Micaela Constantini*
Volodimir Zelensky anunció y cumplió. Europa atraviesa un nuevo capítulo de tensiones e incertidumbre.
Varios países europeos ya no tendrán acceso al gas ruso debido a que Zelensky decidió no renovar el contrato entre la empresa rusa Gazprom y la empresa estatal ucraniana Naftogaz que permitía el tránsito de gas ruso a través de Ucrania. El acuerdo firmado en 2019 expiró el 31 de diciembre y la decisión de Zelensky llevó al cierre de la llave de paso.
Zelensky, presidente “ilegal” para algunos políticos y analistas debido a que continúa posponiendo las elecciones presidenciales que debían celebrarse en marzo de 2024, argumentó que esta decisión es parte de la estrategia de presión e intento de desgastar a Rusia con la intención de que el fin del suministro implique pérdida económica para Moscú y esto impacte en la capacidad de financiamiento a las fuerzas armadas como así también terminar con la ‘dependencia al gas ruso’ para que Putin no lo utilice para ejercer influencia sobre Europa.
Por su parte, Putin ha declarado en reiteradas oportunidades, incluso cuando sucedió el sabotaje y atentado contra los Nord Stream que está dispuesto a seguir proporcionando gas a Europa y que sólo depende de las decisiones de los líderes europeos. En este caso, también se mostró predispuesto a continuar enviando gas a Europa a través de Ucrania dejando bien en claro que la parte que se niega es Zelensky. El líder ruso incluso acusó al mandatario ucraniano de estar castigando a la UE y aclaró que Gazprom y Rusia sobrevivirán de todos modos.
La decisión de Zelensky desata graves problemáticas… pero para Europa. Lo que nos lleva a preguntarnos ¿cuál es el verdadero objetivo del mandatario ucraniano al tomar esta decisión?
Sistema de Transporte de gas de Ucrania
El Sistema de Transporte de Gas de Ucrania comenzó a funcionar en 1991 y ha jugado un papel clave como arteria vital para el abastecimiento de gas ruso hacia Europa, lo que le ha otorgado una importancia estratégica crucial para la economía de la región durante muchos años.
El gasoducto abastece de manera directa a Hungría, Eslovaquia, Moldavia, Polonia y Rumania. Luego, el tránsito del gas continúa desde estos países hacia otros países europeos que se abastecen de gas ruso que atraviesa Ucrania de manera indirecta como Austria, República Checa, Bulgaria, Alemania, Italia, Francia, Serbia y en menor medida otros países balcánicos.
Tras el sabotaje a los gasoductos Nord Stream, sumado a las sanciones contra Rusia y la decisión política de la Unión Europea de disminuir el consumo de energía rusa, el suministro de gas ruso de Rusia hacia Europa disminuyó y el Sistema de Transporte de Gas de Ucrania junto al TurkStream se convirtieron en las únicas dos rutas de tránsito. Por lo que la decisión de Zelensky dejaría al gas ruso enviado por Turquía a través del Mar Negro como el único transito directo hacia Europa, lo que limita luego el abastecimiento hacia otros países.
Crisis energética
Europa viene atravesando la crisis energética desde hace varios años, lo que la ha llevado a implementar diversas políticas de abastecimiento y diversificación de fuentes y tipos de energías. A esto se le suma el ambicioso proyecto de transitar al consumo de “energías verdes” es decir aquellas que son menos contaminantes.
No obstante, a partir de la operación militar especial rusa en Ucrania en 2022, la Unión Europa tomó decisiones políticas con el objetivo de apoyar a Ucrania que incluyó el proyecto de la disminución del consumo de energía de Rusia, lo que Bruselas denominó como “cortar con la dependencia al gas ruso”.
Estas decisiones de la UE, que incluyen sanciones y no renovación de acuerdos, sumado al sabotaje y ataque contra los gasoductos Nord Stream condujo a un aceleramiento y profundización de la crisis energética generando graves consecuencias sobre otras crisis que atravesaba la región y generando nuevas. La disminución y desabastecimiento energético comenzó no sólo a afectar los bolsillos de los ciudadanos europeos sino principalmente a los sectores industriales y agrícolas, dos grandes y poderosos ámbitos de la producción europea. Como consecuencia esto acarreó desabastecimiento de productos y desempleo.
