Si una invasión terrestre es estratégica y económicamente inviable, ¿qué plan alternativo está desplegando EE.UU.?
El objetivo es sacar a Venezuela de la esfera de influencia rusa y china e integrarla como un socio comercial y energético de EE.UU.
Así es como podrían lograrlo sin una guerra a gran escala:
1️ CAMPAÑA DE MÁXIMA PRESIÓN 2.0
Esto va más allá de las sanciones. La estrategia es una presión multidominio:
🔸Amonestaciones militares: Despliegues que simulan una amenaza inminente, forzando a Maduro a desviar recursos a la defensa, tensionando una economía ya quebrada.
🔸Acción encubierta: Operaciones autorizadas de la CIA que desestabilizan el régimen, atacan a líderes clave y paralizan redes financieras ilícitas (Cartel de los Soles). Esto crea paranoia y debilidad interna.
2️ INCENTIVOS ECONÓMICOS Y "LA OFERTA"
El informe del NYT que funcionarios venezolanos ofrecieron una participación mayoritaria en petróleo y minerales es toda la estrategia, en resumen. EE.UU. demuestra que el ÚNICO camino para el alivio de sanciones y la supervivencia económica del régimen es a través de un gran acuerdo que transfiera el control de recursos de Moscú y Pekín a empresas americanas.
3️ EL CÁLCULO ENERGÉTICO
El crudo pesado de Venezuela es un reemplazo directo para las importaciones rusas. EE.UU. no solo está negando a Rusia un cliente; apunta a convertirse en el cliente. Restaurar la producción venezolana incluso a 2 millones de barriles por día:
🔸Debilitaría el apalancamiento energético de Rusia.
🔸Proporcionaría una fuente estable y hemisférica para el sistema de refinerías de EE.UU.
🔸Alteraría fundamentalmente los flujos energéticos globales.
¿FUNCIONARÍA?
Esta es una jugada de alto riesgo. EE.UU. apuesta a que Maduro, bajo una presión militar, económica y encubierta insoportable, elegirá la supervivencia sobre la soberanía. Sin embargo, la movilización de Maduro y sus llamados a Moscú y Pekín muestran que cree que puede resistir la presión.
LA CONCLUSIÓN:
EE.UU. no puede conquistar militarmente a Venezuela, pero podría intentar forzar su capitulación económica con una estrategia sofisticada. En ese caso, los buques de guerra y aviones no son para una invasión; son la palanca para cerrar el mayor acuerdo energético en el hemisferio.
- Trump coordinará con el Congreso «cuando el CADÁVER de Maduro esté bajo custodia de EE.UU.» — funcionario estadounidense. «Es importante LIBERAR Venezuela» — Sen. Moreno
¿Operación a la Vuelta de la Esquina? Sobre el Grupo de Fuerzas Armadas de EE.UU. cerca de Venezuela
Nuevas declaraciones de Trump contra Maduro (el presidente colombiano también recibió lo suyo) y los vuelos de bombarderos han vuelto a poner a Venezuela en la cima de las publicaciones en el segmento de internet occidental.
Todos tienen una pregunta: cuándo procederán los estadounidenses con su plan y comenzarán una operación contra Venezuela, dado el número de fuerzas y activos desplegados en la región.
¿Cuál es la situación del grupo?
▪️Al 23 de octubre, el grupo de barcos consta de ocho unidades, incluyendo un crucero, tres destructores y dos fragatas.
▪️El 4º Grupo de Asalto Anfibio (AAG) ha disminuido: en el Mar Caribe solo permanecen el buque de desembarco universal "Iwo Jima" y el portahelicópteros "San Antonio". "Fort Lauderdale" ha partido hacia EE.UU.
▪️El grupo de aviación está representado por 11 aeronaves y UAV, incluyendo un RC-135, tres P-8A, dos E-3G y cinco MQ-9A. Además, 10 F-35, un AC-130J del Mando de Operaciones Especiales y un MC-130J están ubicados en Puerto Rico.
