Agosto es un mes eminentemente vacacional en España, y en su letárgico transcurso los medios de comunicación a veces se ven obligados a inventar recursos para evitar un temible vacío informativo: se estiran las intrigas del mercado futbolístico de los fichajes, se hacen superfluos reportajes sobre el calor, se elevan las anécdotas a la categoría de noticias y se desempolvan asuntos recurrentes para darles un refrescante paseo por la actualidad.
Y así es, tal vez, como un lunes cualquiera, en plena canícula, el logotipo de RT vuelve a parecer en un artículo del diario El País, inevitablemente asociado, cómo no, al concepto de desinformación. El terrible asunto de la 'trama rusa' que busca desestabilizar a occidente con 'fake news' y armas tan sofisticadas como los 'boks' o los 'sofpapes'nunca acumula demasiado polvo en los archivos de ciertos periódicos españoles, y es un tema de actualidad casi permanente.
El artículo hace referencia a parte del contenido del Anuario Internacional, publicado por el Centro de Barcelona para Asuntos Internacionales (CIDOB), que tilda a Rusia como un "adversario híbrido para una Unión Europea", que es capaz de atacar la "cohesión interna" y las "instituciones" a través de "medios no convencionales". Pero en ese documento, curiosamente, ningún medio de comunicación ruso aparece nombrado de manera explícita.
Sin embargo, la ilustración del artículo publicado por el diario español contiene el logo de RT y Sputnik, y se trata, en realidad, tal como reza su pie de foto, de un cartel diseñado por el sitio web del proyecto 'EU vs Disinfo', al que El País describe como "un equipo especializado en combatir las mentiras y medias verdades que la prensa rusa difunde sobre Europa".
Pero "combatir las mentiras" es una expresión posiblemente demasiado ambiciosa para el trabajo de recopilación e interpretación sesgada que ha llevado a cabo este organismo, dependiente del Servicio Europeo de Acción Exterior, que bajo el epígrafe de "casos de desinformación", recoge algunas noticias publicadas en este y otros medios rusos a los que atribuye intención de desinformar.
Con un diseño colorido y ameno, una simpática tipografía de aspecto militar y una generosa falta de rigor donde cabría esperar al menos un mínimo de seriedad (después de todo, están financiados con fondos públicos), EU vs Disinfo interpreta el contenido de cada noticia registrada y elabora, a partir de su propia síntesis, lo que ellos denominan un "resumen de desinformación", al que posteriormente contraponen lo que consideran 'la verdad'.
Es decir, ellos aclaran lo que los medios rusos 'estarían queriendo decir' con sus 'maléficas y retorcidas' noticias de apariencia normal, y luego explican por qué eso es desinformación y lo que la gente debería saber en realidad.
Las 'graves mentiras' a combatir
Veamos un ejemplo de la manera en que esta iniciativa europea "combate" la desinformación. En una de las entradas más llamativas de su recopilación, los denominados 'especialistas' acusan a RT la siguiente 'mentira': "Occidente evita llamar 'golpe de Estado' al intento de golpe de Estado en Venezuela".
Como prueba de la desinformación, en su "sumario" al respecto incluyen el enlace a un video del programa 'El Zoom'de RT, en cuyos primeros minutos el presentador, Javier Carrasco, ni siquiera afirma, sino que pregunta "¿Por qué lo sucedido en estos días [en Venezuela] no ha sido calificado como golpe de Estado por Occidente? ¿Y si no lo ha sido, de qué manera se puede calificar?". Este mero cuestionamiento constituye, para EU vs Disinfo, un "caso de desinformación".
¿Quién desinforma en realidad?
Otro de los casos documentados en este registro llama la atención por su inconsistencia como prueba de supuesta manipulación informativa.
EU vs Disinfo señala otro artículo de RT, publicado poco después de que un analista de la BBC declarara que las imágenes de los supuestos ataques químicos sobre la ciudad siria de Duma del 7 de abril de 2018 habían sido en realidad producto de una escenificación.
Se acusa a RT de desinformar y querer difundir la idea de que "Occidente sabía desde el principio sobre las simulaciones de un ataque químico en Siria". Sin embargo, basta consultar el enlace que ellos mismos adjuntan para comprobar que lo que hace RT en el artículo señalado es citar las palabras textuales del ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, quien dijo el 17 de febrero de 2019: "Occidente sabía desde el principio sobre las simulaciones de un ataque químico en Siria".
No hay mucho más que explicar al respecto: que RT cite textualmente las palabras de un vocero constituye, para ese "equipo especializado", un ejemplo de 'manipulación informativa'. ¿Quién desinforma entonces?
Si la Unión Europea estuviera realmente interesada en combatir la desinformación de manera global, difícilmente permitiría la actividad de un "equipo de especialistas" como el de EU vs Disinfo. Pero la realidad es que no solo lo permite, sino que lo fomenta y lo financia. Es más, el presupuesto para ésta y otras estrategias de comunicación del Servicio Europeo de Acción Exterior pasó de 1,8 millones de euros en 2018 a 5 millones de euros para este año, según reconoció la propia Comisión Europea el pasado mes de diciembre.