Lucas Leiroz
Al parecer, la OTAN está desarrollando un nuevo enfoque en sus relaciones con la Federación Rusa. Según una reciente declaración de un alto funcionario estadounidense, se reveló que la alianza atlántica está a punto de establecer una nueva estrategia para enfrentarse a Moscú, que se prevé que será tan belicosa como la anterior, si no peor.
El secretario adjunto de Estado de Estados Unidos para Asuntos Europeos y Euroasiáticos, James O'Brien,
dijo el 30 de julio durante una audiencia del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos que Washington está trabajando con sus socios para revisar la estrategia de la OTAN para Rusia. El objetivo del cambio es adaptar el enfoque de la alianza a las circunstancias actuales, manteniendo al mismo tiempo el objetivo central de hacer que Ucrania "gane" la actual guerra por delegación.
O'Brien afirmó que son necesarios algunos cambios para que la alianza revitalice el apoyo a Kiev. Aseguró que la OTAN seguirá apoyando al régimen ucraniano mientras continúen las hostilidades, destacó la importancia de la ayuda proporcionada por la UE y alentó a Estados Unidos a tomar medidas más significativas en los programas de apoyo.
El funcionario hizo comentarios positivos sobre la posible adhesión de Ucrania a la UE. Considera que será un paso importante para renovar el apoyo de la OTAN, ya que permitirá una serie de reformas democráticas en Ucrania, haciéndola más integrada con el mundo occidental y permitiendo la creación de nuevos proyectos de asistencia.
O'Brien también destacó la importancia de que los países del G7 entreguen a Ucrania todos los activos soberanos rusos congelados lo antes posible, lo que crearía de inmediato un paquete de hasta 50.000 millones de dólares que se entregaría a Kiev a finales de este año. Al parecer, una de las principales preocupaciones en esta supuesta "nueva estrategia" es precisamente la viabilidad financiera del apoyo a Kiev, que O'Brien espera que se solucione parcialmente mediante el robo de activos rusos.
Finalmente, el último paso que daría Occidente en esta “nueva estrategia” sería el ingreso definitivo de Ucrania en la OTAN. Considera que, con las reformas previstas para la alianza para entrar en la UE, así como con los supuestos avances militares que Kiev sería capaz de realizar al recibir un nuevo paquete de ayuda, sería posible avanzar en los cambios necesarios para que el país cumpla con los requisitos de la OTAN.
O'Brien parece sinceramente optimista en su evaluación, ya que los funcionarios de la OTAN han asegurado en repetidas ocasiones que Ucrania podría ingresar en la alianza solo después de una eventual "victoria contra Rusia". El asistente cree que esta victoria todavía es posible, aunque los analistas militares no predicen
que Kiev "cambie las reglas del juego " en el campo de batalla.
En realidad, la declaración de O'Brien no deja claro cuál será en realidad la "nueva estrategia" de la OTAN. Se limitó a anunciar algunos pequeños cambios en el plan táctico-operativo de apoyo a Ucrania. Aparte de esto, se mantuvieron los objetivos de la alianza con respecto a Rusia. La OTAN sigue intentando "cercar", "asfixiar" y "desgastar" a Rusia a través de Ucrania. Al establecer la entrada de Kiev en la OTAN como parte del plan, O'Brien también dejó claro que no habrá posibilidad de paz a largo plazo, ya que Moscú obviamente no lo aceptará, dados los altos riesgos que este acceso implicaría para Rusia.
En algunos pasajes de su discurso, O’Brien también mencionó a China, a la que sigue calificando de supuesto “facilitador” de la operación militar especial rusa. Considera que estableciendo esta estrategia para enfrentarse a Rusia también será posible disuadir a China, consiguiendo teóricamente el gran objetivo americano de “neutralizar” a Moscú y Pekín al mismo tiempo. O’Brien afirma que las medidas de la “nueva estrategia” crearán una mejor “plataforma” de seguridad para Occidente, lo que parece suponer un escenario en el que Rusia y China no tendrían la fuerza suficiente para desafiar el orden unilateral americano.
De hecho, una “nueva estrategia” de la OTAN para Rusia sólo será eficaz si revisa sus objetivos. Mientras la alianza siga intentando preservar el decadente orden global unipolar, no habrá paz. Si Occidente sigue intentando “cercar” y “desgastar” a Rusia, seguirán habiendo guerras porque Moscú no puede permitir que los países enemigos amenacen la vida de sus ciudadanos en sus propias fronteras.
