Científicos militares chinos desarrollaron un nuevo dispositivo que podría ayudar a los submarinos a neutralizar el sonar enemigo. El aparato es similar a un ladrillo o mosaico y se basa en la tecnología de material magnetostrictivo gigante (MMG). El mecanismo está hecho de costosos elementos de tierras raras cuyas reservas se concentran principalmente en China, según South China Morning Post (SCMP).
Este pequeño mosaico de sigilo acústico activo puede ser pegado por todo el casco de la nave para hacer frente a los haces de sonar desde diferentes direcciones. El mismo puede analizar la frecuencia del sonar enemigo y emitir ondas de sonido de baja frecuencia y alta intensidad (de hasta 147 decibelios) que pueden hacer que la poderosa y avanzada tecnología del sonar del Ejército de EE.UU. o sus aliados se vuelva inoperativa, pues confundirían al submarino con el agua.
Según SCMP, los autores del trabajo escribieron en su artículo: "El revestimiento de la superficie submarina, ampliamente utilizado por las potencias navales del mundo, es el mosaico anecoico". Sin embargo, estos dispositivos "pasivos", absorbentes de sonido, hechos de caucho o polímero sintético, pueden no ser tan efectivos con longitudes de onda largas, de bajas frecuencias, utilizadas por los sonares activos modernos.
Atendiendo a esto, el revestimiento pasivo "ya no puede cumplir con los requisitos de combate de un submarino silencioso, sin importar cómo cambie la composición del material y la estructura de las baldosas", escribieron los científicos.
Por su parte, el mosaico "activo" se basa en el fenómeno de magnetostricción, descubierto en el siglo XIX por el físico James Joule, que consiste en el cambio de tamaño de los materiales cuando se colocan cerca de un imán. El Terfenol-D, creado en la segunda mitad del pasado siglo, fue el primer MMG con el que se podía generar cambios visibles en su forma cuando se enfrentaba a un campo magnético. Hoy es de amplio uso en sonares activos de muchos buques de guerra estadounidenses.
Las tierras raras
Sin embargo, dado que la fabricación de MMG requiere de una gran cantidad de elementos de tierras raras como el terbio y el disprosio, cuyas reservas se concentran principalmente en China, la aplicación de esta tecnología sigue siendo limitada. En esto consiste la ventaja estratégica de China.
Los investigadores empaquetaron todos los componentes en un formato pequeño manteniendo una alta potencia de salida para lograr una instalación rápida en los submarinos, así como su adecuada operación y mantenimiento a largo plazo en océanos profundos. "La unidad de emisión es liviana, operable en una amplia gama de frecuencias con alta eficiencia y resistente a la presión", escribieron los autores en su publicación.