Otra consecuencia (intencional) fue el aumento de importaciones de energía proveniente de EEUU. Europa aumentó de manera drástica la importación de GNL estadounidense, más caro, más costoso en logística y más contaminante.
Estas decisiones de las élites europeas responden al proyecto del globalismo atlantista en Europa que se centra en la alianza entre EEUU y Europa a partir de la OTAN, por lo que todo gira alrededor de los intereses estadounidenses. A Estados Unidos le interesaba hundir a las dos grandes potencias europeas y su alianza, la entente francoalemana, y así someter a la región. Cortar con los lazos euro-rusos y generar la dependencia energética con EEUU fue un punto clave en este proyecto. A las sanciones, el sabotaje de los Nord Stream y la destrucción de la industria de sus principales competidores se le sumó la promulgación y ejecución de la estadounidense Ley IRA, que invita a las industrias europeas a abandonar el continente e ir a producir a EEUU con incentivos financieros y energía barata, y desabasteciendo el mercado de productos críticos.
La decisión de Zelensky profundiza aún más la crisis energética, la crisis del sector agrícola, la desindustrialización, el desempleo, el aumento de la calidad de vida de los europeos, en especial a aquellos países que se abastecen de manera directa de dicho Sistema que atraviesa el suelo ucraniano.
Zelensky decidió cortar una importante vía de abastecimiento de gas no sólo durante las múltiples crisis europeas sino también en pleno invierno y a pocos días de la asunción de Donald Trump en EEUU.
Un Trump que prometió en campaña imponer aranceles y priorizar la industria y consumo estadounidense. La dependencia al GNL estadounidense generada por las decisiones de las élites europeas con el objetivo de cortar con la dependencia al gas ruso, puede que comience a jugarle en contra profundizando aún más la situación en la región.
Mientras que Putin en plena guerra contra Ucrania y recibiendo ataques constantes, de Bruselas (ya van por el 15 paquete de sanciones) y de la OTAN, no cortó en ningún momento el suministro de energía hacia Europa, ni tampoco lo utilizó como herramienta de extorsión o chantaje; el gran socio y aliado europeo: EEUU, puede que con la gestión de Trump comience a cobrarle más caro la energía o disminuir el suministro energético hacia Europa.
Para la portavoz del Kremlin, María Zajárova, Zelensky continúa actuando a favor de los intereses norteamericanos. «El trasfondo geopolítico de la decisión del régimen de Kiev es obvio. El principal beneficiario de la redistribución del mercado energético del Viejo Mundo y, al mismo tiempo, el principal patrocinador de la crisis ucraniana es EEUU», advirtió Zajárova.
«La responsabilidad de suspender el suministro de gas ruso recae enteramente en EEUU y el régimen títere de Kiev, así como en las autoridades de los Estados europeos que sacrificaron el bienestar de sus ciudadanos para el apoyo financiero a la economía estadounidense», señaló Zajárova.
Crisis al interior de la Unión Europa
La decisión de Zelensky inaugura un nuevo capítulo en la crisis que está atravesando la Unión Europea hacia el interior de sus instituciones. Desde las elecciones al Parlamento Europeo se consolidó la gobernanza del globalismo atlantista pero también develó un nuevo camino elegido por los europeos ya que crecieron nuevos partidos y se formaron nuevas familias con proyectos que difieren al proyecto atlantista y que ocupan asientos suficientes como para criticar y resistir a las decisiones que tomen dichas élites atlantistas.
Los enfrentamientos y discusiones entre estos grupos no son ningún secreto, se ven en las noticias a diario por diversas problemáticas claves que atraviesan a la región. Principalmente se da a partir de las decisiones de proveer ayuda militar y financiera ciegamente a Kiev, por las sanciones contra Rusia, por el doble rasero que manejan la cúpula de poder al momento de señalar a los países sobre sus asuntos internos, por los mecanismos y dispositivos utilizados para la injerencia sobre aquellos países que no responden a los mandamientos europeos, por el criterio sobre cómo utilizar los fondos europeos y por el rol de la OTAN.
La familia europea Patriotas por Europa es uno de los nuevos grupos conformado en las últimas elecciones al Parlamento Europeo y es el que más diferencias y enfrentamientos viene teniendo con la presidenta de la Comisión Europea, y una de las principales líderes del globalismo atlantista en Europa, Úrsula von der Leyen.