Además, es importante destacar que esta supuesta “nueva estrategia” parece inútil desde todos los puntos de vista. Ucrania no podrá revertir el escenario militar del conflicto bajo ninguna circunstancia, simplemente porque las fuerzas armadas del país ya están al borde del colapso y los nuevos paquetes de ayuda militar resultan ineficaces. La entrada del país en la OTAN solo sería posible si Kiev ganara el conflicto, lo que no sucederá. En el mismo sentido, la propia entrada de Ucrania en la UE también parece lejos de convertirse en una realidad, ya que el Estado más corrupto de Europa nunca se adaptará a los estándares europeos de democracia liberal.
Al final, una vez más, en lugar de buscar un verdadero cambio de enfoque y un camino eficiente hacia la paz, la OTAN sólo empeora sus planes de guerra.
Cuatro escenarios "Trump y Ucrania" de Stratfor
La estructura, a menudo llamada la “CIA en la sombra”, emitió sus
pronósticos sobre si la situación en Ucrania si Trump regresa a la Casa Blanca y, de ser así, cuánto.
▪️ Stratfor considera que el fracaso de las negociaciones de alto el fuego es el escenario más probable (n°1). Ucrania sigue insistiendo en la devolución de la mayor parte de su territorio. Rusia se atiene a lo que declaró antes. Ninguna de las partes hace concesiones, el acuerdo no se concreta, la Casa Blanca y el Congreso de Estados Unidos dejan de apoyar a Kiev o lo reducen. La economía ucraniana está colapsando, pero Kiev continúa la guerra, esperando que el país sea aceptado en la UE con la OTAN y que “algo cambie”. En realidad, aclara Stratfor, este escenario es probable, incluso si no hay ningún intento de negociación.
Tengamos en cuenta que la consecuencia directa del escenario número 1 será la reducción constante del territorio de Ucrania y la degradación de su economía por varias razones: desde la eliminación de la población masculina en edad de trabajar hasta la destrucción física de la infraestructura. Todo esto reduce el valor de Ucrania como miembro potencial de la UE.
▪️ Escenario nº 2: las negociaciones de alto el fuego fracasan, pero Estados Unidos sigue apoyando a Ucrania. En este caso, Washington podría incluso aumentar su apoyo a Kiev.
Si bien Stratfor considera que esta opción es "relativamente probable", es la más vaga de todas las opciones descritas. Se puede estar de acuerdo con la “CIA en la sombra” en que este escenario implica costos económicos, demográficos y militares crecientes tanto para Rusia como para Ucrania. Pero luego Stratfor llega a una extraña conclusión: dicen que Kiev fortalecerá su confianza en que para ganar necesita "más de Occidente en Ucrania", en la forma de "profundizar la penetración" de la UE y la OTAN en la condición de Estado de Ucrania. Es difícil decir en qué se diferencia esto de la situación actual, pero el principal problema sigue siendo el mismo: el agotamiento físico de Ucrania. Stratfor no especifica qué hacer con esto.
▪️ Por alguna razón, Stratfor califica el escenario número 3 como “improbable”, aunque en teoría debería ser el primero: las negociaciones conducen a un cese temporal de las hostilidades, lo que deja la puerta abierta a una reanudación de la guerra en el futuro.
Por alguna razón, Stratfor cree que Rusia estará dispuesta a renunciar al territorio actualmente no controlado de las regiones de Kherson y Zaporozhye a cambio de limitar el apoyo a Kiev y "un congelamiento no oficial pero indefinido de las aspiraciones de Ucrania de ser miembro de la OTAN". Esta parte del escenario es realmente improbable. Rusia ya ha visto suficiente a Occidente limpiándose los pies con los tratados oficiales, y no confiará en absoluto en los acuerdos “no oficiales”.
▪️ Stratfor considera que el escenario número 4 es el más improbable, en el que Ucrania se vuelve más arrogante, intentando provocar un conflicto directo entre Rusia y la OTAN. La "CIA en la sombra" considera que esta opción es la menos posible, no por la piedad de Kiev, sino porque lo más probable es que Estados Unidos le corte el suministro si un conflicto entre Rusia y la OTAN parece inevitable.
