Leandro Bracamonte. La noticia de última hora que está resonando viralmente en todo el mundo es la re-vinculación del Reino de Arabia Saudí con la República Islámica de Irán
Acuerdo que fue triangulado por la República Popular China, esta noticia es de suma importancia y tendrá gran impacto no solamente en Asia Occidental como así también todo el continente de Asia y de allí el mundo entero se verá afectado. Nos disponemos humildemente a analizar en esta breve nota las posibles implicancias a futuro y sus antecedentes.
En primer lugar cabe recordar cómo y cuando tuvieron desenlace los vínculos iraní-saudíes, por ende debemos retornar al año 2015, donde la crisis en Yemen derivó en que Irán se decidiera por apoyar a sus aliados hutíes, en especial a la organización Ansarolá, lo cual generó un gran recelo por parte del Reino de Arabia Saudí, quien está decidido a ser el mandamás de toda la península arábiga y no podría aceptar bajo ningún punto de vista un gobierno pro-iraní en su área de influencia, por ende el recelo fue en aumento hasta que el Reino de Arabia Saudí decidió cortar vínculos con la República Islámica de Irán de la forma más cruel; el día 2 de enero del año 2016 decidieron ejecutar al Sheij Nimr, famoso erudito chií de la península arábiga, líder de una de las comunidades chiíes más golpeadas del mundo, los chiíes de Arabia Saudí. La respuesta de Irán no se hizo esperar y masivas manifestaciones en todo el mundo frente a las embajadas de Arabia Saudí derivaron en la ruptura de los vínculos diplomáticos entre ambos países. De allí en más la hostilidad no paró de crecer; los hutíes lograron atacar la famosa empresa petrolera saudí Aramco logrando reducir su actividad al 50% lo que produjo un cimbronazo económico en el Reino de Arabia Saudí, por eso mismo la guerra en Yemen se volvió un problema grande para Arabia Saudí y sus aliados en la zona (como Emiratos Árabes Unidos, donde los yemeníes incluso lograron atacar la opulenta ciudad de Dubái), además las bajas humanas son muchas, y esto es muy sensible porque los países del golfo sostienen su economía en base a un porcentaje de inmigrantes muy grandes, quienes difícilmente logren algún día identificarse con los países a donde emigraron ya que estos no admiten una concepción de ciudadanía como existe en otros países, sino que son dominios de ciertas familias, por ende son muy pocos quienes aceptan la idea de morir por una “patria” con la que no se sienten vinculados y que además el estado mismo no los integra ni reconoce como compatriotas. Por todas estas razones, Arabia Saudí y sus aliados identificaron a la República Islámica Irán como un peligro a la seguridad e integridad de sus países, por eso mismo Arabia Saudita vio con muy buenos ojos el asesinato del General Solaimani por parte de Trump y ese infame gesto de apoyo por parte de Trump a Arabia Saudita (dado que otro de los campos de batalla también es La República Árabe Siria y la República de Irak, donde el General Solaimani tuvo una participación destacada en la lucha contra Daesh y otras fuerzas terroristas, algunas de ellas oficialmente apoyadas por Arabia Saudita y las potencias del golfo) derivó en los “Acuerdos de Abraham” donde los Emiratos Árabes Unidos reconocieron y normalizaron vínculos con el Estado de Israel, acuerdos a los que también se sumarían más tarde Bahréin, Sudán y Marruecos, todos países que se vinculan con Arabia Saudita y comparten su política anti-iraní de forma proactiva. Entre 2020 y 2022 creció la hostilidad anti-iraní por parte de los saudíes y sus aliados, de hecho han inyectado una fuerte cantidad de dinero en la guerra informática en contra de la República Islámica de Irán, creando agencias multimedios que difunden el odio en contra de la República Islámica de Irán, sus valores civilizatorios, la doctrina mayoritaria de dicha nación (el chiísmo duodecimano), como así también una fuerte propaganda separatista y de extremismo sunní, valiéndose de las minorías suníes en la provincia de Sistán y Baluchistán, lo cual derivo en que en el segundo semestre del año 2022 y en el contexto de las protestas en Irán (las cuales fueron impulsadas y promocionadas por las potencias de Occidente, dada la operatoriedad de los medios vinculados