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Pakistán: Una revolución que no se televisa

Administrator | Martes 26 de noviembre de 2024
Junaid S Ahmad
El 24 de noviembre fue designado día mundial de protesta por la liberación del ex primer ministro paquistaní Imran Khan, encarcelado por las élites militares y políticas paquistaníes desde agosto de 2023. Fue un día de solidaridad con las decenas de miles de paquistaníes maltratados, torturados y encarcelados asociados al Movimiento por la Justicia (PTI) de Khan y con quienes se oponían al actual régimen militar con fachada civil.
A pesar del bloqueo total, con controles de carretera omnipresentes y fuerzas de seguridad militarizadas de gatillo fácil, se han producido manifestaciones masivas contra el régimen en todo Pakistán, que han culminado con marchas hacia la capital, Islamabad. En Washington, Nueva York, Londres, París, Barcelona, Estambul y muchas otras ciudades del mundo se están celebrando concentraciones y protestas de paquistaníes y activistas de derechos humanos.
Las reivindicaciones del Movimiento por la Justicia son las siguientes:
  • Liberación inmediata de Imran Khan y fin de las acusaciones y causas farsescas y políticamente motivadas.
  • Liberación inmediata de las decenas de miles de activistas del PTI encarcelados.
  • El reconocimiento de los resultados electorales de febrero de este año, en los que el PTI de Khan obtuvo ampliamente el mayor número de escaños en el Parlamento, de modo que el PTI obtenga el lugar que le corresponde para gobernar el país.
  • El fin de la injerencia del estamento militar en la vida política del país.
  • En las últimas veinticuatro horas, hay mucho que decir y celebrar. A pesar de la severa represión, los paquistaníes han estallado en revueltas por todo el país. Desde todos los rincones de la nación, la gente marcha hacia aquí, hacia Islamabad. La capital se ha convertido en una auténtica fortaleza y el régimen ha importado miles y miles de contenedores y autobuses para utilizarlos como barricadas. La valentía de los paquistaníes de a pie al enfrentarse a un Estado fascista con fuerzas de seguridad militarizadas de gatillo fácil es sencillamente sobrecogedora. Estamos viendo al único enemigo real al que nuestro patético estamento militar está dispuesto a enfrentarse: su propio pueblo.
    Hay mucho más que decir. Pero por ahora, tres cosas:
    1) Nos guste o no el ex primer ministro Imran Khan, es difícil pensar en un líder político contemporáneo capaz de movilizar manifestaciones tan masivas en literalmente todos los rincones del mundo. De Tokio a Kuala Lumpur, de Johannesburgo a Estambul, de Atenas a Barcelona, de Manchester a Dublín, de Nueva York a Atlanta, de Chicago a Houston y a aproximadamente sesenta y cinco ciudades más del mundo (según el último recuento), esto ha sido realmente surrealista. Cuando uno piensa en líderes políticos capaces de atraer protestas mundiales de solidaridad y apoyo tan implacables, piensa en Mandela, Castro o Nasser. Tal vez me esté perdiendo algo por estar atrapado en la magnitud de la escala mundial que han adquirido estas protestas.
    2) Lo que ocurrió en Pakistán en abril de 2022 pasará a la historia como una de las operaciones de cambio de régimen más imprudentes y mal concebidas de la historia. Como he afirmado antes en entrevistas y escritos a continuación, probablemente no sea una buena idea apuntar al icono nacional más popular y querido -por lo menos durante las últimas tres décadas-. La Administración Biden y los generales de Islamabad han convertido a Khan en un mártir, lo han transformado milagrosamente de un reformista moderado a un revolucionario en toda regla a los ojos del pueblo.
    3) ¿Podemos imaginarnos cuál sería la respuesta si se tratara de manifestaciones a escala nacional y mundial, de esta envergadura, contra la represión totalitaria de los presos políticos y los disidentes en Irán, Rusia, China, Cuba, Venezuela, etc.? Estaríamos viendo cobertura 24-7 en TODOS los principales medios de comunicación, probablemente ni siquiera se tomarían una pausa para cubrir la inauguración de un nuevo presidente de EE.UU.. Aquí tenemos el comienzo de una revolución en un país con la quinta población más grande del mundo, el quinto ejército más grande, con armas nucleares, y un silencio virtual. Apenas puede suscitar un párrafo en Reuters o AP. Si alguna vez ha habido un ejemplo de la sesgada -por decirlo suavemente- ideología imperial de los medios de comunicación y la intelectualidad, es éste. Al igual que con el genocidio sionista en Gaza, también son cómplices de permitir ahora más de dos años de una de las fases totalitarias más fascistas de la historia de Pakistán.
    A continuación encontrará enlaces útiles a algunas de las escenas de las últimas 24 horas, a entrevistas recientes (en medios occidentales) (en Breakthrough News, Useful Idiots, Flashpoints, etc.), algunos de mis artículos recientes (para contextualizar) e imágenes del levantamiento.
    Estoy en deuda con mis estudiantes, que también están participando valientemente en esta revuelta popular y cubriéndola. También he enviado algo brevemente a continuación para dar algo de contexto al 24 de noviembre que es el día de movilización y solidaridad global de Khan/Movimiento por la Justicia.
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