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Más de un millón de estadounidenses "desaparecidos" por la crisis de muertes prematuras en EEUU

Por Elespiadigital
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infoelespiadigitales/4/4/19
sábado 22 de julio de 2023, 20:56h

Si Estados Unidos tuviera las mismas tasas de mortalidad que otros países desarrollados, más de un millón de personas habrían evitado la muerte en 2021, señalan los científicos y denominan este exceso de muertes 'Missing Americans' (estadounidenses desaparecidos).

"El número de 'Missing Americans' de los últimos años no tiene precedentes en los tiempos modernos", afirmó el epidemiólogo de la Universidad de Boston, Jacob Bor.

De acuerdo con el investigador, la mitad de las personas fallecidas antes de cumplir los 65 años, seguirían vivos si EEUU "tuviera las tasas de mortalidad de nuestros pares". De esta forma, Estados Unidos está experimentando "una crisis de muerte prematura que es única entre las naciones ricas."

Recordando a las consecuencias de COVID-19, que agravó el problema en varios países, Bor destacó que el aumento de mortalidad en su país fue aún más significativo en comparación con otras naciones ricas, como Canadá, Australia y el Reino Unido, y tampoco se está recuperando de la misma manera que otros países occidentales.

En su trabajo, publicado en PNAS NEXUS, Bor revela que esta tendencia de la mortalidad ya había ido en aumento durante las cuatro décadas anteriores.

"Utilizando un punto de referencia internacional, demostramos que los estadounidenses de todas las razas y etnias se ven perjudicados por el entorno político de Estados Unidos, que da escasa prioridad a la salud pública y a las protecciones sociales, sobre todo para las personas con rentas bajas", explicó el autor del informe.

En el estudio se precisa que el problema es significativamente peor para los grupos minoritarios étnicos, con tasas de mortalidad hasta ocho veces superiores de media para los nativos americanos. Pero no se limita a las minorías, ya que dos tercios de los desaparecidos son estadounidenses blancos.

Bor y sus colegas compararon los datos de mortalidad del Estado norteamericano con los de otros 21 países ricos entre 1933 y 2021. Durante la Segunda Guerra Mundial y sus secuelas, EEUU tuvo las tasas de mortalidad más bajas de su grupo de pares de países prósperos, pero a partir de la década de 1980, el número de sus ciudadanos desaparecidos aumentó constantemente, alcanzando las 622.534 muertes excesivas en 2019 y superando un millón en los años posteriores, "lo que refleja la catastrófica pérdida de vidas", según los autores.

Aunque las encuestas anteriores habían sugerido múltiples razones para este aumento, incluidas tasas más altas de homicidios, suicidios, accidentes automovilísticos, infecciones de transmisión sexual, abuso de drogas y otras enfermedades, los investigadores estadounidenses argumentan que esto pone de manifiesto ante todo los fallos políticos generales.

A pesar de que todos los países comparables experimentaron los mismos cambios estructurales en sus sociedades en las últimas cuatro décadas, como la automatización, el aumento del comercio mundial, el desplazamiento hacia el sector servicios y la presión sobre los salarios, EEUU no protegió a sus habitantes más vulnerables.

"Cada año gastamos cientos de miles de millones en beneficios y papeleo de las aseguradoras sanitarias, mientras decenas de millones de personas no pueden permitirse una atención médica, una alimentación sana o una vivienda digna", reconoció Steffi Wulhandler, el médico de la City University de Nueva York y el coautor del estudio.

"Los ciudadanos de EEUU mueren más jóvenes que sus coetáneos de otros países porque, cuando los beneficios empresariales entran en conflicto con la atención sanitaria, nuestros políticos se ponen del lado de las empresas", enfatizó.

Sin aumentar los salarios mínimos, las redes de seguridad o una asistencia sanitaria asequible para la población trabajadora (...) la desigualdad se acentuó y dejó a las personas más desprotegidas sin más opción que acudir al consumo de drogas para sobrellevar la situación, concluyó Wulhandler.