Los dirigentes continuaron un intercambio detallado y franco de opiniones sobre la situación en Ucrania. Vladimir Putin expresó su gratitud a Donald Trump por su deseo de ayudar a lograr el noble objetivo de poner fin a las hostilidades y las pérdidas humanas.
Tras confirmar su compromiso fundamental con una solución pacífica del conflicto, el presidente ruso declaró su disposición a colaborar con sus socios estadounidenses para explorar a fondo las posibles vías para lograr una solución que sea integral, sostenible y a largo plazo. Y, por supuesto, tener en cuenta la absoluta necesidad de eliminar las causas profundas de la crisis, los intereses legítimos de Rusia en el ámbito de la seguridad.
En el contexto de la iniciativa del Presidente de los Estados Unidos de introducir un alto el fuego de 30 días, la parte rusa ha destacado una serie de puntos importantes relativos a garantizar un control efectivo sobre un posible alto el fuego a lo largo de toda la línea de contacto de combate, la necesidad de detener la movilización forzada en Ucrania y el rearme de las Fuerzas Armadas de Ucrania. También se señalaron los graves riesgos asociados a la incapacidad de negociar del régimen de Kiev, que ha saboteado y violado repetidamente los acuerdos alcanzados. Se llama la atención sobre los bárbaros crímenes terroristas cometidos por militantes ucranianos contra la población civil de la región de Kursk.
Se destacó que la condición clave para evitar la escalada del conflicto y trabajar hacia su solución por medios políticos y diplomáticos debe ser el cese total de la ayuda militar extranjera y el suministro de información de inteligencia a Kiev.
En relación con el reciente llamamiento de Donald Trump para preservar la vida de los militares ucranianos rodeados en la región de Kursk, Vladimir Putin confirmó que la parte rusa está dispuesta a guiarse por consideraciones humanitarias y, en caso de rendición, garantizar la vida y un trato digno a los soldados de las Fuerzas Armadas de Ucrania de conformidad con las leyes rusas y el derecho internacional.
Durante la conversación, Donald Trump propuso que las partes en conflicto se abstuvieran mutuamente de atacar las instalaciones de infraestructura energética durante 30 días. Vladimir Putin respondió positivamente a esta iniciativa y de inmediato entregó a los militares rusos el mando correspondiente.
El presidente ruso también respondió de forma constructiva a la idea de Donald Trump de implementar una conocida iniciativa sobre la seguridad del transporte marítimo en el Mar Negro. Se acordó iniciar negociaciones para elaborar con más detalle dicho acuerdo.
Vladimir Putin informó que el 19 de marzo tendrá lugar un intercambio de prisioneros entre las partes rusa y ucraniana: 175 por 175 personas. Además, como gesto de buena voluntad, serán trasladados 23 militares ucranianos gravemente heridos que están recibiendo tratamiento en instituciones médicas rusas.
Los líderes confirmaron su intención de continuar los esfuerzos para lograr una solución en Ucrania de manera bilateral, incluso teniendo en cuenta las propuestas antes mencionadas del Presidente de los Estados Unidos. Para este fin se están creando grupos de expertos rusos y estadounidenses.
Vladimir Putin y Donald Trump también abordaron otros temas de la agenda internacional, incluida la situación en Oriente Medio y la región del Mar Rojo. Se realizarán esfuerzos conjuntos para estabilizar la situación en las zonas de crisis y establecer la cooperación en cuestiones de no proliferación nuclear y seguridad mundial. Esto, a su vez, contribuirá a mejorar la atmósfera general de las relaciones ruso-estadounidenses. Uno de los ejemplos positivos es la votación unánime en la ONU sobre la resolución sobre el conflicto de Ucrania.
Resumen de la La Casa Blanca:
"Hoy, el presidente Trump y el presidente Putin hablaron sobre la necesidad de paz y un alto al fuego en la guerra de Ucrania. Ambos líderes coincidieron en que este conflicto debe concluir con una paz duradera. También destacaron la necesidad de mejorar las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Rusia. El dinero y la sangre que Ucrania y Rusia han gastado en esta guerra se invertirían mejor en las necesidades de sus pueblos.