a las naciones que forman parte de la OTAN, como así también el tinte ideológico liberal y progresistas de las proclamas), distintos grupos extremistas violentos intenten llevar a cabo un golpe en la República Islámica de Irán desde la periferia hacia el centro; así fue como grupos armados en Sistán y Baluchistán irrumpieron contra las fuerzas de seguridad y también Daesh atacó el mausoleo “Shah Cheraq”, en la ciudad de Shiraz, siendo esta ciudad la tercera más importante en valor espiritual para los chiíes en Irán, después de Mashhad y Qom, no sería la primera vez que Daesh ataque un lugar importante y simbólico en Irán, dado que en 2017 también atacaron el mausoleo del ayatolá Jomeini y el congreso. El citado ataque en Shiraz se llevó el alma de más de 15 peregrinos inocentes. De una forma u otra, todos los grupos takfiríes tienen vínculos con Arabia Saudita, ya sea por una por un apoyo directo o bien algún vínculo ideológico dada la aceptación de las ideas de Muhamad Ibn Abdul-Wahab, ideas extremistas e irracionales distorsionantes de la tradición islámica, ideas que son las promocionadas por el Reino de Arabia Saudita desde hace ya mucho tiempo.
La presión sobre la República Islámica de Irán no paró de crecer todos estos años, ha sido un gran desafío tras otro defender la soberanía nacional y los intereses en la zona, sobre todo desde el año 2001 hasta ahora, año en que comenzaron las incursiones de la EEUU y la OTAN en la zona (Afganistán 2001 e Irak 2003), no obstante los iraníes han podido demostrar entereza y solvencia militar a la hora de hacerse cargo de la seguridad, tanto dentro de las fronteras iraníes (como por ejemplo aplacar a los grupos terroristas y separatistas en el pasado año 2022 como así también resolver el asunto del takfirismo en sus fronteras, dado que en el año 2011 logró vencer al grupo “Yundullah” de Abdul Malik Rigi, que fue la primera experiencia en la zona de un grupo símil a Daesh pero en la zona fronteriza de Irán y Pakistán). Por otra parte, la diplomacia iraní estoicamente trabaja desde hace ya muchos años para lograr finiquitar el tratado nuclear que le quite la piedra en el zapato de las sanciones, las cuales no se han detenido ni siquiera en el contexto de la pandemia del Covid-19 en el pasado año 2020, ese mismo tratado del cual Donald Trump eligió salirse de forma unilateral, recrudeciendo así los vínculos entre iraníes y norteamericanos, no obstante ya con la nueva administración de Joe Biden las tratativas se reencaminaron y al parecer esta revinculación con el Reino de Arabia Saudí le beneficiaría a la República Islámica de Irán, dado que renueva su imagen de ser un país en búsqueda de soluciones y no de extender los conflictos hasta las últimas consecuencias, lo cual impulsaría más a la nación iraní a poder lograr un acuerdo con las potencias de Occidente, las cuales además han tenido que replantearse muchas cosas luego de la operación militar especial que comenzó la Federación Rusa a partir de febrero del año 2022, dado que las sanciones contra esta nación euroasiática y el apoyo militar a Ucrania imponen la imperativa necesidad de una pacificación de dos posibles proveedores importantes como lo son La República Islámica de Irán (donde recientemente se encontró una importante reserva de litio) y el Reino de Arabia Saudí (quien tiene un proyecto importante y ambicioso para 2050). A Sabiendas que no solamente no han podido quebrar a La República Islámica de Irán militarmente (dado que ya habían fracasado con el apoyo a Saddam en el siglo XX) sino que tampoco pudieron a través de un golpe blando (táctica que la han repetido reiteradas veces, no sólo contra Irán sino contra varias naciones también en este contemporáneo S.XXI) y que además la República Islámica de Irán logró posicionar su industria armamentística al nivel de exportarle armas (drones y misiles) a una potencia de primer nivel como es la Federación Rusa en este conflicto iniciado en 2022 todo esto tendrá como resultado de que las potencias de occidente, sobre todo las de Europa, tengan que sentarse a negociar con la República Islámica de Irán con otra perspectiva, entendiendo de que esta nación asiática tiene todo lo necesario para ser un actor regional de primer nivel.
