Militares

José Rodrigo Rodrigo

Elespiadigital | Miércoles 06 de mayo de 2015

Un JEMAD solvente, crítico con el modelo profesional de las FAS

(…) La realidad histórica es que el teniente general Rodrigo, en su condición de JEMAD, fue un crítico plausible de la escalada electoralista desatada a propósito de las elecciones legislativas del 3 de marzo de 1996, que llevaron por primera vez a José María Aznar a la Presidencia del Gobierno. En su programa electoral, el PP alimentó el desmantelamiento del modelo de Defensa Nacional vigente (mixto con soldados de reemplazo y creciente incorporación de voluntarios profesionales), encontrándose con la razonable oposición del PSOE, entonces todavía en el Gobierno, apoyado decididamente por la cúpula militar…

 



 

Un JEMAD solvente, crítico con el modelo profesional de las FAS

JOSÉ RODRIGO nació el 26 de diciembre de 1928 en Ceuta. Ingresó en el servicio el 1 de febrero de 1943 como educando en banda del Regimiento de Infantería “Flandes” nº 30 de guarnición en Vitoria y en la Academia General Militar en 1947.

En 1951 fue nombrado teniente de Infantería como número uno de su promoción, empleo con el que realizó el Curso de Estado Mayor, obteniendo el diploma correspondiente en 1960; más tarde también realizaría los cursos de Estado Mayor del Ejército del Aire, el de Estados Mayores Conjuntos y el de Defensa de la OTAN (NAFDECOL). Completó su formación militar obteniendo el Diploma en Estadística (rama de Matemáticas) por la Universidad Complutense de Madrid.

Ascendió a capitán el 11 de junio de 1969 y a comandante el 6 de agosto de 1971, siendo entonces destinado a la Escuela Superior del Ejército. Después de ser agregado militar adjunto en la Embajada española de Buenos Aires, obtuvo destinos sucesivos en el Estado Mayor del Ejército de Tierra, en la Escuela de Estado Mayor y en el Estado Mayor de la Defensa, asumiendo también la secretaría de la Comisión Española de Estados Mayores Peninsulares.

Como teniente coronel, empleo que obtuvo el 19 de enero de 1978, mandó un batallón acorazado. Ascendió a coronel el 23 de octubre de 1982 y, como tal, en enero de 1983 fue puesto al frente del Regimiento de Infantería Aerotransportable “Isabel la Católica” nº 29, acuartelado en Pontevedra. Posteriormente, fue designado subdirector para Asuntos Internacionales de la Defensa en la DIGENPOL, puesto que siguió desempeñando al ascender a general de brigada en mayo de 1985.

En abril de 1987 ascendió a general de división, empleo en el que, a partir de octubre de ese mismo año, mandó la División Acorazada “Brunete” nº 1, siendo nombrado más tarde segundo jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra.

En mayo de 1989 fue promovido a teniente general y nombrado capitán general de la I Región Militar con sede en Madrid, destino que dejó para ocupar la jefatura del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) el 23 de diciembre de 1992, al fallecer de forma imprevista el almirante Gonzalo Rodríguez Martín-Granizo, entonces titular de la misma. Al frente de esa responsabilidad ocupó también la plaza anexa de miembro nato del Consejo de Estado, organismo del que más tarde, ya en la reserva, volvió a ser nombrado consejero electivo.

Tras ejercer como JEMAD durante algo más de dos años, en enero de 1994 estuvo a punto de ser cesado de forma prematura por Julián García Vargas, entonces ministro de Defensa, con la excusa banal de que todo el equipo de la JUJEM fuera renovado de forma conjunta para garantizar su “homogeneidad” al afrontar una nueva etapa de “grandes retos” modernizadores de las Fuerzas Armadas...

Reconocida su solvencia militar y profesional, prolongó su mandato durante los cuatro años habituales, cesando como JEMAD el 26 de julio de 1996, momento en el que fue sustituido por el teniente general del Aire Santiago Valderas Cañestro.

Su sucesor en el cargo fue precisamente quien el 14 de junio de 1999 impuso a los cinco mandos que estuvieron al frente de la cúpula militar de forma precedente (Ignacio Alfaro, Álvaro Lacalle, Ángel Liberal, Gonzalo Puigcerver y el propio José Rodrigo) el fajín de “generales de cuatro estrellas”. El discutido ascenso, con carácter honorífico de estos ex jefes del Estado Mayor de la Defensa, así como el de los demás jefes de Estado Mayor nombrados desde 1977 (que sumaron un total de veintinueve ascensos, nueve de ellos a título póstumo), se produjo el 21 de mayo de 1999 y fue consecuencia de lo establecido al respecto en la Ley 17/1999, de 18 de mayo, de Régimen del Personal de las Fuerzas Armadas.

