La revista de atletismo más importante de España (CORREDOR) ha publicado un extenso artículo de Sergio Hernández-Ranera que denuncia contra la política de bloque del Comité Olímpico Internacional y contra el comité organizador de París 2024, por su veto a Rusia y Bielorrusia.
El contenido del artículo es impecable. El autor es claro: “El veto del COI a la participación de Rusia y Bielorrusia entraña y desarrolla una política de doble rasero que además ha terminado por alentar una estrategia que atenta contra principios básicos recogidos en la Carta Internacional de Derechos Humanos de la ONU. La gestión del deporte mundial está más politizada que nunca y atiende ya a una lógica de confrontación de bloques donde los intereses de los deportistas son lo de menos”.
Imagen: De izquierda a derecha, Anne Hidalgo (alcaldesa de París), Thomas Bach (presidente del COI) y Eric Garcetti (alcalde de Los Ángeles hasta 2022).
Como explica Sergio Fernández, “Rusia y Bielorrusia tienen vetada su participación en la cita parisina de manera formal. La primera por la intervención armada de su Ejército en Ucrania, la segunda por prestar su territorio en apoyo de la logística de la invasión. Inicialmente, el Comité Olímpico Internacional (COI), dirigido por el alemán Thomas Bach, propuso un veto total, decisión que aplica por entero a los deportes de equipo (…). Los deportistas rusos y bielorrusos que acreditaran los méritos deportivos pertinentes para su clasificación y que satisfagan todos los criterios antidopaje, quedaban sujetos a una investigación personal intrusiva que determinaba si son aptos para obtener el estatus AIN (Athlète Individuel Neutre) y competir así en representación de sí mismos, sin bandera ni himno nacional”.
¿Qué son esas investigaciones? “Las investigaciones buscaban que los candidatos cumplan los llamados “criterios de elegibilidad” del COI. A tal fin, se escrutaron y se siguen escrutando sus declaraciones públicas y su privacidad en busca de declaraciones, mensajes o gestos de adhesión a la intervención militar en Ucrania. Tampoco debían pertenecer a clubs deportivos vinculados a las Fuerzas Armadas o Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado”. Es decir, espiar y/o interrogar a los deportistas para ver si son “aptos” y, si no lo son, utilizar la represión y conculcar derechos fundamentales,
El organismo encargado de evaluar la elegibilidad de estos deportistas y su personal de apoyo ha sido el Panel de Revisión de Elegibilidad de Atletas Individuales Neutrales. Lo componen Nicole Hoevertsz (Aruba), exnadadora y vicepresidenta del COI, a la sazón la presidenta del panel; el exbaloncestista Pau Gasol (España), representante de la Comisión de Ética del COI; y el extenista de mesa Ryu Seung-min (Corea del Sur), representante de la Comisión de Atletas del COI. Les acompaña como secretaria la francesa Paquerette Girard Zappelli, responsable de Ética y Cumplimiento del COI. El número máximo de AIN que preveía el COI era de 54 rusos y 28 bielorrusos, pero el propio organismo rebajó tal posibilidad a 36 y 22, respectivamente, como mucho. La cifra se ha reducido finalmente a 15 y 16, luego de que varios deportistas rusos, en particular los luchadores, declinaran motu proprio no acudir a París en solidaridad con los compañeros vetados.
Para colmo de la infamia y del desprecio a los valores olímpicos, una vez en París, se vetará la presencia de los AIN en la ceremonia de apertura, a la que no podrán asistir. Más aún, en caso de ganar alguna medalla, estas no se anunciarán en el cómputo oficial. En el fondo, es el asesinato a sangre fría del espíritu olímpico para someterse a los intereses belicistas de la OTAN y sus lacayos.