La crisis energética es una de las problemática que enfrenta a estos dos grupos, incluso antes de que se conformaran como grupo europeo, los líderes de Patriotas por Europa de forma separada ya venía cuestionando la decisiones de las élites europeas que impactan directamente sobre el abastecimiento energético y que repercute en el sistema productivo y de vida de cada uno de estos países. Se destaca el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, y el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico.
Por lo que la decisión de Zelensky puede leerse como una presión hacia estos países que han decidido no unirse a los paquetes de sanciones contra Rusia, o no enviar ayuda a Ucrania, o simplemente buscan mantenerse neutral. Incluso también puede verse como presión de Zelensky hacia las autoridades de la UE, con la certeza de que esta problemática aumentaría las tensiones y grietas al interior de Bruselas, con el objetivo de extorsionar a las instituciones europeas ante una eventual caída del apoyo a partir de la asunción de Trump.
No sería la primera vez que Zelensky utiliza al Sistema de Transporte de Gas de Ucrania para meter el dedo en la llaga europea: la crisis energética. En agosto Ucrania lanzó una ofensiva contra la provincia rusa de Kursk, con la toma completa de la ciudad de Sudzha. Justamente, Sudzha es la ciudad rusa ubicada a 10 kilómetros de la frontera con Ucrania en donde se encuentra la estación de distribución de gas que conecta con el Sistema de Transporte de gas de Ucrania.
Uno de los objetivos de la avanzada ucraniana sobre Kursk fue tener el control, o incluso sólo amenazar con la posibilidad, sobre las infraestructuras críticas energéticas como herramienta de presión para los países occidentales europeos, tanto para aquellos a los que considera socios como para aquellos a los cuales Kiev ya ha intentado perjudicar.
Todo esta situación devela también la engañosa retórica que ha utilizado Bruselas y las instituciones atlantistas para sostener el apoyo a Kiev: la unidad, la necesidad de sancionar a rusia y cortar el suministro de gas ruso como método eficiente para generar pérdidas significativas a Moscú. Sin embargo, la realidad mostró que Rusia no sufrió dichas pérdidas y en algunos puntos se vio beneficiada debido a verse obligada a volcarse a nuevos mercados, mientras que la UE y Europa en general fue la más perjudicada por estas decisiones y la que aún continúa atravesando profundas crisis.
¿A qué países afecta?
Los principales países afectados a partir de la decisión de Zelensky de manera directa son Eslovaquia, Hungría y Moldavia. Aunque también afecta a República Checa, Austria, Bulgaria, Rumania, Polonia, y en menor medida a Alemania, Italia, Serbia y otros países balcánicos.
La situación en Moldavia y Transnistria es el primer punto en donde el fin del suministro comenzó a sentirse de forma inmediata.
En Transnistria, todas las empresas industriales han dejado de funcionar debido a la falta de recursos energéticos, aseguró su primer viceprimer ministro y ministro de Desarrollo Económico.
«La crisis es tan grave que no es necesario enumerar las empresas que han dejado de operar. Se han cerrado todas las industrias, con la excepción de las que se dedican a la producción de alimentos. Para otras empresas, para el sector industrial, no hay recursos energéticos», dijo Obolonik.
Moldavia posee una fuerte dependencia energética de Transnistria. Transnistria posee la planta termoeléctrica Cuciurgan que utiliza el gas natural ruso proveniente del Sistema de Transporte de Gas de Ucrania, y con la cual suministra gran parte de la electricidad a Moldavia, es decir, la planta es una de las principales fuente energéticas de Moldavia. Esta dependencia energética de Chisinau con Transnistria posiciona a Moldavia en un lugar vulnerable en el contexto del actual gobierno atlantista de Moldavia que busca cumplir con los parámetros de la UE.
Parte de las exigencias de Bruselas a Moldavia incluyen cortar con el suministro energético ruso a través de Transnistria, lo que equivale a un gran porcentaje del consumo moldavo, y un motor económico para Transnistria. Algunos analistas creen que esta sería una forma de presionar a Transnistria para que abandone su “posición separatista” y expulse las tropas rusas.
