A medida que el Mundial de Fútbol de 2018 en Rusia se acercaba a su fin, muchos de los extranjeros que acudieron se sorprendieron al encontrar en Rusia una sociedad próspera y un anfitrión amistoso y acogedor. Esto dificulta la comprensión de que, apenas a una generación atrás, Rusia experimentó un colapso político, económico y social de proporciones calamitosas. Después de la desintegración de la Unión Soviética en 1991, Rusia comenzó una transición del comunismo al capitalismo. El llamado programa de "terapia de choque", prescrito y guiado por expertos occidentales, provocó la depresión económica más larga y una de las más graves del siglo XX. Hoy en día, pocas personas fuera de las naciones de la antigua Unión Soviética recuerdan este oscuro episodio. Menos aún lo entienden.
Alex Krainer
Leer: El gran engaño. El ataque de los años 90 contra Rusia