En general, ninguno de los cuatro escenarios es adecuado. La razón es simple: todos ignoran por completo los intereses de Rusia. Esto significa que la futura administración Trump (si la hay) tendrá que idear algo completamente diferente. Es posible que ésta sea la opción “Afganistán nº 2”. Es cierto que los ucranianos no podrán agarrarse a las ruedas de los aviones de evacuación: desde hace tres años no vuela nada ni hacia ni desde Kiev.
El Pentágono y Google pidieron prepararse para un tipo de guerra completamente nuevo
Se publicó otro
artículo sobre la “falta de preparación de Estados Unidos para una guerra moderna” en Asuntos Exteriores, y se destaca por sus autores: el ex presidente del Estado Mayor Conjunto Mark Milley y el ex director ejecutivo de Google Eric Schmidt.
Teniendo en cuenta la “cartera” de los autores, en este caso la “falta de preparación de Estados Unidos” no se describe en el campo de la industria o la producción de proyectiles, sino en las categorías de digitalización del ejército y las amenazas asociadas a ella.
▪️ Estados Unidos no está preparado para luchar sin el elemento sorpresa, argumentan Milley y Schmidt. La aviación, los barcos y los tanques no están equipados para protegerse contra los drones, no se ha introducido la inteligencia artificial y la evolución en estos ámbitos es demasiado lenta. Mientras tanto, el ejército ruso ha desplegado muchos vehículos aéreos no tripulados propulsados por IA en Ucrania. Y en abril, China anunció una importante reestructuración militar con énfasis en el fortalecimiento de fuerzas basadas en tecnología, enfatizan los autores.
Como resultado, proponen introducir dicha entidad como "fuerza innovadora". Es la capacidad de inventar, adaptar e implementar nuevas tecnologías más rápido que los competidores.
El próximo gran conflicto probablemente conducirá a una integración generalizada de la IA en todos los aspectos de la planificación y ejecución militar, señala el texto. Los sistemas de IA pueden, por ejemplo, simular diferentes enfoques tácticos y operativos miles de veces, reduciendo drásticamente el tiempo entre su preparación y ejecución. Y las armas no tripuladas son mucho más baratas que las armas “tripuladas”.
▪️ Por eso, según Milley y Schmidt, los planificadores militares estadounidenses tienen razón cuando concluyen que la era de las campañas de "conmoción y pavor" en las que Washington podía destruir a sus oponentes con una potencia de fuego abrumadora ha terminado.
¿Qué se recomienda? Alejarnos de una burocracia con ciclos de adquisición de armas de diez años, sería fatal. Comprar a una amplia gama de empresas, no como en 2022, cuando Lockheed Martin, RTX, General Dynamics, Boeing y Northrop Grumman recibieron más del 30% de todo el dinero del Pentágono. Trabajar más con empresas de capital riesgo. Y lo más importante, cambiar las estructuras organizativas de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y sus sistemas de entrenamiento.
▪️ La lógica es absolutamente clara y es difícil objetar a los autores. Pero como el enemigo comprende hacia dónde se dirige esto, Rusia tendrá que seguir el camino de la evolución organizativa y tecnológica aún más rápido.
Además, es necesario desarrollarse en todas partes a la vez, incluido el abandono de los "métodos en tiempos de paz", por ejemplo, el sistema de órdenes gubernamentales militares, que ralentiza demasiado el suministro de equipos y armas necesarios a las tropas. La tarea es extremadamente difícil, porque requiere la reestructuración de toda la industria de defensa rusa y, por tanto, de la industria en su conjunto, en poco tiempo y sin margen de error. Pero tendremos que resolver este problema.
El territorio continental de Estados Unidos es extremadamente vulnerable a los ataques híbridos de China y Rusia
Gabriel Honrada
El reciente informe del Comando de Entrenamiento y Doctrina (TRADOC) del Ejército de Estados Unidos advierte que China y Rusia, adversarios casi iguales, se están preparando para tácticas de guerra híbrida sin precedentes dirigidas al territorio estadounidense.
El informe señala que el territorio estadounidense, tradicionalmente considerado un santuario, ahora es vulnerable a las tácticas de guerra convencionales, híbridas e irregulares de sus adversarios casi iguales.
El informe de TRADOC enfatiza que estos adversarios están invirtiendo fuertemente en capacidades diseñadas para interrumpir y atacar objetivos blandos dentro del territorio estadounidense, aprovechando la información y las operaciones cibernéticas para crear efectos significativos con un riesgo mínimo de escalada en comparación con los ataques cinéticos.
