Una comisión de derechos humanos subraya que Israel debe rendir cuentas por los crímenes de guerra cometidos durante los últimos ataques indiscriminados a Gaza.
La Comisión Independiente Palestina para la Documentación y el Enjuiciamiento de los Crímenes de Ocupación (Tawtheeq, por sus siglas en árabe) ha denunciado este jueves que el régimen de Israel ha cometido un “crimen de guerra” atacando deliberadamente a civiles, entre ellos niños y mujeres, así como bienes civiles durante la reciente agresión a la Franja de Gaza, y por ello “debe rendir cuentas”.
En una conferencia de prensa en Gaza, el subjefe de la comisión, Yacub al-Qandur, ha señalado que las continuas incursiones de los aviones de combate israelíes han resultado en la muerte y heridas de decenas de civiles desarmados desde el martes, lo que, según él, “refleja el más alto nivel de desprecio israelí por la vida de los civiles palestinos”.
Conforme a Al-Qandur, los ataques aéreos simultáneos, ordenados por las autoridades israelíes, contra varios edificios residenciales y apartamentos civiles en la Franja de Gaza, sin previo aviso, constituyen una “ejecución extrajudicial”. Ha denunciado, además, el uso de armas letales prohibidas internacionalmente por Israel que provocó lesiones corporales permanentes en los heridos.
Ha fustigado a Israel por mantener cerrados los cruces y las únicas salidas de la sitiada Franja de Gaza y señalado que ello se enmarca en “la política de castigo colectivo” de la población del enclave costero, y advirtió que podría resultar en una grave crisis humanitaria si continúa.
Al-Qandur ha detallado que, el continuo cierre de los cruces Beit Hanoon y Karem Abu Salem (conocidos por los israelíes como Erez y Kerem Shalom, respectivamente), priva a cientos de pacientes palestinos del acceso a atención médica necesaria y esta práctica, dice, equivale a un “asesinato deliberado” de los civiles palestinos.
Asimismo, el cierre de cruces detiene el suministro de combustible necesario para el enclave y paraliza el funcionamiento de la única central eléctrica en la Franja de Gaza, lo que provocará cortes de energía a largo plazo en todas las instalaciones vitales, zonas residenciales, hospitales y las infraestructuras claves, y exacerbará las malas condiciones humanitarias vividas allí.
Los bombardeos indiscriminados israelíes contra la Franja de Gaza, iniciados el martes, han cobrado hasta ahora 30 vidas, entre ellos mujeres, seis niños y cinco comandantes de alto rango de la Yihad Islámica Palestina.
El miércoles, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, pidió fin de violencia contra Gaza y le urgió a Israel apegarse al derecho internacional humanitario que protege la vida de civiles.
Sin embargo, el régimen de Tel Aviv ha ignorado todos los llamamientos internacionales a detener los bombardeos, y ha continuado con sus actos de barbarie en Gaza, la cárcel al aire libre más grande del mundo que desde 2007 sigue bloqueada por todos lados.