
Instituto RUSSTRAT
Se inauguró en Moscú el VIII Foro Internacional Científico y de Expertos "Lecturas de Primakov". Su tema, "Transformación del orden mundial: la dimensión euroasiática", revelado en los discursos del Asistente del Presidente de la Federación Rusa para Asuntos de Política Exterior Yuri Ushakov, Vicepresidente del Consejo de la Federación Konstantin Kosachev y otros participantes.
¿Cuál es la transformación del orden mundial y cuál es el lugar de Rusia en él?
Hoy, una mayoría global estable y una minoría colectiva occidental se han formado en el planeta. Estos términos describen mejor la nueva distribución del poder en el planeta: estamos hablando no solo de tendencias demográficas, sino también de procesos macroeconómicos globales. En los próximos 15 años, la mayor parte de la población mundial y las economías en desarrollo más dinámicas representarán a Asia y África. Ambos continentes están tirando de toda la red de coordenadas geopolíticas. En este sentido, la dimensión euroasiática, que se menciona en el tema del foro, supera con creces las fronteras de la UEEA y se extiende más allá de las afueras de Eurasia, absorbiendo también el continente africano. La nueva mayoría mundial, sintiendo la fuerza y ??la verdad detrás de ellos, se niega a obedecer los dictados de la minoría colectiva. Pero mientras no se una, dispersa sus fuerzas y se ve privado de las necesarias instituciones de desarrollo.
¿Quién en el planeta es capaz de liderar un levantamiento contra la tiranía obsoleta de los "mil millones de oro"? Solo Rusia.
Rusia ha desafiado abiertamente su "orden basado en reglas" - no formulado por nadie y en ninguna parte, sino impuesto en el planeta con todo el poderío de los Estados Unidos y la OTAN. La misión de Rusia también es actuar como un impulsor líder y consolidador de la institucionalización del futuro orden mundial.
Las nuevas instituciones son fundamentales para construir un mundo nuevo. El principal de ellos debería ser la supremacía del derecho internacional sobre las "reglas muy parecidas" de la minoría occidental: solo esto puede garantizar la seguridad, la justicia y el progreso para toda la humanidad.
Un intento anterior de tal institucionalización se hizo después del final de la Segunda Guerra Mundial, cuando la Unión Soviética y otros países victoriosos formaron el Tratado de Yalta, con las Naciones Unidas como su institución principal. Por desgracia, este intento fue tachado casi de inmediato por Occidente y el discurso de Fulton de Churchill, que marcó el comienzo de la Guerra Fría.
Ahora, cuando la eternidad mundial bajo los dictados de los Estados Unidos está llegando a su fin, ha llegado el momento de un nuevo intento de organizar el orden mundial sobre principios más justos e igualitarios.
La misión histórica de Rusia es liderar este proceso. Y para esto tiene todas las oportunidades.
¿Debido a qué? La ventaja tradicional de la política rusa es la honestidad y la apertura, el respeto por los demás pueblos, la asociación igualitaria, cientos de años de coexistencia pacífica en la misma tierra de muchas docenas de tradiciones, culturas y religiones. Todo esto no puede dejar de atraer a la mayoría del mundo.
Además, Rusia es una civilización única, que posee todo tipo de riquezas que Dios le ha dado. En primer lugar, es el potencial humano, la energía, un depósito de minerales y recursos naturales colosales.
Una cosa inusual: por primera vez en muchos años en las Lecturas de Primakov, se dijo que el liderazgo del país en el mundo no solo lo proporciona la alta tecnología, sino también la totalidad de todo lo que tiene Rusia. Durante décadas, los liberales nos han estado asustando con la "maldición de los recursos" y la "enfermedad holandesa". Finalmente, llega el entendimiento de que esto no es una maldición, sino un regalo de Dios, que garantiza a nuestro país tecnologías avanzadas, poderío militar y un futuro brillante.