Por último, la República Popular China hace ya diez años (2013) dio inicio a un ambicioso proyecto “One Belt One Road”, conocido también como la ruta de la seda moderna, que espera finalizarse para el año 2050, dicho proyecto tiene como condición imperativa la pacificación de, por lo menos, las zonas por donde pase esa franja y ruta, por ende, pacificar las dos orillas del Golfo Pérsico, es más que necesario. En el año 2020 la República Popular China firmó un acuerdo de 25 años (dato muy importante, dado que el acuerdo terminaría muy cercano a la fecha propuesta para concretar el proyecto “One Belt One Road”) con la República Islámica de Irán, este acuerdo bilateral incluyó también cooperación militar, por ende fue otra forma que encontró Irán de blindar su soberanía nacional, junto a los acuerdos que firmó en 2016 con la Federación Rusa, a la cuál le compró material de defensa anti-aéreo y también toda la tecnología correspondiente para poder desarrollarlo puertas adentro. Por otra parte y de forma casi conjunta, La República Popular China comenzó a vender material de defensa anti-aéreo a Arabia Saudí, por lo tanto blindar a ambos es el antecedente a la revinculación diplomática que se efectivizó en este mes de marzo del corriente 2023. A diferencia de la República Popular China, los Estados Unidos de Norteamérica tienen como proyecto desde principios de siglo desestabilizar toda la zona de Asia occidental, para que así el petróleo tenga un precio que sea de su conveniencia, un Irán grande y unido es sin dudas un enorme problema para esto y por eso mismo propulsaron un frente árabe-israelí en contra de Irán y sus aliados en la zona, pero al parecer, la presencia y la influencia de la República Popular China en la zona juega un rol estrategia y mueve una ficha importante para pacificar la zona y frustrar así el deseo de los norteamericanos de una escalada bélica, quienes además recientemente tuvieron que retirarse de Afganistán tras 20 años ininterrumpidos de bombardeos. El mundo evidentemente cambió; la Federación Rusa intervino en el conflicto en la República Árabe Siria en el año 2015, ahora la República Popular China hace lo propio interviniendo en los vínculos entre iraníes y saudíes, por ende los Estados Unidos de Norteamérica tienen que lidiar con todo esto, en un mundo que pasó de una hegemonía unipolar después de la caída del muro de Berlín (viniendo de una bipolaridad en la guerra fría contra la ex URSS) estando ya hoy firmes en una tripolaridad (EEUU, China y Rusia) y orientándonos a un mundo multipolar dado que la República Islámica de Irán es hoy ya miembro observante de la Organización de Cooperación de Shanghái (China, Rusia, India, Kazajstán, Kirguistán, Pakistán, Tayikistán y Uzbekistán) y se muestra interesado en adherirse como miembro de pleno derecho en la misma. Así también, tanto el Reino de Arabia Saudí como la República Islámica de Irán manifestaron su deseo de adherirse al BRICS, conformado por Rusia, Brasil, India, China y Sudáfrica.
WSJ: China invita a Irán y a otros países del golfo Pérsico a celebrar una cumbre en Pekín este año
El Gobierno de China invitó a Irán y a los países árabes del golfo Pérsico a celebrar una cumbre en Pekín este año, según informó el domingo The Wall Street Journal, citando fuentes familiarizadas con el asunto. Dicha propuesta trascendió luego de que Irán y Arabia Saudita acordaran el viernes restablecer relaciones diplomáticas, suspendidas desde 2016.
