Alfredo Zaiat
La Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda tiene, desde 2015, un capítulo que ha iniciado la etapa más intensa de disputa hegemónica con EEUU. Se trata de la promoción y difusión de las nuevas tecnologías chinas en el mundo. Esta iniciativa se conoce como la Ruta de la Seda Digital.
Esta surgió con el nombre de Ruta de la Seda de la Información y se centró inicialmente en inversiones en cables de fibra óptica y redes de telecomunicaciones.
Desde entonces, su alcance se ha ampliado para incluir inversiones en comercio electrónico y sistemas de pagos móviles, proyectos relacionados con la industria espacial, centros de datos, e investigación y proyectos relacionados con las ciudades inteligentes.
La Ruta de la Seda Digital forma parte de la estrategia de desarrollo tecnológico del plan Made in China 2025 y de la Estrategia Nacional de Informatización.
China definió de ese modo su ambición política de lograr el liderazgo mundial en la estratégica área de alta tecnología. El economista Jorge Molinero explica que ese programa fue desarrollado durante más de dos años por el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información.
Menciona que "su foco está centrado en desarrollar industrias de alta complejidad tecnológica, basadas en la innovación y la capacitación de su personal a todo nivel. Calidad por sobre cantidad y costo".
Las modalidades de financiamiento de los proyectos de la Ruta de la Seda Digital han sido clave para su expansión. Se han instrumentado siguiendo el mismo modelo que la potencia asiática utilizó en otros proyectos de infraestructura de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, con préstamos otorgados por el Banco de Desarrollo de China, el Banco de Exportación e Importación de China y los bancos comerciales de propiedad estatal.
¿Cuántos millones invirtió China?
En el informe 2021 sobre Inversión Extranjera Directa (IED) en América Latina y el Caribe de la CEPAL hay un capítulo especial dedicado a la participación de China en la región y en el resto del mundo. Y a las colocaciones vinculadas al sector de la tecnología de las telecomunicaciones.
Los proyectos realizados desde 2013 en todo el mundo en el marco de la Ruta de la Seda Digital han representado más de 17.000 millones de dólares, con más de 10.000 millones invertidos en comercio electrónico y pagos digitales, más de 7.000 millones destinados a préstamos e IED en infraestructura de redes de telecomunicaciones y cables de fibra óptica.
En los países en desarrollo la prioridad es la inversión en lo digital, puesto que en el contexto de la crisis provocada por la pandemia aumentó de forma significativa la necesidad de contar con infraestructura digital para que funcionen la economía y las actividades sociales —la educación, el teletrabajo—, y para gestionar la crisis sanitaria, ya sea a los efectos de rastrear los casos o de organizar la logística de la vacunación.
¿Qué empresas son las protagonistas?
Las empresas privadas chinas, y en particular los gigantes tecnológicos reunidos en el acrónimo BAT (Baidu, Alibaba y Tencent) en el sector de Internet, y Huawei y ZTE en el sector de la infraestructura digital, forman parte de la estrategia de expansión digital china.
La inversión de China en los sectores de las telecomunicaciones y la alta tecnología aumentó en los últimos años como reflejo de la estrategia de expansión digital del país y del peso creciente que sus empresas digitales tienen en el mundo.
Entre 2005 y 2019, cerca de una cuarta parte del total de las operaciones de fusión y adquisición de las empresas chinas en el exterior fueron concretadas en los sectores de telecomunicaciones, Internet y tecnología.
Hace diez años las inversiones de las empresas chinas estaban comenzando a ganar protagonismo en la región y estaban muy concentradas en el sector de los hidrocarburos y de la minería. En estos últimos años han comenzado a diversificarse.
Hoy, la posición internacional de China ha cambiado: el país se ha posicionado como una de las grandes potencias mundiales y ha surgido un conflicto por la hegemonía tecnológica con los Estados Unidos.
¿Qué lugar ocupa América Latina y el Caribe en la expansión china?
Las fusiones y adquisiciones de China en los sectores tecnológicos de América Latina y el Caribe son muy escasas. Entre 2013 y 2019 Bloomberg sólo registró 13 transacciones en las áreas de Internet y del software en Argentina, Brasil y México.