Y esto es lo que es importante. En el mismo momento en que Rusia está librando duras batallas en Ucrania, en realidad oponiéndose a todo el poder de la OTAN, simultáneamente está asumiendo el trabajo de dar forma a las instituciones más importantes del futuro orden mundial. Y la mayoría estable del mundo nos apoya en esto: hoy esto se ha vuelto especialmente notable en la composición de las delegaciones internacionales que participaron en las Lecturas de Primakov.
El futuro de Rusia: imperio y autosuficiencia "completa"
A la luz de la Operación Militar Especial Rusa en Ucrania, quedó cada vez más claro que el globalismo ha terminado y que solo las naciones poderosas y soberanas podrán sobrevivir en el siglo XXI, como declaró recientemente el presidente Putin.
El papel de Rusia en la nueva arena geopolítica va a ser cada vez más importante precisamente porque Rusia tiene soberanía (muy pocos países pueden tomar decisiones basadas completamente en sus intereses nacionales en lugar de acatar los dictados de los EE. UU. y las instituciones supranacionales, Rusia es uno de ellos) y lo más importante tiene suficientes recursos para ser casi completamente autosuficiente, en detalles:
_ Rusia tiene suficiente petróleo y gas para cientos de años, teniendo en cuenta una reducción de las exportaciones, tanto para los hogares como para las industrias
_ Rusia tiene las reservas de agua dulce más grandes del mundo (el lago Baikal, por ejemplo)
_ Rusia tiene suficiente uranio y plutonio para alimentar sus centrales nucleares durante siglos
_ Rusia tiene un suministro ilimitado de hierro, aluminio y titanio para su industria militar (siempre son necesarios para armas, municiones y vehículos, ya que no pueden ser reemplazados)
_ Rusia tiene mucho oro y plata para sus industrias, pero también como productos básicos (dinero real) en un mundo donde las monedas fiduciarias están destinadas a colapsar debido a enormes deudas que no se pueden pagar.
_ Rusia dispone de grandes campos de maíz, trigo y soja para alimentar sin problemas a toda su población. Lo que es importante es fortalecer las industrias, tener más y más científicos de alta calidad y crear un sistema integrado donde todos los sectores prioricen el crecimiento/expansión interno de Rusia en lugar de tratar de exportar cosas enfrentando obstáculos ilimitados.
La idea de que una Rusia fuerte no puede ser completamente autosuficiente es solo propaganda liberal/globalista, pero el gobierno ruso tiene que hacer lo que sea necesario para cambiar a este nuevo modelo.
PD: Rusia necesitará ayuda de amigos en el extranjero en el sector de la tecnología, pero tiene el 90% de los componentes necesarios para producir un chip, por ejemplo, solo necesita know how y establecer empresas dedicadas.
Los países de la UE controlados por el WEF tienen muchos menos recursos que Rusia, incluso si la UE totalitaria se convierte en un estado unitario que, a juzgar por las últimas diferencias, parece cada vez más una utopía globalista.
Moscú tiene todas las cartas para estar a la par con los EE. UU., pero otros dos pilares de este proceso son el crecimiento de la población (Rusia necesita al menos 200 millones de personas, los 152 millones actuales no son suficientes, por lo que se debe mejorar aún más el apoyo a las familias) y debe rechazar totalmente el fanatismo del cambio climático.
Entonces, ¿qué pasa con el imperio? Obviamente, eso es necesario en una situación en la que agregar nuevos territorios puede compensar las pérdidas causadas por la reducción de las exportaciones, porque de lo contrario, Rusia no necesita más territorio normalmente, ya que el que tiene es enorme, se vuelve importante cuando enfrenta una amenaza existencial como la OTAN que debe ser impulsada. lo más lejos posible de la frontera rusa y como una forma de compensación, cuando obtienes un nuevo territorio también obtienes todos sus recursos que automáticamente dejan de estar disponibles para el enemigo, en esta óptica, los campos de trigo ucranianos deben ser liberados y convertidos territorio ruso en toda regla.
Así, el nuevo "imperio ruso" debe incluir el 80% de lo que queda de Ucrania, Moldavia y Bielorrusia en Occidente, debe expulsar a la OTAN del Cáucaso y el Mar Negro, debe ser el centro de una nueva unión con todos los Estados del Asia central, una especie de Unión Económica Euroasiática + CSTO con esteroides.