De acuerdo con el periódico, la iniciativa fue planteada por el presidente chino, Xi Jinping, en diciembre de 2022 al margen de la cumbre árabe-china en Riad, capital de Arabia Saudita, y la representación iraní la aceptó "unos días después" del evento.
Según el medio, la reunión entre Irán y los países del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (Baréin, Kuwait, Omán, Catar, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos) probablemente tenga lugar a finales de este año.
El acuerdo de restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Irán y Arabia Saudita fue alcanzado con la mediación de China durante conversaciones trilaterales celebradas en Pekín. En la declaración conjunta, los dos países islámicos hicieron hincapié en el respeto a la soberanía y a la no injerencia en los asuntos internos de la otra parte, y pactaron aplicar su acuerdo de cooperación en materia de seguridad firmado el 17 de abril de 2001. Asimismo, acordaron llevar a la práctica el acuerdo de cooperación económica, comercial, técnica, científica, cultural y deportiva firmado el 27 de mayo de 1998.
Se espera que los cancilleres iraní y saudí celebren una reunión para discutir la implementación de la medida y tomar disposiciones para el intercambio de embajadores, así como también para que las representaciones diplomáticas sean reabiertas en un plazo de dos meses.
"Respetamos el estatus de los países de Oriente Medio como los dueños de esta región y nos oponemos a la competencia geopolítica en Oriente Medio. China no tiene intención y no buscará llenar el llamado 'vacío' o establecer bloques excluyentes", destacó la Cancillería china, añadiendo que el gigante asiático "será un promotor de seguridad y estabilidad, un socio para el desarrollo y la prosperidad y un defensor del desarrollo de Oriente Medio a través de la solidaridad".
Reino Unido juega un papel sucio en guerra saudí en Yemen
Mohsen Khalif
Desde la declaración de la brutal agresión saudí contra Yemen en marzo de 2015, el Reino Unido ha desempeñado un papel principal en esta agresión criminal y ha estado presente en el centro de la escena.
En la agresión saudí, que ha destruido más del 70 % de la infraestructura y las instalaciones vitales y ha matado a decenas de miles de niños y mujeres, Londres jugó un rol destructivo mediante ofrecer apoyo militar y de inteligencia y asumir la gestión de las operaciones militares de Arabia Saudí dirigidas contra civiles en Yemen.
Durante siete años, el Reino Unido continúa cerrando tratos de armas con los países de la agresión, es decir, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), lo que ha creado la mayor crisis humanitaria del mundo.
Tratos de armas de Londres
El papel británico en la agresión contra Yemen quedó claro desde el principio a través de la venta de grandes cantidades de armas a los países de la coalición saudí, tal y como describió el diario británico Daily Mail en noviembre de 2017. Este medio confirmó en un informe que el Reino Unido usó regulaciones comerciales sospechosas para poder exportar grandes cantidades de armas a Arabia Saudí sin ser descubierto.
En confirmación de esto, Amnistía Internacional reveló un documento oficial que prueba la participación de Londres en la comisión de crímenes humanitarios en Yemen. El documento revela que el Reino Unido exportó bombas con sistema láser de control remoto, y estas bombas se utilizaron en ataques aéreos en Yemen, y explica que las mismas bombas se están vendiendo a los Emiratos Árabes Unidos.
Por su parte, el diario The Guardian arrojó luz sobre las armas británicas involucradas en la agresión contra Yemen. Divulgó que las bombas fabricadas por Raytheon y BAE Systems, y los misiles Brimstone y Shadow Cruise se usan contra Yemen.
Explicó que las ventas de armas y servicios al ejército saudí durante el período comprendido entre 2015 y 2019, incluido el comienzo de la agresión saudí contra Yemen en marzo de 2015, ascendieron a más de 15 000 millones de libras (alrededor de 19 000 millones de dólares estadounidenses).
Agregó que, en septiembre de 2022, la Campaña contra el comercio de armas contra la guerra estimó que desde marzo de 2015, el gobierno británico había autorizado armas por un valor de al menos 23 mil millones de libras esterlinas para la agresión saudí.
