Categoría: Servicios de Inteligencia
Editorial: TIMUN MAS
280 Págs.
En Diario de un Espía, el autor nos sumerge en el apasionante mundo del espionaje desde una perspectiva real y actualizada. Por primera vez en el siglo XXI se desvela en primera persona, el día a día de aquellos que recogen información, con sus anécdotas y dificultades, al tiempo que se aclaran muchos conceptos desconocidos y sorprendentes ya no sólo para el gran público sino en entornos más profesionales, sobre la situación geopolítica y económica de España desde la perspectiva de los profesionales de la inteligencia.
Las experiencias abordadas son muy diversas, abarcando el tráfico de seres humanos, la explotación sexual, las estafas económicas, la infiltración en grupos radicales, la seguridad informática, la falsificación de documentos, la presencia de “espías” extranjeros…
De forma amena y clara, el autor desmenuza las técnicas más asequibles del “cómo se hace”, tales como el uso de troyanos informáticos, sonsacar información con ingeniería social o reclutar fuentes humanas capaces de obtener datos de primera mano.
Muchas de estas técnicas tienen cabida tanto en los servicios oficiales como en corporaciones privadas, especialmente como defensa ante una competencia hostil en un mundo globalizado.
Las nuevas tecnologías "han cambiado por completo el mundo del espionaje. Ya no es necesario poner un micrófono en casa de alguien" y por tanto "estamos en la edad de oro del espía", nos dice David R. Vidal, relatando sus experiencias tras haber trabajado para el CNI desde el año 2000 y haber realizado colaboraciones con el Ministerio del Interior durante más de una década.
Vidal cuenta cómo empezó realizando cosas sencillas, "cosas locales que no tenían mayor transcendencia" y, poco tiempo después, "cuando la cosa funcionaba, empecé a colaborar también con el Ministerio del Interior". "Me dijeron: nos interesa esto mismo pero fuera de España, y así, un país, otro país, hasta un total de 16".
Ha llegado a tener 25 informadores a su cargo y afirma que "la parte dura era viajar, reclutar sin despertar sospechas" aunque con el paso del tiempo dejó los viajes, "deje de arriesgarme porque ya tenía formada mi red de informadores".
En cuanto a su trabajo como espía, comenta que "a veces interesaban los temas estratégicos y , otras, sobre todo al Ministerio del Interior, le interesaban más los temas operativos, es decir, matrículas y teléfonos". Sobre los temas que preocupan a España en relación al espionaje, Vidal destaca que "hay objetivos que cambian según el tiempo, y hay otros que permanecen, como es Marruecos, que a todos los niveles siempre interesa", y también afirma que otros focos de preocupación son el conflicto de Mali, el de Afganistán o la llegada de sirios a nuestras fronteras.
Al exespía no le sorprenden los últimos escándalos relacionados con el espionaje, como el "caso Snowden", y dice que "desde hace 40 años esto se hace así" y que "no hay servicios de inteligencia amigos, hay intereses comunes" y "los medios de la NSA son muy grandes".
También señala que "a nivel ciudadano normal estamos totalmente controlados, el único problema es que los malos también están protegidos" y "los del otro bando muchas veces van un paso por delante".
Perfil del autor
DAVID R. VIDAL, bajo el nombre clave de “John Osaro”, ha trabajado para el servicio de inteligencia español (Centro Nacional de Inteligencia) desde el año 2000, tejiendo una nutrida red de informadores en 16 países, fundamentalmente en el continente africano, la cual ha proporcionado la materia prima para miles de informes de inteligencia de temática diversa.
Además de proveer información al CNI, David R.Vidal también ha simultaneado su labor con una extensa colaboración con un estamento del Ministerio del Interior, proporcionando informaciones de índole operativa durante más de una década.
David ha aparecido bajo el pseudónimo de “agente Juan” en los libros del periodista de investigación Antonio Salas –en especial “El año que trafiqué con mujeres” y “El palestino”-, al que ayudó profusamente en sus labores de infiltración.
En el año 2010, David fue uno de los fundadores de GlobalChase, pionera academia privada de inteligencia en España que llevó por primera vez al entorno universitario las prácticas más operativas.