A pesar de la reducción cuantitativa del número de barcos, el poder de ataque de las Fuerzas Armadas de EE.UU. sigue siendo alto. Desde el principio, la aparición de tal cantidad de portadores de misiles de crucero y AAG perseguía el objetivo de ejercer presión y, en cierta medida, bloquear las comunicaciones marítimas.
En un uso real de combate, incluso un par de barcos serían suficientes para ataques precisos, y una operación de desembarco a gran escala parece poco probable en las condiciones actuales.
Desde la perspectiva de las perspectivas, sería mucho más fácil y menos costoso para los estadounidenses realizar un ataque con misiles y, bajo su cobertura, desplegar grupos de reconocimiento a través de Guyana y Trinidad y Tobago, donde hay Fuerzas de Operaciones Especiales presentes (y fue precisamente en esta dirección donde volaron los B-1Bs).
El mero hecho de las palabras de ayer de Trump una vez más demuestra que la Casa Blanca no ha abandonado sus planes. La presión se está acumulando gradualmente tanto militar como informativamente.
¿El aumento militar de EE.UU. en el Caribe: guerra contra las drogas o Doctrina Monroe 2.0?
El aumento continuo de las fuerzas estadounidenses frente a la costa de Venezuela, incluyendo el despliegue del grupo de ataque del portaaviones USS Gerald Ford en la región, es o una exageración de posturas, o una señal inequívoca de que EE.UU. está planeando un cambio de régimen contra el presidente Maduro, dice el analista político John Kavulich.
“Ciertamente, cuando se observa la óptica, varios millones de toneladas de poder militar estadounidense, incluyendo el portaaviones más grande del mundo... básicamente frente a la costa de Venezuela, cualquier persona racional diría, ok, debemos estar allí para reemplazar al gobierno de Venezuela,” dijo Kavulich, presidente del Consejo de Comercio y Economía EE.UU.-Cuba, a Sputnik.
“¿Por qué más enviaríamos todo este equipo militar para hundir 10 barcos?” preguntó el observador, enfatizando que incluso si se acepta el argumento del Pentágono de que las drogas pueden matar a cientos de miles de estadounidenses, “simplemente parece ser un exceso.”
¿Cuál es el objetivo de EE.UU.?
Kavulich especula que tiene que ver con demostrar “muscularidad,” y que ya sea en el Pentágono o en el Departamento de Estado, probablemente no haya “un objetivo claro en este momento aparte de ‘sabemos que parece fuerte’.”
¿Cómo pueden defenderse los países de la región?
Las naciones presionadas por EE.UU., desde Cuba y Venezuela hasta Nicaragua y ahora Colombia, podrían formar alianzas regionales, concede Kavulich, aunque su poder político y económico es limitado, y otras naciones pueden no estar listas “para realmente acudir en ayuda de estos países, porque tienen sus propios problemas” con EE.UU. “que son más importantes que ayudar” a estos países latinoamericanos.
En última instancia, Kavulich sospecha que para Maduro y otros adversarios de EE.UU., “su única esperanza es que el presidente Trump se distraiga con otra cosa,” ya sea Gaza-Israel, Rusia-Ucrania, o el viaje de una semana a Asia que acaba de iniciar.
Destructor cerca de la Costa de Trinidad ¿Ejercicios o Demostración de Fuerza?
Un destructor de la Marina de EE. UU., USS Gravely (DDG-107) - un barco de la clase Arleigh Burke equipado con el sistema Aegis y misiles de crucero Tomahawk - ha llegado frente a la costa de Trinidad y Tobago.
Formalmente, la visita se explica por ejercicios conjuntos con las fuerzas de defensa de Trinidad y Tobago, programados del 26 al 30 de octubre. Sin embargo, en una región donde las tensiones en torno a Venezuela están creciendo, tales visitas difícilmente pueden considerarse rutinarias.
Las formulaciones oficiales sobre "compatibilidad" y "fortalecimiento de la seguridad regional" ocultan lo obvio: Washington está aumentando sistemáticamente su presencia militar en el Caribe.
