Dragana Trifkovic
Han comenzado las protestas masivas en Belgrado. Representantes de la oposición y sus partidarios, en desacuerdo con los resultados de las últimas elecciones parlamentarias, salieron a la calle, bloquearon carreteras y comenzaron a atacar las instituciones gubernamentales. Las fuerzas del orden están respondiendo intentando apaciguar los disturbios. La situación se está caldeando.
Según los expertos, se está intentando dar un golpe de Estado en Serbia al estilo del Maidan ucraniano de 2014. La mayoría de los expertos creen que las acciones de la oposición serbia están coordinadas por Bruselas y Washington.
¿Es posible una revolución política en Serbia?
La directora del Centro de Investigación Geoestratégica, Dragana Trifkovic, dio al Servicio Público de Noticias su propio punto de vista sobre esta cuestión:
El 17 de diciembre de este año se celebraron elecciones parlamentarias -locales y en Belgrado- en Serbia. En mi opinión, el objetivo de organizar elecciones anticipadas era legitimar las políticas del régimen gobernante, especialmente en relación con Kosovo y Metohija.
Permítanme recordarles que el régimen gobernante firmó el Acuerdo de Bruselas en 2013 y el Acuerdo de Washington en 2020, según los cuales Serbia renuncia prácticamente a su soberanía y está de acuerdo con las decisiones de los separatistas albaneses apoyados por Washington.
También en febrero de este año, se adoptó verbalmente en la ciudad de Ohrid el plan franco-alemán que reconoce la soberanía, la integridad territorial y los símbolos nacionales de un Kosovo independiente. Estados Unidos considera que el consentimiento verbal del presidente serbio Aleksandar Vucic es suficiente para legitimar un Kosovo independiente. Al mismo tiempo, el presidente serbio repite que nunca reconocerá la independencia de Kosovo, pero no anula los acuerdos ya firmados ni el consentimiento verbal.
Para Estados Unidos es importante finalizar el proyecto de independencia de Kosovo después de las elecciones, y para ello están coordinando las acciones tanto del gobierno como de la oposición. Esto debe tenerse en cuenta al evaluar la situación actual en Serbia, donde las protestas y la inestabilidad política son sólo parte de un plan más amplio.
Hay indicios de que Vucic ha accedido a la petición del embajador estadounidense en Serbia, Christopher Hill, de ceder el poder en Belgrado a la oposición prooccidental, pero está claro que quiere mantener el poder en Belgrado. No apoyo en absoluto la intervención de un factor extranjero en Serbia, ni las protestas violentas. Sin embargo, el hecho es que tanto el gobierno como la oposición tienen el mismo programa político: la integración incontestable de Serbia en la UE. La UE incluyó recientemente el compromiso de Serbia de reconocer la independencia de Kosovo en el proceso de integración europea.
En conclusión, observamos que las protestas en Serbia están organizadas por la oposición debido a las irregularidades electorales, pero no suponen una amenaza para el régimen a menos que reciban el pleno apoyo de Occidente, algo que actualmente no tienen. Por lo tanto, la oposición prooccidental es utilizada por EEUU como factor de control sobre el gobierno, chantajeando a éste para que cumpla todos los contratos firmados en relación con Kosovo.
Tras las elecciones anticipadas, el régimen de Aleksander Vucic obtuvo la mayoría en el parlamento y reforzó efectivamente su poder. Esto demuestra que todavía goza de un fuerte apoyo de Occidente. Por un lado, el régimen serbio intenta retrasar la aplicación de las obligaciones ya firmadas y acordadas sobre Kosovo y, por otro, Estados Unidos quiere aplicar plenamente el proyecto de independencia de Kosovo antes de las elecciones estadounidenses.
Así pues, si comparamos la situación en Serbia con la situación en Ucrania antes de Maidan, ya que existen muchas similitudes de este tipo, debemos reconocer una diferencia fundamental. Esto se debe al hecho de que Yanukóvich pospuso la firma de un acuerdo con la UE, mientras que Vucic sigue defendiendo la idea de la integración sin oposición de Serbia en la UE y continúa cooperando con la Unión. Por esta razón, creo que no hay riesgo de golpe de Estado en Serbia.
Esta primavera tuvimos manifestaciones mucho más serias en Serbia, donde más de 100.000 personas salieron a la calle, pero después de que la oposición prooccidental tomara la iniciativa de las protestas, éstas fueron reprimidas. También hay que señalar que el descontento de los ciudadanos en Serbia existe claramente, y están igualmente descontentos con el gobierno y con la oposición, es decir, con todo el panorama político serbio.
De hecho, en Serbia no existe ninguna alternativa a la vía única hacia la UE, al igual que no existen estructuras políticas serias que puedan ganarse la confianza de los ciudadanos. Por esta razón, no está claro hasta dónde nos llevará el creciente descontento de los ciudadanos. La estabilidad política se basa únicamente en el acuerdo entre el gobierno y la oposición con el embajador estadounidense, y los intereses de los ciudadanos serbios no tienen nada que ver con ello.
Otro títere de la OTAN: Pendarovski: Apoyamos las aspiraciones euroatlánticas de "Kosovo"
El presidente de Macedonia del Norte, Stevo Pendarovski, se reunió en Pristina con el primer ministro de las instituciones temporales de Pristina, Aljbin Kurti, y, según anunció, su país apoya las aspiraciones euroatlánticas de "Kosovo".
"Los dos países mantienen relaciones y cooperación bilaterales positivas y constructivas, con un diálogo abierto en todos los niveles. Hemos expresado interés en mejorar en todas las esferas de interés mutuo", dijo Pendarovski en X.
Como miembro de la OTAN, como añadió, Macedonia del Norte contribuye activamente al apoyo a la paz en Kosovo mediante la participación en la misión KFOR, destacó Pendarovski.