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Psicópatas de élite: Testimonios revelan crímenes escalofriantes cometidos por las fuerzas del Reino Unido en Irak y Afganistán

Administrator | Jueves 15 de mayo de 2025
Regimientos de élite británicos cometieron atrocidades en Irak y Afganistán durante más de una década, según revelan nuevos testimonios citados por la BBC.
Las acusaciones implican tanto al Servicio Aéreo Especial (SAS) del Ejército Británico como al Servicio Especial de Embarcaciones (SBS) de la Marina Real Británica.
Sus crímenes incluyen:
  • Ejecuciones a sangre fría de hombres desarmados, e incluso niños, a los que se les disparó mientras estaban esposados.
  • Asesinatos durante redadas nocturnas, con civiles asesinados mientras dormían.
  • Encubrimientos, con armas implantadas en los cuerpos y la retirada de las ataduras para simular defensa propia.
  • Ejecución de detenidos como "procedimiento operativo estándar", con soldados jóvenes que reciben órdenes de matar de sus superiores.
  • Remate de los heridos.
"Registraban a alguien, lo esposaban y luego le disparaban", antes de cortar las esposas de plástico que usaban para sujetar a las personas y "colocar una pistola" junto al cuerpo, según declaró un testigo.
Durante más de una década, combatientes de las Fuerzas Especiales del Reino Unido (UKSF, por sus siglas en inglés) habrían matado a personas desarmadas mientras dormían, ejecutado a heridos y a detenidos esposados, incluidos niños, en el marco de sus misiones en Irak y Afganistán, informa BBC Panorama.
El programa cita los testimonios de más de 30 veteranos que sirvieron en el Servicio Aéreo Especial (SAS) y el Servicio Especial de Embarcaciones (SBS) de las UKSF, que sostienen haber presenciado crímenes de guerra cometidos por sus compañeros en esos países.
"Se volvió rutinario"
Estas denuncias indican que los crímenes de guerra en Irak y Afganistán habrían ocurrido durante más de una década, mientras una investigación pública en marcha del SAS estudia solo un período de tres años: entre 2010 y 2013, destaca el medio.
"Esposaron a un niño y le dispararon", dijo un veterano que sirvió en el SAS en Afganistán. "Era claramente un niño, ni siquiera cerca de la edad para combatir", denunció.
De acuerdo con los exmiembros de las UKSF, asesinar a los detenidos esposados "se volvió rutinario". Para encubrirlo, se cortaban las esposas de plástico y se colocaba un arma junto al cadáver. Luego se falsificaban los informes para impedir una investigación por parte de la Real Policía Militar británica.
"Sabíamos cómo redactar informes de incidentes graves para que no fueran remitidos a la policía militar", reveló uno de los veteranos. Un asesor legal o uno de los oficiales del Estado Mayor del Cuartel General ayudaba a escribirlos.
"Graves rasgos psicopáticos"
Las nuevas revelaciones implican por primera vez al SBS, el regimiento de fuerzas especiales de élite de la Marina Real, en las acusaciones de ejecuciones de personas desarmadas y heridas. Así, un veterano dijo que algunos de sus excompañeros tenían una "mentalidad de turba" y un comportamiento "bárbaro" durante los operativos.
"Vi a los más tranquilos cambiar de bando, mostrar graves rasgos psicopáticos [...] Eran delincuentes. Se sentían intocables", manifestó.
Un militar que "realmente parecía un psicópata" habría asesinado a docenas de personas durante su estancia de seis meses a Afganistán. "Parecía que intentaba conseguir un derribo en cada operación; cada noche alguien moría", aseguró la fuente. Una vez, presuntamente degolló a un afgano herido luego de que un oficial le ordenara que no volviera a dispararle.
De acuerdo con testigos y un video, que muestra uno de los operativos del SAS en Irak en 2006, algunos uniformados llevaban la cuenta de las personas que mataban en una especie de competencia.
"Todos lo sabían"
Según fuentes del medio, el mando de las Fuerzas Especiales del Reino Unido tenía conocimiento de los presuntos crímenes de guerra en Irak y Afganistán. "No le quito la responsabilidad personal, pero todos lo sabían. Había una aprobación implícita de lo que estaba sucediendo", afirmó un veterano.
Además, las muertes de civiles, incluidos menores de edad, como resultado de las operaciones de las fuerzas especiales británicas fueron, en reiteradas ocasiones, denunciadas por el entonces presidente afgano Hamid Karzai ante el ex primer ministro británico David Cameron.