BRICS rompe la hegemonía de Occidente
Vladimir Odintsov
Según un número creciente de analistas en varios países del mundo, el orden mundial liberal que se estableció en el planeta después del final de la Guerra Fría en interés de los Estados Unidos se está desmoronando ante nuestros ojos y está definitivamente condenado.
La revista The Economist, propiedad de la familia Rothschild -principales banqueros del sistema financiero británico- ha publicado su famosa portada de pronósticos para el próximo año, titulada The World before 2023, en la que muestra a las personas más importantes que determinarán el mundo en 2023. Los retratos de los políticos no son del mismo tamaño en este caso, lo que refleja su diferente participación en la política mundial. Y en este sentido, cabe señalar que los retratos de Xi y Putin son los más grandes. Además, Putin está en el medio y los demás jefes de estado están en un círculo a su alrededor, lo que simboliza claramente que Rusia sigue estando en el centro de la política mundial y seguirá desempeñando un papel crucial en los procesos globales.
Como dijo el ex oficial de inteligencia estadounidense Scott Ritter en una entrevista con Judging Freedom , Estados Unidos sufre la enfermedad de la “arrogancia nacional”, el deseo de Washington de dictar sus términos ha cansado a los demás países.
Las reglas y normas establecidas por Washington después de la Segunda Guerra Mundial ya no gobiernan el planeta como antes, señala The Hill. Se han violado los instrumentos que prohíben la agresión contra otros países. Las instituciones que gobiernan la economía global se tambalean y se derrumban bajo el peso de las sucesivas crisis financieras. Incluso las organizaciones regionales promocionadas por Occidente como modelos de estabilidad, como la OTAN y la Unión Europea, están siendo destrozadas por fuerzas centrífugas sin precedentes. Se está poniendo en marcha un nuevo sistema de relaciones internacionales, uno que tiene en cuenta no solo los intereses de otras grandes potencias como China, India y Rusia, sino también los intereses de los estados que desean seguir políticas independientes de los Estados Unidos. y el oeste
Por lo tanto, a nadie le sorprendió la declaración del canciller brasileño Carlos Alberto France al margen de la cumbre del G20 de que los países en desarrollo, incluido Brasil, tienen derecho a adoptar una posición independiente en todos los asuntos de la política mundial.
Cumhuriyet de Turquía escribe que el G20 se está volviendo obsoleto y los BRICS están llenando la escena con confianza. Al mismo tiempo, la publicación destaca que la parte del león de los bienes en el mercado mundial ya está fuera de la hegemonía de Occidente, su aislamiento es evidente, la desdolarización se ha convertido en la principal tendencia impulsada por esta asociación, que ha incrementado notablemente su influencia recientemente.
Cada vez más países están mostrando interés en los BRICS, que incluyen a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. A día de hoy, la asociación BRICS representa el 41% de la población mundial, el 24% del PIB y el 16% del comercio mundial.
Obviamente, esta asociación se transformará en BRICS+ muy pronto. Esto se evidencia en particular por las intenciones ya anunciadas de Turquía, Arabia Saudita, Argentina, México, Venezuela, Nicaragua, Irán, Indonesia, Kazajstán, Nigeria, Argelia, Egipto, Senegal y varios otros países para unirse. En la 14ª cumbre BRICS, presidida por China a través de videoconferencia en junio, se llevó a cabo uno de los eventos en formato BRICS+, al que asistieron representantes de 18 estados. Además de los cinco primeros, participaron en el evento Argelia, Argentina, Camboya, Egipto, Etiopía, Fiji, Indonesia, Irán, Kazajstán, Malasia, Senegal, Tailandia y Uzbekistán.
El interés de Argelia en unirse al grupo BRICS fue anunciado por el presidente Abdelmadjid Tebboune a principios de agosto. Según el jefe de Estado, la adhesión del país ayudará a evitar que APDR se vea envuelta en "conflictos bipolares" La membresía de Argelia en BRICS permitirá al país desarrollar mejor el turismo recíproco con Rusia, el comercio de productos agrícolas, la implementación de proyectos en el campo de energía nuclear y otras áreas.