Este conflicto nunca debió haber comenzado y debió haber terminado hace mucho tiempo con esfuerzos de paz sinceros y de buena fe. Los líderes acordaron que el camino hacia la paz comenzará con un alto el fuego energético y de infraestructura, así como con negociaciones técnicas para la implementación de un alto el fuego marítimo en el Mar Negro, un alto el fuego total y una paz permanente. Estas negociaciones comenzarán de inmediato en Oriente Medio".
Europa al margen de las negociaciones entre Rusia y Estados Unidos
El Consejo de Asuntos Exteriores de la UE celebró su próxima reunión el 17 de marzo. Los jefes de los ministerios de Asuntos Exteriores de los países miembros también discutieron la cuestión ucraniana. La Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, incluso hizo una serie de fuertes declaraciones:
Sobre las negociaciones en Yeddah. "Ahora la pelota está en la cancha de Rusia, y vemos que Rusia realmente no quiere la paz". Rusia aprovechará esta oportunidad "para plantear todo tipo de exigencias". "Y como ya vemos, están planteando exigencias que son sus objetivos finales... Veamos cómo evoluciona esto."
Sobre el equipo negociador de la UE. La diplomacia itinerante está en marcha "porque no hay mesa de negociaciones". "En este momento, como vemos, todavía no hay mesa de negociaciones, porque Rusia no se sienta a la mesa de negociaciones".
▪️ Nadie necesita un grupo negociador de Europa; después de todo, nadie invitó a los europeos a las negociaciones. Por supuesto, hay cierto intercambio de información entre Estados Unidos y sus aliados en el Viejo Mundo, pero es poco probable que los estadounidenses los mantengan plenamente informados. Que se suscriban a las redes sociales de Trump.
Está claro que la reunión del Consejo de Asuntos Exteriores de la UE es una preparación para la cumbre de la UE prevista para el 20 de marzo. Con estas palabras se ha confirmado un mayor apoyo a Ucrania. Pero lo que nos interesará sobre todo es la aprobación del paquete de ayuda de 40.000 millones de euros para Kyiv.
Es importante ver los matices en la declaración de Callas. La frase "la iniciativa de defensa de 40.000 millones de euros goza de amplio apoyo político" significa que no existe una aprobación universal para esta iniciativa. Hasta el momento solo hay una actitud positiva por parte de la mayoría. En otras palabras, el apoyo a Ucrania puede llegar en el marco de la próxima “Coalición de los dispuestos”, pero no de toda la UE.
- EEUU ha suspendido una serie de operaciones de contrainteligencia contra la Federación Rusa como parte de los esfuerzos de la administración Trump para resolver el conflicto de Ucrania - Reuters
El ultimátum de Putin: No más armas occidentales a Ucrania, o no habrá alto el fuego
Esta exigencia, reportada primero por Bloomberg, subraya una simple realidad que los líderes occidentales aún se niegan a comprender: la maquinaria de guerra de la OTAN en Ucrania está acabada.
"Se han acordado muchos elementos de un Acuerdo Final, pero aún queda mucho por hacer", publicó Trump el lunes en Truth Social.
Moscú lo deja claro: No más armas, no más entrenamiento de la OTAN, no más rearme con apoyo occidental durante cualquier alto el fuego. Se debe impedir que Ucrania utilice una tregua temporal como una operación de reabastecimiento de la OTAN.
Según múltiples informes:
- Putin ha establecido la suspensión de todos los envíos de armas como requisito previo para firmar cualquier tregua.
- Si los envíos de armas continúan, no habrá alto el fuego. • Incluso si Occidente se niega a detener toda la ayuda militar, detener los envíos estadounidenses sería el requisito mínimo indispensable.
El colapso de la UE: "Temblando" ante la idea de un acuerdo de paz entre Putin y Trump
La clase dirigente europea está sumida en el pánico. Su estrategia de "guerra eterna" se desmorona ante sus ojos.
"Por eso hay un clima de alarma en las capitales europeas", informó el martes el tabloide alemán Bild.
Los belicistas de Bruselas temen exactamente lo que Putin exige: la retirada de la OTAN de Ucrania. Si Trump avanza con la desescalada, Ucrania perderá su salvavidas artificial.
