Archivos JFK recién publicados revelan que la CIA no tuvo objeción a desclasificar un documento, salvo por un detalle:
Cualquier mención del "Servicio de Inteligencia Israelí" quedó estrictamente prohibida.
Expediente JFK: 104-10326-10014: “Israel estuvo detrás del asesinato de JFK”.
Israel prometió apoyo financiero al gobierno de Lyndon B. Johnson después de que se encargara de Kennedy
Esto también se hizo evidente tras el violento ataque israelí al USS Liberty, bajo el gobierno de LBJ, donde un buque de la Armada estadounidense claramente identificado como estadounidense fue atacado por Israel.
El silencio público de LBJ sobre el ataque al USS Liberty fue ensordecedor, a pesar de la muerte de 34 marineros estadounidenses.
Pero LBJ sí habló con el almirante Lawrence Geis, comandante de la división de portaaviones de la Sexta Flota, y le dijo:
"Me importa un bledo si el barco se hunde y mueren todos los estadounidenses. No voy a avergonzar a nuestro aliado Israel".
Que un presidente de Estados Unidos ignore por completo la muerte de 34 marineros estadounidenses prácticamente lo dice todo.
Israel lo sabía.
El expediente “no redactado” (no editado) de Kennedy recientemente publicado revela que el jefe de contrainteligencia de la CIA, James Angleton, ayudó en secreto a Israel a obtener armas nucleares en contra de los deseos de Kennedy.
Los documentos confirman que la tecnología nuclear y el plutonio se transfirieron a través de intermediarios, y Angleton admitió reunirse con funcionarios israelíes.
Advirtió de la necesidad de secreto, temiendo las consecuencias si la verdad se hiciera pública.
He ahí la contradicción: Trump apoya incondicionalmente a los israelíes en su campaña expansionista sobre Medio Oriente, pero a la vez permite que la opinión pública acceda a documentos clasificados que revelan que el Mossad podría haber matado a Kennedy.
Y además permite que parte de su base en el Congreso haga un escándalo contra su decisión de ir a la guerra con los israelíes.
Está claro que Trump y toda la política estadounidense están bajo algún tipo de extorsión por parte de Tel Aviv hace ya bastante tiempo, porque de otra forma no se explica por qué los yanquis están siempre dispuestos a cualquier cosa con tal de darles el gusto a los israelíes.
La extorsión está y el que diga que es una conspiranoia va a tener que explicar la obsecuencia de Washington a Tel Aviv de otra manera. Adelantamos que no la hay, no hay manera de explicar por qué los Estados Unidos hacen todo lo que Israel quiere sin hablar de extorsión.
La extorsión la hay, pero algo diferente se ve hoy en términos de estrategia política: Trump cumple con los sionistas genocidas para que no le ejecuten la amenaza y, al mismo tiempo, va generando las condiciones simbólicas para que pueblo yanqui empiece a entender que Israel es el mal.
Hay que estar muy atentos a esto porque a Kennedy lo mataron precisamente por esta razón, por asumir ciertas posturas que no fueron del agrado de Israel.
Concretamente Kennedy dijo que Israel no debía tener armas nucleares y también dijo que iba a empezar a destapar todo lo que era secreto. Nunca pudimos saber qué era eso porque una semana después lo mataron en Dallas.
No, no fue Lee Harvey Oswald, ese es el relato que hicieron para satisfacer a la opinión pública de aquel momento, la narrativa de un loco suelto. No fue Oswald, ¿fue el Mossad? ¿Fue Israel?
En estos momentos se está dando un intenso debate en los Estados Unidos sobre esto y si el resultado es una mayoría accediendo a la verdad el juego puede cambiar y no será favorable a Tel Aviv.
Sin el músculo bruto de los yanquis los israelíes son pan comido para sus vecinos en la región. Y para que eso pase basta que los yanquis entiendan que Israel les mató un presidente.