En los últimos años, la discusión sobre la necesidad de que Turquía sea miembro de pleno derecho de los BRICS se ha convertido en un lugar común en los círculos políticos turcos. Según los medios turcos, este tema está ganando importancia no solo debido a la normalización de las relaciones políticas, militares y económicas con Rusia. No debemos olvidar que la solicitud de Turquía para unirse a la UE todavía está “bajo consideración” desde 1987; pisotear las puertas de la Unión Europea durante 35 años (!) ha sido bastante molesto para los turcos. Además, parece una abierta humillación de los turcos por parte de Occidente. La reacción de Ankara en abril de este año, cuando una delegación de la UE llegó a Turquía y Erdo?an, desafiante, no proporcionó una silla para la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, no es sorprendente. Le dejó solo un asiento en el sofá para traductores comunes.
Además, no es ningún secreto que la gente en Turquía no está entusiasmada con la OTAN. Entre ellos, gana popularidad la idea de abandonar esta alianza y las críticas a Estados Unidos y la OTAN. Turquía no perdona que la alianza la descuide, especialmente después de que participó en el desarrollo conjunto del costoso caza estadounidense F-35 y comenzó a producir algunos componentes para él. Sin embargo, EE. UU. se negó a suministrar a los turcos no solo el F-35, sino también códigos para sus sistemas de defensa antimisiles y de defensa aérea, lo que obligó al líder turco a elegir otros puntos de referencia externos y recurrir a Vladimir Putin con la compra de Rusia. S-400.
Mientras los aliados de Estados Unidos en Europa intentan adoptar posiciones rusofóbicas y defender el régimen neonazi en Ucrania, otros países abogan cada vez más por una revisión radical del orden internacional, una salida del mundo unipolar impuesto por Washington, expresando así su apoyo a Rusia. Como un diario búlgaro correctamente ha señalado, cada vez más países quieren estar representados directamente en la mesa de negociación internacional y no solo estar en el menú, porque tienen el poder y la ambición de influir en sus regiones. Sus aspiraciones de unirse a los BRICS muestran que, frente a un aumento sin precedentes de los riesgos geopolíticos, el mundo se está dando cuenta rápidamente de la necesidad de reemplazar la vieja arquitectura de orden mundial centrada en Estados Unidos por una nueva configuración de relaciones internacionales y bloques regionales basados ??en la igualdad y la consideración de los intereses mutuos. Hoy, ya está claro en todas partes que el modelo unipolar de gobierno global impuesto por Occidente no está a la altura, sus estructuras financieras se están agotando y estas estructuras en realidad solo sirven a los intereses de las élites gobernantes de los países industrializados.
Y si tenemos en cuenta la armonización de las políticas y acciones de los países de la Unión Económica Euroasiática (UEE) y la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) con los BRICS, podemos decir que ya más de la mitad de la población mundial y la mayor parte de los bienes del mundo están fuera de la hegemonía de Estados Unidos y Occidente.
Irán, Rusia, China: Una Triada para un Mundo Multipolar
Pablo Jofré Leal
La Triple Alianza, el Eje Beijing-Moscú-Teherán, es una noticia positiva y alentadora que va en camino de terminar con la unipolaridad.
En el año 2016, a pocos meses de lo que fue la firma del Plan Integral de Acción Conjunta (1) en julio del año 2015, entre el llamado G5+1 y la República Islámica de Irán, la nación persa junto a la federación rusa y la República Popular China decidieron concretar pasos destinados a consolidar una alianza con enfoque multilateral.