No olvidemos que hace una semana el Servicio de Inteligencia de Rusia advirtió que el gobierno de la presidenta moldava, Maia Sandú, estaba preparando un plan para ingresar a Transnistria con el objetivo de obligar a las fuerzas de paz rusas a retirarse del territorio. Uno de los lugares en donde se encuentra la fuerza de paz rusa en Transnistria es justamente en donde se encuentra ubicada la central eléctrica Kuciurgan.
La situación en Moldavia y Transnistria podría escalar si el gobierno de Sandú continúa en esta posición. Aunque parece ser que Rumanía, país hartamente interesado en anexionarse Moldavia, encontró un punto clave para comenzar con su plan, y comenzó a exportar gas hacia Moldavia y le prometió que puede ofrecer cinco millones de metros cúbicos de gas al día.
La decisión de Zelensky también perjudica dramáticamente a la misma Ucrania. Si bien Kiev no consume gas ruso directamente de la red del Sistema de Transporte de Gas de Ucrania, se beneficia económicamente del tránsito del gas ruso hacia Europa.
El cese del tránsito de gas ruso a través de Ucrania a Europa supone para Kiev la desaparición de una de las principales fuentes de ingresos, señala a Sputnik el jefe de investigación del Instituto de Energía y Finanzas, Alexéi Belogóriev. «La pérdida total del tránsito ucraniano significa para Ucrania un aumento de los costos unitarios del transporte de gas para los consumidores nacionales y extranjeros, la pérdida de los principales ingresos de tránsito [más de 100 millones de dólares al mes o unos 1.300 millones al año según el contrato quinquenal que expira]», advierte Belogóriev.
Asimismo, Ucrania posee proceso de “reversión de flujo” en donde termina consumiendo gas ruso que volvía de otros países hacia suelo ucraniano, específicamente importaba gas ruso de Eslovaquia, Hungría y Polonia. Por lo que si, a estos países no le llega el gas ruso que atravesaba Ucrania, tampoco podrá abastecer a la misma Ucrania a través de este proceso de “reversión de flujo”.
De hecho, la decisión de Zelensky llevó a elevar las tensiones con el primer ministro eslovaco, Robert Fico, quien luego de intentar negociar, amenazó a Zelensky con cortale el flujo de gas hacia Kiev.
Las posibles soluciones que ofrece Bruselas se centran en abastecer a estos países a partir del gas proveniente del norte de Europa. Por ejemplo, a través de Alemania que importa desde Noruega, Países Bajos y Bélgica; o a través de Polonia que importa desde Noruega y el GNL de Estados Unidos; o a través de Italia, Grecia y Turquía. Todo implica una mayor logística, infraestructura, acuerdos políticos, costes, tiempos e interdependencia en pleno invierno y múltiples crisis.
El aumento de los precios e inflación es una de las primeras consecuencias de esta decisión de Zelensky, que sumado a la época de invierno y al aumento de consumo supone un gran encarecimiento y tope de capacidad.
Según indicó Sandra Acosta del Períodico de la Energía, este “jueves, el precio del TTF (Title Transfer Facility) neerlandés, el índice de referencia para el gas natural en Europa, subió más de un 4%, alcanzando los 51 euros por megavatio-hora, su nivel más alto desde octubre de 2023”.
La periodista aseguró también que “en comparación con el año anterior, los precios del gas han aumentado un 50% interanual, lo que podría agravar los costes para las empresas y los hogares europeos”.
Pero en especial, “el encarecimiento de la energía también amenaza la competitividad de las industrias europeas, que ya enfrentan costes más elevados que sus competidores en otras regiones del mundo. Por su parte, los hogares podrían ver incrementos en sus facturas energéticas si el alza de precios se prolonga, a pesar de las medidas de mitigación adoptadas por los gobiernos de la Unión Europea”, explicó Acosta.
Zelensky vs. Fico
Esta situación escaló las tensiones entre Zelensky y Fico, ya que Eslovaquia es uno de los países más afectados.
En diciembre, Fico estuvo intentando mantener un diálogo con Kiev a pesar de sus reiterados enfrentamientos, con el objetivo de ofrecer o llegar a algún acuerdo que no implique el fin del suministro de gas ruso por Ucrania. Aún así, Zelensky continuó firme en su decisión.
