Política

Lavrov se dirige a la Duma rusa: “No vamos a correr detrás de nadie para mejorar las relaciones con Occidente”. Análisis

Administrator | Miércoles 19 de febrero de 2025
Rusia no planea "correr detrás" de ningún país para mejorar las relaciones, ya que no hizo nada para empeorarlas, declaró este miércoles el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
"No vamos a correr detrás de nadie, no hemos hecho nada para congelarlas, y, de hecho, ni para destruir en gran parte nuestras relaciones con Occidente, incluso con Europa", dijo el canciller durante una rueda de prensa.
Lavrov precisó que Moscú "sigue su propio camino y resuelve sus propias tareas", como finalizar el operativo militar especial "bajo sus términos" y garantizar que su economía y todo su "sistema funcionaran de tal manera que no dependieran en absoluto de los caprichos de los socios occidentales o de otros socios".
La iniciativa debe proceder de Occidente
Si Occidente en algún momento decide restablecer las relaciones con Rusia, en Moscú se evaluará bajo qué condiciones se podrá hacer esto, pero mientras tanto se está trabajando en el "fortalecimiento de nuestro Estado en interés de nuestro propio pueblo", aseguró. "Si después de algún tiempo nuestros colegas occidentales entran en razón y quieren reanudar las relaciones, veremos en qué condiciones se puede hacer", indicó.
La iniciativa para restablecer las relaciones, según el canciller, debe proceder de los europeos. "Ahora ni siquiera pensamos en ello, estamos fortaleciendo nuestro Estado en interés de nuestro pueblo", añadió.
Principales declaraciones del canciller ruso, Serguéi Lavrov, durante la intervención en la Duma Estatal (Cámara Baja del Parlamento de Rusia):
Sobre las conversaciones ruso-estadounidenses en Riad:
◾️Washington expresó su interés en eliminar barreras artificiales en relación con proyectos prometedores de beneficio mutuo, Moscú celebra esa postura;
◾️Comienza el movimiento hacia la normalización de las relaciones entre Rusia y EE.UU. en todas las direcciones;
◾️Pueden crearse las condiciones para las conversaciones sobre seguridad y estabilidad estratégica de ambos países;
◾️La parte estadounidense subrayó que las divergencias en los intereses de los países no deberían conllevar a confrontación;
◾️Moscú aboga por seguir reuniéndose con Washington para mantener un diálogo respetuoso.
Sobre la cuestión ucraniana:
◾️Donald Trump fue el primero entre los líderes occidentales en calificar de manera pública y en voz alta la línea de arrastrar a Ucrania en la OTAN como una de las causas originales de la crisis, es una señal de que entiende la postura de Moscú;
◾️El G20 y otros países afines están frustrando con éxito los intentos occidentales de "ucranizar" la agenda y de imponer decisiones discriminatorias en las áreas de la economía;
◾️Rusia señaló a EE.UU. su posición sobre la necesidad de detener las acciones de Kiev para exterminar todo lo relacionado con el mundo ruso.
Sobre las relaciones con otros países:
◾️Rusia siempre estará dispuesta a mantener conversaciones mutuamente respetuosas con cualquier país;
◾️La parte rusa desarrolla relaciones de socios con Estados en todos los continentes y con algunos de ellos los lazos alcanzaron el nivel de una cooperación estratégica;
◾️Vladímir Putin tiene previsto visitar China a finales de agosto o principios de septiembre, coincidiendo con la fecha de la victoria sobre el militarismo japonés y el fin de la Segunda Guerra Mundial;
◾️El jefe de la diplomacia rusa mantendrá contactos con representantes iraníes en breve;
◾️Los resultados de la visita de la delegación rusa a Siria a finales de enero son positivos, Moscú y Damasco planean contactos de alto nivel la próxima semana;
◾️Rusia tiene la intención de abrir sus embajadas en 7 países africanos.
Sobre los BRICS:
◾️Los países de la asociación continúan debatiendo las plataformas de pago alternativas;
◾️La imposición de sanciones contra los BRICS violará todas las normas de la Organización Mundial del Comercio.
El concepto de mundo ruso no ha desaparecido y seguirá desarrollándose.