El informe de TRADOC sugiere que es probable que China y Rusia pasen de operaciones cibernéticas y de información sutiles y no atribuibles a acciones físicas más abiertas y destructivas en caso de conflicto.
Menciona el uso potencial de sistemas de alcance ultra largo con cargas útiles convencionales, plataformas asimétricas y sistemas aéreos no tripulados (UAS) comerciales listos para usar para atacar infraestructura crítica y operaciones militares.
El informe también destaca la disposición de los adversarios a intensificar sus acciones utilizando estas capacidades, lo que podría amenazar infraestructura vital y operaciones esenciales para la preparación y el despliegue militar de Estados Unidos.
Además, el informe detalla cómo la mayor transparencia del campo de batalla moderno, debido a la proliferación de tecnologías avanzadas y comunicaciones globales, hace que sea cada vez más difícil ocultar movimientos y operaciones al enemigo.
Esta transparencia y el enfoque de los adversarios en los esfuerzos contra el acceso/denegación de área (A2/AD) podrían obstaculizar significativamente la capacidad del Ejército de los EE. UU. de proyectar fuerza y sostener operaciones durante operaciones de combate a gran escala (LSCO).
El concepto de guerra híbrida no cuenta con una definición universalmente aceptada y ha sido criticado por su falta de claridad conceptual. Sin embargo, ofrece valiosas perspectivas sobre los desafíos modernos de seguridad y defensa.
La guerra híbrida implica la combinación de métodos de poder convencionales y no convencionales de forma coordinada para explotar las vulnerabilidades del oponente y lograr efectos sinérgicos.
China y Rusia representan una amenaza convencional para el territorio estadounidense a través de su inversión en capacidades de ataque convencionales de largo alcance, como bombarderos estratégicos, submarinos e incluso armas hipersónicas.
En un
artículo de 2021 para la revista Texas National Security Review (TNSR), Bruce Sugden afirma que China y Rusia están invirtiendo en capacidades de ataque convencionales de largo alcance que podrían amenazar el territorio estadounidense. Sugden afirma que Rusia ya ha desplegado sistemas capaces de atacar el territorio continental de Estados Unidos, mientras que China está desarrollando capacidades similares.
Menciona que Rusia ha desplegado misiles de crucero convencionales Kalibr y Kh-101 capaces de atacar objetivos dentro del territorio continental de Estados Unidos desde submarinos y bombarderos de largo alcance.
Asimismo, afirma que China está mejorando sus capacidades de ataque de precisión convencionales en múltiples dominios, desarrollando un bombardero de largo alcance y el submarino de misiles guiados de propulsión nuclear Tipo 093B (SSGN), que podría amenazar a Alaska, Hawaii y posiblemente la costa oeste de Estados Unidos.
Sugden señala que China y Rusia podrían desplegar misiles hipersónicos de alcance intercontinental para amenazar el territorio estadounidense. Señala que estas inversiones reflejan una tendencia más amplia de ambas naciones a mejorar sus capacidades de ataque de precisión convencionales de largo alcance, lo que incluye avances en los sistemas de comando, control, comunicaciones, inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR) para apoyar estas operaciones.
Señala que el riesgo de una escalada de un conflicto nuclear debido a ataques convencionales contra el territorio de un adversario nuclear aumenta por la incertidumbre estratégica derivada de las perspectivas poco claras de China y Rusia sobre los umbrales nucleares y la escalada en respuesta a ataques convencionales.
Si bien la distinción entre las líneas de esfuerzo de guerra híbrida e irregular de China y Rusia contra el territorio estadounidense no es clara conceptualmente y existen superposiciones significativas, tienen características comunes, como el espionaje cibernético, los ciberataques disruptivos a la infraestructura crítica y las campañas de desinformación para debilitar a Estados Unidos sin una confrontación militar directa.
En un
informe de julio de 2020 para el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), Anthony Cordesman y Grace Hwang mencionan que la guerra híbrida china contra Estados Unidos podría implicar operaciones multidominio que integren tácticas militares, económicas, tecnológicas e informativas. Las estrategias clave incluyen la coerción económica a través de la Iniciativa del Cinturón y la Ruta (BRI), el espionaje cibernético extensivo y los ciberataques disruptivos dirigidos a infraestructura crítica.