Durante una rueda de prensa en el final de la Cumbre de los líderes de la UE en Bruselas, Fico dijo: “si alguien va a impedir el tránsito de gas al territorio de la República Eslovaca, si alguien va a provocar un aumento de los precios del gas en el territorio de Europa, si alguien va a causar un enorme daño económico a la Unión Europea, ese es el presidente Zelenski».
También publicó en su cuenta de facebook (cerraron su cuenta en X):
“LO QUE NO CABÍA EN EL COMUNICADO DE PRENSA XXXII
Si alguien quiere organizar una negociación de paz en la República Eslovaca, estaremos dispuestos y seremos hospitalarios.
Al detener el tránsito de gas, el Presidente Zelensky causará miles de millones de dólares de perjuicio a la UE, incluida la República Eslovaca, y reducirá aún más la competitividad de la UE.
A los grandes de la UE no parece importarles. Principalmente que, en nombre del objetivo poco realista de debilitar a Rusia, los eslavos seguirán odiándose unos a otros”.
En otra publicación previo a una reunión con el Presidente del Consejo Europeo y con el primer ministro de Ucrania, Denys Šmyhaľ, estableció “los temas esenciales para Eslovaquia”:
“1. Apoyamos la preservación de las rutas de tránsito de gas entre Ucrania y los estados miembros de la UE. La preservación del tránsito no puede ser sólo una cuestión bilateral de los países vecinos de Ucrania, sino una cuestión de toda la UE.
Estamos a favor de una mayor ampliación de la UE con nuevos miembros; Serbia merece un apoyo especial, ya que desempeña un papel decisivo en la lucha contra la inmigración ilegal.
Instamos a que se evalúe objetivamente la situación actual en Georgia. Cualquier consideración de interferencia en los asuntos internos de Georgia mediante la imposición de sanciones es una línea roja para nosotros.
En la reunión plantearé la cuestión del doble rasero al evaluar el estado de derecho en cada uno de los Estados miembros de la UE”.
Por su parte, Zelensky salió a criticar duramente a Fico por su viaje a Rusia para reunirse con Putin en diciembre acusándolo de “ayudar a Putin a ganar dinero para financiar la guerra y debilitar a Europa” y que dicha ayuda es “inmoral”.
“Debemos recordarle a Fico tres cosas. En primer lugar, apoyar la agresión rusa es completamente inmoral. En segundo lugar, la política miope de Fico ya ha privado al pueblo eslovaco de una compensación por la pérdida del tránsito de gas ruso. Ahora corre el riesgo de privar a los eslovacos de otros 200 millones de dólares al año que Ucrania paga por la electricidad importada. Sí, esta importación crítica no es gratuita y el coste es significativo. En tercer lugar, a todos los europeos, incluidos los eslovacos, les resultará mucho más rentable desde todos los puntos de vista trabajar con los vecinos y la UE para aumentar el suministro de recursos energéticos de Europa, incluido el gas de Estados Unidos y otros socios”, tuiteó Zelensky.
Ya en enero, con el cierre final de la llave de paso por parte de Zelensky, Fico amenazó con que su partido «Smer-SD está dispuesto a discutir y acordar en la coalición la suspensión del suministro eléctrico y una reducción significativa del apoyo a los ciudadanos de Ucrania que se encuentran en el territorio de Eslovaquia».
Zelensky respondió “he revisado los detalles de las importaciones de electricidad de la UE a Ucrania a través de Eslovaquia, que representan aproximadamente el 19% del volumen total. Fico no cortará nuestras importaciones. Estamos trabajando con otros vecinos de la UE. He dado instrucciones a nuestros funcionarios para que trabajen junto con la Comisión Europea y todos nuestros socios europeos para hacer todo lo posible para mantener la estabilidad del sistema energético europeo unificado y defender las normas energéticas europeas”.
Eslovaquia perderá 500 millones de euros al año por las tasas de tránsito del gas, afirmó Fico. Calculó que la Unión Europea tendrá una carga financiera de entre 60 y 70 mil millones de euros debido a la suspensión del suministro de gas ruso a través de Ucrania.