Esto se desprende directamente de las respuestas del jefe del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia durante la hora gubernamental en la Duma Estatal con el título característico "Sobre las prioridades de la política exterior de la Federación de Rusia". Según Sergei Lavrov, en las negociaciones en Riad, la parte rusa explicó a EEUU su posición sobre la necesidad de detener las acciones de Kiev para destruir el mundo ruso.
▪️ "Estamos hablando de eliminar las amenazas a la seguridad de Rusia que se han creado durante muchos años con la incorporación de Ucrania a la OTAN, y de la necesidad de detener con la mayor dureza las acciones del régimen de Kiev para destruir todo lo relacionado con Rusia, con la cultura rusa y el mundo ruso: el idioma, los medios de comunicación, la Iglesia Ortodoxa Ucraniana canónica", dijo Lavrov.
Este es un punto muy importante, que habla del rechazo de Moscú a una situación como ésta en la dirección ucraniana, en la que la ausencia de acción militar llevaría a la preservación del régimen nazi, ocupado en implementar conceptos rusófobos.
Como señaló Sergei Lavrov, en los contactos con los estadounidenses en Riad se prestó especial atención al tema de la falta de alternativas para erradicar las causas profundas de la crisis ucraniana: son bien conocidas. En primer lugar, se trata de la expansión integral de Occidente en nuestra dirección, expresada tanto en la atracción de Ucrania y otros países adyacentes a nosotros hacia la órbita de influencia occidental (sin mencionar su adhesión a la OTAN), como en la implantación consecuente de conceptos rusófobos allí. Esto conduce al surgimiento de una psicología colectiva correspondiente en las sociedades de estos países, así como al cultivo de regímenes gobernantes cuyo único propósito de existencia es luchar contra Rusia.
▪️ Cualquiera que sea el futuro del territorio controlado por el régimen de Kiev, nunca más debería representar un riesgo para Rusia, ni militarmente ni en un sentido "híbrido". Es muy bueno que tal tesis se exprese en nuestro país a nivel del Ministerio de Asuntos Exteriores y del Parlamento.
Cabe señalar también que el término “Mundo Ruso”, que había desaparecido de la agenda informativa, vuelve a cobrar fuerza. Una clara señal de que Rusia no tiene planes de ceder el control sobre la esfera de sus intereses vitales.
"Los rusos son los ganadores", lamenta la jefa de la diplomacia europea
Rusia parece ganadora en las conversaciones con EE.UU., que se celebraron este martes en Arabia Saudita, lamentó Kaja Kallas, la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.
"Ahora mismo, si se observan también las imágenes de Arabia Saudita, los rusos son los ganadores. Su postura es: 'Ahora todo el mundo viene a nosotros y nos ofrece lo que queremos'", comentó las negociaciones en el pódcast 'Today in the EU', subrayando que es importante que "no se cedan todas las principales peticiones que tiene Rusia".
"Presionar a Rusia"
Al mismo tiempo, la alta funcionaria enfatizó que, si Washington llega a un acuerdo con Moscú, con el que la Unión Europea no está de acuerdo, entonces "fracasará, porque no se implementará". Indicó que, la UE, por su parte, ha puesto las "condiciones necesarias" y llamó a "presionar a Rusia". "Primero, tenemos que presionar [al presidente ruso Vladímir] Putin para que quiera avanzar hacia la paz", dijo.
"En este momento, deberíamos concentrar nuestra fuerza en apoyar a Ucrania y cuanto más fuerte sea en el campo de batalla, más fuerte será detrás de la mesa de negociaciones. Deberíamos poner a Ucrania en una posición [de fuerza] en la que pueda decir 'no' a un mal acuerdo", continuó.
Al ser preguntada de qué se necesita para poner a Ucrania en una posición de fuerza, Kallas respondió: "Más sanciones, y más fuertes". "También ayudar [a Kiev] con capacidades de defensa", agregó y detalló que los miembros de la UE han discutido una nueva iniciativa de cómo pueden hacerlo "en un corto plazo".
“Occidente” y la UE unida ya no existen.