Yelena Isinbayeva, doble campeona olímpica y poseedora de siete oros mundialistas, no pudo participar en los Juegos de Río 2016 por el veto a Rusia. RAFA GÓMEZ
LABOR ESPÍA Y DELATORA
El reportaje, que no tiene desperdicio, continúa exponiendo esa labor de espionaje y delación de la mafia olímpica. Según escribe Sergio Fernández, “en otoño de 2022, el COI abogó por obligar los deportistas rusos y bielorrusos a efectuar declaraciones en contra de la guerra y de los gobiernos de sus países como condición para examinar su vuelta a las competiciones, extremo que no se materializó. Posteriormente, la actividad supervisora del COI para determinar su elegibilidad no se limitó a sus propias pesquisas. También se delegó en los comités nacionales y pudo adquirir una categoría de delación. Así lo admitió Thomas Bach durante una videoconferencia con un supuesto dirigente de la Comisión de la Unión Africana”. Es decir, se les exigía a los deportistas que se declararan enemigos de su propio país. ¿Se puede ser más impresentable y mafioso?
En concreto, Bach fue blanco en abril de los bromistas rusos Vován y Lexus, célebres por trolear a diversos dirigentes internacionales. Preguntado por la posibilidad de emitir una declaración oficial frente a la “politización del deporte por parte del Gobierno ruso”, el presidente del COI confesó estar vigilando a los potenciales AIN, incluso con ayuda de terceros, para en caso de detectar declaraciones inconvenientes, vetar su participación en los Juegos. “También se lo contamos a la parte ucraniana, y no solo se lo contamos, sino que les pedimos que nos facilitaran información sobre el comportamiento de tales atletas o funcionarios, en cuyo caso no podrán participar”, explicó Bach. Este personajillo, al que le pagamos el sueldo (muy grande) con el sincero que nos sacan a los ciudadanos, demuestra que es un ser despreciable.
Para colmo, señala Sergio Fernández que “en el Ministerio de Deportes de Ucrania se congratularon de que el COI “tenga en cuenta las pruebas que les proporcionamos", afirmó el ministro en funciones, Marvey Bidnyi. Por otra parte, la coerción no sólo se ha ejercido contra los deportistas rusos y bielorrusos; también se dirige contra aquellos que deciden desarrollar su carrera profesional en estos países. Es el caso del baloncestista francés Thomas Heurtel, quien decidió fichar por el Zenit de San Petersburgo en 2022. La Federación Francesa de Baloncesto vetó por este motivo su presencia en la selección nacional aun cuando es el mejor base del país galo. Tras la debacle de Francia en el Mundial de Baloncesto de 2023, los propios jugadores acusaron a los dirigentes federativos de aplicar una política contraria a los intereses del equipo nacional, al privarse de jugadores fundamentales. Heurtel sigue vetado y no ha sido seleccionado para los Juegos”.
El fin del espíritu olímpico
La actitud aquí del COI es incompatible con la Carta Internacional de Derechos Humanos de Naciones Unidas, emanada en 1966 de la adopción de los llamados Pactos Internacionales en materia civil, social, económica, política y cultural, y que las constituciones de los países reflejan. Sentencia el autor del artículo, “A saber, derechos como el de libertad de expresión, el derecho a la privacidad o el derecho a no ser discriminado pueden estar siendo vulnerados de manera alevosa por la organización de Thomas Bach, que, a su manera, está creando reos de conciencia. Es ilustrativo el caso del doble campeón olímpico de lucha grecorromana en categoría de 97 kg, Abdulrashid Sadulaev. El COI no aprobó su candidatura a integrar los AIN tras detectar un “me gusta” suyo en una publicación en redes sociales cuyo contenido no se ajustaba a lo establecido. Sin embargo, ha estado sirviéndose de su imagen para promocionar esta modalidad olímpica incluso después de ser vetado”. Hipocresía al máximo, son falsos, indigno, sin honor y con una caradura de tamaño cósmico.
Lo mismo sucedió con la patinadora artística Evguenia Medvédeva, cuya imagen ilustró en 2023 esta disciplina aun cuando entonces se anunció el veto a los deportistas rusos y bielorrusos para los Juegos de Invierno de 2026.
La celebración de los Juegos Olímpicos de París entre el 26 de julio y el 11 de agosto muy probablemente culminará un proceso para el que no fueron concebidos: la normalización de la exclusión de países enteros, el menoscabo y señalamiento de los AIN, y el veto a sus símbolos nacionales por causas que en el pasado, incluso el más reciente y hasta en la actualidad, no afectaron ni afectan lo más mínimo la participación de otras naciones en contextos no ya muy similares, sino mucho peores. En otras palabras, EE. UU., Reino Unido o la propia Francia, jamás experimentaron problema alguno para acudir a cualquier competición internacional luego de que sus ejércitos arrasaran, según cada caso, Corea, Argelia, Indochina y luego Vietnam, Camboya, Granada, Panamá, Somalia, Yugoslavia, Afganistán, Irak, Libia o Siria, agresiones saldadas con más de nueve millones de muertos en conjunto.
