Los medios corporativos occidentales han convertido a Vladimir Putin en el principal villano de la geopolítica actual. Si su cobertura del presidente ruso fuera veraz y objetiva, tendríamos que concluir que Putin no tiene ninguna cualidad redentora, que es el tirano más codicioso y despiadado desde Genghis Khan y que ha convertido a su gobierno en un Estado mafioso sin ley.