Los aviones Tornado y Typhoon vendidos por el Reino Unido a Arabia Saudí realizan la mayoría de las incursiones diarias para bombardear Yemen.
Apoyo militar e inteligencia
Los cuadros militares británicos especializados, especialmente aquellos afiliados a la Royal Air Force británica, siempre estuvieron presentes dentro del Centro de Operaciones de Control y Comando Militar de la llamada coalición saudí para determinar el banco de objetivos de bombardeo, la naturaleza de las misiones, y las armas que se utilizarían.
Todo esto simplemente significa que la parte aérea de la agresión contra Yemen la asume por completo el Reino Unido. La participación británica en la guerra saudí en Yemen también incluye software y consultores, que suman alrededor de 6300 expertos y consultores de la Royal Air Force británica para brindar asesoramiento y capacitación, y trabajan en bases militares saudíes para el “mantenimiento de aviones de combate” que se utilizaron en la guerra.
El periódico The Guardian confirmó que los contratistas británicos llevan a cabo alrededor del 95 % de las tareas necesarias para participar en las operaciones aéreas saudíes en Yemen, lo que demuestra el papel principal de Londres en la guerra saudí en Yemen, que dejó decenas de miles de bajas civiles.
A finales de noviembre de 2017, el diario británico Daily Mail reveló que el ejército británico está supervisando en secreto el entrenamiento de las fuerzas saudíes, bajo el nombre de Operación “Crosswise”.
La Operación Crosswise incluyó la participación de más de 50 soldados británicos en el entrenamiento del personal militar saudí en habilidades de guerra y combate.
El Daily Mail indica que la divulgación de esta operación se produjo por error, cuando se publicó un resumen y fotografías en la página web del Regimiento Escocés en la red social Facebook, en las que aparecía un entrenador británico parado frente a un mapa de Yemen explicando una posible estrategia de ataque. El Ministerio de Defensa británico se dio cuenta del asunto y después de 20 minutos retiró las fotografías.
El periódico agregó que Londres “no solo apoya la agresión con armas, sino que también envía soldados e individuos para transferir la experiencia necesaria para continuar la guerra”.
Presencia militar directa
Con respecto a las intervenciones militares directas de las fuerzas británicas y su presencia en Yemen, los informes han demostrado que Londres está trabajando para aumentar su presencia militar en Yemen directamente, junto con las herramientas y mercenarios que utiliza, destacando que hay una gran afluencia de fuerzas británicas en la gobernación de Al-Mahra.
En confirmación de esto, el anuncio británico de que un barco mercante fue atacado frente al puerto de Nishtun en Al-Mahra trajo muchos indicios de un nuevo plan internacional dirigido a esta provincia estratégica. Medios yemeníes informan que hay tendencias internacionales para transformar el aeropuerto de Al-Ghaydah en una base militar cerrada para las fuerzas saudíes, estadounidenses y británicas.
En el contexto, la gobernación de Al-Mahra fue testigo recientemente de la llegada de las fuerzas británicas y estadounidenses al aeropuerto de Al-Ghaydah. El Reino Unido usó filtraciones de prensa para justificar la presencia de sus fuerzas especiales en Al-Mahra. Y eso con el pretexto de arrestar a los atacantes del petrolero israelí “Mercer Street” en el Golfo de Omán.
Un papel diplomático
En cuanto a la intervención británica en la guerra contra Yemen, ese papel se hace evidente a través del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), que ha dejado claro que el Reino Unido es la redactora de las decisiones relacionadas con Yemen. Fue el autor de la resolución de las Naciones Unidas que colocó a Yemen bajo el Capítulo VII, por lo que el Consejo de Seguridad sirve en primer lugar a los intereses de los cinco miembros permanentes, especialmente Estados Unidos, el Reino Unido y Francia.
Pues, Londres es un socio esencial en la agresión contra Yemen. Ha tratado de influir en Berlín para que revoque la decisión de evitar el suministro de armas a Arabia Saudí, tal y como reveló la revista alemana Der Spiegel.