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Misa satánica en Harvard y ola de 'acciones de terror' de judíos radicales contra los católicos

Por Victoria
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jueves 15 de mayo de 2014, 20:49h

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Los organizadores de la misa negra satánica que se realizó en las instalaciones de la Universidad de Harvard el lunes 12 de mayo señalaron que la protesta católica es “paranoica” “intolerante” e “ignorante”, luego de recibir una ola de críticas por la realización de este evento considerado como “un ataque a la sensibilidad de los católicos”.

Los miembros del Harvard Extension Culture Studies Club dijeron a ACI Prensa que “los satanistas tienen un ritual que realizan por sus propias razones” y que “en realidad no tiene nada que ver con el catolicismo más allá de los propios símbolos”. Que los católicos se sientan ofendidos por la realización de la misa negra, dijeron, es “anacrónico y basado en la intolerancia y la ignorancia sobre la práctica del satanismo”.

Así reaccionó la citada organización a las incesantes críticas que han recibido tras el anuncio de la misa negra satánica que, en un principio, iba a incluir la profanación de la Eucaristía, algo que negaron luego por la controversia suscitada.

El grupo indicó además que las objeciones de quienes se oponen al evento muestran una “mente cerrada” y “paranoia” por parte de los católicos.

Una misa negra es una ceremonia sacrílega en la que explícitamente se invoca a Satanás y se denigra la auténtica Misa católica. Tiene relación con el culto satánico y suele involucrar la profanación de la Eucaristía, que con frecuencia es robada de un templo católico y es usada luego en un extraño ritual profano y sexual.

Los que critican la realización de este evento en la Universidad de Harvard, además de los católicos, cuestionan a los organizadores afirmando que el centro de estudios nunca permitiría, por ejemplo, la recreación de una quema del Corán o del linchamiento de afroamericanos, y que de manera similar debería rechazar una ceremonia sacrílega que denigra la fe católica.

El Club de Estudios reconoce luego que la misa negra “está inspirada o se deriva” de la Misa Católica, pero insiste en que no pretende burlarse de ella ni pretende mostrar odio”. En vez de eso, dicen, la misa satánica es “una afirmación de un grupo de creencias cuya recreación no busca marginar a nadie, ni incitar a la violencia ni intimidar a otros”.

Para la organización, dijeron a ACI Prensa, creer que la misa negra “se hace con la intención de burlarse del catolicismo” solo demuestra “una postura arrogante y egocéntrica” de parte de los católicos, asegurando que el evento “tiene un significado constructivo para la gente que realiza esas acciones” y que incluso si fuera una ofensa a los católicos eso no justificaría la cancelación del evento.

“Satanás es una construcción metafórica que representa la lucha contra la autoridad tiránica”, prosiguieron, y destacaron que la agresión que los católicos denuncian contra ellos “está fundada en distintas interpretaciones de símbolos y en la insistencia de que la propia interpretación es universal”. Reiteraron además que “es presuntuoso e impreciso insistir en que este evento busca ser una expresión que ridiculice a los católicos.

Alarma en la Iglesia ante la ola de 'acciones de terror' de judíos radicales contra los católicos

El patriarca latino de Jerusalén, Fuad Twal, ha mostrado su preocupación ante el aumento de actos vandálicos contra la comunidad cristiana en Tierra Santa, horas después de que colonos radicales llamaran a la "guerra santa" contra un eventual acuerdo entre Israel y el Vaticano.

Una creciente inquietud a la que también contribuyó el pasado domingo la Alcaldía de Jerusalén, que exigió a la Iglesia católica retirar un cartel en la ciudad vieja de bienvenida al Papa Francisco, sin ninguna alusión política, con el argumento de que "viola las leyes municipales".

"Los incontrolados actos de vandalismo envenenan el ambiente de coexistencia y de colaboración, especialmente en estas dos semanas previas a la visita del Papa Francisco", subrayó el líder de los católicos en Tierra Santa durante la procesión de Nuestra Señora celebrada en el Monte Carmelo de Haifa.

Twal criticó la laxitud del Gobierno israelí, que en su opinión "debería estar preocupado" ante esta "ola de acciones extremistas de terror" porque "es mala para la imagen de Israel al exterior" y, además, "deteriora la imagen de democracia que el país se atribuye a sí mismo".

Las palabras del patriarca se producen en el marco de la creciente cadena de actos vandálicos que sacude Israel y Palestina desde hace un mes, y que incluye pintadas racistas y amenazadoras en iglesias y monasterios obra de jóvenes colonos radicales.

'Organización terrorista'

Además de los palestinos -cristianos y musulmanes-, los drusos y el propio Ejército israelí han sido también objeto de este grupo de extremistas al que algunos voces, como el fiscal general del Estado, Yehuda Weinstein, proponen calificar de "organización terrorista" y así poder aplicar medidas más duras.

Esta clasificación permitiría a la Policía y a los servicios secretos internos israelíes ('Shin Bet') actuar con más contundencia y mantener a los sospechosos en detención administrativa, es decir, seis meses de arresto renovables sin necesidad de imponer e informar a los sospechosos de los cargos.

El propio departamento de Estado de Estados Unidos incluyó estos actos, conocidos en Israel como "el Precio a Pagar" o "crímenes de odio", en su informe de 2013 sobre actividades terroristas en el mundo.

El problema reside, sin embargo, en la diversidad de la coalición de Gobierno que dirige el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la que parecen dominar el ala más radical de su propio partido, el derechista Likud, y la formación ultranacionalista Habayit Hayehudí ('Hogar Judío'), que defiende los intereses de los colonos.

El escritor israelí Amos Oz se sumó a la polémica al tildar hoy a estos grupos de "neonazis hebreos" e incidir en esta divergencia interna al señalar al ministro de Economía, Yari Lapid, líder del partido centrista Yesh Atid, como responsable de la actual situación.

"Dejad a (Benjamin) Netanyahu, el Gobierno no está en sus manos. La facción del Likud en la Kneset (Parlamento israelí) es una facción de colonos extremistas. Netanyahu es casi la persona más izquierdista", sentenció el escritor en declaraciones recogidas por el diario Yediot Aharonot

Con 19 diputados en la Kneset, Lapid -periodista reconvertido a político- lidera al segundo partido de la actual coalición de Gobierno, tras el Likud. Las palabras de Oz generaron hoy una avalancha de críticas de la derecha nacionalista.

Manifestación en el Monte Sión

En este ambiente de creciente tensión, los grupos ultranacionalistas judíos optaron por alimentar el fuego al convocar para este lunes una manifestación en el bíblico monte Sión de Jerusalén.

Su objetivo es protestar contra las negociaciones que Israel y el Vaticano mantienen desde hace dos décadas sobre la soberanía del templo en el que la historia de la Iglesia sitúa la última cena de Jesucristo.

En el edificio del Cenáculo, que alberga también una mezquita, la tradición judía sitúa la tumba del rey David, aunque desde el punto de vista de la arqueología tampoco existen pruebas fehacientes para sostenerlo.

En los últimos días, informaciones aparecidas en la prensa local hablan de un supuesto acuerdo entre el Gobierno israelí y el Vaticano para la cesión de la soberanía del Cenáculo, pacto que algunos grupos consideran "una catástrofe".