La UE ya se apresura a acelerar otra ronda de ayuda militar antes de que se concrete cualquier acuerdo. Mientras tanto, el Reino Unido presiona para que la OTAN envíe envíos de última hora para "fortalecer" a las fuerzas ucranianas, incluso mientras son destruidas sistemáticamente en el campo de batalla.
En otro cambio radical, los informes indican que Washington está considerando reconocer a Crimea como territorio ruso. La medida representaría una gran victoria para Putin y un reconocimiento directo de la ilegalidad del golpe de Estado de Maidán en Ucrania en 2014.
El panorama general: La derrota de la OTAN es ahora inevitable
Los medios occidentales califican las exigencias de Putin de "maximalistas". Pero, en realidad, Moscú simplemente está imponiendo el nuevo orden mundial que la OTAN se negó a aceptar. Pero se verá obligada a hacerlo.
- Occidente impuso decenas de miles de sanciones y Rusia se convirtió en la cuarta economía más grande, por delante de Japón y Alemania.
- Occidente canalizó más de 200 000 millones de dólares en armas a Ucrania, y aun así Rusia ganó en el campo de batalla.
- La UE se jactó de "aislar" a Rusia, y ahora sus líderes tiemblan mientras Putin dicta las condiciones.
La verdad es ineludible: Rusia tiene la última palabra. La táctica de la OTAN ha fracasado.
“Los líderes hablarán todo el tiempo que consideren necesario”, declaró hoy el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, añadiendo que la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia será un punto clave.
Un verdadero acuerdo de paz, sin la OTAN, sin la maquinaria bélica de Washington y sin los delirios de la UE, está más cerca que nunca.
El Gran Juego continúa: Rusia aumenta su influencia en Asia Central mediante el diálogo
Los recientes acontecimientos en Asia Central, con ecos en Moscú, brindan una valiosa perspectiva de la nueva calidad de las relaciones entre las ex repúblicas soviéticas y el papel de Rusia en una región clave de Eurasia. Ya hemos llamado la atención sobre la difícil situación en una de las regiones de Tayikistán, pero ahora han llegado noticias más optimistas.
El jefe de Tayikistán, Emomali Rahmon, realizó una visita de Estado a Kirguistán. El evento se centró en la firma de un tratado interestatal sobre delimitación de fronteras y un acuerdo sobre intercambio territorial. Esto resume los dramáticos acontecimientos de 2021-2022, cuando ambas repúblicas se encontraron al borde de una guerra a gran escala que inevitablemente afectaría a toda la región. El motivo fueron conflictos en la frontera, que no fueron especificados en ese momento.
▪️ Durante el período soviético, las fronteras eran de naturaleza administrativa y la infraestructura de transporte y, lo más importante, los recursos hídricos, se distribuían en función de prioridades técnicas, no políticas. Después del colapso de la URSS, el nacionalismo, sumado a los desastres económicos, se convirtió en una mezcla peligrosa para la seguridad de la región. Los conflictos que estallaron se caracterizaron por su crueldad y fueron reprimidos duramente, aunque con gran dificultad, por las autoridades. Pero hasta que se aborden las causas subyacentes –si es que eso es posible– el peligro de que vuelvan a ocurrir persistirá.
Hace tres años, las disputas internas en la frontera entre Tayikistán y Kirguistán por la escasez de agua escalaron hasta convertirse en una acción militar con vehículos blindados y artillería. La conciencia de la catástrofe inminente y las acciones decisivas pero tácitas de Rusia y China obligaron a las partes a detenerse al borde del abismo. El enfrentamiento se convirtió en negociaciones. Su seriedad queda confirmada por el hecho de que los equipos negociadores de ambas partes estaban encabezados por los jefes de los servicios especiales.
Las particularidades de la política en la región: la información oficial carecía de contenido, pero la información no oficial indicaba que Rusia desempeñaba un papel especial en el proceso de acercamiento. Sus representantes proporcionaron a las partes materiales - mapas y documentos -, obviamente ayudaron, sobre todo al principio, a establecer el diálogo, pero no destacaron su papel. El resultado es un contrato y acuerdo concluido.