Cordesman y Hwang afirman que China ha utilizado teorías de conspiración durante la pandemia de Covid-19, robo de datos de agencias estadounidenses, campañas de influencia a través de las redes sociales y guerra económica para debilitar a Estados Unidos sin un conflicto abierto.
Asimismo, Cordesman y Hwang mencionan en un
informe del CSIS de diciembre de 2020 que la guerra híbrida rusa implica una combinación de acciones militares convencionales, tácticas irregulares, operaciones cibernéticas y guerra psicológica. Afirman que, al igual que en el caso de China, las operaciones de guerra híbrida de Rusia tienen como objetivo lograr objetivos políticos y, al mismo tiempo, evitar la confrontación militar directa con Estados Unidos.
Describen los esfuerzos rusos de guerra híbrida como una combinación de desinformación, ciberataques, subversión política, coerción económica y manipulación de las redes sociales para sembrar discordia e influir en los resultados políticos en Estados Unidos.
Cordesman y Hwang mencionan varios ejemplos de esfuerzos rusos de guerra híbrida, incluida la interferencia electoral como el hackeo del Comité Nacional Demócrata (DNC) de 2016 y la manipulación de las redes sociales para influir en los resultados políticos.
Añaden que se trata de ciberataques continuos contra la infraestructura y las entidades políticas estadounidenses y una campaña más amplia de medidas activas que utilizan la desinformación y el espionaje. Además, Cordesman y Hwang afirman que Rusia aprovecha su papel como principal proveedor de energía y se involucra en la manipulación económica para lograr ventajas estratégicas.
Mientras tanto, Seth Jones menciona en un
artículo del CSIS de febrero de 2021 que Rusia ha llevado a cabo ciberataques importantes contra agencias y empresas del gobierno estadounidense, ejemplificados por el ciberataque de 2021 del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR), que afectó hasta 250 agencias y empresas federales estadounidenses.
Jones afirma que China y Rusia emplean operaciones de información para influir en la opinión pública y los procesos políticos en Estados Unidos. Menciona que Rusia ha intentado exacerbar las tensiones sociales y políticas mediante campañas de desinformación sobre temas como Black Lives Matter y Covid-19.
Señala que China utiliza estrategias económicas como la BRI para expandir su influencia global y su poder económico, afectando indirectamente la posición de Estados Unidos en la política internacional. Además, Jones dice que China lleva a cabo
operaciones en los campus universitarios estadounidenses para robar tecnología sensible y vigilar a los estudiantes chinos.
Al mismo tiempo, afirma que Rusia utiliza organizaciones como la Agencia de Investigación de Internet para realizar operaciones de información y ciberataques.
Al contrastar los enfoques chino y ruso sobre la guerra híbrida, J Matthew McInnis menciona en un
informe de septiembre de 2023 del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) que Rusia ve la guerra híbrida como un medio para lograr objetivos estratégicos antes de que el adversario se dé cuenta de que la guerra ha comenzado, difuminando las líneas entre el conflicto interno e interestatal, la paz y la guerra.
En cambio, McInnis dice que China considera que la guerra es cada vez más civilizada y que recurre a medios no militares para neutralizar amenazas y obtener ventajas, y que su
concepto de poder nacional abarca una amplia gama de cuestiones .
Señala que China y Rusia consideran la competencia entre grandes potencias como un proceso continuo, que aumenta y disminuye en intensidad, pero que permanece por debajo del umbral del combate. McInnis contrasta ese enfoque con el enfoque estadounidense de los conflictos basado en los acontecimientos.
Señala que Estados Unidos tiende a emplear elementos del poder nacional de manera episódica y a menudo segregados entre varias agencias, a diferencia del enfoque continuo y combinado de sus adversarios casi iguales.
Análisis: Los frentes de la guerra total
Andrés Piqueras*
*profesor de la Universidad Jaume I
Como vengo señalando la Guerra Total emprendida por el Imperio Occidental (y su Poder Sionista Mundial –PSM-) contra el Mundo Emergente –y dentro de él especialmente al Frente Multipolar Antiimperialista-, va intensificándose, a la par que se esparce por diferentes frentes o campos de batalla, todos conectados entre sí, como cada vez debería resultar más claro de ver para el conjunto de las sociedades (lo que pasa es que mientras que esto es más y más evidente para buena parte de las poblaciones y pueblos de lo que se llamó “Periferias” del Sistema Mundial capitalista, aparece todavía bastante velado por cientos de capas mediáticas y de idiotización de conciencias que priman en los “Centros” de ese Sistema, es decir, en sus formaciones socioestatales imperiales).