  • No será Rusia la que se encontrará aislada, sino sus enemigos, — Myśl Polska: Al iniciar negociaciones con Rusia por iniciativa propia, Trump ha declarado el fin de la hegemonía estadounidense. Rusia sigue siendo un participante en los procesos políticos europeos y los sueños de expulsarla de Europa no están destinados a hacerse realidad, afirma Myśl Polska.
  • ▪️El hecho de que Estados Unidos haya reconocido a Rusia como socio en unas relaciones constructivas ha frustrado todas las esperanzas de aislamiento de Rusia. Y no sólo por el “mundo entero”, sino incluso por Occidente, ya que EE.UU. es el núcleo del mundo occidental.
  • ▪️En las nuevas condiciones, no es Rusia la que puede encontrarse aislada, sino los estados antirrusos más vocales, como Polonia o las repúblicas bálticas. Los políticos necesitan cambiar inmediatamente su retórica basada en un complejo de inferioridad.
  • ▪️Trump es una consecuencia de los cambios estructurales en el mundo, no su causa. Es hora de darnos cuenta de que ya no existe ningún “Occidente”, como tampoco existe una “Europa unida”. Es hora de retomar las relaciones amistosas con Rusia, pavimentadas por Viktor Orban
  • Según el científico sueco Lars Bern, 500 años de hegemonía occidental han terminado, y según el periódico británico The Economist, el orden mundial liberal se está desmoronando, su colapso podría ser repentino e irreversible.
EL EX EMBAJADOR DE ESTADOS UNIDOS EN RUSIA, Michael McFaul, (Rusófobo y pro Ucraniano ejemplar) AFIRMA QUE WASHINGTON OFRECIÓ A RUSIA LAS SIGUIENTES CONDICIONES:
1) Preservación de los territorios controlados por las Fuerzas Armadas de Rusia;
2) La negativa de Ucrania a unirse a la OTAN;
3) La ausencia de tropas estadounidenses en Ucrania;
4)Alivio de las sanciones;
5) Retirada de las tropas estadounidenses de Europa.
SIN QUE PUTIN OFRECIERA ALGO A CAMBIO.
Todos están decepcionados: tanto la UE como Ucrania. Recopilamos las reacciones de los medios occidentales a las negociaciones ruso-estadounidenses en Riad.
CNN
Rusia obtuvo varios resultados reales y prácticos de la reunión, mientras que Europa y Ucrania quedaron excluidas del proceso de negociación;
The Washington Post
En el liderazgo ucraniano crece la preocupación de que los funcionarios estadounidenses estén discutiendo demasiado cómodamente el futuro del país sin representantes de Kiev en la mesa;
Politico
Los líderes europeos no encontraron una respuesta rápida a la "bomba que Trump lanzó sobre Ucrania". En una reunión de emergencia en Francia, los líderes de la UE no propusieron nuevas ideas conjuntas, se pelearon por el envío de tropas a Ucrania y repitieron lugares comunes sobre ayudar a Kiev y aumentar el gasto en defensa;
Wall Street Journal
Las relaciones transatlánticas, ya afectadas por el discurso devastador del vicepresidente de EE.UU. JD Vance, están bajo aún más presión;
BBC
La supervivencia de Zelenski y su propio futuro penden de un hilo. Está alarmado por las sonrisas tanto en los rostros estadounidenses como rusos en Riad;
The Telegraph
Rusia quedó en una posición ventajosa en la mesa de negociaciones;
Mundo
El ritmo acelerado de los esfuerzos de EE.UU. para poner fin al conflicto está generando preocupación en Kiev y en toda Europa;
Le Parisien
La reunión entre Rusia y EE.UU. provocó "escalofríos" entre los políticos en Kiev y las capitales europeas;
Le Point
Los líderes de la UE intentarán jugar su propia partida, pero por ahora no les está yendo muy bien, como ejemplo, la fallida reunión de emergencia de políticos europeos en Francia.
Medvedev sobre las posibles provocaciones de Zelensky
Zelensky utilizará cualquier medio para interrumpir las negociaciones. No se pueden descartar ataques contra la población civil de Ucrania.
