Pablo Jofré Leal
El golpe de Estado de agosto del año 1953, que derrocó al ex primer ministro Mohamad Mosadeq, llevado a cabo bajo el código de ejecución de la CIA denominado “Operación Ajax” (1) consistió en un plan destinado a derribar el gobierno democrático de Mosadeq y retrotraer la nacionalización del petróleo decidida por esta autoridad iraní elegida democráticamente. Un plan llevado a cabo por Washington y su aliado británico.
Recordemos que el año 1951 se eligió primer ministro de Irán a Mohamad Mosadeq, quien determina, en agosto del año 1953, nacionalizar la industria petrolera. Esto, después de intentar auditar los documentos de la Anglo Iranian Oil Company y limitar así el control de esta transnacional sobre la riqueza petrolera iraní. La negativa británica impulsó la decisión de expulsar a los representantes corporativos extranjeros y nacionalizar esta industria, ello bajo la votación del Mayles (Parlamento de Irán) con amplia aprobación. La respuesta de Londres fue instigar un boicot internacional contra el crudo iraní y azuzar una asonada que incluyó el intento de apoderarse, vía militares británicos, de la refinería de Abadán. En forma paralela se buscó el apoyo estadounidense.
Ese mismo mes, el Shah Reza Pahlavi firma, bajo órdenes Washington, un decreto por el cual destituye a Mosadeq. Decisión resistida por la población obligando a Mohammad Reza Pahlavi a huir con destino a Roma. En el transcurso de este proceso, el jefe de la CIA, Allan Dulles arriba a la capital italiana, para coordinar así las acciones que condujeron, finalmente, al derrocamiento de Mosadeq. El Shah, bajo la guía de la CIA retorna a Irán y comienza a desarrollar una política de profunda represión. Apoyado en esto por la policía secreta fundada el año 1957 la SAVAK – Sazeman-e Ettela’at va Amniyat-e Keshvar – Organización de Inteligencia y Seguridad Nacional.
Desestabilización, golpismo, derrocamiento de un gobierno legítimo, consolidación de una Monarquía nefasta, fueron los resultados de la acción angloestadounidense. Esto, en virtud de objetivos de usurpación de las riquezas iraníes y al mismo tiempo ejercer un dominio hegemónico, que terminaría definitivamente el año 1979 cuando, bajo la guía del fallecido Ayatolá Ruhollah Jomeini triunfa la Revolución Islámica de Irán y comienza un proceso que marcaría un cambio cualitativo en el balance del poder regional.
Siete décadas después
71 años después de la Operación Ajax, este domingo 18 de agosto de 2024, en la República Islámica de Irán más de 400 mil ciudadanos de este país, habitantes de más de 20 provincias presentaron una demanda contra el gobierno de Estados Unidos, sus agencias de inteligencia, instituciones públicas y privadas que contaron con la estrecha colaboración de Gran Bretaña, por llevar a cabo la Operación Ajax, golpe de Estado que derrocó al ex primer ministro iraní Mohamad Mosadeq.
Recordemos que el año 1951 se elige primer ministro de Irán a Mohamad Mosadeq, quien intentó en agosto del año 1953 nacionalizar la industria petrolera. Ese mismo mes, el Shah firmó un decreto por el cual destituyó a Mosadeq, bajo órdenes directas de Washington, decisión resistida por la población iraní que obligó a Mohammad Reza Pahlavi, liado de los golpistas, a huir con destino a Roma. En el transcurso de este proceso el jefe de la CIA, Allan Dulles arriba a la capital italiana, para coordinar las acciones que condujeron al derrocamiento de Mosadeq y la reinstalación de un régimen aliado, precisamente bajo la mano de Reza Pahlavi, que duraría hasta el triunfo de la revolución islámica.
Un golpe de Estado propiciado por Washington y su aliado británico, que tuvo enormes costos económicos, políticos, humanos que no pueden ser olvidados y así lo entienden los miles de iraníes que han propiciado el llevar adelante esta demanda frente a su pregunta respecto a qué efectos puede tener el que más de 400 mil iraníes propicien una demanda contra los golpistas tiene claramente efectos políticos, comunicacionales, de dar a conocer y no olvidar la manera en que Estados Unidos y sus aliados se han conducido respecto a nuestros países. Colaborando activamente en la desestabilización de nuestros países. Propinando golpes de Estado, agresiones, invasiones, usurpando nuestros territorios y robando nuestros recursos naturales.
