Defensa

¿Cuál país es el auténtico hegemón imperial?

Administrator | Domingo 29 de septiembre de 2024
Larry C. Johnson
La clase política y militar de Estados Unidos está obsesionada con sus fantasías de que Rusia y China son agresores imperialistas, deseosos de subyugar al mundo. Sin embargo, el único país del mundo con más de 750 bases militares en 80 países es —redoble de tambores— Estados Unidos .
Rusia, por el contrario, es cautelosa a la hora de plantar su bandera en el extranjero :
Según el diario Izvestiya , que cita datos del Ministerio de Defensa de Moscú y de la ONU, Rusia cuenta hoy con al menos 21 importantes instalaciones militares en el extranjero. Entre ellas se encuentran divisiones de fusilería motorizada en Armenia y Tayikistán, bases de radar en Bielorrusia y Kazajstán (donde Rusia también tiene un campo de pruebas de misiles), aeródromos en Kirguistán, Siria y Armenia, y puertos en Vietnam y Siria, por nombrar solo algunos.
Aunque esta cifra incluye instalaciones controvertidas en Moldavia y Georgia, donde Rusia respalda a fuerzas separatistas y antigubernamentales ahora integradas en su ejército, no incluye Crimea (Rusia anexó la península de Ucrania en 2014 y la considera su propio territorio).
Cabe señalar que, a excepción de Vietnam y Siria, todas las bases rusas se encuentran en países vecinos, la mayoría de los cuales alguna vez fueron parte de la Unión Soviética. La última vez que revisé, México, América Central y América del Sur no albergan ninguna brigada o escuadrón aéreo ruso.
¿Y qué hay de China? ¿Cómo va su plan comunista secreto para subvertir el mundo con poderío militar? Según Newsweek, La Habana, Cuba, es el único lugar fuera de China que alberga al Ejército Popular de Liberación; al parecer, los chinos tienen algunos barcos atracados allí.
Un gran número de bases militares estadounidenses están ubicadas en la periferia de las fronteras de Rusia y China. Y, sin embargo, la mayoría de los políticos de Washington están perplejos ante el hecho de que Rusia y China vean a Estados Unidos como una amenaza creciente. Basta con invertir el guión. Si Rusia o China comenzaran a construir bases y a desplegar tropas en México, América Central y el Caribe, ¿cree usted que esto provocaría indignación en los pasillos del poder en Washington, DC? ¡Apuesto a que sí!
Estados Unidos tiene una adicción terminal: necesita crearse enemigos en el extranjero para justificar un presupuesto de defensa descontrolado. En los últimos 24 años, Estados Unidos ha gastado cerca de un billón de dólares en ayuda militar y ejercicios anuales en los países de la OTAN. Ucrania, desde febrero de 2022, ha recaudado 174.000 millones de dólares en ayuda.
Adelante, etiquétenme de “apologista de Putin”. Simplemente estoy exponiendo hechos objetivos y los dirigentes de Estados Unidos, en lugar de ocuparse de esos temas, están ocupados llevando a la bancarrota al pueblo estadounidense. Lamentablemente, no veo ningún apoyo político significativo para reducir la presencia militar estadounidense en el extranjero. Un día de estos, esto se detendrá de golpe. Espero que sea el resultado de que el electorado estadounidense se dé cuenta de este gasto desenfrenado, pero temo que la llamada de atención sea el resultado de otra guerra innecesaria.
Preparativos militares de los países de la OTAN para los conflictos globales del futuro
El Instituto Alemán de Economía Mundial en Kiel (IfW) publicó un informe titulado "Estado de preparativo para la guerra dentro de las décadas: el lento rearmamiento de Europa y Alemania en relación con Rusia", en el cual se señala la falta de preparación de la industria militar de Alemania, Francia, Reino Unido y Polonia para un enfrentamiento con Rusia.
A pesar de que el estudio fue encargado con un propósito específico, los datos presentados permitieron extraer unas conclusiones útiles:
▪️El intento de abastecer a las Fuerzas Armadas de Ucrania (UFA) en este momento no ha producido un aumento explosivo en la producción. El Bundeswehr (FFAA Alemán) solo pudo ordenar para los años 2023-2024 la entrega de 372.7 mil proyectiles de 155 mm junto con Dinamarca, Estonia y los Países Bajos como parte de la Iniciativa Europea, así como 148 mil municiones de tanques de 120 mm. La entrega de estos proyectiles tomará entre dos y cinco años.