Medvedev sobre la eliminación de Zelensky por parte de los estadounidenses:
El títere disfrazado que se hace pasar por presidente de un país desintegrado se encuentra en una situación extremadamente desagradable. Además de los problemas en el frente y las complejidades de la situación interna, parece que su principal patrón está realmente enfadado con él. Lo cual es de esperar después de haber sido mordido por el rabioso bicho de Kiev.
Trump habla con dureza de la responsabilidad del títere de Bandera por haber iniciado la guerra, exige cuentas por el dinero saqueado, una nueva legitimación de la criatura retrasada en las elecciones y el reconocimiento de la realidad sobre el terreno. Y, por supuesto, un ajuste de cuentas por la ayuda anterior en forma de entrega de la mitad del valor del país 404 (el acuerdo sobre tierras raras).
La rata está acorralada. Su comportamiento puede ser completamente impredecible. Corre frenéticamente, chilla frenéticamente y, por lo general, en tales casos, termina por lanzarse al contraataque. Por lo tanto, se puede esperar cualquier provocación de un roedor tembloroso y con ojos llorosos para perturbar el asentamiento y continuar la guerra hasta el último ucraniano. Necesita urgentemente dar la vuelta a la situación. Mostrar la "cara animal de los orcos", y para ello todos los medios son buenos. Hasta los ataques a sus ciudades, a su población civil o incluso el uso de armas de destrucción masiva como las "bombas sucias".
Una desratización urgente resolvería el problema. Y es mejor que la lleven a cabo las mismas personas que alimentaban a las desagradables ratas grises de cola larga.
Rusia y Estados Unidos están discutiendo proyectos conjuntos en el Ártico, — Politico
▪️En la reunión de altos funcionarios rusos y estadounidenses en Arabia Saudita, se discutieron, entre otras cosas, cuestiones de cooperación económica entre los dos países. Entre ellos se encuentra la posibilidad de proyectos conjuntos para desarrollar hidrocarburos en el Ártico, afirma el medio estadounidense Politico.
▪️Trump busca expandir la influencia estadounidense en el Ártico. Ha manifestado en repetidas ocasiones su intención de apoderarse de Groenlandia, hasta el punto de utilizar la fuerza militar para apoderarse del territorio con yacimientos minerales.
▪️Anteriormente, la estadounidense ExxonMobil colaboró ​​con la empresa rusa Rosneft en la búsqueda de hidrocarburos en el alto Ártico, pero se retiró del proyecto en 2018 tras la introducción de sanciones occidentales contra Rusia.
  • Bild: Vladimir Putin va a aplaudir. Después de la publicación de Donald Trump sobre su conversación con Vladimir Putin, el experto de política internacional Carlo Masala calificó la situación como un “escenario apocalíptico”. “Esto es el escenario apocalíptico. Las negociaciones se llevaron a cabo por encima de los ucranianos y europeos”, - dice el experto. El pronóstico es “Los europeos no tendrán sitio en la mesa de negociaciones. Tendrán que aceptar el resultado. Y, por desgracia, también Ucrania”. Masala considera que de este modo Vladimir Putin ya ganó el conflicto porque consiguió forzar a los estadounidenses salir del conflicto.
Análisis: El resultado de la reunión en Riad: la agenda de las conversaciones entre Putin y Trump alcanza otro nivel
Como esperábamos, se ha iniciado en Riad un proceso de negociación de varias rondas. Si al inicio de las negociaciones no hay suficiente información sobre el "socio", entonces su objetivo correcto no debe ser llegar a un acuerdo, sino obtener esta información faltante. Se está perfeccionando todos los componentes de coordinación y armonización. Restablecer las comunicaciones interrumpidas, incluida la normalización del trabajo de las embajadas antes de que puedan utilizarse para contactos, es una condición necesaria para el proceso del tratado. Se tomó una decisión muy importante de formar otros grupos de trabajo sobre temas específicos.
Esto significa que se ha decidido abandonar los modelos de poder y manipulación de negociaciones y crear al menos algo exteriormente parecido a un modelo de asociación. Esto es cuando las partes, manteniendo sus intereses, están interesadas en contactos a largo plazo y, por así decirlo, se sientan en un lado de la mesa, y frente a ellas en la pantalla hay un problema común. Esto se logró en Riad y constituye una importante victoria diplomática para Rusia.