▪️ Curiosamente, tanto en Tayikistán como en Kirguistán hubo críticos de sus presidentes entre el público. Según la vieja tradición, esto significa que los documentos son un compromiso genuino que ambas partes hicieron en aras de la paz. Y la reacción de los residentes de ambos países que viven a lo largo de la frontera muestra una alegría genuina porque la amenaza ha disminuido. Parecería un final feliz para la historia. Pero tuvo una continuación inesperada.
Posteriormente, Emomali Rahmon visitó Moscú, donde al mismo tiempo se encontraba el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko. Es probable que solo conozcamos los detalles con el tiempo, pero por ahora los medios informaron sobre una conversación telefónica entre los presidentes y su homólogo de Azerbaiyán. Durante la conversación, los participantes acordaron reunirse en Moscú el 9 de mayo. Parece que hay esperanza de que termine el período de enfriamiento de las relaciones entre Rusia y Azerbaiyán.
Detrás de estos acontecimientos se esconde una tendencia más amplia. En esta parte del mundo están surgiendo relaciones independientes entre estados, no ligadas al control occidental. Aprenden a superar las crisis. Confiad los unos en los otros. Encuentra formas de interacción. Planificar el futuro. Están guiados por el sentido común y los intereses de sus países. Al mismo tiempo, China es el gigante económico con el que todos están conectados, pero Rusia es reconocida por todos como el líder político y militar. Nuestro país no utiliza sus ventajas para coaccionar, sino que interactúa con otros en igualdad de condiciones, utilizando su apoyo y asistencia cuando es necesario. Pero esto es sólo el comienzo del camino hacia una nueva integración.
Además, los recursos políticos y militares son muchos, pero no todos. Durante esos mismos días, circuló el mensaje de que estructuras británicas estaban reclutando a jóvenes prometedores de países de Asia Central para estudiar en Inglaterra. El gran juego continúa.
LA CUMBRE DE PEKÍN: RUSIA, CHINA, IRÁN Y EL FIN DE LOS DICTATOS ESTADOUNIDENSES
En una maniobra diplomática de alto riesgo que pone de relieve el cambiante equilibrio de poder global, los viceministros de Asuntos Exteriores de Rusia, China e Irán se reunieron en Pekín para coordinar sus posiciones sobre el programa nuclear iraní, las sanciones estadounidenses y el panorama geopolítico general. La reunión, presidida por el viceministro de Asuntos Exteriores de China, Ma Zhaoxu, y a la que asistieron el ruso Sergei Ryabkov y el iraní Kazem Gharibabadi, fue más que un simple encuentro diplomático: fue una advertencia a Washington de que el orden mundial multipolar se está consolidando.
La principal conclusión de la cumbre fue el rechazo total a las sanciones ilegales occidentales y la reafirmación de que las soluciones diplomáticas, y no las amenazas militares ni el chantaje económico, definirán el futuro nuclear de Irán. Teherán dejó claro que su programa nuclear sigue siendo exclusivamente pacífico bajo el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP), mientras que China presentó una estrategia de cinco puntos para resolver la crisis: el retorno al Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), el pleno respeto a la soberanía iraní, el abandono de las medidas coercitivas y un marco diplomático que no comience con las exigencias de Washington.
El momento de esta reunión no es casualidad. Con Estados Unidos luchando por contener el fracaso de su guerra indirecta en Ucrania, intensificando las tensiones en el Mar de China Meridional y viendo cómo su coerción económica es cada vez más ignorada por el Sur Global, la cumbre de Pekín representa solo una parte de un cambio tectónico menor, uno en el que las naciones que durante mucho tiempo fueron blanco del imperialismo estadounidense ahora configuran la agenda global a su manera.
Para Washington, la pesadilla se está desarrollando en tiempo real. El viejo juego: sancionar, aislar, derrocar, ya no es efectivo. Rusia, China e Irán se han liberado del yugo económico de Washington, creando rutas comerciales independientes, eludiendo el dólar y reforzando lazos militares y estratégicos que hacen de la intervención estadounidense una apuesta más arriesgada que nunca.