▪️Los volúmenes de producción influyen en la reducción del precio de la munición: los proyectiles de 155 mm adquiridos por el Bundeswehr en 2024 costaban € 2.7 mil euros, en comparación con € 4.08 mil euros el año anterior y alrededor de € 6 mil euros en 2020.
▪️A pesar del aumento en las compras de equipos militares después del inicio de la Operación Militar Especial (OME), desde enero de 2020 hasta julio de 2024, Alemania hizo 187 pedidos por un valor de € 137.6 mil millones de euros, de los cuales 122 pedidos (por € 89.9 mil millones de euros) se realizaron entre marzo de 2022 y julio de 2024. Los volúmenes actuales de producción y compras permitirían restaurar la paridad con Rusia solo en varias décadas, y en algunas categorías, hasta en cien años.
▪️Se observa una reorientación hacia el fortalecimiento de las fuerzas terrestres: la mitad de todas las compras militares alemanas desde 2022 se destinaron a equipar a las unidades terrestres del Bundeswehr. La era de los ejércitos compactos ha quedado en el pasado.
▪️Resulta sorprendente la falta de datos sobre un aumento en los gastos de adquisición de sistemas no tripulados. En su lugar, Alemania encargó 35 aviones F-35 de quinta generación en 2022.
▪️Hasta el 2024, una parte considerable de las compras militares alemanas se destinaba solo a reemplazar el armamento enviado a Ucrania. Ahora, el enfoque se ha centrado en restaurar sus propias capacidades.
Este tipo de publicaciones en Occidente se utiliza para preparar la opinión pública ante los próximos gastos gubernamentales en adquisiciones militares. Y cuando se cumplan los contratos y los almacenes de la OTAN estén llenos, detener la máquina militar, que genera enormes beneficios para los propietarios de las corporaciones militares transnacionales, será difícil.
La zona gris y la OTAN global
Aleksandr Dugin
Estados Unidos se esfuerza por mantener su hegemonía mundial y está formando nuevas alianzas en todo el mundo. En septiembre del 2021 se creó la alianza oriental de AUKUS entre Australia, Estados Unidos y el Reino Unido. Ahora se ha anunciado una cooperación estratégica en materia de defensa con los Emiratos Árabes Unidos. El deseo de reforzar el eje Occidente-Mundo Islámico formalizando una relación estratégica de EE.UU. con los EAU es algo totalmente nuevo, pero no inesperado.
Últimamente Biden busca formalizar las estructuras hegemónicas de los Estados Unidos. Esto incluye el fortalecimiento de las estructuras de la OTAN en Europa, la cual está dirigida directamente contra Rusia, además de la creación de la alianza AUKUS. Otro problema es la expansión del «Diálogo Cuadrilateral de Seguridad» (QUAD) en el Sudeste Asiático, dirigido contra China. Esta alianza formada por el hegemón estadounidense y Australia, satélite directo de Occidente, es un puesto de avanzada al cual se han unido el Japón ocupado y la India, un gran Estado-civilización independiente.
Ahora Occidente ha comenzado a construir una alianza formal en el Oriente Medio recurriendo a los países que se encuentran más influidor por él: Arabia Saudí, los EAU y otros países islámicos que también gravitando hacia los BRICS y Rusia. Biden ha comenzado a dar pasos sin precedentes con tal de apartar a muchos países emergentes del camino de la multipolaridad.
De hecho, estas acciones no tienen precedentes. Las relaciones de Occidente con sus socios en el mundo islámico siempre han sido informales. Sí, siempre ha habido petróleo y ciertos acuerdos diplomáticos, pero el hecho de que Occidente haya empezado a darle alas a la OTAN global, como un intento de contrarrestar la formación de un mundo multipolar, es, por supuesto, algo completamente nuevo a escala estratégica y geopolítica.
Por supuesto, se trata de una respuesta a los BRICS. Occidente está tratando de que ciertos países que se han unido a los BRICS (en particular, la India y ahora los EAU, que se unieron oficialmente a los BRICS a partir de principios de 2024) se pongan de su lado. Es la respuesta de Occidente a que Turquía, un miembro de la OTAN, haya solicitado unirse a los BRICS.