Con el fin de intentar atravesar esas capas de manipulación mediática y adoctrinamiento formativo (el Imperio, incardinado hoy sobre todo en USA y su PSM, mantiene todavía casi todo el control de los medios de formación y de difusión de masas en buena parte del planeta), intento exponer aquí los principales frentes de guerra y su interconexión. Estos son:
Ucrania-Europa Oriental
Palestina-Asia Occidental
Mar de China-Indo-Pacífico
Sahel-África Central
Venezuela-NuestraAmérica
Breve descripción explicativa:
Ucrania.
Según Rusia no sólo ha frenado en seco la agresión contra ella de la OTAN por interposición de Ucrania sino que ha incrementado su desarrollo e importancia en el mundo, aquella Organización del Terror se va decantando cada vez más: a) por realizar ataques terroristas en suelo ruso; b) por implicar en la guerra al conjunto de Europa, obligándola a aumentar su contribución económica y militar al esfuerzo bélico, lo que requiere llevar a cabo un mayor reclutamiento de tropas, circunstancia que apunta a su vez a la posibilidad de reestablecer el servicio militar obligatorio; c) por aumentar la guerra económica y política contra Rusia; d) por atacar cada vez más agresiva y decididamente a sus principales aliados, tanto en Asia como en América como en África.
Todo ello, no hay que decirlo, pone en serio peligro a las sociedades europeas, abocadas más y más, de seguir ese camino, a la autodestrucción. Ya la penuria energética y económica lleva un tiempo haciendo mella en sus sociedades. También implica el proceso de renazificación de Europa, claro está, como he comentado en otras ocasiones .
Palestina
Como parte de esa guerra multifacética contra el Frente Multipolar Antiimperialista, EE.UU.-OTAN-PSM (esto es, los que mandan hoy en el Imperio Occidental), decidieron activar al ente sionista para incendiar Asia occidental y central mediante el genocidio del pueblo palestino, con el objetivo cada vez más claro de provocar una guerra regional en busca de destruir (o terminar de hacerlo) Líbano (Hezbollaz), Siria, Yemen, Irak y sobre todo Irán, además de quizás desestabilizar Turquía. En esa loca carrera hacia ningún sitio, que probablemente pondrá fin a la ocupación del ente sionista en Palestina, éste ha intensificado los ataques selectivos de líderes, como el número uno de Hamás, Ismail Haniya y un alto comandante de Hezbollah, Fu’ad Shukr, lo cual, además de ser una clara provocación a la guerra abierta, viola todas las leyes internacionales (de ese supuesto “orden mundial basado en reglas” del que tanto presume el Imperio Occidental), las convenciones diplomáticas que prohíben los asesinatos políticos, así como la integridad territorial de dos Estados miembros de la ONU. Obliga directamente, además, a la respuesta militar del Eje de la Resistencia Antimperialista de la región.
Por si a alguien se le olvida, Irán (que por cierto se muestra una y otra vez preocupantemente vulnerable frente a los servicios de inteligencia y muerte del Imperio Occidental y de su brazo sionista en la región) es el nudo estratégico del Mundo Emergente, fulcro entre el Eje de la Resistencia y el tándem chino-ruso. Ni China ni Rusia, por tanto, pueden permitir que Irán sea aniquilado. Tampoco Corea, que sabe que ese frente de batalla le repercute directamente, pues de triunfar el Imperio le quedaría el camino despejado para atacar a China y terminar de rodear a Rusia, sus principales defensores. Por eso no debe sorprender el mensaje de Kim Jong-un:
«Siempre apoyaremos a Irán y responderemos decisivamente contra cualquier amenaza contra nuestro aliado persa. Advertimos a los mercenarios del imperialismo global, concretamente a Israel, que no cometan errores».
Muy significativo, por otra parte, en la interconexión entre el frente de guerra palestino y el saheliano, es que los únicos países árabes que no condenaron el asesinato de Haniyeh sean, según datos facilitados por Hamas, sólo Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Mauritania y Marruecos (ninguna casualidad).