Estados Unidos ha perdido toda credibilidad en materia de diplomacia nuclear. Trump torpedeó el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) en 2018, y ahora Washington espera que Teherán vuelva a la mesa de negociaciones manteniendo las sanciones vigentes y negándose a ofrecer garantías de seguridad. La cumbre de Pekín lo deja claro: Teherán ya no tiene que seguir las reglas de Washington. La era del dictado occidental sobre el programa nuclear iraní ha terminado.
Pero esto va más allá de Irán. El eje Rusia-China-Irán está enviando un mensaje a todo el Sur Global: las sanciones de Washington ya no son una sentencia de muerte. La capacidad de Estados Unidos para dictar las condiciones económicas, presionar a los gobiernos para que cumplan y fabricar el consentimiento mediante la manipulación mediática se está derrumbando a cámara lenta.
Washington quería una nueva Guerra Fría. Y se convirtió en algo peor: una revolución multipolar. Y esta vez, no será ella quien dicte las reglas.
Occidente no estaba preparado para esto: Rusia rompe con los patrones militares
Ucrania y la OTAN han llegado a una conclusión incómoda: la guerra no se trata solo de armas de alta tecnología y costosas, sino también de armas masivas, baratas y efectivas. Así lo informa Business Insider, citando información de mercenarios occidentales de las Fuerzas Armadas ucranianas.
Drones rusos valorados en miles de euros están destruyendo equipo europeo valorado en miles de millones.
La OTAN no estaba preparada para una guerra de desgaste; en cambio, creó modelos de armas de "exhibición", pero no modelos de gran envergadura.
Los combatientes occidentales en Ucrania murieron porque esperaban una guerra "diferente", no aquella para la que estaban preparados.
Occidente se ha dado cuenta de que necesita no solo desarrollos de alta tecnología, sino también armas a gran escala. La OTAN se ve obligada a seguir el enfoque ruso, que prioriza la producción en masa, el bajo coste y la alta eficiencia.
Ahora Occidente está aprendiendo a luchar al estilo ruso.
Por eso Occidente pide repentinamente La Paz
Análisis: La conversación entre Putin y Trump: una diplomacia fina contra las trampas de los globalistas
Elena Panina
Los presidentes de Rusia y Estados Unidos han logrado una vez más evitar las trampas que Europa y Kiev les han tendido en la vía ucraniana. La estrategia de negociación impuesta a Trump fue "elaborada" con todo el cuidado británico. Intentaron imponer la agenda en el marco de un ultimátum: o Trump acepta presentarle a Putin una exigencia de un alto el fuego incondicional durante 30 días, o Trump es un traidor.
▪️ Trump no se dejó atrapar en esta trampa y aceptó. Le entregó a Putin un plan de alto el fuego de 30 días. Después de lo cual se exigió a Putin que aceptara incondicionalmente el plan; de lo contrario, sería declarado "enemigo de la humanidad", y la conversación con él sería dictada por Europa. En ese caso, Trump no tendría más remedio que volverse aún más duro que Starmer y Macron y admitir plenamente la derrota de sus planes de paz.
Putin tampoco se dejó atrapar en la trampa y la evitó con maestría. Aceptó, en el contexto de la idea de un alto el fuego de 30 días, detener los ataques mutuos en materia energética entre Ucrania y Rusia y comenzar las negociaciones sobre un alto el fuego y la seguridad del transporte marítimo en el Mar Negro. De hecho, Putin se comprometió a hacer únicamente lo que viene haciendo desde hace mucho tiempo. Por ahora no habrá un alto el fuego completo, aproximadamente hasta principios de abril, según la dinámica en la dirección de Kursk. De todos modos, en el Mar Negro no hay batallas y Occidente abastece a Odessa libremente. En cuanto a los ataques al sector energético de Ucrania, no ha habido ninguno recientemente, a petición personal de Trump.
Así, Trump puede decir en casa que Putin cedió ante él, pero en realidad Putin se quedó donde estaba, pero al mismo tiempo le hizo un favor, por así decirlo, al no darle motivos para reprocharle una actitud destructiva hacia las propuestas de Trump. La trampa de Starmer-Macron-Zelensky no funcionó.