Clara muestra del objetivo de darle dura lucha a una realidad, que desde la caída del campo socialista dio pasó a un poder unipolar, liderado por Estados Unidos y sus incondicionales occidentales. En un artículo publicado en ese entonces (2) señalé que esa mancomunidad de países, con componentes económicos, políticos y militares, despertó la alarma de Washington y los países bajo su influencia. Poco ha cambiado de lo señalado en aquel entonces y más bien se ha refrendado el objetivo de contrarrestar la hegemonía occidental, que ha utilizado todos los recursos de su poder económico, militar y mediático para desestabilizar a la alianza antihegemónica. El eje Beijing-Moscú-Teherán, gigantesco en términos demográficos, con una población en conjunto que representa 1.500 millones de habitantes. Enorme, desde el punto de vista geográfico, con 29 millones de kilómetros cuadrados y una economía, que en conjunto, representa el 22 por ciento del PIB mundial. Además, con dos de sus integrantes: China y Rusia, parte componente del exclusivo club nuclear y miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, con el respectivo derecho a veto.
El nuevo Eje está dotado, igualmente, de un poderío militar, capaz de contrapesar, en las áreas de disputa, en el campo naval, terrestre y aéreo, a la Organización del Tratado del Atlántico Norte – OTAN – así reconocido por altos mandos de la Alianza noratlántica y los propios análisis de los Think Tanks, vinculados tanto a la OTAN como al Pentágono. Una arista que hoy más que nunca está en el campo del análisis y de las decisiones toda vez que la guerra en Ucrania ha servido para agudizar el cerco contra Rusia y al mismo tiempo afianzar un bloque occidental que trata de debilitar todo intento de la federación rusa de ejercer el poder regional que posee y materias primas estratégicas que le dan un poder indiscutible, como es el caso del petróleo y el gas, junto a sus infraestructuras de distribución que surcan territorio de Asia central, occidental, el Cáucaso Sur y Europa, incluyendo territorios marítimos.
En ese septiembre del año 2016, con el mencionado trabajo de análisis geopolítico y que traigo hoy para vuestra lectura actualizada, es la confirmación que la política exterior de Estados Unidos tiene una consecuencia incontrarrestable: ejercer un dominio del mundo, aunque eso signifique desestabilizar a los países, generar revoluciones de colores, presionar a determinados gobiernos y sus sociedades través de políticas de bloqueo, sanciones y embargos, junto al robo descarado de activos. Una política exterior estadounidense que incluso pasa por encima de la soberanía de sus propios aliados, como ha quedado ejemplificado con la decisión de sancionar a rusia aunque ello implique una crisis energética para las sociedades europeas que compran hoy el gas, cuatro veces más caro que vendido por Rusia, beneficiando a las transnacionales norteamericanas, que a la par de exigir a sus socios que castiguen a Moscú ofrece sus recursos energéticos y obliga a una carrera armamentista que beneficia a su complejo militar industrial, enriqueciéndose. Negocio redondo.
China, Rusia e Irán han comenzado a concretar, al amparo de la decisión de sus gobiernos y con vastas zonas del planeta sujetos a conflictos bélicos o contenciosos de máxima tensión política, una cooperación estratégica. Ello, en el marco de coordinar decisiones y acciones respecto a la agresión que sufren los pueblos de Asia Occidental en forma principal: Siria, Irak y que tiene en la política de máxima presión contra Irán un recurso de acción que no es aceptado por Teherán, que ha comenzado a aplicar acciones de represalia contra bases militares terroristas como ha sido contra el aquellas situadas en el norte de Irak y generar ejemplos de coordinaciones mili9tares con China y Rusia ya sea con ejercicios navales, tanto en el Golfo Pérsico en materia de protección del Estrecho de Ormuz, como del Océano Índico, junto a ejercicios terrestres y aéreos mostrando el poderío defensivo ante sus enemigos.
En ese marco Rusia, China e Irán han generado una diplomacia activa y en terreno. Una política, que no se ha levantado de la noche a la mañana y que ha considerado las amenazas terroristas contra Irán, Rusia y China. Amenazas catalizadas por la acción de grupos terroristas takfirí, que tienen entre sus miembros a militantes de movimientos y mercenarios que provienen también de territorios rusos y chinos, constituyéndose en un peligro, no sólo contra esos países, sino para el conjunto de la región. Un escenario de coacción, que no puede ser desdeñado. En el caso chino, por ejemplo, el acercamiento de las Fuerzas Armadas con el gobierno sirio –al amparo de los propios acuerdos que Rusia e Irán tienen con la República árabe Siria constituye un cambio de naturaleza estratégica en la manera en que China se conducía en materia de conflictos internacionales. Tal como lo señaló Salman Rafi en un interesantísimo análisis – para el medio Asia Times - respecto a la vista de altos mandos militares chinos a Siria en plena agresión contra este país levantino (3).