 

La realidad histórica es que el teniente general Rodrigo, en su condición de JEMAD, fue un crítico plausible de la escalada electoralista desatada a propósito de las elecciones legislativas del 3 de marzo de 1996, que llevaron por primera vez a José María Aznar a la Presidencia del Gobierno. En su programa electoral, el PP alimentó el desmantelamiento del modelo de Defensa Nacional vigente (mixto con soldados de reemplazo y creciente incorporación de voluntarios profesionales), encontrándose con la razonable oposición del PSOE, entonces todavía en el Gobierno, apoyado decididamente por la cúpula militar.

En una conversación informal con “El Mundo” (07/01/1996), celebrada al término de la celebración de la Pascua Militar en el Palacio Real, el jefe de la cúpula militar explicó que, con el modelo mixto de Fuerzas Armadas entonces vigente, no era posible recortar aún más la duración del servicio militar obligatorio. Mostró su oposición tajante a la transformación del modelo que proponía el PP en su campaña electoral, afirmando que de implantarse una prestación militar de seis meses habría que duplicar el número de soldados de reemplazo para atender las necesidades de las Fuerzas Armadas.

En el mismo ambiente, el presidente del Gobierno, Felipe González, abordó la polémica advirtiendo, en alusión directa al PP, que algunas formaciones políticas no tenían en cuenta el factor demográfico en sus compromisos electorales de acortar el Servicio Militar, asegurando que el PSOE no se planteaba reducir sus nueve meses de duración.

 

Por su parte, el entonces ministro de Defensa, Gustavo Suárez Pertierra, también descalificó la promesa electoral del PP, aunque sin citarla expresamente, durante el discurso que en esa solemne celebración pronunció ante el Rey en el Salón del Trono del Palacio Real, seguido por una nutrida representación de jefes, oficiales y suboficiales de los tres ejércitos y de la Guardia Civil, con el JEMAD a la cabeza. El ministro defendió el modelo mixto de Fuerzas Armadas como una realidad en aquellos momentos inamovible: “El nuevo Servicio Militar es una realidad consolidada, gracias al magnífico espíritu de colaboración demostrado por la juventud española”. Basó su afirmación en que “el número de solicitudes para ingresar en los ejércitos, como soldados y marineros profesionales, sobrepasa nuestras expectativas más optimistas”.

No obstante, el gobierno entrante de José Aznar fue mucho más allá de sus propias promesas electorales, aceptando la imposición de CiU para desmantelar el modelo vigente, implantando la total profesionalización de las Fuerzas Armadas mediante la Ley 17/1999. Una fórmula que rompió su afección social, abriendo la senda de las “innovaciones” que llevaría a su posterior “desnaturalización”, asentada progresivamente por los sucesivos gobiernos socialistas con la creación de la Unidad Militar de Emergencias (UME), la Ley Orgánica 5/2005 de la Defensa Nacional y la Ley 39/2007 de la Carrera Militar.

La Hoja de Servicios del general Rodrigo, siempre ha estado ligada a los conceptos de vanguardia y liderazgo, ya que fue el primer oficial español en asistir a un curso en el extranjero (el de Unidades Acorazadas en 1963, en Estados Unidos) y el primer alumno de la 'NATO Defense College' en Roma, tras el ingreso de España en la Alianza Atlántica (30 de mayo de 1982).

 

A lo largo de su dilatada carrera, ha sido distinguido con cuatro Cruces de la Orden del Mérito Militar con distintivo blanco, la Cruz de la Orden del Mérito Aeronáutico con distintivo blanco y la Cruz de la Orden del Mérito Naval con distintivo blanco. Además posee la Cruz, Encomienda, Placa y Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, la Gran Cruz de la Orden del Mérito Militar con distintivo blanco y la Gran Cruz del Mérito Aeronáutico con distintivo blanco. El 19 de enero de 1996, ya en situación de segunda reserva, fue nombrado Gran Canciller de las Reales y Militares Ordenes de San Fernando y San Hermenegildo.

Entre sus condecoraciones civiles y extranjeras figuran la Gran Cruz de Isabel la Católica, la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil, la Cruz de Plata de la Orden del Mérito Guardia Civil, la Medalla de la Batalla del Salado  de Portugal, la Cruz de la Orden de Mayo de Argentina, la Cruz al Mérito Militar Grado de Comendador de Portugal y la Gran Cruz Mérito Militar Reino de Jordania. El general Rodrigo también es Caballero y Comendador de la Orden Militar Avis de Portugal.

FJM (Actualizado 02/02/2008)

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