El presidente de El Salvador vuelve a criticar el enfoque injerencista de EE.UU. hacia su país, sobre todo el apoyo subrepticio que da a las marchas opositoras.
Sectores políticos y sociales que se oponen a la gestión del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, organizaron el domingo una marcha en rechazo a las medidas del Gobierno en materia económica y seguridad, principalmente.
Mediante un mensaje publicado el domingo en Twitter, Bukele acusó a la Administración estadounidense, presidida por Joe Biden, de usar el dinero de los contribuyentes de su país para financiar las marchas contra “un gobierno democráticamente electo”.
No obstante, restó eficacia a dicho enfoque de Washington, pues “el pueblo de El Salvador no volverá a ese terrible pasado”, dijo el mandatario.
“Los iba a trolear, pero me dio pena ajena la marcha de hoy. El Gobierno de Estados Unidos comete un error de concepto: No se puede levantar un muerto, por más millones de dólares que se inviertan. El Salvador no quiere volver al pasado”, señaló mediante otro tuit.
¿A qué pasado se refiere Bukele?
De hecho, las autoridades salvadoreñas denuncian que la guerra civil que sufrió el país en la década de los años 80 fue apoyada económica y militarmente por EE.UU., destacando que este patrocinó con fondos ilegales el conflicto armado que dejó más de 75 000 muertos.
Recientemente, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha sancionado a funcionarios cercanos a Bukele, como su jefa de Gabinete, Carolina Recinos, por presunta corrupción en la gestión de los fondos públicos destinados a la lucha contra la pandemia.
Para El Salvador, las sanciones de EE.UU. contra funcionarios salvadoreños son parte de una represalia por los resultados de un plan de seguridad gubernamental contra las pandillas.
El propio Bukele fustigó el jueves la política de sometimiento que aplica Estados Unidos en sus relaciones con otros países, en lugar de una basada en la amistad y la alianza.