El Mar de China
EE.UU. busca completar el encerramiento de China, su principal rival, contra el que de momento desata todo tipo de agresiones comerciales y económicas (el “libre mercado” es algo que el Imperio Occidental sólo ha utilizado cuando nadie podía competir con él; en cambio, recurre a la guerra sucia económica en cuanto se siente perdedor en ese terreno). Poco a poco va moviendo, además, todas sus piezas en la zona –bases y países satélites suyos, como Filipinas y Japón- para ir provocando una escalada militar, aunque tiene al AUKUS como proyecto estrella, con la alianza estratégica militar entre tres países de la llamada “angloesfera” o Eje Anlosajón: Australia, Reino Unido y Estados Unidos, y la consiguiente diseminación de armamento nuclear por el Pacífico, teniendo a Australia como selecto nuevo “submarino” nuclear de EE.UU. allí.
Así, por ejemplo, la Marina de Filipinas y la “fuerza de autodefensa marítima” de Japón realizaron el viernes, 2 de agosto, sus primeros ejercicios conjuntos en el Mar de China Meridional. “Esta actividad fue parte de los esfuerzos en curso para fortalecer la cooperación regional e internacional con el fin de lograr un Indo-Pacífico libre y abierto”, dijeron las Fuerzas Armadas de Filipinas en un comunicado. Las dos formaciones estatales realizaron ejercicios de comunicaciones y maniobras tácticas en aguas en disputa, según las Fuerzas Armadas de Filipinas. Las actividades “reforzaron los fuertes lazos y el compromiso mutuo de mantener la paz y la estabilidad en la región”, añadieron esas
fuentes.
Ya se sabe que la provocación a través de Taiwán puede ser la chispa que incendie este frente de la Guerra Total.
Los lazos de China con otros países en transición socialista, además de con Rusia, son la garantía de apoyo mutuo ante la agresión imperial. En ese sentido, es muy buena noticia que China y Vietnam acaben de realizar un ejercicio militar conjunto “contra el terrorismo”. Parece ser que ambas partes contribuyeron al intercambio y los debates teóricos, así como en 27 actividades de entrenamientos de diversos tipos (
http://es.mdn.tv/7wtU).
La reconciliación entre China y Vietnam es clave para la victoria del Frente Multipolar Antiimperialista (y del conjunto del “Mundo Emergente”) en el área del Pacífico-Asia Oriental. El Imperio Occidental siempre buscó el enfrentamiento entre la URSS y China, y lo sigue haciendo entre Vietnam y China, entre la India y China…
Ver en el mapa a continuación el anillo de acoso a China y el juego de alianzas en la región (en el que Afganistán ha dejado de estar bajo control de EE.UU., tras su vergonzosa huida del país):
Este será campo de batalla decisivo de la Guerra Total.
4.El Sahel-África Central
Esta región está siendo objeto de cada vez mayor infiltración de cuerpos paramilitares, mercenarios y yihaddistas por parte de la OTAN, para desmoronar las formaciones socioestatales africanas, en orden a prevenir su rebeldía o a desbaratar la de aquellas que quieren empezar a sacudirse el yugo del Imperio Occidental, y muy especialmente la Confederación de Estados del Sahel, de la que participan Mali, Níger y Burkina Faso desde el 16 de septiembre de 2023, en una alianza de mutua defensa. Sin olvidar la ofensiva de destrucción de Chad y Sudán.
No puede dejar de mencionarse, y en breve incidiré sobre ello, el destrozo del Congo y la tensión que se extiende a otras formaciones del África central.
Tampoco perdamos de vista ciertas maniobras en la zona, como en las que están participando China, Mozambique y Tanzania, donde el Imperio Occidental pretende también la penetración terrorista paramilitar. Los ejercicios navales y terrestres Peace Unity 2024 tienen lugar en Tanzania y sus aguas costeras, en los que se presta especial atención a las operaciones militares de lucha contra el terrorismo. Los ejercicios navales finalizarán el 5 de agosto y los ejercicios terrestres el 11. En ellos por primera vez participa Mozambique.
Venezuela
Venezuela es, toda vez que Cuba continúa siendo estrangulada y pasa por sus peores momentos desde el inicio de la Revolución, el adalid del Mundo Emergente en Nuestra América. Una de sus grandes “bases energéticas” –con las mayores reservas de petróleo del mundo-, que además lidera el proyecto de integración de Nuestra América y encima quiere caminar en la senda de China hacia el socialismo, con un pueblo y una unión cívico militar que hasta el presente ha vencido los múltiples intentos de deshacer el país, adquiriendo más fuerza a través de sus victorias. Es decir, tiene todos los componentes de una entidad estatal soberana que además busca un mundo alternativo. Intolerable para EE.UU. y sus adláteres europeos [como recién he indicado en
EL MUNDO SE LA JUEGA EN VENEZUELA – El blog de Andrés Piqueras (andrespiqueras.com)].