En este caso tratado se refiere a Irán, llevando a cabo un golpe de Estado destinado a derrocar a un primer ministro elegido democráticamente, que no era conveniente para los intereses geoestratégicos de potencias como Estados Unidos y Gran Bretaña, pues afectaba a sus transnacionales deseosas de controlar los recursos energéticos como el petróleo y el gas. Recordemos que el petróleo iraní, hasta antes de la decisión de nacionalizarlo por parte de Mosadeq, estaba bajo el control británico a través de la Compañía Petrolera Anglo Persa, que más tarde se convirtió en British Petroleum o BP.
En el año 2013, la CIA reconoció oficialmente su implicancia en este golpe (2) y en 2017, el Departamento de Estado norteamericano desclasificó los documentos de archivo, que confirmó su papel con el fin de restaurar en el poder al último monarca persa, Mohamad Reza Pahlavi. Una conducta que deja en evidencia la política de Washington respecto a Irán y el objetivo de dominar su territorio y riquezas. Previo a esa confesión de la CIA (3) tengamos presente dos comentarios previos a lo que se reconoció por la agencia de inteligencia el año 2013 y su papel en el Golpe del año 1953. Ya el año 2000, la ex secretaria de Estado de Estados Unidos, Madeleine Albright, reconoció el “papel significativo” de Estados Unidos en el golpe de Estado de 1953. El expresidente estadounidense Barack Obama, hablando en El Cairo en 2009, describió el trabajo de la CIA como conducente al “derrocamiento de un gobierno iraní elegido democráticamente”.
Washington y los suyos usando como punta de lanza a la CIA y al MI6 británico hicieron de Irán un campo de prueba, para derrocar gobiernos que no seguían su predicamento como es el caso del Golpe contra Mosadeq el año 1953 cuando los servicios de inteligencia angloestadounidenses propiciaron su derrocamiento. Cuando hablamos de la política hostil de Estados Unidos contra Irán, no sólo recordamos el golpe de Estado como Mohamad Mosadeq sino lo que han significado 45 años de revolución islámica bajo una política de máxima presión por parte de Estado Unido y los suyos. Primero no perdonó a la nación persa y su pueblo respecto a sus anhelos de dotarse de las ventajas de su riqueza energética y posteriormente no le ha perdonado salir de su corral de siervos tras el triunfo de la revolución islámica. Hoy, tras siete décadas desde aquel golpe de Estado, 400 mil ciudadanos iraníes vuelven a recordar de una forma que tiene como blanco a los promotores de ese golpe y sus efectos nefastos contra el pueblo iraní.
Fuente: Segundo Paso ConoSur
NOTAS
La Operación Ajax fue dirigida dirigido por el oficial superior Kermit Roosevelt Jr., nieto del presidente estadounidense Theodore Roosevelt. En el transcurso de cuatro días en agosto de 1953, Roosevelt orquestó no uno, sino dos intentos de desestabilizar el gobierno de Irán, cambiando para siempre la relación entre ese país y los Estados Unidos.
La Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA, por sus siglas en inglés) desclasificó documentos que por primera vez reconocen formalmente su papel clave en el golpe de Estado de 1953 que derrocó al primer ministro democráticamente elegido de Irán, Mohamad Mosadeq. Los documentos fueron obtenidos bajo la Ley de Libertad de Información por el Archivo de Seguridad Nacional, una institución sin fines de lucro con sede en la Universidad George Washington. La institución los publicó en conmemoración a los 60 años del golpe de Estado. Es la primera vez que la CIA "admite formalmente que ayudó a planear y ejecutar el golpe", indicó un vocero del Archivo.
Las confesiones de agentes de la CIA o informes del senado estadounidense respecto a la participación de la CIA en golpe de Estado suele ser habitual claro está, cuando ya los miles de muertos, destrucción y graves consecuencias han tenido efecto. Tal es el caso del llamado Informe Church del senado estadounidense presidido justamente por el senador Franck Church del Estado de Idaho el año 1975 que estableció “Este informe está basado en una extensa revisión de documentos de la Agencia Central de Inteligencia, El Departamento de Estado y Defensa, y el Consejo de Seguridad Nacional; y bajo testimonio de oficiales y antiguos oficiales. Con muy pocas excepciones, algunos nombres de chilenos y de Instituciones Chilenas, han sido omitidos para evitar revelaciones de fuentes y métodos de inteligencia y para evitar daños innecesarios a chilenos que cooperan con la Agencia Central de Inteligencia. Sin embargo, el informe procura ofrecer una imagen exacta del alcance, los fines y la magnitud de la acción encubierta de los Estados Unidos en Chile” https://www.derechos.org/nizkor/chile/doc/encubierta.html