“El presidente ucraniano V. Zelenskyi comenzó a sabotear las finanzas públicas de la República Eslovaca y perjudicar los intereses financieros de toda la UE. Eslovaquia debe demostrar que es un país soberano”, sentenció el líder eslovaco.
Además, Fico aseguró a su población que se estableció un “presupuesto estatal, un paquete para compensar los precios del gas y la calefacción, que contribuirá a estabilizarlos”. Además explicó que “no vemos ninguna razón para operaciones arriesgadas motivadas por aventuras geopolíticas, cuyo resultado será un gas más caro y una pérdida de ingresos por el tránsito del gas a través de Eslovaquia”.
Ante esta situación, el 29/12, Fico escribió una Carta Abierta a los representantes de la UE en donde relata con detalles y argumentos su posición en defensa de los intereses soberanos de Eslovaquia y de los intereses europeos.
CARTA ABIERTA DEL PRIMER MINISTRO DE LA REPÚBLICA R. FICO A LOS REPRESENTANTES DE LA UE
Señor Presidente del Consejo Europeo
Señora Presidenta de la Comisión Europea,
Como ya es de dominio público, el Presidente ucraniano V. Zelensky, anunció unilateralmente, sin ninguna consulta abierta con las autoridades de la Unión Europea o de los Estados miembros afectados, que a partir del 1 de enero de 2025 Ucrania no facilitará ningún tránsito de gas a través de su territorio hacia la República Eslovaca y para otros clientes de Europa Occidental.
Subrayo el carácter unilateral de esta decisión porque la Comisión Europea, en su carta de diciembre de este año dirigida, entre otros, al Viceprimer Ministro de la República Eslovaca D. Sakova, declaró inequívocamente que «la celebración de contratos para el suministro o el tránsito de gas ruso no está prohibida por la legislación de la UE en este momento, ya que no está sujeta a sanciones de la UE y la importación de gas ruso no está prohibida actualmente por otras disposiciones de la legislación de la UE». («…la celebración de contratos para el suministro o el transporte de gas ruso no está prohibida por el Derecho de la UE en esta fase, ya que no entra en el ámbito de las sanciones de la UE y la importación de gas ruso no está prohibida actualmente por otras disposiciones del Derecho de la Unión…»).
Me gustaría recordarle en particular que se presentaron a los socios ucranianos otras opciones para el tránsito de gas distintas del gas ruso, pero también fueron rechazadas por el Presidente ucraniano.
Señor Presidente,
Señora Presidenta,
No sólo me dirijo a ustedes como Primer Ministro de un Estado miembro de la UE que se verá gravemente perjudicado financieramente por esta decisión unilateral del Presidente ucraniano, especialmente a la luz del necesario saneamiento en curso de las finanzas públicas, que el anterior Gobierno nos dejó en un estado catastrófico. Me dirijo a ustedes, ante todo, como Primer Ministro de un país que participa activamente en un debate vital sobre cómo mantener la competitividad decreciente de la UE en relación con otras regiones del mundo. No cabe duda de que la decisión unilateral del Presidente ucraniano tendrá importantes repercusiones negativas en nuestros esfuerzos comunes europeos por mantener el ritmo de los países del mundo en rápido desarrollo.
No sé si el vago planteamiento de la Comisión Europea y de la mayoría de los Estados miembros se basa en que no se ha analizado profesionalmente en absoluto el impacto económico de la interrupción del tránsito de gas ruso o de otro tipo a través de Ucrania y se ha considerado todo el asunto sólo ideológicamente, o si dicho análisis se ha llevado a cabo pero no se ha discutido abiertamente con los Estados miembros y se subestima el impacto de la decisión del Presidente ucraniano en la economía europea.
En cualquier caso, me gustaría presentar una postura clara en nombre de la parte eslovaca en el sentido de que, especialmente ahora, en un momento de complicada situación económica en el que tenemos que recurrir a dolorosas medidas de austeridad, considero absolutamente necesario que se analice el impacto económico de las decisiones importantes y que se adopten posturas con un conocimiento profundo de la cuestión.
A falta de pruebas objetivas convincentes preparadas a nivel de la Comisión Europea, pedí a la empresa eslovaca SPP, a.s., que no sólo es el proveedor de gas dominante en Eslovaquia, sino también uno de los principales comerciantes de gas europeos, que me proporcionara una opinión experta sobre el impacto de la finalización del tránsito de gas a través de Ucrania en el precio del gas en Eslovaquia y en los mercados europeos.