Esta importantísima alianza antihegemónica tiene elementos concretos y multimillonarios en materia de acuerdos energéticos, tecnológicos, militares. Por ejemplo, entre China y Rusia se firmó un contrato de venta de gas ruso a China por 400 mil millones de dólares, que representa una lectura más allá d ela cifra multimillonaria, sino que en clave geoestratégica. Para la firma de tal convenio se invitó a Irán, que bajo la presidencia del ex mandatario Hasan Rohani y el actual presidente Ebrahim Raisi han llevado a cabo conversaciones y establecido acuerdos con empresas del gigante asiático, para así trabajar juntos. Esto, no sólo en la venta de gas y petróleo, sino también en el financiamiento de proyectos de explotación, construcción de puertos, ferrocarriles e incluso sistema de prospección de hidrocarburos.
En el plano militar Irán ha dado pasos gigantescos, más allá de declaraciones de altos mandos de sus Fuerzas Armadas en la idea de apoyar una cooperación militar polivalente entre China, India y Rusia, para hacer frente a la expansión de la OTAN hacia el este y a la instalación de un escudo de misiles en Europa. Esto, bajo la creencia que la nación persa, junto a los gobiernos de China y Rusia pueden mantener un diálogo a tres bandas, que avancen hacia un plano de seguridad regional. Si consideramos la estrategia de misiles dispuesta por la OTAN previo a los hechos de Ucrania y su inexorable avance hacia la frontera occidental de Rusia, se ha convertido en un hecho que afecta directamente a irán y China. En reuniones bilaterales y trilaterales de las delegaciones de China, Rusia e Irán quedaron signados varios puntos cruciales: Primero, la cooperación trilateral debe ser uno de los puntos básicos del nuevo orden multipolar. Segundo, Beijing, Moscú y Teherán consideran como prioritario tener un plan de acción estratégico en el campo militar con relación a Europa y Estados Unidos. Tercero El entorno geopolítico de Oriente Medio y Asia Central está cambiando y ello en modo alguno es favorable a los poderes hegemónicos. El nuevo eje, denominada por algunos ya, como la Triple Entente Euroasiática está consolidando un largo proceso de integración política, estratégica, diplomática y militar.
Recordemos, igualmente, que Irán y Rusia firmaron, el año 2001, un acuerdo estratégico de cooperación que se prolongó hasta el año 2021 y que fue reflotado a partir de la visita del presidente iraní Ebrahim Raisi a Moscú, a principios del año 2022, donde se entrevistó con el presidente ruso Vladimir Putin y concordaron en la defensa mutua frente a las amenazas terroristas, avanzar en el cumplimiento del Plan integral de Acción Conjunta – conocido como Acuerdo Nuclear – y el rubricar un Acuerdo estratégico por los próximos 20 años. Reunión en la cual el mandatario iraní invitó a su homólogo ruso a “crear sinergias” entre ambos países para enfrentar las sanciones de Occidente y, en particular la política de máxima presión de Estados Unidos. Días después, tras retornar a Irán, el presidente de la nación persa, en entrevista televisiva señaló la conformidad de su país respecto al trabajo político y diplomático de acercamiento y el concretar esta vía, que es una de las maneras para neutralizar las sanciones: “Nosotros abogamos por mantener interacciones con todo el mundo […] pero, los países que quieran enfrentarnos, nosotros los enfrentaremos recíprocamente” (4).