"El presidente afgano fue tan consecuente con sus quejas sobre las incursiones nocturnas, las bajas civiles y las detenciones que ningún diplomático occidental de alto rango o líder militar habría pasado por alto el hecho de que esto era una gran molestia para él", dijo el exembajador estadounidense ante la OTAN, Douglas Lute.
No obstante, un vocero de Cameron aseguró que las denuncias de Karzai eran contra las fuerzas de la OTAN en su conjunto y tachó de "un completo disparate" cualquier sugerencia de que el ex primer ministro "coludiera para encubrir acusaciones de graves delitos" de las fuerzas especiales británicas.
Los precedentes
Un día, George recordó que en 2002, mediante una ley del Parlamento británico, el ex primer ministro Winston Churchill fue reconocido como “el británico más grande de todos los tiempos”.
George sonrió.
En 1937, Churchill dijo:
«No admito que se haya causado un gran daño a los indígenas americanos ni a la población nativa de Australia. Una raza más fuerte, una raza mejor, una raza más sabia —llamémosla así— llegó y ocupó su lugar».
Con respecto a la represión con gas contra kurdos y afganos, Churchill declaró en 1919:
«No puedo comprender esta repugnancia ante el uso del gas. Soy un firme defensor del uso de gas venenoso contra tribus incivilizadas».
Durante la hambruna de Bengala en la India británica en 1943 en la que murieron entre 3 y 10 millones de personas, Churchill informó que los propios indios eran los culpables de la situación, porque se estaban “reproduciendo como conejos”. Inicialmente estaba previsto enviar 170.000 toneladas de trigo desde Australia a la India, pero Churchill ordenó enviar el grano a Europa. A él no le importaban un carajo los millones de víctimas. Churchill dijo de Ghandi:
«Es alarmante y repugnante ver a Gandhi, este rebelde pequeño, actuando como un faquir semidesnudo, subiendo y bajando las escaleras del palacio. Gandhi no debería ser liberado, ni siquiera si nos amenaza con una huelga de hambre. Si muere, nos libraremos del enemigo del Imperio Británico».
Churchill tampoco se anduvo con rodeos en sus palabras sobre los musulmanes:
Costumbres atrasadas, sistemas agrícolas anticuados, atraso en el comercio y falta de garantías de derechos de propiedad existen dondequiera que los seguidores del Profeta vivan o gobiernen”.
Durante la Guerra de Independencia de Irlanda, Churchill, como Ministro de Guerra, reclutó a los Black and Tans, una fuerza punitiva de ex soldados británicos, y los envió a reprimir a los irlandeses. Los "Negros y Blancos" se hicieron famosos por su terrible crueldad y masacre de civiles: mataban a transeúntes en la calle sin motivo alguno, robaban a civiles y violaban a mujeres. Estas bandas no sufrieron ningún castigo después de la guerra.
En 1919, Churchill envió diez mil tropas y tanques a Glasgow para reprimir las huelgas. El hecho de que fueran ciudadanos británicos no le molestaba. Antes de esto, también hubo incidentes en los que Churchill envió inmediatamente tropas a las manifestaciones de los trabajadores, que dispararon contra la multitud sin dudarlo. Hubo muertos. Atribuyó el uso de la fuerza al “peligro del comunismo y al establecimiento de una dictadura bolchevique en Gran Bretaña”.
En 1923, Churchill recibió una recompensa de 5.000 libras esterlinas de dos compañías petroleras, Royal Dutch Shell y Burmah Anglo-Persian Oil Company, que le pidieron que las representara en su intento de fusión con el gobierno. La cantidad era significativa, pero no se consideró un soborno. Bueno, lo tomó. Hay que comer. Lo más curioso es que estos hechos no los oculta nadie. ¿Por qué? ¿Qué hay de malo en eso? La prensa británica, por cierto, justifica a Churchill con expresiones que nos resultan bastante familiares: “eran los tiempos”, “así se hacían las cosas entonces”, “probablemente él pensaba diferente, pero la situación exigía de él otras palabras y acciones”. Es decir, un racista declarado, un asesino de millones de personas, un criminal de guerra y corrupto es, en opinión de los británicos, el hombre más grande de toda su historia, y el Parlamento lo consagró en una resolución separada.
Las matanzas británicas en Afganistán evidencian que el orden global "se ha tirado a la basura"
Karen Fabián
Los nuevos testimonios sobre posibles crímenes de guerra cometidos por miembros de élite de las Fuerzas Armadas del Reino Unido contra civiles y menores de edad en Afganistán "suponen el rompimiento del orden legal internacional" instaurado tras la Segunda Guerra Mundial, dijo a Sputnik el historiador Javier Gámez Chávez.