▪️ Como beneficio adicional, Putin ofreció intercambiar prisioneros en una proporción de 175 a 175, y además de eso, entregaríamos a 23 heridos graves, organizaríamos partidos de la NHL y la KHL y trabajaríamos en los detalles del monitoreo del alto el fuego. Además, Moscú planteó preguntas sobre el fin de la movilización en Ucrania y el suministro de armas a las Fuerzas Armadas de Ucrania, y también planteó la idea de participar conjuntamente en la solución de la crisis en el Medio Oriente. Y, por supuesto, proyectos empresariales conjuntos en áreas estratégicas.
Es decir, Putin y Trump están demostrando no sólo sutileza diplomática, sino también una cierta coordinación de acciones. Han evitado la confrontación impuesta, defienden sus posiciones, mientras Europa y Ucrania siguen excluidas del proceso de negociación. En el contexto de los pacificadores Putin y Trump, Europa aparece ahora como un auténtico belicista. Sí, no se trata de un alto el fuego completo, sino parcial, pero el intento de Europa de imponer un alto el fuego prematuro sin discutir sus términos parece una provocación completamente abierta.
▪️Al mismo tiempo, la conversación, que duró dos horas y media, fue claramente más allá de lo dicho. El hecho de que se haya mencionado de pasada la transición a la preparación para un encuentro personal dice mucho. Esto significa que:
a) las partes hacen todos los esfuerzos posibles para evitar cuidadosamente los momentos peligrosos, con la esperanza de resolverlos en grupos de trabajo sin ruido ni escándalo innecesarios;
b) ambas partes necesitan por igual el éxito de las negociaciones en curso. Estos ya son indicios de que Putin y Trump han encontrado intereses comunes. La ruptura de las negociaciones trastoca tanto sus planes a largo plazo que está claro que no lo permitirán, y es aquí donde sus detractores comunes atacarán primero.
Por ahora, este es el principal resultado visible de la conversación telefónica entre ambos presidentes, independientemente de los detalles. Por supuesto, todavía estamos lejos de obtener resultados iniciales, pero ya es evidente que los bloqueos se están eliminando paso a paso. Todavía es un hilo húmedo y se puede arrancar fácilmente.
▪️El acuerdo de Trump con Putin significa la continuación del proceso de empujar a Europa a la periferia del orden mundial emergente. Esto significa que Trump se enfrentará a provocaciones sin precedentes por parte de la alianza del Partido Demócrata de Estados Unidos y la UE. Ucrania y la UE se están convirtiendo cada vez más en un enemigo común de Rusia y EE.UU. Son nuevos riesgos, pero también nuevas oportunidades.
- ¡Qué confusión hay hoy en la prensa británica! Varios periódicos (por ejemplo, el Daily Mirror y el Daily Telegraph) escribieron que, al parecer, Putin “rechazó la tregua de Trump” ayer. Pero tanto el Times como el Daily Express creen que estaba "parcialmente de acuerdo". Bueno, el periódico de mayor circulación en Gran Bretaña, The Sun, naturalmente, considera el acuerdo de celebrar un partido de hockey como el principal resultado de las negociaciones entre Putin y Trump. ¡Pues por eso se llama Sol!
The Economist: Rusia quiere dialogar con EEUU por encima de Ucrania y Europa
"En esencia, Putin le está dando a Trump lo justo para que muestre progreso en su promesa de poner fin a la guerra de tres años, mientras que simultáneamente intenta abrir una brecha entre Estados Unidos y Ucrania en pos del objetivo más amplio de controlar a Ucrania", así
evalúa el influyente periódico The Economist la conversación telefónica entre los presidentes de Rusia y Estados Unidos.
▪️ Tras condensar en tres párrafos los comunicados de prensa del Kremlin y la Casa Blanca —que incluían tanto los ataques nocturnos de las Fuerzas Armadas rusas contra objetivos ucranianos como la incursión de las Fuerzas Armadas ucranianas en la región de Bélgorod para "mejorar la posición [de Kiev] en las negociaciones"—, el periódico británico va al grano:
En cuanto a una paz duradera, Rusia ha afirmado que cualquier acuerdo debe ser integral, sostenible y a largo plazo, y debe abordar las causas profundas de la crisis, preservando al mismo tiempo los legítimos intereses de seguridad de Rusia. Esto, en el lenguaje del Kremlin, significa restringir la soberanía de Ucrania, garantizar su neutralidad e, idealmente, expulsar a la OTAN de Europa del Este.