El enfrentamiento entre el mundo unipolar y el mundo multipolar está aumentando. Algunos países se están convirtiendo en fronteras geopolíticas que pueden pertenecer simultáneamente a la OTAN (la hegemonía occidental) y a la multipolaridad. Se trata de un fenómeno muy interesante, ya que implica la aparición de una zona intermedia entre la multipolaridad y la unipolaridad, un lugar donde ambos bandos influyen.
Todo esto recuerda a las leyes formuladas por la geopolítica clásica: la «civilización de la tierra» y la «civilización del mar» se oponen más intensamente precisamente donde chocan directamente, es decir, en el Creciente Exterior (Rimland). La única diferencia es que no existe una única «civilización de la tierra», sino que existe una «civilización de la tierra distributiva», un Heartland distribuido, en el que los países del mundo multipolar, así como el mismo Occidente, pueden convertirse en polos independientes.
Todo esto es un proceso muy interesante y debemos seguirlo de cerca. Por supuesto, este ha sido un golpe directo contra la élite rusa, que ve a los EAU como una especie de «zona gris» para interactuar con Occidente. Occidente quiere eliminar esa posibilidad y, por lo tanto, incluir a los EAU entre sus principales socios es un acto extremadamente agresivo en todos los sentidos. Significa un intento de poner a los EAU bajo control directo de Occidente.
Londres en guerra con Moscú para destruir Europa
Augusto Grandi
No una continuación del Nuevo Gran Juego, con el enfrentamiento entre EEUU y la URSS por el control de Asia Central. Sino una reedición del Gran Juego original, el que enfrentó a la Rusia zarista y a Gran Bretaña en el siglo XIX. Porque a Londres nunca le gustó la realidad que supuso la desaparición del Imperio Británico, el fin de la explotación colonial, la pérdida progresiva de relevancia en la escena internacional.
No, no al nivel de Italia, que se alegra de haberse convertido en colonia de Estados Unidos y celebra con entusiasmo los bombardeos angloamericanos que masacraron a mujeres, ancianos, niños. Por otra parte, el gobierno italiano ni siquiera tiene el valor de condenar los crímenes de Israel en Gaza. Don Anbondio, comparado con los ministros italianos, era un superhéroe.
Pero a Londres no le basta con evitar verse reducida como Roma. Y ha aprovechado el conflicto de Ucrania para volver a levantar cabeza intentando infligir el mayor daño posible a su enemigo de siempre: Rusia. Y poco importa a los belicistas británicos que debilitar a Rusia signifique fortalecer a China precisamente en Asia Central. Porque, a fin de cuentas, a Londres le interesa más penalizar a Europa que golpear a Pekín.
Por eso los británicos fomentaron el levantamiento inicial en Ucrania, para derrocar al presidente debidamente elegido pero amigo de Rusia. Por eso hicieron fracasar los acuerdos de Minsk. Por eso se oponen a la paz. Porque cuanto más dure la guerra, más jóvenes rusos y jóvenes ucranianos morirán. Y más empobrece a Europa mantener esta guerra, imponer sanciones, hacer todo lo que perjudica, en primer lugar, a sí misma.
En Asia Central, Londres, nunca volverá. Tampoco volverá a Nueva Delhi. Los indios también hablan inglés, pero no olvidan el millón de muertos por la represión británica de un levantamiento. No olvidan las masacres y los robos. Y no olvidan a los africanos. Y a los latinoamericanos.
Los únicos que lo han olvidado todo son los italianos. Pero son poco útiles en los proyectos británicos. Sí, son buenos, los italianos. Cada estornudo de la casa real británica se convierte en un asunto de estado para los periodistas italianos. Pero entonces Roma siempre está esperando órdenes de Washington. Mejor recurrir a los polacos, los suecos, los finlandeses. Amigos que ya envían a sus muchachos a morir en Ucrania.
Así puede abandonar la UE mientras sigue condicionándola a través de sus amigos en nómina. Empujándoles hacia una guerra que acabaría con el sueño de una Europa fuerte, independiente y capaz de dialogar con el mundo.
No, a los británicos no les gusta una Europa así. Se han aferrado al clásico: «Milord, hay niebla sobre el Canal de la Mancha, el continente está aislado».

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