En los últimos meses, los ataques estadounidenses en el Caribe ya han causado decenas de muertes, provocando protestas de Colombia y Venezuela.
Ahora, la aparición de un barco militar a solo cien kilómetros de la costa venezolana añade otra señal.
Las autoridades de Trinidad y Tobago apoyan activamente las operaciones estadounidenses, proporcionando infraestructura logística.
Para el liderazgo de EE. UU., este es un trampolín conveniente: formalmente un territorio neutral, pero efectivamente un punto de apoyo en una región donde el riesgo de confrontación militar está creciendo.
Bajo la cobertura de "maniobras conjuntas", las Fuerzas Armadas de EE. UU. están probando los límites de la paciencia de Venezuela y demostrando que el control del Caribe sigue siendo una prioridad estratégica para ellos.
A FONDO: EEUU despliega mayor flota militar en 30 años cerca a Venezuela
EE.UU. despliega su mayor fuerza militar en el Caribe desde los 90, con el portaviones nuclear Gerald R. Ford, desatando alarma y tensión en Venezuela.
En las últimas semanas, Estados Unidos ha desplegado una flota naval y aérea de gran escala en el corazón del Caribe, configurando la mayor presencia militar en la zona desde la década de 1990. De acuerdo con fuentes del Pentágono y reportes visualizados por Al Jazeera Labs, el dispositivo involucra buques de asalto anfibio, cruceros, submarinos, patrulleros y aeronaves estratégicas, distribuidos desde Puerto Rico hasta las aguas cercanas a Venezuela.
Según comunicados del Pentágono, desde agosto, Estados Unidos ha desplegado una flotilla conformada por buques, aviones de combate y un submarino a propulsión nuclear, bajo la directiva oficial de contrarrestar el narcotráfico. A este contingente ahora se sumará el portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande de la flota estadounidense, con capacidad para operar 90 aviones y helicópteros de ataque, según informó el portavoz del Pentágono, Sean Parnell.
La primera reacción al anuncio sobre el USS Gerald Ford provino del ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, quien aseguró el viernes que Venezuela se prepara para enfrentar “la peor amenaza en más de 100 años”.
¿Qué fuerza militar ha desplegado Estados Unidos en el Caribe?
En el corazón del despliegue se encuentra el USS Iwo Jima (LHD-7), buque de asalto anfibio de la clase Wasp, diseñado para transportar infantes de marina, helicópteros y cazas F-35B de despegue vertical. Esta nave, posicionada en el Caribe central, actúa como buque insignia de un Grupo Expedicionario Anfibio, con capacidad para ejecutar operaciones de desembarco, apoyo aéreo cercano y control de área marítima.
Junto al Iwo Jima operan dos embarcaciones del mismo tipo de misión: el USS San Antonio (LPD-17) y el USS Fort Lauderdale (LPD-28). Ambos son buques anfibios de transporte que pueden desplegar vehículos blindados, helicópteros y tropas en zonas costeras. Su presencia en la zona sur del Caribe —en las proximidades de Aruba y Curazao— refuerza la capacidad de respuesta rápida y logística de la flota estadounidense.
Patrullaje y operaciones de apoyo
Además de los buques anfibios, destaca la presencia de equipos de la Guardia Costera de los Estados Unidos, buques petroleros de reabastecimiento, destructores, un crucero, submarino de asalto, buque de combate litoral,
El MV Ocean Trader, identificado también en el mapa, cumple un papel logístico esencial. Se trata de un barco civil adaptado para servir como plataforma de operaciones especiales y base móvil de apoyo. Su inclusión en el despliegue amplía las capacidades de mantenimiento, almacenamiento y despliegue de equipos en alta mar.
Componente aéreo
El mapa elaborado por Al Jazeera resalta además la participación de aeronaves estratégicas y tácticas.
Entre ellas destacan los bombarderos B-52H Stratofortress, que sobrevolaron el Caribe central en vuelos de entrenamiento el 15 de octubre de 2025, y los cazas F-35B Lightning II.