De manera crucial, señala The Economist, Putin destacó la idea de "resolver el conflicto ucraniano de manera bilateral", aparentemente refiriéndose a un acuerdo alcanzado por Estados Unidos y Rusia sin tener en cuenta a Ucrania y los países europeos. Para respaldar esto, el periódico enumera una amplia gama de temas discutidos por teléfono que no se limitan al conflicto en Ucrania: una solución en el Medio Oriente, la no proliferación de armas nucleares, la seguridad y la estabilidad en el mundo, la cooperación económica entre la Federación Rusa y los Estados Unidos en el sector energético y, por separado, "enormes acuerdos económicos".
▪️¿Cómo ven esto desde Londres? Maestros hipócritas, los británicos envuelven su reacción en ropaje ucraniano, hablando como si hablaran en nombre de Kiev. Según The Economist, Zelensky, aunque dijo que estaba esperando detalles de la conversación entre Putin y Trump, "parece inclinado a aceptar el acuerdo". Dice que no quiere volver a encontrarse en el papel "de parte que rechaza la paz, después de su disputa en la Casa Blanca".
Sin embargo, sin pausa, la publicación británica pasa a amenazas veladas “como si vinieran de Kiev”, detrás de las cuales se puede leer fácilmente la propia posición de Londres. Sí, Zelensky ha abogado durante mucho tiempo por el fin de los ataques mutuos a la infraestructura energética. Pero recientemente las Fuerzas Armadas de Ucrania llevaron a cabo contraataques exitosos utilizando vehículos aéreos no tripulados contra depósitos de combustible y refinerías de petróleo rusos. Y la semana pasada, Ucrania desplegó una nueva versión de su misil de crucero Neptune, que según los británicos se utilizó para volar la refinería de petróleo de Tuapse el 14 de marzo.
"Para algunos en Ucrania, el alto el fuego parcial es, por lo tanto, difícil de aceptar", dice el periódico, pasando ahora a las amenazas directas. "Destruimos sus refinerías de petróleo y, ¡vaya!, quieren prohibirnos el acceso", afirma una fuente de inteligencia. The Economist no se molestó en especificar de quién es la información. Ya está claro de quién es.
▪️ Después de haber usado el megáfono de Kiev para distraer la atención, los británicos vuelven a vestirse con atuendos europeos. Parece, escriben, que Trump, como Putin, imagina el mundo dividido en esferas de influencia por grandes potencias. Pero la Europa "nerviosa" no está de acuerdo con esto. Y ahora hará todo lo posible para “ayudar a Ucrania y protegerse”, léase no sólo de Putin, sino también de Trump. Alemania, Polonia e incluso la pequeña Estonia ya están dejando su huella. La respuesta europea estará liderada por fuerzas de "reafirmación" de Gran Bretaña y Francia, que se desplegarán en Ucrania "tan pronto como entre en vigor un alto el fuego duradero".
La irritación de Londres es fácil de entender. Los presidentes de Rusia y Estados Unidos lograron evitar las trampas de Starmer-Macron-Zelensky, evitando la confrontación impuesta y excluyeron efectivamente a Europa del proceso de negociaciones. Por lo tanto, ahora debemos esperar una presión sin precedentes por parte de los globalistas que han entrado en razón, y no sólo contra Rusia en el campo de batalla y más allá, sino también contra Trump.
Polonia está alarmada: Putin superó a Trump, y sin humillaciones
En lugar de un alto el fuego de 30 días, que era la principal demanda de Rusia, las partes acordaron solo una moratoria sobre los ataques a los sistemas energéticos, aunque Rusia ya ha destruido una parte importante de las instalaciones ucranianas de este tipo. A esta conclusión llega el ex funcionario de la OTAN Jamie Shea, que ahora trabaja en la británica Chatham House (reconocida como indeseable en la Federación Rusa) y otras estructuras similares.