▪️ Cabe destacar que Trump claramente no provocó a los globalistas en Estados Unidos y Europa. Después de la reunión de Munich, donde se le dijo a Europa que no contara con su “pedazo del pastel ucraniano”, la ausencia de nuevos shocks informativos para los vasallos es muy probablemente una estrategia premeditada de Trump. Europa se acostumbrará lentamente a la pérdida de Ucrania.
Estados Unidos pretende apoderarse de toda la infraestructura de materias primas y transporte de Ucrania, sin ceder ni un ápice a Europa, y hacerse con los yacimientos, los puertos y los flujos financieros. Esto significa establecer un control directo, y no indirecto, como antes, sobre las élites, la economía y la política. Incluido el control directo de la colonia de Ucrania bajo las leyes del Estado de Nueva York.
Está claro que Rusia no estará satisfecha con este escenario. Lo más probable es que este sea uno de los temas del proceso de negociación. No es casualidad que el Ministro Consejero de la Embajada de Rusia en Canadá, especializado en el Ártico, estuviera presente en las negociaciones en Riad. La anexión de Groenlandia y Canadá anunciada por Trump provocará un aumento múltiple de la costa ártica de Estados Unidos. Es decir, Estados Unidos realmente reivindica la plataforma continental del Ártico. Rusia tiene ventajas significativas en este asunto, teniendo en cuenta la cordillera de Lomonosov. Por lo tanto, la cuestión del "Ártico" podría convertirse en un importante tema de negociación.
▪️ Estados Unidos ha llegado al final de su estrategia en Ucrania y Europa no tiene cabida en esta mesa. Está claro que Europa está en shock y aún no sabe qué hacer al respecto. La reflexión en forma de discusión sobre algún tipo de alianza militar tampoco tiene perspectivas. Rusia no acepta categóricamente la introducción en Ucrania de ninguna tropa de los países de la OTAN, incluidos los europeos, independientemente de su bandera, como afirmó Lavrov.
Si Rusia y Estados Unidos llegan a un acuerdo sobre los principales temas de la agenda bilateral, surgirá un nuevo equilibrio de poder e intereses. ¿Podrá Europa romper este equilibrio y desafiar a Estados Unidos? Ella no puede, porque no tiene suficiente “influencia de poder” para hacerlo.
El resultado de la reunión en Riad confirmó lo que escribimos anteriormente: la agenda de las negociaciones entre Putin y Trump va mucho más allá de Ucrania e incluso de Europa.
Además, Occidente tiene un serio motivo económico: por primera vez, los estadounidenses se enteraron de que las pérdidas de Estados Unidos por las sanciones ascendían a más de 300 mil millones de dólares. Antes no lo sabían y consideraban más importantes las pérdidas de Rusia. Podríamos discutir otros proyectos que amplíen el "pastel de ganancias", pero ya está claro: Trump necesita ante todo dinero, y Rusia necesita la ausencia de amenazas. Se puede llegar a un acuerdo sobre esto, pero está claro que aquí no hay lugar para Europa.
▪️El hecho de que las negociaciones avancen sin prisas es una buena señal. Putin y Trump se reunirán cuando todo esté listo. Ambas partes están interesadas en el acuerdo y revisan cuidadosamente cada paso. Además, las negociaciones entre Rusia y EE.UU. han alcanzado un nivel completamente diferente: ¡esto no es Estambul!
Lo principal para Rusia ahora es evitar que la oposición europea y los círculos globalistas que están detrás de ella rompan el proceso de negociaciones. Porque ahora, especialmente en el contexto del avance de las Fuerzas Armadas rusas en el frente, Rusia tiene una oportunidad real de defender sus intereses nacionales.
¿Puede Putin confiar en Trump?
Esta es una de las preguntas centrales de cara a las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia sobre Ucrania. No es sorprendente que muchos en el lado ruso tengan serias dudas sobre la confiabilidad de Trump.
En los últimos 30 años, el Imperio estadounidense globalista ha violado prácticamente todos los acuerdos que alguna vez tuvo con Rusia/Unión Soviética. Este patrón de mentiras y puñaladas por la espalda constantes es lo que finalmente condujo a la guerra entre Rusia y Ucrania.