Con China, la República islámica de Irán ha consolidado un trabajo de estrecho acercamiento. Efectivamente, la nación persa, a inicios de este año 2022, a través de su canciller Hosein Amir Abdolahian, se entrevistó en Beijing con su homólogo chino Wa Xing, reafirmando los acuerdos de Asociación estratégica integral firmados en abril del año 2021 y que significarán la inversión de 400 mil millones de dólares de China en amplias áreas de la economía iraní: energética, infraestructura vial, ferroviaria, telecomunicaciones. Irán, por su parte, se compromete a suministrar por 25 años petróleo y gas a precios preferenciales al gigante asiático. Una cooperación que se extiende al plan global de desarrollo signado por la llamada nueva Ruta de la Seda, de cuyos esfuerzos, proyectos, obras y resultados está fuera Washington (5).
En un trabajo publicado con anterioridad (6) refrendé esta idea estratégica de la alianza antihegemónica entre Irán, Rusia y China y por ello sacó a la luz, nuevamente, el interesantísimo artículo de Mahdi Darius Nazemroaya, publicado en globalresearch (7) donde los objetivos declarados de China y Rusia consisten en garantizar la continuidad de un “mundo multipolar”. En su libro The Grand Chessboard, American Primacy and Its Geostrategic Imperatives publicado en 1997, Brzezinski advertía en contra de “la creación o el surgimiento de una coalición euroasiática” que “pudiera finalmente tratar de desafiar la supremacía americana”. Brzezinski designaba esta potencial coalición euroasiática bajo la apelación de “alianza antihegemónica” y estimaba que estaría conformada “por una coalición chino-ruso-iraní” y que su columna central sería China. Se trata de la OCS y de varios gobiernos eurasiáticos vinculados a ella.
Resulta indudable que la alianza entre China, Rusia e Irán “concreta las peores pesadillas para Estados Unidos auguradas en su oportunidad por el ex asesor de seguridad Zbigniew Brzezinsky quien advirtió al grupo de poder político y militar estadounidense sobre la conformación de un eje de cooperación euroasiático que desafiaría la primacía estadounidense y sus aliados en el mundo”. Según los temores vertidos por Brzezinsky, esta alianza euroasiática podría surgir como “una coalición China-Rusia-Irán con Beijing como punto central. Para los estrategas chinos –y donde coinciden rusos e iraníes– enfrentar a la coalición occidental, que incluye a Estados Unidos, Europa y Japón, el contra balance geopolítico más efectivo podría ser tratar de formar una alianza propia, vinculando China con Irán en la región del Golfo Pérsico – Asia occidental y con Rusia en el área de la antigua Unión Soviética”. Profético el ex asesor estadounidense, pues cada día resulta más evidente que esas pesadillas se han vuelto una realidad.
El gobierno ruso tiene en su agenda de relaciones estratégicas, el consolidar la alianza con Irán y China. Medios rusos han resaltado como “muy productivas” las consultas trilaterales que estos gobiernos han tenido en el marco de las reuniones de las misiones permanentes de Teherán, Moscú y Beijing en Viena, la capital austriaca. El representante ruso ante los organismos internacionales en Viena, Mijaíl Ulianov ha saludado el surgimiento “de un nuevo triángulo en la diplomacia multilateral.: Rusia, irán y China que son países a favor del multilateralismo en contra d ellos intereses de mantener vivo el mundo unilateral a toda costa y lo valioso es que este formato puede ampliarse fácilmente, ya que son cada día más numerosos los países que apuestan por el multilateralismo” (8).
La cooperación entre actores tan importantes como China, Rusia e Irán, en áreas tan diversas como a la economía, política, energía y el campo militar pasa así de pesadilla a una realidad, una amenaza directa a la hegemonía occidental, que tambalea y que podría ser un catalizador para que otros Estados, ojalá cada día más numerosos y disconformes con el actual estatus quo definan caminar por un sendero propio. El 16 de septiembre de este 2022, un hito de importancia marcó la fortaleza de esta triada a la cual hemos hecho mención. En el marco de la 22 cumbre de la Organización para la Cooperación de Shanghái en Samarcanda – Uzbekistán - se puso de relieve, en el discurso de apertura, por parte del presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyóyev, la voluntad de este mecanismo por convertirse en un breve período de tiempo en un actor clave en los acontecimientos regionales y globales. Es así, que en su alocución, Mirziyóyev anunció la plena membresía de la República Islámica de Irán en el bloque, un proceso que se completará en 2023 (9).