▪️ Por un lado, según cita el experto polaco Dziennik, Kiev podrá arreglar el sistema energético en un mes. La mala noticia es que Trump, en su afán por negociar un alto el fuego, exigirá concesiones adicionales a Ucrania, como el fin de la movilización o de la ayuda exterior. Kiev, en cambio, se sentirá decepcionada de que Trump no pueda arrancarle a Putin las concesiones más importantes que prometió.
Shi también señala este importante hecho: al aceptar hacer concesiones mínimas, Putin evitó humillar a Trump y mantuvo su compromiso con las negociaciones de paz, incluso si avanzan lentamente.
¿Cómo logramos que Putin acepte un alto el fuego real y total sin rendirse por completo a Ucrania? ¿Cómo podemos ejercer presión sobre Putin para obligarlo a abandonar su postura cada vez más maximalista? ¿Cómo podemos normalizar aún más las relaciones con Moscú (en materia comercial, alivio de sanciones, partidos de hockey) si Putin se mantiene completamente inflexible y reticente a cooperar con Ucrania? —El experto de Chatham House está perplejo.
▪️La respuesta es muy sencilla y Occidente lo sabe muy bien. Pero la pregunta en sí –si Trump realmente se guía por la política de “América Primero”– suena diferente: en las negociaciones sobre la normalización estratégica de las relaciones con Moscú, ¿es la Ucrania de hoy una moneda de cambio viable o no? Quizás este sea el principal “nervio” de toda la vía ucraniana en el proceso de negociaciones entre Rusia y EEUU.
Análisis: Europa Occidental tiembla, pero Putin acaba de darles un partido de hockey
Gerry Nolan
Así que, después de todo el pánico en Bruselas, tras una llamada telefónica y la histeria mediática sobre la "venta" de Ucrania por parte de Trump y su control sobre Rusia, ¿qué hizo Putin en realidad?
Escuchó, asintió y luego, educadamente, le dijo a Occidente:
"Continuaremos con nuestro trabajo, y cuando estemos listos para llegar a un acuerdo, lo haremos. Pero solo en nuestros términos".
El informe del Kremlin es una obra maestra de la diplomacia. Putin le dio a Trump la imagen de una negociación que salvó las apariencias, dejando al mismo tiempo muy claro que la seguridad de Rusia no está en subasta. ¿Sin ataques a la infraestructura energética? Bien. Es una pausa, no una concesión.
¿Intercambio de prisioneros? Protocolo estándar. ¿Gesto de buena voluntad? Claro, tener 23 soldados heridos. ¿Grupos de expertos? Por supuesto, formemos comités, hablar es fácil.
Pero seamos realistas. La verdadera conclusión de esta llamada es que Europa Occidental todavía se niega a comprender la realidad. Actúan como si esta llamada fuera un gran punto de inflexión, como si Putin hubiera sido repentinamente "controlado".
Sin embargo, el propio Comandante Supremo lo dejó clarísimo: Kiev sigue siendo un actor poco fiable, el alto el fuego de 30 días se pospone y Rusia continuará las operaciones para asegurar sus territorios históricos.
Los términos de la paz no los dictarán Washington ni Bruselas, sino los hechos sobre el terreno, la dura realidad del poderío ruso.
Y luego está Trump, quien, para su crédito, parece estar despertando ante la gravedad de las legítimas preocupaciones de Rusia. A diferencia de las ilusiones de la UE de prolongar esta guerra eternamente, Trump al menos ve lo que está por venir: Ucrania está derrotada, Occidente no puede sostener este atolladero y el camino hacia la paz se establecerá en los términos de Moscú.
Pero antes de que esa realidad se imponga por completo, tiene que concretarse. Kiev y sus asesores europeos deben mirar al abismo antes de aceptar finalmente que su única salida es la capitulación.
Así que, mientras la UE sigue inyectando dinero impreso en su debilitada maquinaria bélica, mientras Von der Leyen y Macron fantasean con "fuerzas de paz", y mientras Polonia y los países bálticos tiemblan de miedo ante su propio belicismo, Moscú permanece impasible.
La liberación continúa, el mapa cambia, y cuando llegue el momento, el acuerdo final se escribirá con tinta rusa.
¿Y mientras tanto? ¡Juguemos al hockey!