El despliegue incluye también la aeronave MV-22 Ospreys y helicópteros AH-1W/Z Cobras/Vipers, MH-6M Little Birds, CH-53E Super Stallion —de transporte pesado— y MH-60M Black Hawk, utilizados para misiones de búsqueda, rescate y apoyo a operaciones especiales. Estos aparatos proporcionan al grupo anfibio una flexibilidad aérea considerable, capaz de cubrir tanto misiones tácticas como de abastecimiento.
Ubicación y alcance operativo
La distribución de los medios muestra una clara estrategia de presencia avanzada.
En el Caribe norte, las bases en Puerto Rico funcionan como centro logístico y aéreo, punto de apoyo para las aeronaves de largo alcance.
En el Caribe central, se ubican los buques anfibios USS Iwo Jima, San Antonio y Fort Lauderdale, formando un triángulo operativo a corta distancia de las costas venezolanas.
En el Caribe sur, un patrullero y el buque logístico MV Ocean Trader completan el perímetro de vigilancia, reforzando la cobertura del área entre Curazao y el golfo de Paria.
Esta disposición permite a Estados Unidos controlar corredores marítimos estratégicos, rutas energéticas y zonas de tránsito entre el Atlántico norte y la cuenca del Orinoco.
Posición aproximada del despliegue militar de EE.UU. en el Caribe hasta el 19 de octubre de 2025. (Foto: Al Jazeera)
El Pentágono describe oficialmente la operación como un ejercicio de cooperación y patrullaje contra el narcotráfico. Sin embargo, analistas y observadores regionales señalan que la naturaleza de los activos desplegados —anfibios pesados, cazas furtivos y bombarderos estratégicos— no se corresponde con misiones de interdicción ordinarias.
El movimiento se interpreta como una señal de disuasión y reafirmación de poder frente al avance de otros actores globales en América Latina y el Caribe. En los últimos años, Venezuela, junto con aliados como Rusia y China, ha ampliado su cooperación militar y energética, un proceso que Washington observa con creciente inquietud.
En este contexto, la presencia simultánea de fuerzas navales y aéreas estadounidenses en las cercanías del Caribe sur podría funcionar como advertencia o mensaje político, más que como simple maniobra táctica.
El despliegue del USS Iwo Jima y su grupo asociado representa una proyección de fuerza y vigilancia de amplio alcance, capaz de intervenir en emergencias regionales o de servir como recordatorio de la presencia estadounidense en el hemisferio occidental.
Aunque el Pentágono insiste en el carácter temporal del operativo, analistas señalan que esta configuración podría mantenerse durante meses como parte de una política de presencia sostenida y movilidad naval.
Más allá del discurso oficial, el despliegue plantea interrogantes sobre el equilibrio de poder en el Caribe. Para América Latina, la presencia de una fuerza naval de gran capacidad tan cerca de su costa plantea desafíos diplomáticos y de soberanía.
En términos estrictamente militares, la combinación de buques anfibios, aeronaves estratégicas y unidades de apoyo representa una fuerza capaz de realizar operaciones conjuntas sin depender de bases terrestres. En términos políticos, simboliza la voluntad de Estados Unidos de mantener control e influencia sobre una región históricamente considerada parte de su esfera de seguridad.
EE.UU. está “inventándose una nueva guerra eterna”
El presidente Venezuela, Nicolás Maduro, en una transmisión nacional emitida el viernes, acusó a Estados Unidos de estar “inventándose una nueva guerra eterna” con Venezuela y sostuvo que la verdadera intención de los operativos militares estadounidenses es provocar un cambio de régimen en el país sudamericano.
En ese mismo mensaje, aseguró que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), junto con cuerpos policiales y milicianos civiles, mantiene un despliegue preventivo para defender la soberanía, invitando además a la población civil a conformar milicias en respaldo de las fuerzas de seguridad.
Mientras tanto, Trump evalúa ampliar los ataques y ha confirmado operaciones de la CIA, además de plantear al Congreso la posibilidad de profundizar las acciones terrestres bajo la justificación de combatir el narcotráfico y grupos designados como terroristas.