Permítanme exponer en esta carta abierta las conclusiones más relevantes de este análisis.
Aunque el volumen de gas que realmente transita por Ucrania sólo representa alrededor del 3,5% del consumo de gas (UE27 + Reino Unido), es una cantidad que marca la diferencia en cuanto a la situación global del mercado y hace que una situación de conformidad en cuanto a la satisfacción de la demanda se convierta en una situación tensa. Los comerciantes entrevistados estiman que la diferencia entre la continuación y la suspensión del tránsito de gas ruso a través de Ucrania es de al menos 10 a 12 EUR/MWh de gas para las operaciones concluidas en los principales mercados de intercambio holandés y alemán. Esta diferencia se refleja también en el aumento de los precios del gas, que han pasado de unos 35 EUR/MWh al nivel actual de unos 45 EUR/MWh, lo que sólo puede explicarse por las perspectivas negativas relacionadas con la decisión del Presidente ucraniano.
En la práctica, con un consumo de gas en la UE/27 de unos 4 bn. MWh (algo menos de 400 bcm) al año, esto supone un coste adicional de 40.000-50.000 millones de euros anuales para los hogares, las empresas y las infraestructuras públicas europeas sólo por los precios del gas. Si se tienen en cuenta los efectos secundarios sobre los precios de la electricidad, el coste total para la UE-27 es de 60.000-70.000 millones de euros al año (15.000-16.000 millones de euros al año sólo en Alemania, como mayor mercado europeo). También habrá una pérdida directa de tarifas de tránsito de unas 800 millas. Al parecer, el Presidente ucraniano considera insignificante esta pérdida, dados los enormes ingresos de Ucrania procedentes del extranjero, y de al menos 400 millones de euros para Eslovaquia. Debo añadir que, en el caso de Eslovaquia, incluso el aumento del precio de la mercancía sería significativamente superior a la referencia comunicada de los mercados alemán y holandés. También es muy probable que no haya ninguna posibilidad real de exportar gas de Europa a Ucrania y que este país tenga que depender exclusivamente de su propia producción.
Los ingresos de la Federación Rusa por la continuación del tránsito de gas a través de Ucrania ascenderán aproximadamente a sólo 2.000 millones de euros.
Señor Presidente,
Señora Presidenta,
Resumiendo los hechos, llegamos a una conclusión que debe ser inaceptable para la Unión Europea y sus objetivos. Detener unilateralmente el tránsito a través de Ucrania hacia Eslovaquia privará a los ciudadanos, las empresas y las infraestructuras europeas de decenas de miles de millones de euros al año, privará a Ucrania de casi 800 millones de euros y de la posibilidad de importar gas de Europa, y privará a Eslovaquia de más de 400 millones de euros al año en tasas de tránsito y de bastante más de 1.000 millones de euros en precios de materias primas. Las pérdidas causadas a la Federación Rusa sólo ascenderán a unos 2.000 millones de euros, es decir, sólo alrededor del 3% de todas las pérdidas causadas a los 27 Estados miembros de la UE. Por no mencionar el hecho de que un volumen tan pequeño de gas será fácilmente colocado por la Federación Rusa en otros mercados, lo que podría hacer que las pérdidas para la Federación Rusa se aproximaran a cero. Ni siquiera quiero comentar el impacto sobre la competitividad de la UE.
Para concluir esta carta abierta, me gustaría expresar la opinión de que la aceptación tácita de la decisión unilateral del Presidente ucraniano es completamente irracional y errónea y conducirá a tensiones y medidas recíprocas. También expreso mi convicción de que redunda en interés de todos los ciudadanos de la UE que los esfuerzos europeos para apoyar a Ucrania sean racionales y no en forma de gestos autodestructivos y extremadamente perjudiciales para la UE. Por esta razón, también quisiera pedirles, no sólo en nombre de la República Eslovaca, sino sobre todo en nombre de toda la Unión Europea, que presten la debida atención a esta situación sin precedentes y le concedan una importancia urgente.
Atentamente
Robert Fico
Primer Ministro de la República Eslovaca
* periodista y parte del equipo de PIA Global.