Sergio Pintado. La inclusión de siete jerarcas cercanos a los presidentes de Guatemala, Alejandro Giammattei, y de El Salvador, Nayib Bukele, en la lista de sanciones por parte de Estados Unidos no busca una ruptura con estos gobiernos sino "apretar las tuercas" en el Triángulo Norte, dijeron a Sputnik analistas centroamericanos.
Estados Unidos busca "apretar las tuercas" del Triángulo Norte de Centroamérica con las nuevas sanciones a altos funcionarios de los Gobiernos de Guatemala y El Salvador, aunque no dejará de tener a los presidentes Alejandro Giammattei y Nayib Bukele como aliados estratégicos, dijeron a Sputnik analistas consultados tras los anuncios de Washington.
Las sanciones fueron comunicadas por el propio secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, y consisten en la inclusión de siete jerarcas de Guatemala y El Salvador en la lista de actores corruptos y antidemocráticos creada en 2020 tras la firma de un acuerdo entre Washington y el Triángulo Norte, zona integrada por Guatemala, El Salvador y Honduras.
En la lista fueron incluidos seis magistrados de la actual Corte Suprema de Justicia salvadoreña afines a Bukele, que asumieron tras la destitución de los anteriores miembros en mayo de 2021, con votos del oficialismo en la Asamblea Legislativa. También aparece la fiscal general de Guatemala, Consuelo Porras, cercana al presidente Giammattei.
En diálogo con Sputnik, el politólogo guatemalteco Luis Velásquez consideró que la decisión estadounidense debe interpretarse como un intento de Washington por "refrendar su relación con el Triángulo Norte" en contraposición a una "postura de distancia" que ha intentado tomar Bukele en El Salvador.
Velásquez advirtió que, ante esta posición más autónoma de El Salvador, EEUU procurará que Guatemala "no se salga del guión" marcado desde Washington porque en ese caso, "solo quedaría con Honduras como aliado, y no es el mejor aliado porque su presidente Juan Orlando Hernández, ganó con fraude electoral y su hermano fue sentenciado en EEUU por narcotráfico".
El analista atribuyó la preocupación estadounidense por asegurar la lealtad del Triángulo Norte a "la creciente participación de China en los países de Centroamérica", algo que, sostuvo, queda comprobado en los acercamientos entre el gigante asiático y Costa Rica, pero también en el Triángulo Norte.
En efecto, China logró acercamientos tanto con Guatemala como con El Salvador, a pesar de que ambos reconocían oficialmente a Taiwán. El Salvador rompió relaciones con la isla en 2018 para acercarse a Pekín. Guatemala todavía mantiene vínculos diplomáticos con Taiwán, pero no limita las relaciones comerciales con China.
A Washington tampoco le gustó el intento de Giammattei de adquirir dosis de vacunas rusas Sputnik V durante la pandemia de COVID-19, recordó el analista.
El opositor a Bukele y expresidente de la Asamblea Legislativa de El Salvador, Sigfrido Reyes, dijo a Sputnik que la sanciones anunciadas por EEUU no son más que "fricciones de carácter totalmente secundario", ya que la alianza entre los presidentes del Triángulo Norte y EEUU está lejos de quebrarse.
"Son medidas totalmente hipócritas por parte de Washington, que utiliza estas listas para perseguir a líderes de izquierda y en esta ocasión para perseguir a algunos de sus aliados que se están comportando de una forma que mete a EEUU en ciertos problemas", explicó.
Según Reyes, "Bukele nunca se va a pelear a fondo con Washington y mucho menos Washington con Bukele". En ese sentido, consideró que entre ambos gobiernos "puede haber algunas discrepancias de carácter táctico, pero coinciden en los objetivos estratégicos".
¿Pueden romper Bukele y Giammattei con Washington?
Reyes, integrante del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y exiliado en México tras ser incluido en una 'lista anticorrupción' de El Salvador, advirtió que el uso de este tipo de listados son exclusivamente "de naturaleza política" y que, en el fondo, EEUU "tiene otras herramientas para presionar a Bukele de forma más efectiva y no lo hacen".
Según el exasambleísta, "el verdadero temor de la Casa Blanca es que las medidas irracionales, represivas y dictatoriales de Bukele terminen desestabilizando el país y eso lleve a una verdadera revuelta popular que cuestione la dependencia a EEUU".
Por ese motivo, la intención estadounidense es "presionar a Bukele lo suficiente para que se mantenga alineado en el redil de la política norteamericana pero no tanto como para desestabilizarlo y eso lleve a la caída del régimen".
Velásquez tampoco considera que pueda llegar a haber una verdadera ruptura entre el presidente guatemalteco y la Casa Blanca.
"No veo claro que la respuesta de Giammattei sea rebelarse y generar una autonomía. Sería la última medida que tomaría un país como Guatemala, con la relación histórica que ha tenido con EEUU", apuntó.
El analista recordó que Giammattei no tendría el apoyo de la "élite económica tradicional" si emprendiera un camino de ese tipo.
De todas maneras, también recordó que Giammattei no dispone de respaldo legal para remover a la fiscal general Porras y que la única salida sería que la jerarca presente su renuncia. Sin embargo, tampoco parece un camino probable, debido a que la funcionaria "es la mayor protectora, la que está garantizando la impunidad del Gobierno".