La Triple Alianza, el Eje Beijing-Moscú-Teherán es una buena noticia en el plano de las decisiones políticas internacionales. Una noticia positiva y alentadora, que va en camino de terminar con la unipolaridad y presentar al mundo un panorama de opciones distintas a lo monocromático que ha sido desde fines de los años 80 del siglo XX hasta ahora. Es hora de dar un vuelco y un buen comienzo es generar pesadillas a los poderes hegemónicos y si ello es triple, mucho mejor, aunque los medios occidentales traten de minimizarlo.
NOTAS
1. El JCPOA (Plan Integral de Acción Conjunto por sus siglas en inglés) es conocido también como Acuerdo Nuclear. Firmado por el llamado G5 +1 - Rusia, China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Alemania por una parte y la república islámica de irán como contraparte. Un plan diseñado para garantizar que el programa nuclear de Irán sea exclusivamente pacífico y prevé el levantamiento integral de las sanciones relacionadas con la energía nuclear de la ONU, la Unión Europea y Estados Unidos. El 20 de julio de 2015, el Consejo de Seguridad de la ONU emitió la Resolución 2231 (2015) sobre el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA), acordado por Irán y el E3/EU+3. Esta resolución respalda el JCPOA
2. http://www.hispantv.com/noticias/opinion/286942/alianza-rusia-iran-china-occidente-eeuu
3. Salman Rafi. ¿Qué intereses persigue China en la guerra siria? - https://sputniknews.lat/20160829/china-siria-guerra-interes-1063120733.html “una maniobra diplomática en respuesta a las provocaciones militares y políticas de Estados Unidos en el mar de la China Meridional. La presencia china significa la posibilidad también que los aliados regionales de Estados unidos en Oriente Medio se sientan bajo presión utilizando esa presencia como un factor. Así también el factor chino, en materia de incorporarse a una Alianza Tripartita, sirve para ejercer presión diplomática y política en varios frentes y evitar así que las potencias occidentales y sus socios de Oriente Medio logren derrocar al gobierno de al Assad y con ello tenga una base de operaciones cerca de Irán, al sur de Rusia y al occidente de China. Hay que tener presente el factor geoestratégico que representa para China la zona de Oriente Medio y Asia Central, pues recibe de allí cerca del 50 por ciento del petróleo y el gas que necesita para su economía. El presidente de China Xi Jinping ha señalado que la Conferencia de Interacción y Medidas de Confianza en Asia –CICA por sus siglas en inglés– a la que han asistido los presidentes de Rusia e Irán “debe convertirse en un diálogo sobre la seguridad y la plataforma de cooperación mutua y debe establecer un mecanismo de consulta de defensa a fin de crear un centro de respuesta de seguridad en caso de agrandes emergencias”.
4. https://radio.uchile.cl/2022/01/28/rusia-china-e-iran-alianza-anti-hegemonica/
5. Nueva Ruta de la Seda. La One Belt, One Road Initiative o BRI (Belt and Road Initiative), conocida en castellano como Nueva Ruta de la Seda, es un gran proyecto internacional lanzado por la República Popular China en el año 2013. Consiste, esencialmente, en el establecimiento de dos rutas combinadas, una de infraestructuras terrestres y otra marítima, que mejorarían las conexiones chinas tanto en el continente asiático como hacia occidente, pasando por Asia Central, el Cáucaso, Asia Occidental y finalmente África y Europa. https://elordenmundial.com/que-es-la-nueva-ruta-de-la-seda-china/
6. https://www.segundopaso.es/news/2189/Alianza-Anti-Hegem%C3%B3nica
7. https://www.globalresearch.ca/debuto-en-moscu-una-coalicion-china-rusa-irani-contra-la-otan/5446763.
8. https://www.hispantv.com/noticias/politica/556311/iran-china-triangulo-diplomacia-multilateral
9. https://www.hispantv.com/noticias/asia-y-oceania/551570/organizacion-shanghai-iran-ingreso