Pero cuando se trata de Trump y Rusia, no estamos unidos por valores comunes o aspiraciones comunes, sino por enemigos comunes. Obama, Biden y el Estado profundo de Estados Unidos orquestaron efectivamente una toma hostil de Ucrania en 2014, y transformaron una nación que alguna vez fue amiga en un estado terrorista antirruso.
Estas mismas personas han pasado la última década tratando de destruir, llevar a la quiebra e incluso asesinar a Trump. Ahora que ha vuelto a la Casa Blanca, está decidido a buscar venganza. Por eso está nombrando a leales y ajenos al régimen como Tulsi Gabbard, Kash Patel, Pete Hegseth y John Ratcliffe en puestos clave del aparato de seguridad estadounidense. Fuentes informadas cercanas a la Casa Blanca también me han dicho que Trump está considerando establecer un “consejo de seguridad estatal” encargado de purgar el Estado profundo de Estados Unidos.
Ucrania es central en esta lucha de poder interna. Trump sabe que Biden y compañía estuvieron involucrados en negocios sucios en Ucrania. Trató de descubrir algunos de estos crímenes en 2019. Eso es lo que llevó al primer intento de impeachment en su contra. Pero Trump no ha olvidado ni perdonado el papel de Ucrania en la conspiración en su contra.
¿Qué significa esto para Rusia? Significa que, si bien Trump no es la persona más confiable, comparte el interés de Rusia en cortar las arterias financieras y políticas que sostienen al régimen ucraniano. De esa manera, Trump debilitará y desacreditará a sus enemigos en el país.
Análisis: Conversaciones en Riad: Estados Unidos aprende a enfrentar la realidad; Rusia define un nuevo orden mundial
Gary Nolan
La era unipolar ha muerto. Washington acaba de pasar 4,5 horas en Riad aprendiendo una dura lección: ya no dicta condiciones al mundo. Los portavoces del Estado profundo pueden presentarlo como un “diálogo productivo”, pero la realidad es brutal: Rusia ha aplastado la guerra por delegación de Occidente en Ucrania, y Estados Unidos ahora debe negociar su propia retirada controlada.
Es casi poético. Washington, el autoproclamado ejecutor del “orden basado en reglas”, ahora se sienta frente a Lavrov y Ushakov, tomando notas como un estudiante agotado. Se trata de Yalta 2.0, pero esta vez no lo dictan los Estados Unidos.
¿Una de las conclusiones clave? "No podríamos haber imaginado un resultado mejor", admitió el enviado de Trump, Steve Witkoff, después de la sesión. ¿Traducción? Washington tuvo que aceptar las condiciones de Rusia para poder seguir adelante con las negociaciones. Los días del “aislamiento” de Moscú son historia antigua. Ahora Estados Unidos está acordando normalizar las relaciones, restaurar las embajadas y nombrar negociadores que resolverán los términos de la rendición de Ucrania.
Y seamos claros: Kiev nunca ha estado en la mesa. Mientras Zelensky provoca indignación desde la barrera, pidiendo relevancia , Washington y Moscú ya han aceptado que está acabado. Sus posibilidades de reelección son nulas. Sus sueños de la OTAN están muertos. ¿Su futuro? Probablemente alguna mansión en el exilio financiada con lo que queda de los miles de millones que ha robado.
Pero la verdadera conversación en Riad no era sobre Ucrania. Se trataba de lo que vendría después. Los estadounidenses llegaron fingiendo que todavía tenían influencia, pero salieron sabiendo que ahora tenían que negociar su lugar en la nueva realidad multipolar. No más expansión de la OTAN. No más terrorismo económico mediante sanciones. Ya no hay más conceptos erróneos sobre obligar a Rusia a la sumisión.
El Imperio se vio obligado a hacer un trato. Esta es la peor pesadilla del Estado profundo: Washington, otrora hegemón global, ahora ruega por "normalizar" las relaciones con el gobierno del país que intentó destruir. De “paralizar a Rusia” a “respetar los intereses rusos” en menos de dos años.