De todos modos, las grandes empresas tecnológicas chinas están teniendo una presencia creciente en América Latina y el Caribe, destacándose Huawei, China Telecom y ZTE. Desde 2015 esas firmas comenzaron nuevas actividades en 15 países de la región con inversiones en centros de datos y redes de telecomunicaciones.
En el negocio de las comunicaciones, la mayoría de los anuncios de inversión realizado entre 2015 y 2020 correspondieron a Huawei y Xiaomi para instalaciones comerciales en el mercado de los teléfonos inteligentes.
En 2018 y 2019 Xiaomi aumentó su presencia y reafirmó su interés en el mercado latinoamericano. Anunció 18 proyectos de venta minorista en siete países: Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Panamá y Perú.
Huawei está operando en la región hace 20 años y ha ingresado con éxito en el mercado de los teléfonos inteligentes. Actualmente está instalada en 20 países de América Latina: en 14, su cuota en mercado supera los dos dígitos, y en cuatro de ellos tiene una presencia superior al 20%.
Es una de las tres marcas principales de teléfonos celulares de México, Colombia, el Perú y Centroamérica. En Colombia, tiene una cuota de mercado de 25%.
El crecimiento de Huawei
El negocio principal de Huawei en la región no son sólo los teléfonos celulares, sino fundamentalmente la infraestructura de telecomunicaciones, lo que explica los montos más elevados de esos proyectos.
En el artículo "América Latina y 5G: Cinco cosas que debes saber" se indica que la infraestructura 5G que presenta China es uno de los principales conflictos abiertos con los EEUU. El principal argumenta de EEUU es que China podría usar dicha infraestructura con fines de espionaje y poner en riesgo su seguridad nacional.
En 2019 y 2020, Huawei anunció cuatroproyectos: uno en Brasil y tres en Chile. El año pasado informó la creación de un segundo centro de datos en cada uno de esos países, así como planes para invertir 100 millones de dólares en Chile en el desarrollo de infraestructura basada en la nube para 2024, en un proyecto denominado Huawei Cloud.
Esta iniciativa se llevará a cabo en los próximos años y no sólo servirá a los mercados de Chile, sino también a los países vecinos.La empresa está considerando, además, construir una red de fibra óptica e instalar una red 5G en ese país.
La expansión del 5G de la mano de Huawei
Solo existen redes piloto 5G en la región. En el resto del mundo, a enero de 2021, había 61 países que tenían 144 redes comerciales 5G.
En el artículo "Huawei se asegura la mayoría de los contratos 5G en todo el mundo", publicado en China Daily, se precisa que a principios de 2020 la empresa tenía una posición dominante, ya que había obtenido más contratos 5G que cualquier otro operador del mundo, incluidos 47 en Europa y al menos 7 en América Latina y el Caribe, con lo que superaba a Ericsson y a Nokia, sus competidoras.
La empresa china está bien posicionada para liderar las ventas de equipamiento 5G en la región, dado que, según los analistas, su tecnología es una de las mejores y la más económica. Por consiguiente, excluir a Huawei daría como resultado redes 5G más caras.
La nueva ola de inversiones
En ese sentido, Aldo Munguía publicó "Las principales apuestas de China en Latinoamérica" detallando que, de acuerdo con el monitor de flujos de salida de la Inversión Extranjera Directa de China —outward foreign direct investment, OFDI— realizada por la Red ALC-China en plena pandemia, el país asiático aceleró sus inversiones en América Latina y el Caribe, convirtiéndose en la tercera fuente de inversión en las economías de la región.
Entre 2015 y 2020, empresas privadas y estatales invirtieron alrededor de 74.850 millones de dólares en la región. En particular, China se enfocó en tres economías durante la pandemia: Chile, Colombia y México. Estos países concentraron el 77 % de sus inversiones.
Esos recursos forman parte de lo que se denomina nueva ola de inversiones chinas en la región, que está enfocada en sectores de logística, servicios, telecomunicaciones y transporte. Huawei, ZTE, Didi y Alibaba son las principales empresas de esta cuarta oleada de inversión en América Latina y el Caribe.