La historia de España en el suroeste de los EE. UU. implica un relato lleno de ilusiones, dificultades y de frustraciones por parte de aquellos primeros exploradores y colonos que, con sus familias, trasplantaron desde sus corazones la tierra de sus orígenes en la península ibérica sembrando en la nueva tierra los topónimos de sus lugares conocidos en España y, sobre todo, aquellos que reflejaban sus creencias más profundas inspiradoras de sus vidas y de la decisión firme de asentarse para permanecer en aquellos lejanos territorios.
El actual Suroeste de los Estados Unidos de América, el Septentrión de lo que fue el virreinato de Nueva España, constituye en sí una amplia región continental que comprende unos territorios de extrema climatología, más calurosos que los estados del norte y más secos que los estados del este. Su población se reparte de manera irregular en poblaciones, ciudades y pequeños asentamientos de una densidad relativamente baja.
Los primeros europeos en explorar y colonizar estos vastos territorios fueron los españoles tras la creación del virreinato de Nueva España, cuyo primer virrey, don Antonio de Mendoza, dio inicio al cumplimiento de las directrices marcadas por el rey de España para la exploración, asentamiento y poblamiento de los nuevos territorios adquiridos al amparo del Tratado de Tordesillas y siempre en peligro frente a las apetencias de otras potencias europeas, peligro que estuvo presente hasta la emancipación.
Tras el itinerario épico de Cabeza de Vaca y el relato con sus noticias de la nueva tierra, Francisco Vázquez de Coronado sería el encargado de acometer el primer embate explorador, entre 1540 y 1542, esfuerzos que irían siempre acompañados de reconocimientos marítimos como el del andaluz Juan Rodríguez Cabrillo, natural de palma del Río, y actualmente apropiado como portugués, ejecutor de la primera exploración costera del océano Pacífico hacia Las Californias entre 1542 y 1543.
Tras ellos, Juan de Oñate en 1598 se convertiría en el fundador de Nuevo México, dirigiendo expediciones hacia el Pacífico y las Grandes Llanuras.
El autor nos describe el actual suroeste de los Estados Unidos de América, el septentrión de lo que fue el virreinato de Nueva España, que constituye en sí una amplia región continental que comprende unos territorios de extrema climatología.
Allí, los primeros europeos en explorar y colonizar estos vastos territorios fueron los españoles tras la creación del virreinato de Nueva España, con su primer virrey, don Antonio de Mendoza. Tras el itinerario épico de Cabeza de Vaca y el relato con sus noticias de la nueva tierra, Francisco Vázquez de Coronado sería el encargado de acometer el primer embate explorador entre 1540 y 1542, esfuerzos que irían acompañados de reconocimientos marítimos. Juan de Oñate, en 1598 se convertiría en el fundador de Nuevo México, dirigiendo las expediciones hacia el Pacífico y las Grandes Llanuras. Entre uno y otro hubo más hombres desconocidos y olvidados que José Antonio Crespo- Francés nos rescata del olvido en su nuevo libro.
Perfil del autor
JOSÉ ANTONIO CRESPO-FRANCÉS Y VALERO, nacido en Madrid en 1957, es coronel de Infantería (R) y doctor ‘cum laude’ en Artes y Humanidades por la Universidad de Navarra. Incansable investigador sobre la exploración y presencia española en Norteamérica y el Pacífico, así como sobre sus personajes olvidados.
Sus últimos libros y trabajos se centraron en materias como el tan traído tema de permanente actualidad de la leyenda negra, la orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, la penetración del islam en Europa con Los esclavos blancos, y en personajes como Blas de Lezo (cinco ediciones), Pedro Menéndez de Avilés, Vázquez de Coronado o Juan de Oñate o su exitoso y ambicioso trabajo Españoles Olvidados de Norteamérica (dos ediciones).
Ha participado en obras colectivas con la Biblioteca do Exército de Portugal, la Comisión Española de Historia Militar (CEHISMI) y la Real Academia de la Historia en la Historia Militar de España, con el Ministerio de Defensa en el libro Rojo, Amarillo, Rojo, con motivo del 175º Aniversario de la bandera Nacional, con la Cátedra Complutense de Historia Militar en el libro La guerra en el Arte y de una forma más extensa en el libro George Washington y España: el legado del Ejército español en los Estados Unidos de América.
Adherido al Manifiesto por la Historia y la Libertad, en 2019 recibe el Premio Nacional Cultura Viva en el apartado Historia. Convencido de que un parlamento democrático ni debe ni puede legislar sobre la historia, y ni mucho menos pretender imponer una versión única de la misma y una única verdad en la educación. Por el contrario, la historia debe mantenerse como un espacio libre para la investigación y para el debate de las ideas, pero nunca como una mordaza ni para dogmatizar sobre la historia y sus hechos, y, ni mucho menos, para que desde un parlamento democrático se legisle sobre una verdad única, que siempre será política y, por lo tanto, partidista y sectaria. El sábado 18 de junio de 2022 se adhiere al manifiesto contra los cómics denigrantes de la Historia de España publicados por el Ministerio de Defensa en los que se hacía mofa de nuestra historia y que provocó un manifiesto de historiadores siendo finalmente retirados.
Actualmente continúa sus investigaciones tanto en la temática de la leyenda negra, como en las exploraciones en la costa del noroeste de América, desde México a Alaska, y en general en el Pacífico.