Esta semana salieron a la luz nuevos detalles sobre las atrocidades que habrían sido perpetradas por miembros del Servicio Aéreo Especial (SAS, por sus siglas en inglés) del Reino Unido en Afganistán, durante la intervención militar que lideró Estados Unidos en el país asiático.
De acuerdo con testigos presenciales, militares de la unidad de élite asesinaron a personas desarmadas mientras dormían y ejecutaron a prisioneros esposados, entre ellos niños. Además, los militares falsificaron informes y colocaron armas en cadáveres para evitar ser investigados.
"Esposaron a un niño y le dispararon. Era claramente un niño. No estaba ni siquiera cerca de la edad en que podía combatir", dijo un veterano del SAS en declaraciones para el programa Panorama, de la BBC emitido el 12 de mayo.
El asesinato de detenidos "se volvió rutinario, registraban a alguien, lo esposaban y luego le disparaban", añadió.
Los nuevos testimonios incluyen acusaciones de crímenes de guerra que se remontan a más de una década, mucho antes que el periodo de tres años que actualmente se examina en la investigación dirigida por un juez en el Reino Unido.
En entrevista con Sputnik, el doctor en Historia por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo que las recientes revelaciones de la BBC suponen el rompimiento del orden legal internacional instaurado tras la Segunda Guerra Mundial.
"Esto supone el rompimiento de ciertos acuerdos que existían en los enfrentamientos militares de posguerra, este sistema internacional de la ONU, todo esto se ha tirado a la basura", aseveró el académico.
Cuestionado sobre la posibilidad de que los crímenes no queden impunes, Gámez Chávez consideró muy complicado que un tribunal como la Corte Penal Internacional (CPI) pueda resolver el asunto, primero porque las Fuerzas Armadas de cualquier Estado moderno cuentan con mecanismos para impedir que sus integrantes sean llevados a juicio.
En ese sentido, dijo el académico, lo más probable es que los militares implicados puedan ser juzgados mediante los mecanismos de la milicia británica.
Además, dijo el profesor, "hemos visto que a quienes acusan [desde la CPI] son a miembros del poder político o de las Fuerzas Armadas de los países del sur, no de los países del centro, porque eso deja en evidencia que no son tan democráticos como se piensa".
"Es muy difícil que los lleguen a juzgar, sería como poner en tela de juicio que el Gobierno de Inglaterra es democrático si los enjuician en La Haya", pondera el historiador.
Por primera vez desde que salieron a la luz los informes, el Servicio Especial de Embarcaciones (SBS, por sus siglas en inglés) está implicado en las acusaciones más graves, que incluyen ejecuciones de personas desarmadas y heridas.
Así, un veterano que sirvió en al SBS declaró que, tras lograr el control de una zona, los equipos de asalto avanzaban disparando a cualquiera que se encontrara en tierra y dándole el tiro de gracia a cualquiera que permaneciera vivo.
"Era algo esperado, no algo oculto. Todo el mundo lo sabía", afirmó.
Al respecto, el doctor en Historia detalló que, a partir del proceso de globalización, las llamadas guerras de cuarta generación ya no se llevan a cabo únicamente a partir de la imposición de ideas o el aprovechamiento de los medios de comunicación para manufacturar el consenso internacional.
Así, explica Gámez Chávez, la comisión de crímenes atroces mediante el uso de métodos como los utilizados por los militares británicos son una consecuencia natural para el dominio de estos países en los que las grandes potencias tienen muchos intereses estratégicos.
"La mayoría de las guerras contemporáneas, incluidas las que están en Medio Oriente, son parte de este ciclo", refiere el académico.
Añade que, particularmente en el norte global, la prensa y los propios gobiernos "se han encargado de exponer a la opinión pública que Europa siempre se ha mantenido en la defensa de los derechos humanos, pero, más bien, lo que han hecho es generar varias guerras de conquista muy parecidas a las anteriores".
"Son guerras que tienen que ver con la reconstitución de nuevos poderes globales y, entonces, los medios de comunicación defienden los derechos humanos como una categoría que, en realidad, nos dice mucho y no nos dice nada", razona el historiador.
"Ya no estamos hablando de los derechos sociales, económicos que cualquier Estado nacional, soberano puede defender, entonces, hay mucho ruido, muchas explicaciones de los defensores de los derechos humanos, pero esto es para encubrir este tipo de intervenciones que tienen que ver con la nueva forma del capitalismo", argumenta Gámez Chávez.

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