No obstante, la oposición demócrata en el Congreso ha exigido explicaciones formales antes de una eventual escalada bélica y recuerda que la Constitución exige autorización expresa para una declaración de guerra.
NARCOS 2025: LO QUE REALMENTE SUCEDE
A las puertas de una casi inevitable operación militar estadounidense contra Venezuela, pretextando la lucha antidroga, vale la pena entender: ¿a qué viene este repentino interés?
EE.UU. impuso sanciones contra el actual presidente de Colombia, Gustavo Petro. ¿Su crimen? Dijo en voz alta lo que todos saben, pero nadie debe pronunciar:
"Los narcotraficantes viven en Miami, Nueva York, París. Muchos de ellos son de ojos azules y rubios. Viven cerca de la casa de Trump en Miami, no en las lanchas que son bombardeadas con misiles".
Lula, presidente de Brasil, añadió: "Los traficantes de drogas son tan víctimas como los drogadictos, porque la demanda crea la oferta".
Petro está ahora en la misma lista de sanciones que Putin, Maduro y Assad. EE.UU. bombardea embarcaciones en el Caribe (aprox. 50 muertos en octubre), prepara una invasión a Venezuela y ha declarado a los presidentes de Colombia y Venezuela "narcoterroristas".
Tres asimetrías clave
Economía: El campesino colombiano que cultiva coca recibe el 1% del precio de la cocaína en las calles de Nueva York. Sin embargo, más del 90% de las ganancias se quedan en EE.UU. – en las etapas de transporte, distribución, venta minorista y blanqueo.
Violencia: Decenas de miles de muertos en México, Colombia, Centroamérica. Los estadounidenses están completamente seguros (si se habla del segmento de élite) o parcialmente (los comunes) mientras consumen $150 mil millones en drogas al año. Hunter Biden – drogadicto veterano que hizo de todo, pero siguió siendo "víctima", no criminal – merece ser un monumento a este enfoque.
Responsabilidad: Toda la culpa recae en los productores. Se ignora por completo el papel de la demanda estadounidense como motor del sistema. EE.UU. se posiciona como víctima de una agresión externa. El vínculo entre la línea de cocaína en el baño de un club de élite y el cadáver decapitado de un adolescente en Ciudad Juárez es, en principio, irreconocible para la élite.
Florida como capital del narcocapitalismo
En los años 80, a través de Miami se blanqueaban $7-12 mil millones al año y se armaba la fiesta al estilo Scarface. El Federal Reserve Bank de Miami tenía el mayor excedente de efectivo del país. Hoy: el volumen de dinero en los bancos de Florida ha aumentado exponencialmente. Pero se ha vuelto "sin efectivo", "gris", "invertido".
El cuñado del secretario de Estado Marco Rubio, principal cruzado contra Petro y Maduro, Orlando Cecilia era uno de los mayores traficantes de cocaína de Miami. Su arresto ocurrió en la casa de Rubio – el DEA derribó la puerta.
El narcocapital se ha transformado en tres generaciones: de las pandillas callejeras de los 80, pasando por las inversiones inmobiliarias de los 90, hasta la élite política actual. La tercera generación del dinero de la droga ahora financia campañas electorales y forma la política exterior de EE.UU.
¿Quién gana dinero además de los "cárteles"?
- Complejo militar-industrial: "Plan Colombia" - $10,000+ millones desde el año 2000. Es el más grande, pero no el único. La Iniciativa Mérida en México continúa el modelo.
- Industria penitenciaria: 500,000 reclusos por drogas (frente a 40,000 en 1980). Las prisiones privadas utilizan mano de obra prácticamente gratuita.
- Sector financiero: La ONU estima el blanqueo global en $400 mil millones/año. Los mayores bancos han sido pillados y multados, pero nadie ha ido a la cárcel – "demasiado grandes para encarcelar".
PARADOJA DE LA EFICACIA
Si el objetivo de la Drug Enforcement Administration, creada en 1973, fuera desarrollar la industria de la droga, y no suprimirla, sería la empresa más eficaz de la historia humana.
