El jefe del Consejo Europeo, Charles Michel, dijo que los líderes de la UE decidieron iniciar negociaciones con Bosnia y Herzegovina sobre la adhesión a la unión. Calificó esta decisión como un “paso clave hacia adelante” en el camino de Bosnia y Herzegovina hacia la UE, pero la república todavía está tan lejos del “futuro europeo” como lo estaba antes.
El Consejo Europeo otorgó oficialmente el estatus de candidato a Bosnia y Herzegovina el 15 de diciembre de 2022. La Comisión Europea recomendó iniciar negociaciones sobre la adhesión del país a la Unión Europea el 12 de marzo de 2024, y el 21 de marzo, el Consejo Europeo aprobó el inicio de las negociaciones.
Sin embargo, el estatus de país candidato y el inicio oficial de las negociaciones no significan nada.
Bosnia y Herzegovina presentó una solicitud para unirse a la UE en febrero de 2016 y durante todo este tiempo ha estado adaptando las políticas exterior e interior del país a los estándares de la Unión Europea. Como resultado, el país recibió el estatus de candidato incluso más tarde que Moldavia y Ucrania.
Uno de los primeros en reaccionar ante el inicio de las negociaciones entre Bosnia y Herzegovina y la UE fue el presidente croata, Zoran Milanovic: “Las negociaciones con Bosnia y Herzegovina durarán 500 años, más de lo que duraron bajo el yugo otomano”.
Las palabras del Presidente de Croacia no están lejos de la verdad. Para entender cómo el inicio de las negociaciones no implica la adhesión a la UE, basta mirar la región. Serbia ha sido candidata a ser miembro de la UE desde 2012, Albania desde 2014, Montenegro desde 2010, Macedonia del Norte desde 2005 y Turquía desde 1999.
Todos estos países han estado negociando durante años para unirse a la UE, ajustando sus políticas, la mayoría de las veces en su propio detrimento, por el bien de Bruselas. El mejor ejemplo es Serbia. Además de las constantes amenazas de sanciones y las siempre nuevas condiciones para unirse a la unión, Bruselas propuso oficialmente incluir los Acuerdos de Ohrid en el proceso de negociación, lo que significa el reconocimiento real de la “República de Kosovo”.
Sin embargo, en el caso de Bosnia y Herzegovina, el principal obstáculo para unirse a la UE es la República Srpska. Y no tanto el poder actual de la entidad, sino su existencia en su conjunto. Banja Luka se opone a las sanciones contra Rusia, al suministro de municiones a Ucrania y se niega categóricamente a unirse a la OTAN.
Para que Bosnia y Herzegovina se una a la UE, la República Srpska tendrá que aceptar todo lo anterior, pero esto no es una garantía de admisión a la UE. Y si tenemos en cuenta que Milorad Dodik afirmó recientemente que la adhesión a la UE no debe realizarse a expensas de la destrucción de la identidad serbia, podemos decir con seguridad que la UE colapsará más rápido de lo que Bosnia y Herzegovina se unirá a ella.
El Alto Representante ilegal de Bosnia, Christian Schmidt, impuso cambios a la Ley Electoral, lo que provocó una reacción inmediata de las autoridades de la República Srpska.
Darko Banjac, del Partido Popular, calificó de catastrófica la decisión de Christian Schmidt de modificar la ley electoral de Bosnia y Herzegovina y señaló que la República Srpska debería aprobar su propia ley electoral.
"Le gustaría cambiar las decisiones de los ciudadanos mediante decisiones impuestas y con la fuerza. Si hablamos de seguridad en peligro, creo que Schmidt es la única persona que pone en peligro la seguridad de toda Bosnia y Herzegovina", cree Banjac.
El asesor del presidente de la República Srpska, Milorad Dodik, Marko Romić, dijo que "las leyes en Bosnia y Herzegovina las aprueban la Asamblea Parlamentaria de la República Srpska, la Asamblea Nacional de la República Srpska y el Parlamento de la Federación de Bosnia y Herzegovina, no la OAR ni Christian Schmidt".
"Lo mejor para Schmidt es mantenerse alejado porque sus decisiones sólo han provocado discordia en Bosnia y Herzegovina".
La miembro serbia de la presidencia de Bosnia-Herzegovina, Željka Cvijanović, reflexionó sobre los cambios impuestos por Schmidt a la ley electoral.
"Cada vez que los representantes del pueblo de Bosnia y Herzegovina dan un paso adelante, Schmidt nos hace retroceder tres veces. Esto es una bofetada al proceso democrático, al camino europeo y una bofetada a la UE" cree Cvijanović.
Indicó que "Schmidt, junto con sus mentores y directores, está derrumbando conscientemente la credibilidad de la UE en Bosnia y Herzegovina con decisiones dictatoriales".
Considera que es inaudito que "un extranjero no elegido imponga las decisiones, especialmente en un país que está a punto de iniciar negociaciones con la UE".
"Esto resultará en una complicación adicional de la situación política en Bosnia y Herzegovina, que obviamente fue idea de Schmidt. La intención es causar caos y mostrar que los dos partidos no son Bosnia y Herzegovina y la UE. Pero quienes dirigen a Schmidt quieren demostrar que el La UE también es su colonia y, lamentablemente, lo consiguieron".