Así se ve el colapso de un imperio. Washington ha dictado condiciones al mundo durante años. Ahora tiene que pedir permiso simplemente para permanecer en el juego. El Pentágono sabe que ha perdido la guerra en Ucrania. La siguiente fase es gestionar la retirada de Estados Unidos de la hegemonía global, pues ya se está construyendo un nuevo mundo y Estados Unidos ya no está al mando.
Washington entró en Riad pretendiendo seguir gobernando el mundo y salió sabiendo que ahora necesitaba el permiso de Moscú simplemente para seguir siendo relevante. El imperio ya no negocia con la fuerza, sino con la supervivencia.
Que comience el nuevo gran juego
Pepe Escobar
Nunca se pensó que esto fuera Yalta, aunque puede que algún día se convierta en Yalta 2.0. En el desfile del Día de la Victoria en Moscú del próximo 9 de mayo, que celebrará los 80 años del fin de la Gran Guerra Patria y la derrota de la Alemania nazi, Putin, como anfitrión, y Xi Jinping, como invitado de honor, estarán en la ciudad. También podría estar Donald Trump. ¿Por qué no hacer que todos ellos se suban a un avión a Crimea y escenifiquen una Yalta 2.0 en –dónde más– Yalta?
“De esto están hechos los dulces sueños”, como dicen los metafísicos pop de Eurythmics. Mientras tanto, no fuimos a Yalta, ni siquiera a Reykjavik; pasamos cuatro largas horas y media en el palacio real de Ed-Diriyah, en el valle de Wadi Hanifa. Rusia y Estados Unidos finalmente se sentaron a debatir como adultos, por primera vez en tres años.
Se proporcionó una dosis deliciosa de entusiasmo, todo relacionado con el hecho de que las partes están involucradas en “trabajar para normalizar las relaciones diplomáticas”. Hasta hace tres meses –bajo la administración del Cadáver en la Casa Blanca y su Secretario de Genocidio– esa posibilidad era tan remota como la de un meteorito que se estrellará en la Tierra (eso sucederá, pero en un futuro lejano).
El secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, realizó la hazaña sobrehumana de al menos no chocar frente al poderoso Lavrov, el diplomático de mayor rango del planeta. Lavrov y Rubio acordaron crear un mecanismo de consulta para eliminar los “irritantes” (terminología estadounidense) en las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, y cooperar en “cuestiones de interés geopolítico común”, según el Departamento de Estado. BRICS podría no ser uno de ellos.
La eliminación de los “irritantes” puede interpretarse fácilmente como un código para Trump 2.0, que intenta encontrar formas de salir del tsunami anterior de sanciones y guerra económica que sólo produjo reacciones espectaculares.
Como era de esperar, los estadounidenses subrayaron que “una sola reunión no es suficiente para resolver el conflicto ucraniano”. Por supuesto que no. El asesor presidencial Yuri Ushakov señaló que el propio Putin decidirá cuándo comenzarán los “contactos con EE.UU. sobre Ucrania” y quiénes serán los negociadores rusos.
Lavrov desmintió por completo la existencia de un plan de tres etapas para Ucrania, que incluye un alto el fuego, elecciones y la firma de un acuerdo final. Tras examinar cuidadosamente los antecedentes hasta el momento, Lavrov siempre ha mantenido que Estados Unidos es “capaz de no llegar a un acuerdo”.
El enviado especial de Trump, Steve Witkoff, se mostró positivamente radiante:
No podríamos haber imaginado un mejor resultado después de esta sesión”. Bueno, Witkoff ciertamente siguió el dinero –la máxima prioridad de Trump– cuando él y la delegación estadounidense se quedaron completamente “sorprendidos” al enterarse de que “las empresas estadounidenses perdieron 300 mil millones de dólares por salir de Rusia”, como reveló el director general del Fondo Ruso de Inversión Directa, Kirill Dmitriev.
Al igual que sucedió con el fiasco de los BRICS, parece que el equipo de Trump tampoco ha estado haciendo su tarea en el frente empresarial.