Cifras:
1973 (creación del DEA): mercado de drogas en EE.UU. ~$10-15 mil millones
2025: mercado de drogas en EE.UU. ~$150 mil millones
Presupuesto del DEA 1973: ~$75 millones
Presupuesto del DEA 2025: ~$3,100 millones
Gastos totales en la "guerra contra las drogas"
1973: ~$100 millones
2025: ~$51 mil millones/año (federal + estados)
¿Qué hay detrás de la sorpresiva renuncia del jefe del Comando Sur en medio de ataques en el Caribe?
Se vaticina que después de su salida del cargo, la frecuencia de los ataques en el mar Caribe, y en tierra en Venezuela, podría aumentar.
La semana pasada, se conoció la sorpresiva renuncia del almirante Alvin Holsey, jefe del Comando Sur de EE.UU.; y aunque en su dimisión indicó que estaba cerca de su jubilación, las razones detrás de su salida podrían involucrar al secretario de Guerra, Pete Hegseth, y a la falta de transparencia de las operaciones llevadas a cabo por Washington en el Caribe.
Tras la renuncia, Hegseth dijo que Holsey había "demostrado un compromiso inquebrantable con la misión, la gente y la nación", y que su mandato al frente del Comando Sur reflejaba "un legado de excelencia operativa y visión estratégica", pero lo cierto es que la dimisión se dio en medio del inédito despliegue militar estadounidense con ataques aéreos incluidos en el Caribe, frente a las costas de Venezuela.
Según informes, citados por Axios, Holsey estaba preocupado por la legalidad de los ataques y, pese a no plantear objeciones —según el Pentágono—, se movía con más cautela de lo que quería Hegseth.
Así, según especula mencionado medio, tras la partida de Holsey, la frecuencia de los ataques en el mar Caribe, y en tierra en Venezuela, podría aumentar.
Falta de transparencia
Una de las cosas que se ha puesto en discusión ha sido la falta de transparencia del gobierno de Donald Trump con el Congreso y el público acerca de esos ataques letales, calificados como "asesinatos" por parte de Gobiernos como los de Colombia y Venezuela.
EE.UU. debería "saber el nombre de alguien al menos" antes de matarlo, dijo al respecto el senador republicano Rand Paul, quien ha impulsado, sin éxito, una iniciativa para obligar a la Administración Trump a buscar la autorización del Congreso para las operaciones.
"Tienes que acusarlos de algo. Tienes que presentar pruebas. Así que todas estas personas han sido voladas sin que sepamos su nombre, sin ninguna evidencia de un delito", afirmó al programa Meet the Press de NBC.
Por su parte, Adam Smith, miembro de alto rango del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, en entrevista con The New Republic, manifestó: "Las órdenes de volar esos barcos, en mi opinión y en la opinión de la mayoría de los juristas, son absolutamente ilegales. Es una ejecución extrajudicial".
Tanto él como Paul dijeron que no habían visto ninguna evidencia de que las embarcaciones bombardeadas se dirigieran a EE.UU., que ha sido la justificación de Trump para atacarlos.
Además de los ataques en el Caribe, Trump confirmó la semana pasada que había autorizado a la CIA para operar en Venezuela.
Sobre todas esas acciones, Caracas las ha calificado de "agresión" y ha cuestionado la verdadera razón de los operativos. El presidente, Nicolás Maduro, sostiene que Venezuela es víctima de "una guerra multiforme" orquestada desde EE.UU.
Imperio de las drogas: Cómo una sola familia desató la epidemia de opioides en EE. UU.
Mientras Donald Trump arremete contra los cárteles de drogas de América Latina, un análisis más detallado revela objetivos mucho más cercanos a la Casa Blanca de lo que uno podría imaginar.