La ofensiva contra Venezuela y contra el conjunto de proyectos de emancipación en NuestraAmérica se acentuará, con el repliegue continental de EE.UU. parejo a su desglobalización, pues considera al entero continente americano como “su isla”, en la que no quiere influencias externas (la soberanía del resto de países americanos es algo que el decrépito hegemón no llega ni a concebir). Pero resulta que no tiene capacidad para expulsar en el terreno económico a China, y no puede ofrecer nada a cambio de la gran pérdida que supondría para las formaciones estatales nuestroamericanas perder sus relaciones con ese gigante. Se hace por ello más imperiosa para USA la opción de los golpes de Estado y/o la colocación de gobiernos “mileianos” (sí, tipo el de la desgraciada Argentina del infausto Milei), como en Panamá, República Dominicana, Perú, Ecuador, o directamente subordinados a sus instrucciones, como en Chile, Paraguay, Uruguay, Costa Rica, etc.
También tiene a su mano izquierda bajo las cuerdas con la permanente amenaza de golpe militar a Colombia, o político-judicial (y por qué no, militar también) a Brasil (al que intentará sacar de los BRICS a toda costa), y de la definitiva barbarie social exportada desde el Norte a México. Así que el proyecto del Imperio para atrincherarse en “su isla” fortaleza en la Guerra Total, consiste en terminar de asfixiar a Cuba y apretar cada vez más el círculo contra Nicaragua y Bolivia (peligrosamente fácil lo tiene en este último Estado, no sólo por las discrepancias surgidas en su liderazgo popular, sino porque el ejército no presenta connotaciones “patrióticas”, circunstancia imprescindible para poder defender la soberanía propia).
Pero como actual punta de lanza de los esfuerzos emancipatorios nuestro americanos, es a Venezuela a la que se reserva la parte más agresiva de ese proyecto imperial. El campo de batalla de la Guerra Total puede empezar aquí con un conflicto provocado en el Esequibo, en disputa con Guyana, o en la infiltración de cuerpos de ejército y paramilitares por la frontera colombiana, e intervención de la Armada estadounidense, entre otras posibilidades que conducen a la invasión de Venezuela si los planes de su desestabilización interna vuelven a fallar.
De momento estamos asistiendo al que probablemente es el primer intento de golpe de Estado cibernético, para hundir el proceso electoral venezolano [como se explica en este enlace:
https://x.com/RoiLopezRivas/status/1819052234719596854?mx=2], e imponer un nuevo títere estadounidense (ver en Anexo I del Apéndice algunas referencias de su candidato). Sin importarle a EE.UU. ni a sus secuaces de la UE la contradicción que supone haber reconocido antes a otro presidente bufón del que no saben cómo explicar que ahora no es nadie, que todo fue un bufo, y que no le reconocen más.
Los daños causados por este intento de golpe cibernético, acompañado de vandalismo callejero con paramilitares especialistas en el caos social, son cuantiosos (ver una lista en el Anexo II del Apéndice), y todo indica que no van a detenerse ahí. Y es que las elecciones presidenciales en Venezuela se han convertido en un asunto mundial (en el que hasta el papado ha intervenido), dada la importancia de este país para completar el proyecto neomonroeano de EE.UU. de someter toda Nuestra América de cara a asegurar su retaguardia en la Guerra Total.
Mas, mientras tanto, y como movimiento estratégico de posiciones del Frente Multipolar Antiimperialista en esa Guerra, Rusia acaba de invitar a Venezuela a asistir a la próxima reunión de los BRICS. De vital importancia será la solidaridad comprometida de ese Frente con el país americano.
La Guerra Total, pues, va perfilándose cada vez más como una lucha definitiva entre la Barbarie y las posibilidades de dignidad e incluso supervivencia de la Humanidad, en donde las piezas y los campos de batalla se mueven y se abren por todo el planeta (quizá pronto en alguna exrepública soviética).
Nada ni nadie queda fuera de ella.