El presidente de Haití pasó 10 minutos rogando por teléfono a la Policía que movilizara a las fuerzas del orden y le salvaran la vida la noche del ataque.
Los escalofriantes detalles, informados el lunes por el diario estadounidense Miami Herald, muestran que el personal de seguridad de Jovenel Moise no respondió a sus frenéticas y desesperadas súplicas momentos antes del asesinato, el 7 de julio.
Tres personas anónimas, que recibieron llamadas desde el interior de la casa de Moise en Puerto Príncipe, contaron al medio que el mandatario pidió refuerzos por primera vez a la 1:35h a.m. cuando, según las fuentes, llamó a un comisario de la Policía Nacional de Haití para decirle: “Están disparando junto a la casa (...) ¡Movilice a la gente!”.
Cuando no apareció ningún refuerzo, el mandatario llamó a la 1:47h a.m. a un oficial de policía con entrenamiento táctico y le dijo: “¿Dónde estás? ¡Necesito tu ayuda, ahora! Mi vida está en peligro. ¡Ven rápido! ¡Ven a salvarme la vida!”
Ante la falta de respuesta, Moise llamó tres minutos después al jefe de la Policía de Haití, Léon Charles, quien ya había enviado un convoy al domicilio del mandatario.
Había 24 agentes asignados al destacamento de seguridad de Moise, pero hasta ahora la Policía se ha negado a decir cuántos estaban en servicio la noche del magnicidio. Ninguno de los miembros de seguridad del presidente recibió disparos ni resultó herido durante el ataque.
Las autoridades haitianas dicen que el comando que perpetró el crimen estaba compuesto por 26 colombianos y dos estadounidenses. Hasta el momento, han sido arrestadas 19 personas, incluyendo 17 colombianos y dos estadounidenses de origen haitiano, por su presunta participación en el asesinato. El Gobierno de Haití está en la búsqueda de otras seis personas que habrían participado en el magnicidio; otros tres hombres fueron abatidos.
Moise no era un presidente favorito en Haití. Miles de personas exigían su dimisión porque aseguraban que él había violado la Constitución, al mantenerse en el poder tras el 7 de febrero, cuando, técnicamente, su mandato constitucional vencía luego de transcurridos cinco de años de su victoria electoral en 2016.