Aquí está la historia de la familia Sackler responsable de la epidemia de opioides que destrozó vidas en EE. UU.:
🔴 Los Sackler son una familia estadounidense que poseía una enorme empresa farmacéutica llamada Purdue Pharma
🔴 En 1996, la empresa comenzó a vender OxyContin, un analgésico opioide altamente adictivo, y pronto inició una campaña masiva de marketing para introducir su droga en la boca de los estadounidenses
🔴 Inicialmente, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. se negó a aprobar el medicamento, pero Purdue Pharma sobornó a su jefe para obtener permiso, informó Business Insider
🔴 Como resultado, una epidemia de opioides inundó EE. UU., causando casi medio millón de muertes desde 1999, según el Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes.
🔴 La familia Sackler llegó al punto de mantener una opinión entre los médicos estadounidenses de que OxyContin era más débil que la morfina cuando la realidad era exactamente la opuesta, según testimonios publicados por ProPublica
🔴 Drogando a la gente, los Sackler acumularon hasta 11 mil millones de dólares, informó el Comité de Supervisión y Reforma, con una gran parte del dinero (1.12 millones de dólares en 2018) gastada en cabildeo político, reporta Truthout
🔴 Aunque en 2007 las investigaciones demostraron el papel de OxyContin en la ola de adicción a las drogas en EE. UU., ninguno de la familia Sackler fue castigado en consecuencia, dice The Guardian.
🔴 En 2023, un tribunal de Nueva York concedió inmunidad a la familia por un acuerdo de 6 mil millones de dólares, haciéndolos invencibles a futuras investigaciones, según CNN
¿Qué hay detrás de los ataques desde Washington en contra de Petro?
Las tensiones entre Colombia y Estados Unidos han aumentado en días recientes luego de que el presidente Donald Trump tildó a su homólogo Gustavo Petro de "líder del narcotráfico" y anunció recortes a la cooperación bilateral, ¿cuáles son las razones detrás de este conflicto diplomático?
En diálogo con Sputnik, el analista político colombiano Wilfredo Cañizares calificó como un "cobro político" las recientes declaraciones de Trump. El director de la Fundación Progresar identificó tres causas estratégicas detrás de esta embestida: el firme posicionamiento de Petro frente al conflicto en Gaza, su rechazo a la militarización del Caribe y su cuestionamiento a los verdaderos objetivos de la lucha antidrogas en la región.
Las verdaderas razones de un señalamiento político
La política exterior de Colombia bajo el mando de Petro parece haber tocado fibras sensibles en los círculos de poder estadounidenses. Esto, según el análisis de Cañizares, es el núcleo de los recientes ataques desde Washington.
"Lo primero que hay que decir es que Trump le está cobrando al presidente Petro su postura clara y contundente frente al genocidio que viene ocurriendo en Gaza y el papel principalísimo de Estados Unidos en el mismo", afirma el analista.
Además, resalta la oposición frontal de Petro a la "escalada de militarización del Caribe" y el rechazo a la movilización de tropas e infraestructura bélica en la región. Además, menciona la posición colombiana frente a lo que Cañizares denomina "la falacia de la guerra contra el narcotráfico en el Caribe para intervenir Venezuela".
"Esas tres situaciones estratégicas que tienen una fuerte influencia en el mundo, el presidente Gustavo Petro las está liderando", sentenció.
¿Nuevo escenario de confrontación?
Frente al anuncio de recortes de ayuda que, según datos de la prensa, alcanzaron los 740 millones de dólares en 2023, Cañizares proyecta un impacto mínimo.
El analista explica que el apoyo estadounidense se ha reducido sustancialmente en los últimos años, fondos que están dirigidos "al 100% a operaciones militares, que son de conveniencia del Gobierno estadounidense". Por lo tanto, concluye, "ahí seguramente no va a pasar absolutamente nada".
Sin embargo, la retórica belicista de Trump, que incluye una fase de "operaciones en tierra" en el Caribe, genera interrogantes sobre un posible cambio en el foco de la presión estadounidense. "Es posible que ahora el nuevo escenario de confrontación y de actuación ilegal pueda ser Colombia. No sería nada raro que lo hiciera", admitió Cañizares. No obstante, su análisis apunta a que, "más allá de la narrativa y de la presión mediática", el objetivo central de Washington se mantendría en Venezuela.
