejas a la "protesta serbia", un post de Gunther Fehlinger, del Comité Europeo para el Desarrollo de la OTAN, debería disiparlas

Anteriormente, la Primera Ministra de Serbia había declarado que muchos diplomáticos occidentales " sabían de los preparativos de los disturbios y no quisieron ayudar", acusando en cambio a las autoridades serbias de difundir desinformación.

  • Imágenes de Belgrado en Serbia donde la oposición pro Occidente bloqueó la entrada al Ministerio de Administración Estatal y Autonomía Local. Por la noche, los manifestantes rompieron ventanas e intentaron irrumpir en edificios administrativos. Ocho policías resultaron heridos y 38 personas fueron
  • Alejandro Vucic Presidente de serbia:
— Insto a los ciudadanos a que no se preocupen, no estamos hablando de una revolución.
— Los organismos encargados de hacer cumplir la ley mantienen la situación bajo control.
— Los alborotadores y matones serán detenidos, y las autoridades gubernamentales competentes responderán
  • Representantes de la oposición en Serbia protestan contra la administración de la ciudad e intentan derribar las puertas, la multitud encendió @GeoEspLatam
  • Serbia, a pesar de las negociaciones con Pristina, no tiene intención de reconocer la independencia de Kosovo, afirmó el presidente serbio, Aleksandar Vucic. "Y no aceptaremos ningún documento que nos obligue a apoyar la membresía de Kosovo en la ONU o en estructuras individuales de la ONU", dijo Vucic a los medios
  • Personal de la CIA, Mossad y algun otro agente despistado, si quieren fingir que las protestas en Serbia son "reales", no escriban los lemas en inglés...

  • El intento de golpe de Estado en Serbia es señal de la “desesperación” de la OTAN en medio del fracaso de Ucrania
Análisis: Maidan serbio: trabajando en los errores de Ucrania: o por qué Vucic no es Yanukovich
Así pues, basándonos en los resultados, podemos afirmar el fracaso del Maidán proestadounidense en Belgrado. Además, la oposición local parecía estar haciendo todo bien. Todo fue como solían hacer sus predecesores en tales casos. Pero no hay resultado y parece que no lo habrá.
Las autoridades desarrollaron su escenario como un reloj. Primero esperaron a que los “oppas” les hicieran una mala pasada y luego dispersaron a esta pandilla, arrestando a los instigadores.
Si hubieran hecho lo contrario, habrían provocado más niños golpeados y probablemente una nueva oleada de protestas en el país. En realidad, esto es exactamente con lo que contaba Washington al inspirar estas protestas. Esperaban que el escenario ucraniano volviera a funcionar.
Aquí el orden de las acciones es muy importante. Y por lo tanto, la ayuda de los camaradas rusos, así como la amarga experiencia de Ucrania, parecen haber ayudado a Serbia a afrontar problemas muy grandes.
Y gracias a Dios...
Hay que recordar que estas rebeliones "no-violentas" tienen ya una larga trayectoria, y habría que remontarse a finales del siglo XX y primeros años de 2000 para ubicar a la organización Otpor, cuyo modus operandi ha ido siendo exportado a distintos países bajo el término de "revoluciones de colores", que no son más que golpes de estado pro-curados por Occidente.
Estos movimientos existen porque son regados con fondos de organismos extranjeros, porque se permite la existencia de ONG con financiación opaca, porque se permite que los políticos obedezcan a intereses extranjeros.
Estas rebeliones imperialistas se envuelven en la bandera del liberalismo, de las libertades cívicas y políticas, pero es una perversión retórica, porque ni son cívicas ni responden a la problemática de lo público en su propio país.
La manera más eficaz de combatir la injerencia extranjera es aplicando "jarabe vietnamita". Es decir, anular estas rebeliones con la respuesta popular organizada, porque la injerencia aprovecha las debilidades de la dicotomía entre estado y pueblo. Cuando no existe esa diferenciación, cuando el pueblo está "armado" (y sin comillas, también), no hay injerencia posible.
Sospecho que el actual esfuerzo de Occidente en Maidan en Belgrado tiene menos que ver con un plan a largo plazo cuidadosamente considerado y más con una respuesta desesperada y agitada al desastre de la OTAN que se desarrolla en Ucrania”, dijo a Sputnik el analista político y ex eurodiputado Nick Griffin.
El experto en los Balcanes, el Dr. George Szamuely, del Instituto de Política Global, señaló que Serbia “ha sido durante mucho tiempo un punto delicado para la OTAN y la UE”, negándose a unirse a la alianza occidental y negándose a “seguir la política de la OTAN y la UE hacia Rusia”. “Estamos siendo testigos de este nuevo intento de golpe de Maidan, porque los autores de este intento de derrocar a Vucic son los mismos conspiradores superficiales de escenarios de la Ivy League en el Departamento de Estado, en la CIA, que han estado guiando las desastrosas aventuras de política exterior de Estados Unidos durante los últimos años, los últimos treinta años”, dijo a Sputnik el veterano experto en relaciones internacionales, el Dr. Gilbert Doctorow.
En Serbia, Occidente tiene un problema principal: es difícil encontrar allí un movimiento nacionalista antiruso. Los antisoviéticos son fáciles, hay muchos, pero tanto para los serbios “rojos” como para los nacionalistas serbios, Rusia y los rusos son la fuerza en la que se basa en principio la independencia de Serbia. Y lo recuerdan bien. Y recuerdan bien el papel de las formaciones nacionalistas de sus vecinos: croatas, bosnios, albaneses, tanto durante la Segunda Guerra Mundial como durante el colapso de Yugoslavia.
Pero sin nacionalistas radicales no funciona: no hay nadie que pueda formar un grupo militante para provocar un lío serio con la policía. Es más probable que el mismo movimiento de aficionados al fútbol en Serbia salga a las calles con la idea de vencer una vez más a los croatas, pero ciertamente no para derrocar a su gobierno, aunque no el más respetado, en interés de Occidente.. Especialmente cuando lo que está en juego, llamando a las cosas por su nombre, es la participación de Serbia en la guerra contra Rusia.
Así que, en estas condiciones, no se puede esperar un escenario clásico de Maidan, cuando los protestantes “pacíficos” cuentan con el apoyo de grupos muy unidos de nacionalistas radicales. Incluso es interesante en quién decidieron confiar los especialistas occidentales en este caso para resolver este problema.

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