Ángel Sanz Montes*
Preámbulo o «antecedentes de hecho» (o en curso de serlo):
En el corazón de la Unión Europea, una propuesta legislativa avanza a toda marcha: la vigilancia masiva en los dispositivos de los usuarios, supuestamente para cazar material de abuso sexual infantil (CSAM) y prácticas como el grooming. Imagínate: tu smartphone, ya sea Android o iPhone, tablet, o PC, incluso tu smart-TV, puede ser o serás escaneando tus contenidos antes de encriptarlos o compartirlos, todo directamente en tu bolsillo. ¿Protección o invasión total?
Pero detengámonos un segundo: ¿a qué abismo nos arrastran estos «avances» tecnológicos? ¿Son realmente para lo que dicen, o una operación encubierta bajo falsa bandera con agendas ocultas? Aunque parezcan legítimos, urge debatirlos a fondo, equilibrando pros y contras. Vamos a desglosar la tecnología y su base legal, con datos frescos a septiembre de 2025, porque en este mundo digital, todo muta en un parpadeo. Además nos tienen entretenidos en cada País y globalmente en muchos otros asuntos.
Podemos acudir a un símil en la Literatura, con «L». Porque mucho de lo que es o puede ser, ya esta escrito, soñado o narrado. Tomemos El Castillo» (Das Schloss), de Franz Kafka. El protagonista, conocido sólo como «K»., llega a un pueblo gobernado por las autoridades de un Castillo invisible. Su lucha es para que la burocracia administrativa reconozca su derecho a trabajar y a vivir allí. No hay un crimen, sólo el deseo de integrarse, algo que el sistema, por su naturaleza laberíntica e inaccesible, le niega constantemente. Imaginemos que El Castillo es la UE. Lo que le pasa a K… ya sucede.
La UE es cada vez más burocrática, más alejada del ciudadano corriente pero, por contra, cada vez más permeable incluso obediente a los poderes fácticos. Abierta a la voluntad de las naciones hegemónicas en lo tecnológico (EEUU, China, Japón), o en lo farmacéutico, o en lo relativo a la energía, o la defensa. Esos intereses no son abstractos. Son constructos o corporaciones, o «entes» que representantes con sus oficinas oficiales o no en Bruselas, registrados, y tienen puerta abierta directa y acceso a los cargos electos, a altos funcionarios, a los comités de estudio.
Se llama cabildeo o loby/lobbying. Así desde los años 50 del Siglo XX las 7 Hermanas del petróleo sabían de los efectos esperables de la ingente liberación de CO2 a la atmósfera. Primero guardaron sus estudios en un cajón. Cuando otros llegaron a esas mismas conclusiones, los desautorizaron, dejaron de financiar la Universidad o Institución si era posible, y pagaron a científicos para que hicieran «contra-estudios» que ponían en duda el tema del CO2 y el cambio climático. Lo mismo con el tabaco y tantas otras cosas…
Ahora en 2025. En un Europa cada vez más conectada y vigilada, «el Castillo» de Kafka es la UE que forja, o forcejea, con o contra, (obsérvense los roles y escenarios y que pueden ser varias las actitudes simultáneas dentro del Castillo-UE). Tres tecnologías que están entrelazadas entre si, como si fueran «tres anillos de poder». Sigamos con la Literatura, al estilo Tolkien, en «el Señor de los Anillos» (tal como ilustra la imagen principal de este reportaje).
Estas nuevas realidades tecnológicas, llevados a su extremo, pueden tejer una red de control absoluto. Estos anillos: la Client-Side Scanning (CSS) que hurga en tus dispositivos personales, la European Digital Identity Wallet (EUDi Wallet) como tu ID digital todopoderosa, y el Euro Digital (CBDC) como moneda programable… Las tres prometen salvaguardar a los niños, agilizar trámites y revolucionar las finanzas. ¿Pero es su finalidad verdadera, y a qué precio, y lo que vean los niños no es cosa primero de sus padres, mayores, docentes, y en general los adultos? El «rollout» gradual de estas nuevas realidades desata tormentas sobre privacidad, perfiles personales y el fin de las libertades básicas.
A través de estos tres frentes: la vigilancia de chats (CSS), posible centralización de identidades por extensión del sistema del EUDi Wallet (con cruces biométricos, datos masivos, fichas policiales, registro de propiedades, registro penal…); y el adiós al dinero en efectivo por un sistema traceable al milímetro–,… finalmente la UE podría mutar en una sociedad hipercontrolada, donde la IA y el big data no solo previenen crímenes, sino que moldean comportamientos antes de que ocurran. Este reportaje, fragmentado en tres piezas incisivas, disecciona el panorama actual (actualizado a septiembre de 2025), sus pilares tecnológicas y legales a grandes rasgos, y los peligros acechantes en la práctica, sin alarmismos, pero apoyado en fuentes oficiales y voces críticas expertas.
Aunque parezcan optativos al principio, estos sistemas podrían volverse inevitables, evocando pesadillas de 1984, Black Mirror o similares –escenarios que, disfrazados de distopías, son en realidad ensayos proféticos o alertas de lo que nos acecha. ¿Innovación genuina o camuflaje para un control total? Sumérgete y decide. Hay novedades que parece grandes avances y luego fueron lo que fueron. Como la Talidomida, a finales de los años 50 y principios de los 60. Se suponía que era un medicamento para las náuseas de las embarazadas y luego evidenció tener propiedades teratogénicas, es decir, la capacidad de producir deformaciones congénitas y mortinatos.
Informarse y formarse es conveniente. Te proponemos tres aspectos tecnológicos que se nos vienen encima desde la UE, analizados en detalle:
*Informático. Gestor de proyectos. Lector, paseante, escritor a ratos y fotógrafo ocasional.