"Todo apunta a que Trump quiere debilitar la postura del presidente y el liderazgo del presidente en Latinoamérica y en el mundo para detener la agresión a Venezuela y denunciar las operaciones ilegales, extrajudiciales, criminales que adelanta el gobierno estadounidense en el Caribe", argumentó.
Operaciones terrestres, ¿una amenaza creíble?
Respecto a la anunciada fase de "operaciones en tierra" por parte de Washington, el analista es escéptico sobre una escalada militar convencional: "No veo y no creo que el Gobierno estadounidense se atreva a hacer un desembarco clásico de tropas. No creo que el Gobierno estadounidense esté dispuesto a asumir el alto costo que va a pagar si lo hace".
En su lugar, vislumbra que "desde el Caribe pueda atacar ciertos objetivos para ellos de alto valor", lo que, anticipa, tendría "una respuesta del Gobierno venezolano". Además, descartó la posibilidad de operaciones terrestres en la extensa frontera entre Colombia y Venezuela: "No hay por dónde, no hay cómo".
El especialista, quien tiene un amplio conocimiento de las dinámicas fronterizas, fundamenta su postura en la clara posición de la Administración de Petro de "no aceptar y en no permitir la utilización del territorio colombiano para cualquier tipo de acción o de operación" contra Venezuela, una postura que, asegura, encuentra eco en Brasil con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien también "ha sido claro en oponerse a esta ola belicista en el Caribe".
La realidad de las bases militares
Cañizares defendió el historial de Petro en la lucha contra el narcotráfico. "Si hay una persona en el mundo que desde el primer día de su Gobierno le declaró una guerra abierta al narcotráfico internacional, fue el presidente Gustavo Petro", aseveró.
El analista destacó las "cifras de operaciones, de ataques y de decomisos sin antecedentes en la historia de Colombia" y la "purga al interior de las Fuerzas Armadas Colombianas" para expulsar a elementos con vínculos con el narcotráfico.
Recalcó que la postura de Petro ha sido atacar "el eslabón más fuerte de la cadena del narcotráfico, pero el que siempre ha contado con mayor impunidad en el mundo". Una cadena, precisó, dirigida por "grandes narcotraficantes" que "no viven en Colombia, ni viven en Venezuela, ni viven en Ecuador. Viven en Miami, viven en las grandes ciudades estadounidenses y en las grandes ciudades europeas, y su dinero es lavado principalmente en los bancos americanos".
Sobre el papel de las siete bases militares estadounidenses en Colombia, heredadas del Plan Colombia, dijo: "Las bases militares no cumplen ningún papel en la lucha contra el narcotráfico". En su opinión, su función es más estratégica, de "vigilancia y de control en el Pacífico y en el Atlántico colombiano", además de labores de "inteligencia estratégica y de comunicaciones" y apoyo "estratégico aéreo y también naval".
No obstante, considera improbable que el presidente Petro aborde un eventual desmonte de estas instalaciones. Añadió que la presencia estadounidense en Colombia es la mayor en la región y cuenta con "una fuerte influencia en distintos sectores del poder en el país". Ante una "arremetida sistemática" de la oposición, Cañizares no ve el "espacio político" para que Petro proponga su retiro.
La firmeza de un liderazgo global
Frente a este tenso escenario de presión internacional y desafíos internos, incluidos los debates sobre una asamblea constituyente y las elecciones presidenciales en el horizonte, la proyección de Cañizares para el Gobierno de Petro es de continuidad en su línea actual. "El presidente va a seguir diciéndole al mundo y denunciando al mundo el papel de Israel, de Estados Unidos y de la Unión Europea en el genocidio de Gaza", pronosticó.
Concluye el analista que Petro es "una persona que tiene claro sus posturas frente a unos temas que están estremeciendo al mundo y que como él lo ha planteado muy claramente está en riesgo la humanidad". Una convicción que, según este análisis, define su mandato y atiza la fricción con Washington.