Y para mayor indignación del lector, Sergio Fernández deja en evidencia la naturaleza de las actuales autoridades deportivas: “En la actualidad, Israel, plusmarquista mundial en incumplimientos de resoluciones de Naciones Unidas desde 1947 y con una trayectoria agresora insoslayable en Líbano y Palestina, tampoco ha recibido el menor reproche por parte del COI tras lanzar su operación de demolición y exterminio en Gaza, donde la población civil es permanente objetivo militar de las FDI, tanto en el plano físico como en el de su sustento vital en forma de ayuda humanitaria”.
En los momentos más dramáticos para la población civil en las invasiones de Irak y Afganistán, más o menos coincidentes en el tiempo con los Juegos de Atenas 2004 y los de Londres 2012, el COI no ejerció ninguna labor policial de intromisión en la privacidad y en el derecho de expresión y libre conciencia de ningún deportista de EE. UU. o Reino Unido, y eso que la selección estadounidense de baloncesto realizaba el saludo militar en el Mundial de 2006 cuando sonaba su himno nacional. Jamás vetó el COI la participación de atletas occidentales no ya pertenecientes a clubs asociados a sus ejércitos, sino ellos mismos siendo uniformados de profesión. Hasta 19 militares presentó EE. UU. en los Juegos de Tokio 2021.
Como consecuencia de todo esto, el autor explica como el deporte ruso y bielorruso se halla en una posición muy difícil. Hay una generación entera que desde la categoría junior jamás ha competido en el extranjero. Las condiciones humillantes de elegibilidad del COI, en esencia una llamada a renegar de su país, han llevado a la mayoría a rehusar solicitar su estatus de AIN. El sueño olímpico, como casi todo en Europa y occidente, se ha convertido en un pozo de mugre y de cochambre.
El autor explica algo que también ha sido ocultado de forma general en los medios de desinformación occidentales: “Para paliar esta situación aciaga, Rusia planeó organizar en septiembre en Moscú y Ekaterimburgo los Juegos Mundiales de la Amistad, finalmente pospuestos a 2025. Antes, en junio y en la ciudad de Kazán, se disputó la quinta edición de los Juegos de los BRICS+, donde tomaron parte casi 5000 deportistas de 90 países. El COI trató de boicotear de inicio los Juegos de la Amistad, al considerar que entrañan un “carácter político” y su celebración “viola la Carta Olímpica”, para lo que amenazó y sigue amenazando a los comités olímpicos nacionales de los países del llamado Sur Global. Esto es, a todo el mundo descontando a Australia, Nueva Zelanda, Israel, Japón, Corea del Sur y los miembros de la OTAN”.
Sergio Fernández se hace las preguntas obligadas: “¿Es ya el COI un apéndice civil de la OTAN? La situación se asemeja un tanto a la acaecida en los años 20 del siglo XX, cuando la URSS, no reconocida por la Sociedad de Naciones y excluida de todos los foros internacionales, optó por crear en 1928 las Espartaquiadas, la versión obrera y campesina de los Juegos Olímpicos en oposición al “espíritu elitista y burgués” que dominaba la competición resucitada por el barón de Coubertin. La primera Espartaquiada soviética superó a los Juegos de Amsterdam en número de deportes presentes (21-14) y participantes (7125 – 2883)”.