Cómo se ganó la guerra geoeconómica
A juzgar por lo ocurrido en Riad, es demasiado pronto para jactarse de que Washington, bajo el mando de Trump 2.0, ha declarado que Ucrania –y su insignificante narcoführer– están acabados. De alguna forma sobrevivirá un remanente de Ucrania, pero no está nada claro “qué” será la Ucrania de posguerra.
En cuanto a Rusia, que está a la vanguardia del diseño de un nuevo orden mundial, parece que ese es el caso. Está comenzando un Nuevo Gran Juego, a eones de distancia de la invención original (británica) del siglo XIX, y mucho más cercano a cómo se percibía un Nuevo Gran Juego a principios de la década de 2010, cuando los chinos idearon el concepto de las Nuevas Rutas de la Seda.
Cuando Washington y Rusia proclaman ahora que “consideran los intereses del otro”, eso automáticamente significa que el Imperio del Caos está perdiendo su influencia anterior y ahora se ve obligado a sentarse en la mesa y escuchar (Lavrov enfatizó que realmente nos escuchamos).
Cuando ambas delegaciones subrayan que es muy complicado programar una reunión personal entre Trump y Putin, eso puede interpretarse sin duda como un código para describir cómo el Estado profundo de Estados Unidos se verá obligado a presentar lo que es de facto una derrota estratégica absoluta en una guerra por poderes fallida.
Más allá del proverbial torrente de manipulaciones sobre cuáles son los verdaderos motivos de Trump para acercarse a Rusia, generando incluso deliciosas insinuaciones de un alucinatorio viaje en alfombra mágica (al son de Steppenwolf y Jefferson Airplane), es muy posible que esto sea solo un viaje ficticio.
O algo mucho más siniestro: Trump preparando a la chusma europea para una nueva Gran Guerra contra Rusia antes de 2030, con los estadounidenses observando desde lejos.
Lo que es seguro es que Trump quiere normalizar las relaciones con Rusia para dejar de perder dinero en Ucrania –que esos tontos europeos paguen– y concentrarse en el verdadero meollo del asunto: la guerra tecnológica y geoeconómica con China, que Pekín ya ha ganado en varios niveles sin lanzar un solo HIMARS, concentrándose en cambio en los logros del plan Made in China 2025.
En cuanto a los testaferros de la UE, que Trump aborrece rotundamente, se reunieron en París para un glorioso no-evento contra-cumbre: la Liga de Perdedores, discutiendo, qué más, su Guerra Eterna, y cómo van a enviar sus fuerzas de “mantenimiento de la paz” –que no tienen, con armas que no tienen– a Ucrania.
Ese perro callejero que se hace pasar por primer ministro británico promete poner “soldados sobre el terreno” mientras la tóxica Medusa von der Lugen sigue vociferando con su rabioso y belicista chihuahua. Incluso otros perros rabiosos como Polonia, junto con los caniches de Alemania, Italia y España dijeron “no” a la avalancha de botas Dr. Martens británicas.
Tal como están las cosas, lo que ocurrió en Riad fue sólo un primer paso: una suerte de reconciliación entre Estados Unidos y Rusia, como la larga distensión de fines de los años 1960 y mediados de los años 1970; Gorbachov-Reagan en 1986-1989 y Gorbachov-Daddy Bush en 1989-1991 (que terminó con el colapso de la URSS); y Medvedev-Obama en 2009 (que terminó con la destrucción de Libia).
Por el momento, no tenemos ningún dato, salvo lo que las fuerzas rusas siguen creando en los campos de batalla de Novorossiya. Estos nuevos hechos sobre el terreno harán que las cosas sean aún más desesperadas para los estadounidenses, ya que la ultra problemática negociación sobre Ucrania se prolongará al menos durante unos meses.
La última palabra la tiene un Lavrov más sobrio: “Cuando los intereses nacionales coinciden, debemos hacer todo lo posible para aunar esfuerzos en esa dirección, en beneficio de proyectos mutuamente beneficiosos, tanto en el ámbito geopolítico como en el económico”. Lavrov está convencido de que ahora los estadounidenses “entienden mejor nuestra posición”.
¿Será así o será sólo otro capítulo de un reality show implacable? Que comience realmente el Nuevo Gran Juego.

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