La realidad es triste pero tozuda. Se ha creado una situación en la que la competición olímpica está viciada y los intereses de los deportistas han sido laminados. Pero hay una cosa más. Ahora ha sido el COI el que ha llamado a un nuevo boicot, no los Estados. Y exhorta al boicot cuando desde la otra parte ninguna instancia oficial hace lo propio respecto a los Juegos de París. En este clima de confrontación, la postura del país anfitrión tampoco ayuda. Emmanuel Macron lleva semanas atrapado en una retórica belicista en aras de escalar el conflicto en Ucrania mediante el envío de tropas francesas. La revalorización de los suburbios, les banlieues, (la Villa Olímpica se halla en Saint-Denis) y el esfuerzo colosal de limpiar las infectas aguas del Sena todavía en vano (el volumen detectado de bacterias intestinales amenaza la salud de quien participe en las pruebas de triatlón y natación en aguas abiertas) son un desafío abrumador para el comité organizador, que se enfrenta además a la potencial amenaza del terrorismo yihadista.
El reciente baño en el Sena de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, en una ridícula acción propagandística, no ha despejado ninguna duda.
Definitivamente, felicitar a la revista Corredor por el reportaje y condenar las Olimpiadas de Paris 2024. Si queda algo de dignidad en los europeos, deberían reflexionar si lo mejor que se puede hacer con estos Juegos Olímpicos es darles la espalda. Moralmente ya son un fracaso. Y nada bueno le deseamos. Por justicia.
Fuente: Soycorredor.es
- Los Juegos Olímpicos se están convirtiendo poco a poco en un freak-show como Eurovisión: el drag queen francés Arthur Reynaud declara a una cadena de televisión nacional que está orgulloso de portar la llama olímpica en París: “El honor de portar la llama olímpica es un gran orgullo. Actuar ante el mundo entero, sobre todo en París, una ciudad que me ha acogido como travesti. Vengo de Toulouse, del suroeste de Francia, y el hecho de poder estar así en París es un motivo de orgullo para mí, por mi orientación, porque sé que mostrarme es muy importante. Descubrí mi homosexualidad demasiado tarde porque no veía a la misma gente gay a mi alrededor. Así que llevaré la antorcha no sólo como travesti, como drag queen, sino también como Arthur, un joven gay”.
- Mientras el COI permite que Israel participe en los Juegos Olímpicos de París, a pesar de los llamados palestinos para excluirlos debido al asesinato de atletas en Gaza, la fotógrafa libanesa Christina Assi será la portadora de la antorcha olímpica en Francia para honrar a los periodistas asesinados en el cumplimiento de su deber. Christina resultó herida por el proyectil de un tanque israelí mientras cubría sus ataques a territorios libaneses en octubre de 2023. Una investigación concluyó que el ataque fue deliberado, con tanques israelíes apuntando a una reunión de periodistas, lo que resultó en la muerte del periodista de Reuters Issam Abdallah e hirió a otras personas, incluida Christina. Alcaldesa de Paris: "Los atletas rusos y bielorrusos" no serán bienvenidos a Paris, y no podrán participar a ceremonia de inauguración"... Ministro de relaciones Exteriores: “Quiero decir en nombre de Francia, a la delegación israelí, que les damos la bienvenida para estos Juegos Olímpicos". Además, ha afirmado que “garantizará la seguridad” de los atletas israelíes.
Comentario de Andrey Martyanov: Decisión correcta...
...en general, el Comité Olímpico Internacional tiene que morir junto con este llamado Movimiento Olímpico, que no es nada más que una máquina ideológica y de propaganda de todo el Occidente.
Por primera vez en 40 años, los canales de televisión rusos no han
comprado los derechos de retransmisión de los Juegos Olímpicos de 2024, que se celebrarán en París del 26 de julio al 11 de agosto. Según informa Sports.ru, se ha tomado una decisión política según la cual, en la situación actual, es imposible retransmitir los Juegos Olímpicos, en los que participarán solo 15 o 16 atletas rusos, sin el himno y la bandera, en los canales federales centrales. Se habló de retransmisiones en el canal deportivo "Match", pero después de que se hizo evidente que se negó la participación a luchadores, judokas y taekwondos, la cuestión se abandonó. La dirección del canal consideró que gastar millones en derechos de televisión en esta situación no se justifica. El servicio Okko también decidió que, dada la suspensión de los atletas rusos, los Juegos Olímpicos no despiertan un gran interés en el público ruso.
Lo mismo que ocurre con Rusia, que suspende su participación y sus pagos a un grupo de gorrones verbosos conocido como la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE), Rusia no tiene que hacer nada allí.